Quito. 23 mar 99. La caída del comunismo internacional dejó a
los marxistas ecuatorianos sin sustento. Unos enterraron con
la hoz y el martillo su activismo y otros buscaron partidos
cercanos a su pensamiento para continuar en política

La debacle de la Unión Soviética y la caída del muro de Berlín
los dejó sin piso y entraron en crisis. Entonces empezó la
desbandada y quienes predicaban la igualdad de clases, no
tuvieron más remedio que aceptar su derrota y aprender a vivir
en armonía con el capitalismo. ¿Por qué tanto personas como
partidos se "viraron"? Enrique Ayala, socialista convencido,
asegura que la izquierda sufrió una "crisis producto de su
lógica de dependencia externa en lo que ha partidos comunistas
se refiere, a la propia tendencia, a la dispersión de los
partidos socialistas, y a la influencia internacional en la
que el mundo es más internacionalizado".

La globalización llevó a la mayoría de izquierdistas a perder
sus objetivos partidistas y a replantear sus requerimientos a
partir de sus necesidades individuales. Mientras unos cuantos
buscaron el nuevo rumbo a través de actividades en el campo
social, vía proyectos de desarrollo, otros se alejaron de la
política sin realizar mayores concesiones ideológicas, algunos
se embarcaron en el mundo del libre mercado, pocos prefirieron
olvidarlo todo y dedicarse a la agricultura, mientras que los
más arriesgados llegaron al poder pactando con partidos
tradicionales.

Quienes encontraron en el desarrollo social una extensión a su
anterior forma de vida fueron básicamente los ex guerrilleros
de Montoneras Patria Libre (MPL) y Alfaro Vive Carajo (AVC).
Libres desde 1991 por una amnistía concertada con el gobierno
de Rodrigo Borja, dejaron las armas para convertirse en los
nuevos sacerdotes laicos de la sociedad. Ahora, como miembros
de las ONGs, en sus manos se encuentran importantes proyectos
de desarrollo, con financiamiento del exterior. Cercanos al
trabajo con la gente y lejos de la política, estos hombres y
mujeres se ven esporádicamente y llevan una activa vida,
cargada de recuerdos. Juan Cuvi, ex dirigente de AVC que fue
detenido momentos después del secuestro de Nahím Isaías, es
uno de ellos. Se encuentra al frente de la Fundación Domun,
creada por monseñor Luis Alberto Luna Tobar. Esta organización
ha realizado importantes proyectos participativos en la
construcción de vivienda y es una de las más grandes del
Azuay. A sus 40 años, Cuvi estudia gestión para el desarrollo
local en la Universidad Salesiana de Quito, bajo la modalidad
semi presencial, tiene un hijo de seis años, dos divorcios y
cientos de recuerdos que marcaron su vida guerrillera.

Su compañero de armas Marco Troya, uno de los artífices de la
construcción del túnel bajo el Penal García Moreno, trabaja en
proyectos sociales con sectores muy pobres de la provincia de
Esmeraldas. Ibeth Tello, que fue miembro de Montoneras Patria
Libre y participó en el secuestro al doctor Enrique Echeverría
Gavilánez, representante del presidente León Febres-Cordero
ante el Tribunal de Garantías Constitucionales, trabajó hasta
hace poco en Fundación Esquel. En diciembre del año pasado
Ibeth fue tomada a la fuerza por unos desconocidos que le
preguntaron sobre vínculos con el Grupo de Combatientes
Populares, cuestión en la que asegura "nada tiene que ver".

Otros que se encuentran inmersos en organizaciones sociales
son Kléber Gía Bustamante, líder del grupo que secuestró y
asesinó al empresario Antonio Briz López y ex miembro de la
plana mayor del M-19. Lejos del Ecuador desde hace mucho
tiempo, ha sido implicado en varios casos de delincuencia y
subversión. Actualmente trabaja en un proyecto humanitario con
refugiados en Alemania. Su compañero Leonardo López Monsalve,
que participó en el mismo caso, dirige un amplio proyecto de
desarrollo en el Azuay.

