Quito. 21.08.93. Tres de los jóvenes escritores de este "Tayer
Libertario Imagina" están nominados para una selección de
escritores que asistirán, en noviembre, al Festival
Latinoamericano de la Palabra, en Colombia. Una entrevista a
ritmo de poesÃa con dos de ellos.
- ¿Quiénes son ustedes?
S: El es el Freddy.
F: Y él es el Santiago.
- ¿Quién es el Freddy y el Santiago?
S: El Freddy es mi buen amigo.
F: Y él también de mÃ.
- A parte de lo que son el uno para el otro, ¿qué son?
S: Yo soy un flaco que quiere escribir colores.
F: Yo no. Yo soy un gordo, que una mañana quizo sentir que las
cosas que le pasaban podÃan durar un poquito más y que se puso a
buscar qué hacer, y encontró que escribir poesÃa es como hacer
que las cosas sean eternas, las cosas que uno ama. Y que
descubrió que, a través de lo que uno escribe, solo da mensajes a
los panas no más. Y eso hago, escribo poesÃa para dar mensajes a
los amigos.
- "Las cosas que uno ama", dijiste. ¿Qué amas?
F: Amo la vida sobre todo, con todas sus connotaciones, sus
dolores, sus horrores, sus dulzuras, sus bellezas.
- ¿Y tú para qué escribes colores?
S: Yo desde chiquito quice llegar al pie del arco iris. Yo no
sabÃa del cuentito de que habÃa una ollita encantada, solo querÃa
llegar al pie. Cuando supe que habÃa una ollita con oro, ya no
quice llegar. Yo escribo para llegar al pie del arco iris y no
encontrar ollitas de oro, sino el pie del arco iris no más.
- ¿Y qué han logrado expresar, qué han sacado de sus escritos?
F: Bueno, nosotros somos parte de un "tayer", no taller,
"libertario", no literario, que se llama "Imagina". Y a partir
del trabajo en este Tayer, del masacrarse contra los espejos y
contra las gentes, hemos logrado tener algún material que nos ha
permitido dar unos cuantos recitales y sacar algunos impresos. Y
sobre todo hemos logrado formar una familia muy grande y muy
linda, que es la familia "Imagina", la familia de las letras.
- ¿En dónde está esa familia? ¿Quiénes son?
F: Somos el Marco Antonio RodrÃguez, que es quien nos coordina;
el Marlo Brito; el Alpaca, alias Alejandro Aguirre; el Santiago
Andrade, la Lorena Mancheno y el Freddy Peñafiel. Somos el Tayer,
que trabaja con más gente, que está tratando de crecer y de
abrirse más.
- ¿Qué hacen en el tayer? ¿Es el tayer que unifica estilos, que
critica textos?
S: No, es el tayer que, si hacemos una analogÃa, podrÃa ser una
sala de partos, donde se logra parir hijos, hijos feos, hijos
lindos. Es vernos todos sin la cara, sentirnos sin la cara,
¿desnudarnos, tal vez? pintarnos, dibujarnos, escribirnos,
caminarnos, jugarnos, lamernos, es todo eso el tayer.
- A dónde quieren llegar con la literatura?
S: Al pie del arco iris.
F: Yo ya llegué. A la vida no más. A sacar lo que tengo adentro,
a sacar a los demonios y amar a los fantasmas.
- Y qué es la vida, eso es muy subjetivo.
F: Verás, la vida es una cosa que tiene muchos pelos, tiene como
ocho o nueve patas, tiene dos ojos grandes, una nariz, y la mitad
del tiempo es dulce y la otra mitad del tiempo es una cabrona y
se enoja con uno, pero siempre es linda, coqueta, jugetona, y le
gusta que le rasquen la cabeza para dormir.
- ¿Qué hacen el tiempo que no escriben?
S: A mà me gusta ver como se van haciendo flacas las sombras en
mi casa, y desaparecen en las esquinas, es mi mejor divertimento.
También me encanta poner mensajes nuevos al contestador, y me
gusta llamar a mis amigos para que escuchen los mensajes del
contestador. Aparte de eso, me enseñan FotografÃa mis alumnos en
el Instituto Cuesta Ordóñez, y bailO en los discos en "El Solar".
- ¿Y estudian?
S: No yo siempre copio, nunca estudio.
(Estudian en los últimos años de la Facultad de Comunicación
Social)
- Y voz que haces el resto del tiempo que no escribes.
F: Pienso lo que escribo. No. Yo soy más silvestre. A mà me gusta
sentarme en El Ejido a ver crecer la yerba entre las piernas de
las sirenas. O también verle al "Mazinger", que es un pana que
juega súper bien el ecuavoley, y verle jugar y ganar. Cuando el
Ejido está lleno, está llovido, me voy al churo de La Alameda. Yo
no trabajo todavÃa. Y de grande quiero ser como voz. SÃ, quiero
entrevistar poetas en los camerinos de las discos.
