Los Angeles. 18.01.94. Un violento terremoto sacudió este
lunes de madrugada la ciudad de Los Angeles, provocando por
los menos 22 muertos, el derrumbe de varias autopistas,
numerosos incendios, y el corte de la energía eléctrica en
muchos barrios de la ciudad.

El balance de muertos aumentaba progresivamente en el curso
del día, y a las 12H30 locales (20H30 GMT) se situaba en 22.

El alcalde de la ciudad, Richard Riordan, declaró que un
oficial de policía había muerto aplastado al derrumbarse un
viaducto de una autopista sobre su patrullero. Los cadáveres
de 12 personas fueron rescatados de los escombros de varias
casas.

El Presidente Bill Clinton se mantenía en contacto desde la
Casa Blanca con el gobernador Pete Wilson y se disponía a
declarar a Los Angeles región siniestrada.

El estado de urgencia fue declarado por el alcalde Riordan
antes del amanecer y el gobernador Wilson movilizó a 1.500
guardias nacionales para que colaboren en las operaciones de
socorro.

Estas operaciones se concentraban alrededor de varios tramos
de autopistas derrumbadas y en Northridge, en las proximidades
inmediatas del epicentro del terremoto, donde un centro
comercial resultó devastado y un tren de mercaderías que
estaba parado fue literalmente proyectado fuera de los rieles.

El terremoto, que alcanzó 6,6 grados en la escala abierta de
Richter, se produjo a las 04h31 locales (12h31 GMT) y su
epicentro estuvo situado en Northridge, en el valle de San
Fernando, a unos 30 Km al noroeste del centro de esta ciudad
de 12,2 millones de habitantes.

Los daños más importantes ocurrieron en el valle de San
Fernando.

Los habitantes, sorprendidos mientras dormían, abandonaron sus
apartamentos que habían quedado sin comunicación telefónica, y
bajaron a las calles donde resonaban las sirenas de los
bomberos y de los sistemas antirrobos.



DATOS DEL SISMO

- Epicentro

: Northridge (en el valle de San Fernado), a unos 30 Km al
noroeste del centro de la ciudad de Los Angeles.

- Hora

: 04H31 locales (12H31 GMT).

- Intensidad : 6,6 en la escala de Richter.

- Balance

: Diez muertos a las 09H30 locales (17H30 GMT).

- Daños: hundimiento de un puente de la autopista de Santa
Mónica (uno de los anillos esenciales de la red de autopistas
de Los Angeles). Hundimiento de un cruce a diferentes niveles
entre las dos autopistas Golden State y

Antelope Valley. Hundimiento de varios puentes de la autopista
Simi Valley. Rotura de varias canalizaciones principales de
agua y gas. Numerosos edificios sacudidos y dañados.

- Incendios: 30 a 40 casas en llamas cerca de Sylmar, en el
valle de San Fernando. Varios incendios en Los Angeles debidos
a la rotura de los conductos de gas.

- Amplitud : el sismo se notó hasta San Diego, en el sur (unos
200 Km) y Las Vegas, al este (unos 400 Km). (AFP) (1A)


DESTRUCCION INESPERADA

Más de mil edificios han resultado dañados y tres de las
grandes autopistas de la ciudad de Los Angeles han sufrido
graves daños, mientras los bomberos parecen haber controlado
la mayoría de los incendios provocados por los temblores de
tierra.

El terremoto tuvo su epicentro en el valle de San Fernando, al
norte de Los Angeles, y su fuerte intensidad ha sorprendido a
los sismólogos que no habían advertido la posibilidad de un
seísmo tan fuerte y destructivo.

Aunque el terremoto de hoy no es el "big one", el gran seísmo
que muchos sismólogos han predecido por el choque de la falla
de San Andrés, su intensidad ha causado enormes daños.

El hecho de que el terremoto se produjese a las cuatro y media
de la madrugada hora de la costa Oeste de EEUU (12.30 GMT) y
en el día festivo al celebrarse el aniversario del ancimiento
de Martin Luther King facilitó que el número de víctimas fuese
menor, al estar prácticamente vacías las autopistas.

"Gracias a Dios que ha sido de madrugada y en festivo, de lo
contrario hubiera sido una gran tragedia", manifestó el
gobernador de California, Pete Wilson.

Tras el terremoto, se han producido una treintena de
sacudidas, algunas de ellas de gran intensidad hasta llegar a
los 5,0 de la escala de Richter.

Los temblores de tierra se han sentido a más de 450 kilómetros
como en la ciudad de Las Vegas (Nevada).

El presidente norteamericano, Bill Clinton, anunció que hoy
mismo firmará un decreto para declarar la emergencia nacional
en la zona de Los Angeles para remitir ayudar federal y que
los damnificados accedan a préstamos de bajo interés para
reconstruir las viviendas y negocios destruidos.

El número de muertos ha ascendido a 22 y los equipos de
rescate esperan que haya más víctimas mortales entre los
escombros de los edificios que se derrumbaron.

Según la policia local, el mayor número de muertos se ha
registrado al derrumbarse un edificio en el barrio de
Northridge, donde se han recuperado doce cadáveres.

