Quito. 29.08.93. El recrudecimiento de la delincuencia en los
últimos meses, acompañado con derramamiento de sangre y violación
de mujeres, ha sembrado en la comunidad ecuatoriana terror,
intranquilidad y desconfianza para permanecer en sus domicilios,
salir a trabajar, y mucho más para viajar.
A tal punto ha llegado el delito y tan variados son los casos
delictivos, que la crónica roja llena páginas de la prensa
escrita y abarca gran parte de los noticieros televisivos y
radiales informando sobre crÃmenes, asaltos, violaciones, robos,
estruches, y hasta tráfico de drogas y secuestros.
Viajar en bus con los pelos de punta
A pesar de las medidas adoptadas por las fuerzas policiales y por
las estrategias de los cuerpos uniformados, no hay seguridad.
Quienes viajan en vehÃculos de la transportación intercantonal e
interprovincial, llevan los pelos de punta y los nervios
destrozados, y cada vez que el vehÃculo se detiene por cualquier
motivo, todo el mundo se pone de pie (pensando en lo peor).
Realmente es asÃ, y el que no lo cree, pues que se vaya de viaje
y experimente lo dicho.
Los pasajeros viajan "acompañados" del desconcierto, la duda, la
angustia por llegar, la intranquilidad cuando alguien los mira,
el temor a la adversidad y el terror cuando repentinamente
sujetos indeseables, que no se sabe en qué momento abordaron el
vehÃculo, sacan a relucir armas de todo tipo y calibre y a los
gritos de "Âesto es un asalto!", obligan al conductor a que se
detenga junto a una guardarraya.
Allà empieza la tormenta. Con las armas en las manos y apuntando
a los rostros, los "piratas" de las carreteras ordenan a los
asustados pasajeros desocupar el vehÃculo. Una vez abajo, los
hacen tender en la tierra y proceden a despojarlos de sus
pertenencias.
Pero, no todo queda allÃ, la presencia de mujeres jóvenes, y a
veces hasta mayores, despierta la lujuria y la enfermedad de los
antisociales, quienes inmediatamente las fuerzan a efectuar actos
sexuales, so pena de muerte si se resisten. Luego, una vez
"complacidos", huyen del lugar dejando a su paso toda una secuela
de frustración y vidas destrozadas. Mientras tanto, la PolicÃa
trazando planes estratégicos para detenerlos.
Basta un ejemplo
Ejemplos claros son las ocho mujeres violadas la noche del 15 de
agosto, cuando varios delincuentes atracaron un bus de la
cooperativa Santa Ana que se dirigÃa de Samborondón a Yaguachi, a
la altura del Km. 21 de la vÃa hacia La Puntilla, llevando más de
60 pasajeros que supuestamente iban a disfrutar de las fiestas de
San Jacinto de Yaguachi.
Ventajosamente ya fueron detenidos dos de estos antisociales
violadores. Pero, ¿qué condenas les impondrán?. La palabra la
tienen los jueces de lo penal.
Pero increiblemente, un dÃa después de la captura de los
violadores Jorge David Barroso Miranda, "Manicho", y Oscar Santos
Mora Navarrete, "El Tigre", y mientras la PolicÃa efectuaba
redadas por otros lugares, dos mujeres más resultaron violadas
cuando los pasajeros de un bus de la cooperativa Loja fueron
atracados en un sector de la vÃa Milagro-Yaguachi.
Estacionar el auto y quedarse a pie
Otro fantasma del terror delictivo, el atraco y robo
indiscriminado de vehÃculos. Todos los meses la crónica policial
anuncia "170 carros se robaron este mes", "El robo de carros se
mantiene", "Cada dos horas roban un carro", "Cae banda
internacional de robacarros", etc.
Parece que para la PolicÃa se torna muy difÃcil el control, pues
son tantas y tan bien organizadas las bandas, que mientras por un
lado capturan unos cuatro robacarros, por otro lado se reportan
más vehÃculos desaparecidos.
A propósito, se sabe que la PolicÃa está tras las pistas de unas
bandas internacionales que tienen contactos con el Perú, por la
frontera sur, y con Colombia, por el norte. Es decir, el comercio
ilÃcito de vehÃculos sigue en marcha, pero, ¿podrán detenerlos
algún dÃa a punta de tolete?.