Después de haber realizado el gran salto de la lucha popular a
la iniciativa privada, quienes representaron las posiciones
más radicales,ahora convertidos en empresarios, viven sin
mayores inconvenientes. Uno de ellos es Edgar Frías que fue de
línea dura dentro de la plana principal de AVC. A sus 42 años
posee un negocio de bienes raíces en Guayaquil, cursa el sexto
nivel de Derecho en la Universidad Estatal, donde es
presidente de la Asociación Escuela y está por publicar una
obra denominada AVC por dentro, donde narra las experiencias
del grupo en Libia, el Batallón América, el Caso Isaías, los
años de prisión y la entrega de armas. En este grupo también
se encuentra Mao Tse Tung Viteri de MPL, que se hizo
empresario debido a que nadie le daba trabajo. Miembro del MIR
en los años 70, participó en un proyecto armado denominado
Movimiento de Liberación Nacional Rumiñahui. Formó parte del
grupo que secuestró al empresario Antonio Briz, por lo que fue
encarcelado en 1974. Más tarde Viteri constituyó Montoneras
Patria Libre y fue detenido después del secuestro al doctor
Echeverría. También beneficiado con la amnistía a los AVC, se
reincorporó a la sociedad capitalista y con ayuda de su
familia logró montar un bar que ahora es uno de los mas
concurridos de Quito: Mayo del 68. A sus 45 años, alejado de
toda acción política, señala que en los últimos tiempos, ha
sido objeto de persecución. "Hace pocos años el local fue
destruido y en las paredes de la calle encontramos la leyenda
Defensores de la Democracia".

Ligado desde muy temprano a organizaciones Gustavo Larrea
fundó en 1990 el Movimiento Arco Iris que después fue
absorbido por el APRE, partido por el que fue diputado en
1994. Larrea, que fue militante del clandestino Movimiento de
Izquierda Revolucionario, ahora se define como seguidor de la
cultura del diálogo. Ese pensamiento lo llevó a pactar con el
gobierno de Bucaram, donde se desempeñó como subsecretario de
Gobierno. Luego de la caída del régimen, rompió con el APRE y
actualmente trabaja en la Asociación Latinoamericana de
Derechos Humanos, ALDHU. Lejano al pensamiento de izquierda,
Larrea cree que sólo los consensos podrán sacar adelante al
país.

A más de éste existe un dúo que por su forma de pensar nadie
imaginó el fin que tendría. Representaron la elite del
pensamiento y marcaron el liderazgo de sus grupos. Ahora, a
vísperas del siglo XXI, demostraron que el conocimiento es
poder y por ello lo tomaron a manos llenas. Convertidos en
tecnócratas son tal vez el mejor ejemplo de la inconsistencia
de la izquierda ecuatoriana.

El caso más dramático le corresponde a Alfredo Castillo. Fue
afiliado al Partido Comunista, FADI y LN del cual fue
fundador. Después de dividir a la militancia del FADI y
llevarse a los cuadros jóvenes al LN, organización que intentó
mantener una línea socialdemócrata, terminó pactando con
Abdalá Bucaram. En su gobierno fue asesor presidencial y luego
candidato a la vicepresidencia junto a Álvaro Noboa. Ahora,
lejos del pensamiento de Marx, trabaja como consultor para un
grupo español dedicado a estudios latinoamericanos y se
apresta a publicar libros sobre asuntos sociales.