En este edificio viven, según la policia, gran número de
estudiantes de la universidad estatal de California cuyo
campus se encuentra a menos de cien metros.

Al menos otras cinco personas murieron de ataques al corazón o
de otras complicaciones, mientras que el resto de las víctimas
fallecieron cuando conducían por las autopistas que han
resultado cortadas o gravemente dañadas.

Los damnificados han contado a las cadenas de televisión
locales los horrores de la destrucción de los edificios,
mientras que en las calles de la ciudad de San Fernando, la
más afectada, se suceden las explosiones de gas, los pequeños
incendios y el ir y venir de ambulancias y equipos de rescate.

La mayor parte de los incendios se concentró en el Valle de
San Fernando, lugar en que se localizó el epicentro del
terremoto, a unos 80 kilómetros al noroeste de Los Angeles,
pero en Hollywood, en la misma ciudad, decenas de edificios
resultaron dañados.

La interrupción del servicio eléctrico, por el colapso de
numerosos postes, ocasionó el caos en la zona metropolitana de
Los Angeles.

El gobernador Wilson ha movilizado a varias unidades de la
Guardia Nacional en previsión de que se puedan producir robos
a comercios u otros incidentes violentos.

El director del Servicio Federal de Control de Emergencias
(FEMA), James Lee Witt, anunció que ha abierto un centro de
operaciones cerca de San Francisco para ayudar a organizar las
labores de emergencia en colaboración con las autoridades
estatales y municipales.

El terremoto ha dejado sin energía eléctrica ni servicios
telefónicos a la mayor parte de la zona de Los Angeles, lo que
ha provocado el caos circulatorio, ya que no funcionan los
semáforos en un amplio sector.

Pete Wilson reconoció que la reacción de los residentes de Los
Angeles había sido ejemplar, al tiempo que la actuación de los
equipos de rescate ha sido inmediata y de gran eficacia.

El mayor terremoto registrado en este zona se produjo el 28 de
junio pasado, cuando un temblor de 7,5 grados en la escala
Richter sacudió la localidad de Landers, en el desierto de
California, causando un muerto y 90 millones de dólares en
daños.

La felicidad de estar aun vivo...

"Estamos sencillamente felices de encontrarnos aún vivos"
afirma aún sorprendido Alain Hackett, habitante del Valle de
San Fernando, el barrio de Los Angeles (oeste) más afectado
por el sismo del lunes de mañana que, según un balance
provisional, ya causó 18 muertos.

El edificio en el que vive, en el 15231 Sherman Way, resultó
totalmente destruido. El inmueble se quebró en dos y cayó
sobre los automóviles estacionados en el garaje. "Sin embargo
no hubo muertos, dice Alvin Hackett, sólo una pierna rota y
algunos rasguños".

A unos tres kilómetros de ahí, en Northridge, epicentro del
terremoto, otros tuvieron menos suerte. Cinco personas
perecieron al derrumbarse un edificio, y en el mismo sector un
tren de mercancías descarriló. Un poco mas lejos

socorristas tratan de hallar supervivientes en los escombros
de un garaje debajo de un centro comercial.

Varias horas después del sismo, Alvin Hackett, su esposa y sus
tres hijas, al igual que muchos vecinos, permanecen en sus
automóviles frente a sus casas. Alrededor los pedros ladran.
Todos los vidrios de las ventanas están rotos.

Une calle cercana está bloqueada pos los habitantes del barrio
que temen la llegada de ladrones. "Resevado a los habitantes
del barrio", reza un cartel.

En el cruce de Sepulveda Boulevard y Sherman Way, unos 10
vehículos esperan

delante de una gasolinera pese a que el dueño, Mike Fakka,
puso un cartel diciendo que no hay más carburante.

A las 04H31 locales, cuando comenzó el sismo, Fakka "corrió a
proteger su comercio". Sus hermanos le ayudaron, dispuestos
también a defender la gasolinera de eventuales ladrones, pero
sin armas, precisa,

Entre el aeropuerto internacional y el valle de San Fernando,
los habitantes se acuestan sobre el césped y jardines de las
casas, con mantas y alimentos para pasar el día. Muchos se
hallan aún en pijama.

Hacia la 10H30 locales, les vibraciones se sigue sintiendo.
Colas de vehículos y camiones de bomberos haciendo sonar sus
estridentes sirenas se dirigen hacia el valle.

Delante de las cabinas telefónicas hay largas colas. Todos
quieren tener noticias o tranqulizar a sus seres queridos.

"El muro de nuestra casa se esfumó, indica Richard Goodis,
residente de Sherman Oaks, en otro sector del Valle. En un
momento dado ví el techo y poco después el cielo".

En Granada Hills, Al McNeill vio la casa donde vivía desde
hace 17 años esfumarse en humo. "Cinco minutos después del
terremoto hubo un incendio. Luego una explosión terrible...
Toda la calle ardía. Incluso las palmeras. Era espantoso. Lo
perdimos todo. No nos queda nada pero estamos todos sanos y
salvos". (AFP) (EFE) (12A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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