Quito. 07.06.94. Aunque Yasser Arafat haya prometido al gobierno
de Israel que no será llamado presidente, la primera patria
palestina está en ciernes. Después de 30 años, de ocupación, el
pueblo palestino tiene un gobierno autónomo en los territorios de
Gaza y Jericó.

La liquidación del régimen del apartheid y la gestación del
primer Gobierno, libre y soberano de la mayoría negra, dirigido
por Nelson Mandela, quien al comienzo de estos doce años,
permanecía preso en las cárceles de Pretoria es otro de los
conflictos internacionales cuyo pulso ha sido seguido paso a paso
por nuestras páginas internacionales.

¿El inicio de un mundo más humano? Apenas el desconcierto.

El conflicto de la ex Yugoslavia se sumerge en el pantano. En
Ruanda, la confrontación entre tutsis y hutus ha dejado en apenas
dos meses medio millón de muertos.

Unas cicatrices se cierran, otras se abren, y brutalmente.

¿Cuál es el marco en el que encontraron solución los conflictos
anteriores a la Guerra Fría? ¿Cuál es el origen de los actuales?
Un recorrido a través de 12 años de información internacional,
nos permite hacer estas reflexiones.

El fin de los conflictos de la guerra fría

Medioriente y Sudáfrica han sido dos de las "zonas calientes" que
han marcado la historia del presente siglo. Las otras:
Centro-América y la península Indochina. Estos conflictos que se
desarrollaron en el marco de la guerra fría, coincidentemente,
encontraron su solución con el fin de esta.

-En el Oriente Medio se anudaron múltiples tensiones: el
conflicto árabe -israelí, el problema palestino, las
contradicciones inter-árabes entre gobiernos radicales y
pro-occidentales, los choques entre musulmanes sunnitas y
chiitas, las heridas dejadas por los viejos colonialismos, la
existencia de enclaves petroleros como Qatar o Bahrein y la
diferencia gigantesca de recursos entre países petroleros y no
petroleros.

Durante estos doce años, los escenarios fundamentales del
polvorín fueron los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania y
la línea fronteriza entre Israel y los campamentos palestinos.
Además, el conflicto del Líbano y la guerra de Irak, en cuyo
territorio, se puso a prueba la más poderosa maquinaria militar
del siglo XX. La autonomía del pueblo palestino impone una
dinámica distinta para la región.

-La península sudafricana fue otro de los polvorines del planeta.
En ella se entrecruzaron los problemas derivados del tardío fin
del colonialismo portugués, el enclave de Namibia y el régimen
del apartheid de Sudáfrica.

La guerra civil en Angola y, en menor grado, en Mozambique,
enfrentó a los movimientos que triunfaron en la lucha
anticolonial y formaron Estados independientes, con fuerzas de
base tribal, apoyadas por el viejo régimen sudafricano del
apartheid. El proceso provocó la entrada de tropas cubanas en
Angola para apoyar al gobierno del MPLA frente a las guerrillas
del Unitas, apoyadas por Sudáfrica. Las negociaciones llevaron a
la retirada de las tropas cubanas y a la independencia de
Namibia.

En Sudáfrica, la presión internacional, la lucha de los negros
dirigidos por el Congreso Nacional Africano, el bloqueo económico
y la sensibilidad de una gran parte de la población blanca,
expresada en el antiguo Gobierno de Le Klerk, permitieron la
consolidación de la democracia, no exenta de graves amenazas
provenientes de la extrema derecha blanca y de sectores
conservadores del grupo Zulú Inkatta.

De las antiguas tensiones, se mantiene aun la guerra civil
angolana, calificada como una de las mas crueles de la historia.
Empero, el reconocimiento de EE.UU al gobierno angolano, legítimo
triunfador frente a Unitas, de las elecciones supervisadas por la
ONU, y el cambio de poder en Sudáfrica, que priva de todo apoyo a
Unitas, abren la esperanza de una pronta solución.

-En Centroamérica, el triunfo de la revolución sandinista agudizó
las tensiones del área entre los movimientos nacionalistas y los
EE.UU. A comienzos de la década pasada, existían gobiernos, mal
vistos por los EE.UU, en Cuba, Nicaragua, Panamá, Granada y
movimientos insurgentes de gran fuerza en El Salvador y
Guatemala. A partir del primer gobierno de Reagan, la presión
norteamericana se intensificó y llegó a la intervención en
Grenada y en Panamá y al apoyo masivo a los "contras" en
Nicaragua.

La nueva correlación de fuerzas abrió un proceso de negociación
entre los EE.UU, los gobiernos y los movimientos insurgentes que
ha logrado pacificar el área y gestar un marco democrático de
resolución de los conflictos.

