Quito. 24. 04. 90. El 19 de abril se escribió una página que pertenece a
la historia en Nicaragua: el Alto al Fuego. Fue el gran convenio que
terminó la acción de guerra mantenida a lo largo de nueve años entre el
Ejército Popular Sandinista y los "Contras".
Termina de ese modo la horrenda pesadilla sufrida por Nicaragua:
los episodios cruentos, la pérdida de hermanos, padres, madres,
hijos.
Pero el fin de la acción bélica garantizado por la ONU mediante
la presencia de los "cascos azules", se complementará el 25 de
abril, cuando se dasarmen los rebeldes -el propio dÃa de la transmisión
del mando a Violeta Chamorro-. "Un arma en el bolsillo pone una palabra
más en labios del colérico" dice el pueblo con sobra de sabidurÃa.
El botellero expresa su esperanza de que Nicaragua vuelva a ser
el paÃs tranquilo y democrático que estaba consagrado a edificar
la paz y la esperanza. Expresa su anhelo de que no vuelvan a
surgir del propio seno de nuestros paÃses las ambiciones y los
rencores que los conviertan en campos de batalla. En cementerios
donde jamás se logrará establecer el número de los muertos.
(Primera Sección- 6)