Recientemente fueron capturados el ecuatoriano David Leonardo
Pérez Johnson, y el colombiano Geovanny López Arteaga, que luego
de las declaraciones dijeron pertenecer a una banda que comercia
los carros en Colombia.
Cuatrerismo y abigeato
El agro de Guayas y Los RÃos cada vez se ve más afectado por los
cuatreros, que a decir de la PolicÃa, actúan con mayor frecuencia
en verano, debido a que en invierno se les hace difÃcil trasladar
las reses robadas.
La PolicÃa de Guayas calcula que unas 500 cabezas de ganado se
encontrarÃan escondidas en diversas zonas de Salitre y que
habrÃan unos 10 corrales clandestinos, pero, debido a la espesa
vegetación que rodea esas zonas, los helicópteros de la FAE no
pueden rastrear por aire.
En el sector de El Papayo, cantón Salitre, se busca intensamente
a "Barbita", el cuatrero más peligroso, quien lidera una banda de
no menos de 50 delincuentes, mencionaron policÃas.
El problema del cuatrerismo nunca se terminarÃa, afirmó la
PolicÃa, pues va de generación en generación. Familias enteras
que se dedican a estas operaciones ilÃcitas inculcan a los
menores a continuarlas. Es decir, de padres a hijos se hereda el
delito como por tradición.
Industria del plagio
Según estimó la Dirección Nacional de Investigaciones de la
PolicÃa, los secuestros a cambio de recompensa se mantienen en el
paÃs. Una publicación de la prensa nacional en dÃas pasados decÃa
"16 casos de secuestros en Ecuador".
De acuerdo a escasas informaciones, se presume que unos 1.250
millones de sucres se habrÃan pagado por cuestiones de rescate,
pero difÃcilmente se puede precisar la realidad del monto, toda
vez que los familiares de las vÃctimas no denuncian los hechos
por temor a las represalias.
La mayorÃa de los secuestros se habrÃan dado en la región
amazónica, sobre todo por la provincia de SucumbÃos, en la
frontera norte y últimamente por el centro del paÃs, en la
provincia del Tungurahua.
"El Rey", "La Rana" y otros
Innúmeras bandas de atracadores operan en las principales
ciudades del paÃs, sobre todo en Guayaquil, Quito, Portoviejo,
Manta, Machala, Huaquillas y últimamente Ambato, entre otras.
Como protagonistas de este tipo de delito, y caracterizados por
la audacia, peligrosidad y temeraria presencia, están Reinaldo
Gustavo Zamora Sandoya, "El Rey" y Gustavo Párraga Loberty, "La
Rana", dos delincuentes que se han convertido en los más buscados
del paÃs. Tras ellos, las fuerzas de Elite de la PolicÃa
mantienen un rastreo incesante. Y, en los últimos dÃas, también
las FFAA.
"El Rey", antisocial de los últimos tres años. Su figura aparece
a raÃz de la muerte del "Patucho" Rigoberto Castro Sánchez, otro
delincuente que continuamente puso en "jaque" a la PolicÃa, hasta
que inexplicablemente cayó abatido a tiros en un oscuro sector de
Guayaquil. Por comentarios que se tejieron, el autor habrÃa sido
el propio "Rey" Zamora.
Desde su aparición, el "Rey" mostró todo su poderÃo delictivo.
Continuos atracos a bancos, aprovechándose que la PolicÃa siempre
ha adolecido de la falta de personal, adiestramiento adecuado y
dotación de armas apropiadas.
Zamora está rodeado de toda una legión de antisociales
peligrosos, muchos de los cuales ya han sido abatidos y otros
están detenidos. Sin embargo, sigue actuando en la
clandestinidad.
Entre los compinches caÃdos están: Jaime Zamora (hermano), muerto
al explotarle una granada mientras se enfrentaba con la PolicÃa;
Armado Reyna Sandoya (a) "El Chivo" (primo), muerto al explotarle
una granada cuando protegÃa al "Rey", para que huya de una
emboscada que le habÃa tendido la PolicÃa; Mario Rafael Larrea
Carvajal, infante de Marina y hombre de confianza que cayó
abatido a tiros.
