¿APRENDIO INGLES EN EL COLEGIO? Por Luis Montoya Andrade *
QUITO. 19.03.92. Conocemos que en todas partes se cuecen habas
y que es bueno cuidarse de no mencionar soga en casa de
ahorcado; sin embargo allá van unas habas y una soga.
Las habas: es de mañana. Un aula de clase. Una voz. Un
cansancio.
"Ahora vamos a estudiar el diálogo de la Lección Uno", anunció
la profesora mientras, por sobre sus gatúbelos anteojos,
miraba cómo los jóvenes hojeaban sus correspondientes textos.
"Repitan conmigo" -dijo con voz de pito. Y todos repitieron:
"Lesson Uán/ Gúd morrning/ MÃster Esmit".
"Jáu, ár yú" -dijo ella, y cincuenta atropelladas voces le
devolvieron la frase. Luego pasaron a las siguientes y las
volvieron a repetir varias veces... Y asà se entabló un
aburridÃsimo diálogo colectivo durante los 40 minutos de
clase. Para consuelo del lector, esta clase fue normal, pues
no hubo indisciplinados que "castigar" ni novedades que
comunicar a las autoridades.
Pregunta: ¿Se aprende de este modo un idioma extranjero?
La soga: Un escritorio. Una libreta de control de
calificaciones estudiantiles. Un hombre apoyando su quijada
en la mano izquierda. Un suspiro.
Ese es mi amigo Félix Ruiz. Licenciado en Inglés. Domina el
idioma, no tanto porque lo estudió en la universidad, sino
principalmente porque, viviendo mucho tiempo en los Estados
Unidos, tuvo que aprenderlo. Y quienes lo conocen, y conocen
el inglés, saben que Félix, mi amigo, sabe inglés, además
maneja interesantes métodos para enseñarlo. DirÃamos que las
condiciones de entrada son óptimas. Sin embargo le va mal con
un sexto curso de uno de los colegios en los que da clases.
¿Por qué?
Simplemente porque tiene dos horas semanales para enseñar
inglés. Una de ellas corresponde a la primera de los dÃas
lunes y otra a la penúltima de los dÃas viernes. Para el
común de los lectores no les parecerá nada extraordinaria o
novedosa esta información, pero para quienes hemos vivido como
docentes, sabemos que son dos perÃodos escolares que tienen
mucha "mala pata" pues casi siempre se toma algunos instantes
de la primera hora de clase de los dÃas lunes para el
denominado "minuto cÃvico", que como se comprenderá dura más
de uno (casi siempre 20 o más). Lo del viernes, en cambio,
viene animado por el eufórico espÃritu del fin de semana
además de las actividades extracurriculares tales como cine,
conferencias, "barras", ensayos de marchas, etc., que
fatalmente están programadas para esos dÃas.
El trimestre pasado mi amigo Félix apenas tuvo la suerte de
dar seis horas de clase en el curso de marras.
Pregunta: ¿Con dos horas semanales de clase se puede
garantizar el aprendizaje de un segundo idioma?
La "habas" tocan un problema metodológico muy grave en la
enseñanza de un segundo idioma y, por desgracia, bastante
generalizado en nuestros centros escolares. El de la "soga",
en cambio, toca el de la organización curricular.
Activos y pasivos
El estudiante ecuatoriano promedio, al terminar la Secundaria
tiene a su haber alrededor de unas1089 horas de clase de
inglés, acumuladas a lo largo de sus doce años de vida
estudiantil: 594 en primaria; 297 en el Ciclo Básico; 198 en
el Ciclo Diversificado.
Un rápido balance de lo aprendido, en asunto de inglés
muestra, por un lado, que los activos son pocos: un conjunto
de palabras, muchas reglas, algunas conjugaciones, diálogos
sin sentido, la agridulce sensación de haber iniciado una
interesante experiencia que se frustró apenas nacida. Por
otra, que los pasivos son inmensos. Todas carteras vencidas y
castigadas: apenas leer uno que otro párrafo en inglés,
incapacidad de sostener con algún turista una conversación por
sencilla que sea, frustraciones y desalientos al reconocer que
libros y publicaciones en inglés son casi jeroglÃficos
egipcios, rabia y desaliento al perder becas debido al
desconocimiento del idioma y, lo que es peor, tener la certeza
-labrada durante doce años- de que se es incompetente para
aprender inglés.
No hay duda de que este problema tiene elevado costo social y
económico y, por tanto, -como todos los problemas educativos-
requiere de pronta solución. Para ello se requerirá entereza,
voluntad y entender que el problema del inglés no es un
problema aislado y por lo mismo no bastará una solución
aislada de la materia inglés. La respuesta que se dé deberá
estar dentro de una comprensión del problema educativo en su
globalidad. Sin embargo no podemos quedarnos de brazos
cruzados esperando que discutan esos temas mientras vemos como
devasta el ánimo y los recursos de nuestra población
estudiantil al malaprender inglés. Por eso vale la pena
reflexionar en la siguiente interesante idea: conformar un
Instituto de Aprendizaje de Idiomas entre todos los colegios o
algunos de ellos.
Esto que diré no es de mi cosecha, sino una idea presentada al
Ministerio de Educación por parte de una ConsultorÃa de
Evaluación y Curriculum de la Unidad Ejecutora MEC/BID y que
llegó a mis manos.
"Se podrÃa reunir -dicen- en el Instituto a los profesores de
Idiomas (inglés) de los colegios para que, con el mismo sueldo
que perciben en el establecimiento y dentro del mismo número
de horas previstas en el Reglamento General de la Ley de
Educación y Cultura, organicen de manera más eficiente el
proceso de enseñanza-aprendizaje del idioma.
"PodrÃa adoptarse la modalidad seguida por los institutos de
inglés a los que muchos padres de familia envÃan a sus hijos
para suplir las deficiencias de la enseñanza colegial. Los
alumnos se agruparÃan por niveles de conocimiento y en grupos
mucho más pequeños, aumentando sus posibilidades de
aprendizaje. PodrÃa contar con facilidades comunes de
Laboratorio de Idiomas, en caso necesario, asà como de otros
recursos didácticos especializados.
"Esto implicarÃa que el horario de los colegios se aliviarÃa
en beneficio de las materias principales, sin que los colegios
pierdan la responsabilidad de enseñar el idioma. Los
estudiantes aprobarÃan determinados niveles y los resultados
se registrarÃan en las libretas de calificaciones, como
usualmente se lo hace".
Interesante idea, ¿verdad? ¿Quiénes se arriesgarán a tomarla
y ponerla en marcha? Lo importante serÃa que no dejemos para
mañana lo que podemos hacer ahora.
Investigador Educativo de INSOTEC
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 19/Marzo/1992 | 00:00