Quito. 25. 04. 90. (Opinión). El hombre contemporáneo se ha
lanzado a la búsqueda o entronización de esquemas simples a los
que da categorÃas básicas que no las tienen; uno de los conceptos
más manoseados en la actualidad es el llamado "pluralismo".
Si este concepto se lleva a categorÃa fundamental no pararÃa
hasta desmenuzarse en cinco millones de opiniones divergentes.
Dónde se genera el desequilibrio del pensamiento humano que nos
lleva al caos? Sencillamente en la igualación de las categorÃas,
en la nivelación de los valores, en el rechazo u olvido de los
cánones fundamentales que rigen la compostura del hombre
racional. Los conceptos caen todos en el campo de la relatividad,
sin absolutos posibles.
Asà hemos llegado a nivelar, por pluralismo mal concebido, al
vicio con la virtud, a lo feo con lo bello, al Ser Supremo con
los Ãdolos, al placer con lo bueno.
Las autoridades, los medios de comunicación dicen en el fondo
"haga lo que quiera, pero tome precauciones para evitar las
consecuencias". Pluralismo orientado en un solo sentido y el
equivocado. Se han perdido los conceptos de sacrificio,
disciplina, autoridad, modestia, prudencia, castidad, humildad.
El pecado ya no existe desde que fue rediseñado a una categorÃa
ambigua de pecado social o estructuras de pecado, de las cuales
nadie se confiesa, ni sus inventores. Para que el pluralismo
marche y sea útil, sin caer en el confusionismo actual tiene que
establecer categorÃas fijas o inmutables.
La categorÃa fundamental es Dios, una vez que tenemos vida, ésta
es también categorÃa fundamental. (A-5)