- ¿Qué les preguntarÃas si es que vas a entrevistar poetas?
F: ¿Cuál es la única pregunta que nunca te han hecho? No sé, no
tengo idea.
- ¿Y cuál es la pregunta que te gustarÃa que te hagan a tÃ?
F: ¿Por qué todavÃa creo en los fantasmas?
- ¿Y quiénes son los fantasmas?
S: Son mis amigos. Son chiquitos y son grandotes, a lo que más
tienen miedo es a los espejos, también a la obscuridad. Y les
gusta cantar artÃsimo. No pueden salir al sol, porque cuando
salen se evaporan. Los fantasmas son unos señores que cuando
están felices chorrean una baba violeta, donde estén, y es una
baba que brilla y es bien linda. Hay unos señores viejos, viejos,
que dicen que esa baba les regaló la luna, sÃ, cuando se seco.
cuando le robaron todo lo lÃquida que podÃa ser. Y la luna
siempre anda moviendo el mar buscando su saliba gigante. Y cuando
el mar se mueve también se mueven los fantasmas. Los fantasmas
son de agua, sino que no les podemos ver.
- Todo esto parece un gran vuelo, una cosa loca que no está aquÃ,
en la tierra, ¿cómo se conectan con la gente, están aqu�
F: Bueno, primero yo quiero también saludar a mis fantasmas,
porque él solito saludó a sus fantasmas, y yo quiero saludar a
los mÃos. Yo también tengo fantasmas, son más lindos, también
pasan en el mar, lo que pasa es que son shunshos, se suben en las
olas que se van y no las que vienen, pero todavÃa tengo la
esperanza de que se equivoquen y regresen.
Y sà estamos conectados con la gente. Somos gentes también. Y
como alguna vez se dijo, estamos para los que no nos tengan miedo
no más. Estamos para todo el mundo, nos encantan dar abrazos y
recibir abrazos, lo que más nos gusta es querer a la gente, a
cada unito, sea quien sea. A veces hasta amamos a los poderosos,
pero no nos dura mucho, también les sabemos odiar.
- Hablaste de "los poderosos" qué tiene la onda literaria y de
vida de ustedes con algo polÃtico, social, económico.
F: Todo es polÃtico, todo es social, y todo es económico, pero
nuestra literatura es una literatura contra el poder. Rechazamos
todo tipo de poder: el poder de a familia, del taita que le pega
al guagua, el poder del profesro que le pone un cero, el poder
del presidente que hace lo que se le da la gana, y el poder de
los Estados Unidos, y el poder de quién sea. Nuestra literatura
está comprometida en la lucha contra el poder. Partimos de que
los hombres tenemos la misma capacidad y el mismo derechito de
definirnos lo que somos, ya sean los pelos cortos o los pelos
largos, sin que nadie le importe. Y el poder te coarta, tiene
esas limitaciones de decir yo tengo más plata que voz y valgo
más. Nos parece ridÃculo.
- ¿Y para ese contrapoder, solo escribirán?
S: La tierra más grandota, después del amor, es la palabra, lo
que hacemos. Y eso abarca muchas cosas. Al generar nuestra
escritura rompemos con la forma clásica de discurso, que también
es una forma de poder. Nos remitimos a lo más básico, expresar lo
que sentimos, y expresar lo que queremos, y querer lo que
expresamos, y sentir lo que expresamos, y expremar lo que
sentamos.
- Este vuelo es de una corriente o ustedes están haciendo nacer
algo.
F: Es una corriente que viene desde lejos. Desde un pana que
tenÃa pelo largo y tenÃa rayas parecidas, solo que él tomaba vino
y multiplicaba panes. Es el primerito en esta onda del amor y la
poesÃa. Desde él las luciérnagas que nos dan luz se han
multiplicado por todas partes, todo el mundo, por las Américas.
De una cosa estamos convencidotes, el futuro está en América. La
energÃa del Tibet se ha pasado acá. Las Europas, las Asias, las
Estados Unidos, tuvieron su oportunidad, ahora nos toca a
nostros, a los pueblos hechos de barro, el sacarle la lengua al
sol y decirle "Oye, pana, aquà estamos, somos igual que vos, y
damos la misma luz, y somos igual de fuertes". De aquà nacen las
nuevas formas de ver la vida, de amarla y quererla cambiar.
- Y cómo reacciona la gente ante la literatura de ustedes?
F: A nosotros lo que nos importa, más que su reacción fÃsica, ver
un aplauso, de que la gente se pare, grite, llore o se vaya, o
que suspenda lo que estan haciendo para decir lo que se les da la
gana, nos interesa que lo que decimos se meta por la orejita y se
vaya encendido en el corazón. Si le gusta, o le disgusta, le es
indiferente, de todas formas le queda algo, algún rato aunque sea
en el sueño le hemos de salir. (1C)
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 21/Agosto/1993 | 00:00