Ginebra. 25. 04. 90. Millones de niños siguen trabajando en las
ciudades del tercer mundo, lustrando zapatos y lavando autos o
prostituyéndose, dijo ayer la Organización Internacional del
Trabajo. (OIT).
El informe señaló que la raÃz del problema continuaba siendo la
pobreza, y que su erradicación serÃa un acontecimiento muy
lejano, pese a una mayor cantidad de leyes nacionales e
internacionales.
Los grupos de los derechos humanos sostienen que la mayorÃa de
los paÃses en desarrollo rara vez aplican las leyes.
Los jóvenes que trabajan como empleados domésticos podrÃan ser
los más explotados y vulnerables, y los más difÃciles de
proteger. La mayorÃa son niñas, a menudo impúberes, totalmente
dependientes de sus empleadores. Es común que se las someta a
abusos sexuales y muchas son obligadas a prostituÃrse.
La última medida internacional para la protección de los niños,
la Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Niños,
fue adoptada en noviembre por la Asamblea General. Pero los
grupos de los defensores de los derechos humanos dijeron que se
tardarÃa muchos años antes de que muchos paÃses la ratificaran y
aún más hasta que la aplicaran adecuadamente. (Segunda Sección-3)