Caso parecido es el de Jaime Durán Barba. Amigo de marxistas
desde la juventud, se ubicó en la izquierda pero terminó
aliándose con los partidos "cristianos" (DP, PSC). Durán fue
uno de esos socialistas arraigados, con postura de "agitador".
Fue sociólogo laboral e historiador del movimiento obrero con
el cual se mostró comprometido. Enrique Ayala, uno de sus
grandes amigos, explica que el cambio de Durán se debió a que
"nunca fue militante de un partido y su pensamiento era más
heterodoxo. Le he escuchado señalar que la forma de concretar
su protesta y construir un nuevo país, era vincularse con la
lucha contestataria y que ahora, ya gobernando, trata de hacer
las reformas que los organismos internacionales sugieren para
que por esa vía se genere empleo y se combata a la pobreza".
Durán fue profesor universitario y director de la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales. Como director de Informe
Confidencial, su famosa encuestadora, ha asesorado a una buena
cantidad de políticos del país. Casualmente, algunos de los
ejecutivos de Informe Confidencial, también fueron militantes
del LN. Desde agosto es el Secretario General de la
Administración del gobierno de Jamil Mahuad.

Después de haber sido una de las cabezas combatientes del FADI
y de Liberación Nacional, Pablo Celi se convirtió en asesor
parlamentario de Fabián Alarcón y terminó como subsecretario
de Educación de Bucaram. Fue la mano derecha de la ministra
Sandra Correa, con quien vivió el escándalo de la mochila
escolar. Ahora lejos de sus pecados políticos, asumió
nuevamente la cátedra en la Escuela de Sociología de la
Universidad Central.

Entre los pocos que mantienen sus ideales se encuentran dos
profesores universitarios que a pesar de haber militado en
partidos opuestos, han vivido experiencias comunes de
atentados contra su vida. Ambos se desafiliaron por considerar
equivocada la línea partidista.

El primero fue Jorge Moreno Ordóñez que en 1978 fundó el MPD,
junto a Jaime Hurtado. Activo militante del PCMLE y MPD, fue
dos veces diputado. Varias divergencias de tipo ideológico
político, producidas a partir de 1992, le llevaron a separarse
del partido por lo que fue perseguido y casi asesinado por sus
ex camaradas. Actualmente es profesor de la Universidad
Abierta de Loja y es miembro de la Coordinadora de Solidaridad
con Cuba. A pesar de carecer de partido, no ha dejado de creer
firmemente en las tesis socialistas.

Otro izquierdista que se separó de su partido por la
derechización que sufría fue Diego Delgado Jara. Vinculado al
socialismo revolucionario desde 1971, escribió miles de hojas
volantes en contra de los grupos dominantes. Fue salvajemente
golpeado en el período de León Febres-Cordero, días antes del
juicio político al ministro de Gobierno Luis Robles Plaza.
Defensor de los bienes estratégicos del Estado, trató de
impedir la aprobación de la Ley de Modernización. Se separó
del Partido Socialista por oposición a la fusión con el APRE.
Delgado, que fue la molestia parlamentaria de la derecha
durante 10 años, es actualmente militante solitario del
Socialismo Revolucionario y profesor de Derecho Laboral en la
Universidad del Azuay.

Hay otros izquierdistas importantes que después de haber
militado activamente pasaron del rojo al verde. Quizás
saturados por el convulsionado mundo que les tocó vivir
decidieron olvidar por completo su pasado y enfrentar el
presente desde una nueva óptica: la ecología. Efraín Álvarez
es un claro ejemplo. Fue diputado nacional por el FADI en 1984
y presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales en
1989. En 1990 se alejó de la militancia y creó la fundación
Ecología y Desarrollo. Desde que se hizo "verde", ha
organizado dos encuentros internacionales en la Amazonia y
actualmente, a sus 71 años, se encuentra desarrollando un
proyecto de conservación del complejo arqueológico de
fortalezas precolombinas de Pambamarca, el más grande del
país, a pocos kilómetros de Quito. La política, simplemente no
le interesa y evita a toda costa hablar de ella.