-La Península Indochina ha sido otra de las zonas candentes,
lugar en el cual los EE.UU sufrieron en Vietnam su mas grande
derrota. Efectos de la presencia norteamericana, y de las
tensiones chino-soviéticas de décadas anteriores, se mantuvo la
crisis en la zona, en especial en Cambodia. El fin del bloqueo
norteamericano a Vietnam y un proceso de negociación conducido
por la ONU que permitió elecciones libres y la formación de un
Gobierno de coalición en Cambodia, han afirmado la estabilidad de
la zona. Los regímenes de Vietnam, Laos y Cambodia avanzan en un
proceso de grandes renovaciones y crecimiento económicos.

Los conflictos actuales

Las nuevas zonas álgidas se sitúan ahora en la ex-Yugoslavia, las
Repúblicas de la ex-Unión Soviética y varios países africanos.

El fin de la URSS y la formación de 15 Estados soberanos e
independientes precipitó el surgimientos de múltiples rivalidades
en ese complejo mosaico de naciones, nacionalidades, etnias y
culturas. Los conflictos estallaron por todas partes: guerra
entre Armenia y Azerbayian por el enclave de Nogorno-Karabak,
guerra civil en Georgia entre georgianos y abjasos y el explosivo
problema de Crimea, región de Ucrania, habitada por rusos. En la
Federación Rusa, se teme que el complejo tejido de múltiples
étnias articulado al tronco esclavo-ruso, estalle en cualquier
momento.

En Africa, el fracaso de los proyectos de unificación nacional de
la fase anterior, han detonado procesos de reversión
catastróficos en una región de extrema pobreza, multiétnica y en
profunda crisis económica. En Somalía primero y en Ruanda ahora,
han estallado monstruosas guerras entre clanes y etnias con
cientos de miles de muertos, enorme destrucción y procesos de
hambre masiva. La crisis africana se desarrolla en un continente
cuya superficie reseca provoca oleadas de hambruna y cuyo
subsuelo guarda los minerales estratégicos de la industria
nuclear, según información de Le Monde Diplomatique.

En los Balcanes, el fin de la guerra fría precipitó la
descomposición de esa compleja urdimbre tejida por el Mariscal
Tito durante casi 50 años. A pesar de un origen étnico común,
diferencias culturales y religiosas han enfrentado a los pueblos
"eslavos del sur". Luego de la muerte de Tito, y de la crisis de
los regímenes del "socialismo real", Croacia y Eslovenia, de
tradición católica europea, proclamaron la independencia, con el
apoyo alemán. De este modo se inició la crisis. La minoría serbia
de Krajina, apoyada por Serbia y Montenegro y el ejército de la
ex-Yugoslavia, se rebeló, iniciando la tragedia.

El conflicto se trasladó a Bosnia-Herzegovina, pequeña región en
donde cohabitan musulmanes, serbios y croatas. Aquí la guerra
llegó a niveles de crueldad inimaginables. Bajo la tesis de la
"limpieza étnica", ciudades enteras devastadas, miles de muertos
y heridos, destrucción de uno de los más ricos patrimonios
culturales del planeta. El sitio de Sarajevo es, sin duda, uno de
los episodios mas horribles de la larga historia de guerras de la
humanidad.

Guerras en un mal tiempo para la épica

El fin del orden internacional de posguerra, fundado en el
equilibrio del terror entre la URSS y los EE.UU ha provocado un
resultado singular. Se han resuelto casi en su totalidad los
conflictos de la "guerra fría", a partir de procesos de
negociación entre los antiguos movimientos nacionalistas, los
EE.UU y otros gobiernos, bajo la mediación de la ONU, cuyo nuevo
papel es otra de las novedades que ha dejado la última década.

A la vez, han estallado guerras provocadas por la descomposición
de los regímenes "socialistas" y Africa ingresa al siglo XXI bajo
el manto de dramáticas de luchas tribales. El transfondo de ellas
sería la pérdida del impulso de consolidación de los estados
nacionales.

Pero, ¿cuál es la característica de las nuevas guerras?

-La guerra como elemento estructurador de la historia ha llegado
a su fin: las guerras actuales son de destrucción

-La ausencia de alineamientos claros a favor de uno u otro bando
nos permite hablar de guerras sin política.

-Son guerras de exterminio, de ahí que la figura máxima sea las
fuerzas de paz de la ONU encargadas de acciones humanitarias.

Liderada por EEUU, Europa -las fuerzas triunfantes de la guerra
fría- y la ONU han sido incapaces de organizar un orden
internacional que propicie la resolución de los nuevos
conflictos. Europa habla de la "crisis de la civilización". Y
sobre las guerras que conmueven a Africa: ¿conviene hablar de la
crisis de la barbarie? (16A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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