Larrea Carvajal y el también infante de Marina David Correa QuimÃ
eran conocidos al interior de la banda de Zamora como "Los Tigres
de la Malasia".
Como la PolicÃa desplegó un intenso operativo de persecusión
contra "El Rey" y su banda, inclusive poniendo un precio (20
millones de sucres) por la información tendiente a su captura,
parece que salió de Guayaquil para refugiarse en las zonas
rurales, al principio de la provincia del Guayas, luego en
ManabÃ, donde habrÃa tenido contactos con "La Rana",
posteriormente en Los RÃos, hasta que últimamente se comenta que
estarÃa actuando en algún sector de Azuay. En todo caso, es
incierta su ubicación.
Según datos de los recintos policiales, "El Rey" tiene en su
contra más de 30 denuncias por asaltos, robos e incluso por la
muerte de cuatro uniformados.
"La Rana" Párraga
Entretanto, Gustavo Párraga, "La Rana", de 34 años de edad, el
otro delincuente más buscado y de quien se decÃa que era de
ManabÃ, porque allà sentó en principio su centro de operaciones
delictivas, mas, por datos del Registro Civil se supo que es
natural de Quevedo (Los RÃos).
Según datos policiales, "La Rana" está acusado de dirigir la
"piraterÃa" por las carreteras de Guayas, Manabà y Los RÃos.
Además, se le atribuye la muerte de un indeterminado número de
policÃas. Recientemente habrÃa asesinado a los policÃas Jorge
MesÃas Quintana Yánez, Alfredo Pablo Aguirre Barrera y el cabo
José Telmo EnrÃquez RodrÃguez, quienes aparecieron abatidos a
tiros y posteriormente incinerados, al parecer por una
retaliación, en San Vicente de Nila, un sector que pertenece al
cantón Santo Domingo de Los Colorados.
Se sabe que la "La Rana" (igual que "El Rey"), se encuentra
rodeado de peligrosos antisociales, cinco de los cuales (Armando
Camacho Alarcón, lugarteniente de Párraga y asesino de policÃas,
Eylson RodrÃguez Vinces, Javier saltos MacÃas, "Javico", Antonio
Adeilberto Aray y Daniel Sebastián Velásquez Barzola) ya fueron
abatidos por operativos policiales. En tanto que otros dos, cuyos
nombres se desconocen, fueron capturados en un reciente operativo
del GIR, junto a una gran cantidad de armas.
Qué dicen las autoridades
Los comandantes policiales mencionan que el propósito de ellos es
acabar, a costa de lo que sea, con los delincuentes más buscados
y todos los demás, aunque para ello deban sacrificarse más vidas
de los uniformados.
El coronel René Bustos Lara, comandante del Regimiento Guayas,
dijo "estamos dolidos y muy heridos ante la muerte de nuestros
compañeros, pero en su memoria estamos actuando (con cabeza
frÃa), en la búsqueda y rastreo de los asesinos, porque esa es
nuestra responsabilidad".
El subsecretario de Gobierno, Roberto Passaillaigue, comentó que
efectivamente "la PolicÃa está pagando con sus vidas el valor tan
grande que significa mantener la paz ciudadana".
Entretanto, el ministro de Gobierno, Marcelo Santos, anunció que
frente a la delincuencia que asesina, asalta, roba, destruye a la
juventud con el narcotráfico, pone en peligro la seguridad de la
vida de las personas en campos y ciudades, violenta las normas y
conspira contra la paz, todas las fuerzas uniformadas del paÃs
tienen que estar unidas y en alerta. "Con la cooperación de las
FFAA, se inician operativos de gran intensidad que tendrán la
duración necesaria para que su acción sea efectiva y permanente;
para demostrar al Ecuador, el alto nivel de eficiencia y la
entrega al sacrificio y devoción de la PolicÃa".
Pero, la PolicÃa Nacional requiere urgentemente de personal
adiestrado y armas apropiadas para actuar. Al menos ese es el
comentario de los comandantes de distritos y regimientos. (8A)
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 29/Agosto/1993 | 00:00