Similar actitud posee Santiago Kingman, uno de los líderes del
AVC, que nunca llegó a ser apresado. Luego de la entrega de
las armas se convirtió en editor económico del vespertino La
Hora en Quito y actualmente lleva adelante un proyecto
agropecuario a pequeña escala, donde vive feliz en completa
armonía con la naturaleza. Su compañera sentimental Patricia
Peñaherrera, quien perteneció al grupo elite del M-19, también
se ha acoplado a la nueva vida. Atrás quedaron sus actividades
subversivas que los mantuvo separados por 10 años. ¿Qué
sucedió para realizar un cambio tan radical en su vida? Su
respuesta fue la más honesta: "Lo que proponíamos fue
fácilmente destruido y hoy no nos queda más que amortiguar el
duro embate mundial del neoliberalismo ¿por qué cambiamos? Al
final todos tenemos un cínico justificativo que nos permite
sobrellevar la vida de una manera digna".

A sus 94 años, Juan Isaac Lovato es uno de los mas respetados
representantes de la izquierda ecuatoriana. Inclaudicable en
sus ideas y principios, apreciado maestro, reconocido abogado
de los trabajadores Lovato lo ha sido casi todo: dirigente
estudiantil, secretario general del partido socialista, rector
de la Universidad Central, Embajador y miembro de la Junta
Consultiva, diputado del Congreso Nacional, Miembro del
Tribunal Supremo Electoral, Ministro de Estado, Procurador
General del Estado e integrante de la Presidencia del Consejo
Mundial de la Paz. "Me hice socialista porque provengo de un
hogar pobre; mi padre era un artesano sastre que nos inculcó
el respeto y el amor por el estudio y el trabajo. Así me hice
socialista, así he vivido y así sigo viviendo", nos dice con
una voz firme.

Lo que Lovato más recuerda son las "duras" campañas sindicales
con los trabajadores de la fábrica La Internacional, para
lograr la expedición del Código de Trabajo, en el gobierno del
general Enríquez Gallo, y por supuesto, la famosa Revolución
de La Gloriosa, cuando se entregó el poder al doctor Velasco
Ibarra: "Lo aceptamos sabiendo que íbamos a tener
dificultades, pero lo importante fue que las ideas socialistas
se plasmaron en la Constitución de 1948", concluye.

Nela Martínez es la única mujer que ha ocupado la secretaría
del Comité Central del Partido Comunista y fue la primera
ecuatoriana en llegar al Congreso Nacional. Nunca aceptó los
roles establecidos, por ello, casi siempre estuvo involucrada
en las luchas de los hombres. Así, fue de las pocas que
participó en la movilización de La Gloriosa que se tomó el
Palacio de Gobierno y la puso por horas en el sillón
presidencial. Luego, cuando se le entregó el poder a Velasco
Ibarra, éste le preguntó: "Señora la Patria le debe, qué cargo
desea usted?". Nela respondió: "Solo quiero que usted cumpla
con su deber". A los dos días se suprimió la oficina en la
cual trabajaba y se quedó en la desocupación.

Nació en el Cañar, en 1912. Aún colegiala, se encontraba en
Guayaquil cuando Enrique Gil Gilbert le presentó a Joaquín
Gallegos Lara, militante comunista y escritor. Se enamoraron y
se casaron, iniciando así una vida política muy activa. Fundó,
hace 50 años la Alianza Femenina que logró importantes
beneficios para las mujeres trabajadoras. En los años 80 fue
la fundadora del Frente Continental de Mujeres por la Paz y la
No Intervención. En 1949 participó del Movimiento por la paz
del mundo, también estuvo presente en el reciente proceso de
paz Ecuador y Perú, y hace poco participó del inicio formal
del proceso de paz en Colombia. Y por si fuera poco, también
fue una luchadora contra el nazismo, pues separándose de
Gallegos, se casó con el francés Raymon Meriguet, dirigente
del Movimiento Antinazi.

"No puedo dejar de conmoverme cuando veo los huesos y el
pellejito arrugado de los niños del África", dice. La
izquierda vivirá porque "la realidad es lo mas revolucionario
que hay".

La mayoría de ex guerrilleros se han vinculado a trabajos
sociales a través de Organizaciones No Gubernamentales.
(Texto tomado de La Revista Vistazo)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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