Guayaquil. 14 mar 99. Es necesario que la población priorice
los gastos de alimentación. La persona que organiza la
alimentación de un grupo familiar debe procurar que la
alimentación sea adecuada, al adquirir productos naturales
optimizará su inversión. Y ello le permitirá mantener un
equilibrio nutricional en la composición de los alimentos que
ingiere.

Ensalada de papa, zanahoria y remolacha, caldo de bolas, como
plato fuerte arroz con tallarín de pollo, para el postre
gelatina, y para beber, una colada. Ese ha sido un menú muy
común en la mesa de los guayaquileños, que, por la crisis
económica que experimenta el país, parece que poco a poco se
extingue. María Luisa Jaramillo, una ama de casa de 42 años
con tres hijos, que vive en el centro de Guayaquil, dice que
"esos potajes" han quedado "solo para ciertas ocasiones y esto
es si las cosas no empeoran", por ello, dice, "ahora hay que
hacer una sola comida".

Aunque varios nutricionistas consultados consideran que ese
menú no es, precisamente, una combinación perfecta y que
deberían equilibrarse mejor, al igual que otros menús típicos,
la población local traga grueso porque está dejando de
consumirlos, no por haber desarrollado el criterio de mejorar
su régimen alimenticio, sino porque el costo de los productos
con los cuales se elaboran están más allá de sus posibilidades
adquisitivas.

La licenciada en nutrición Gladys de Carvajal advierte que no
se debe llegar al extremo de hacer una sola comida. "El ser
humano necesita de tres y aun con escasez de dinero hay que
procurar una alimentación que entregue al cuerpo las
proteínas, vitaminas y minerales que necesita combinando
adecuadamente los productos, sobre todo los autóctonos", dice.

Hay una realidad que contrasta con la crisis económica y la
poca capacidad adquisitiva de la población: la riqueza de los
suelos en Costa y Sierra. La vocación agrícola del territorio
ecuatoriano pueden tenerla inclusive en el patio o jardín de
una casa urbana. Ante esto el ingeniero Pablo Rizzo, un
productor agrícola, recomienda la creación de huertos
familiares.

Paradójicamente los que están rodeados de alimentos no tienen
una buena alimentación. En el sector rural, refiere, el
nutricionista Alvaro Licto, la población vende los productos y
en el caso de la Costa se alimenta únicamente con un agua de
panela y plátano, mientras que en la Sierra ingieren algún
garbanzo.

Potencial alimenticio

Además de lo que refieren las estadísticas, en cuanto a la
producción de los principales productos agrícolas, que en
1997, en el caso del plátano fue de 894 mil toneladas métricas
de fruta fresca, los mercados formales e informales dan cuenta
de la cantidad y variedad de productos alimentarios que se
ofrecen a la población provenientes del campo.

El problema es el costo, pero no en todos los casos. Los
granos secos son recomendados por 4 nutricionistas consultados
como una buena alternativa para la carne, el pescado o el
pollo. Cereales como la quinua o granos como el chocho están
siendo investigados por industrias de alimentos en otros
países, por el potencial de proteínas y aminoácidos que
contienen.

Aunque no es suficiente la riqueza nutricional de los
productos como la yuca o el plátano, que son consumidos por la
población pobre, casi como el único alimento conjugándolo con
el arroz, ha permitido que los índices de bocio, de
desnutrición, no sean tan alarmantes, dice el doctor Harold
Ramírez, tecnológo de alimentos.

Mientras varios nutricionistas que defienden el rol de la
proteína animal (carnes y derivados) en la alimentación de las
personas, los vegetarianos, como Jaime Tamariz sostienen que
en tiempo de crisis debemos ser eficientes y consumir
alimentos que no cuestan mucho, pero que al mismo tiempo
constituyen una alimentación completa. "Frente a esta
situación el vegetarianismo es una opción muy efectiva, pues
son alimentos económicos y nutritivos", asegura.

Crisis y costumbre

"Tradicionalmente cada país tiene su forma de comer y a través
de los tiempos, desafortunadamente, esas costumbres
alimenticias fueron cambiando con la introducción de productos
ajenos a nuestro propio medio, y debido a ello las personas
modificaron sus costumbres alimenticias, muchas veces en
perjuicio de su salud", dice el doctor Ramírez, al recordar
que Ecuador cuenta con productos naturales que sirven para una
correcta alimentación, sin que esto signifique que se gastará
gran cantidad de dinero.

Las leguminosas (granos secos) tienen un rol protagónico en
estos momentos. Productos como el fréjol, la lenteja o el
garbanzo, de oferta continua en el mercado local, son vistos
por los nutricionistas como la boya de salvavidas para la
alimentación de los ecuatorianos.

Recomendaciones
A la hora de comprar

- Compare precios en los lugares de venta, tales como
supermercados, mercados y tiendas de barrio. Ciertos artículos
están más baratos, pero, en otros casos puede resultar lo
contrario. Aproveche las ofertas.

- Las madres de familia de un barrio o los parientes, pueden
reunirse para comprar alimentos al por mayor. De esta manera
se logrará abaratar costos. Por ejemplo: el arroz puede
comprarlo en quintales.

- Busque los productos de temporada, aunque en la Costa en
esta época no hay un producto que se destaque por las lluvias.


- No deje de ingerir alimentos básicos como leche, pescado,
pollo y carne, pues podría enfermarse y le resultará más caro.
Si su economía no le permite consumir carne diariamente, trate
de hacerlo pasando un día o dos. En su reemplazo consuma
granos secos y legumbres, aunque estos no lleguen a completar
el nivel que requiere su organismo.

- Debe lavarse las manos antes de preparar e ingerir los
alimentos. La higiene es primordial en cualquier momento,
sobre todo en tiempo de crisis, pues enfermarse le puede
resultar muy caro. Si no hay aseo en la preparación e ingesta
de alimentos, se pueden producir problemas parasitarios o
enfermedades diarreicas. Por esta causa el poco alimento que
consume y que lo ha comprado con gran esfuerzo, lo estará
eliminando a través de las heces. Esto puede provocar o
empeorar casos de anemia y desnutrición.

Otras recomendaciones

- Si dispone de un espacio en su casa organice un huerto
familiar. El plátano, el rábano o árboles frutales pueden
desarrollarse en un jardín.

- Evite consumir con frecuencia platos típicos con exceso de
grasa animal como: guatita, caldo de salchicha o tripa asada.
Invierta ese dinero en algo más sano y nutritivo.

- Conserve el pescado. En épocas de sobreproducción ponga a
secarlo al sol con sal, de tal manera que cuando no haya tanta
producción ictícola (de peces) o estén muy elevados los
costos, pueda usar la carne de estos productos desaguándolas.

- Organícese en comunidad para alimentar a los niños haciendo
coladas con productos económicos.

- Enriquezca las coladas con proteínas, agregándoles harina de
garbanzo, chocho o quinua.
- Planificar los menús que va a preparar en la semana o
quincenalmente para evitar comprar al menudeo.

- Si es el administrador de una empresa que cuenta con un
comedor para los empleados, debe exigir que este servicio
tenga la asesoría de un nutricionista calificado. Esto evitará
trastornos en la salud de los consumidores de esos alimentos.

Si dispone de muy poco dinero:

- Evite productos que no son importantes nutricionalmente para
su organismo y el de su familia como los embotellados y
enfundados. Prefiera invertir ese dinero en huevos o un medio
litro de leche o panes.

- Desperdiciarlo en bebidas alcohólicas. Ese dinero inviértalo
en la nutrición de sus hijos o sus familiares.

- Use menudencia o carne molida, que aunque es de menor
calidad es más barata. El valor proteico es el mismo que el de
la carne.

- Puede ahorrar energía (gas) si, a nivel de barrios, se
organiza la preparación de los alimentos de las familias o
parte de su dieta. (Texto tomado de El Universo)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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