Quito. 27.06.94. Una tercera fecha para la entrega de ofertas
para la ampliación del oleoducto será definida mañana por el
Comité Especial de Licitaciones, informaron fuentes petroleras a
HOY.

Este último aplazamiento se debería a la determinación del
presidente de la República, Sixto Durán Ballén, de cambiar una de
las rutas de la proyectada ampliación en el tramo comprendido
entre Santa Rosa de Quijos y el recinto Simón Bolívar, cerca a
Lumbaqui en la región Amazónica.

La nueva variante tiene una extensión de 77 kilómetros y su
trazado irá por el lado sur del río Coca, donde se localizan los
bloques 11 que ofertó la compañía Tripetrol y que al ser
descalificada se transfirió al consorcio de compañías liderada
por Santa Fe; y el 18 del consorcio Amoco-Mobil, de la séptima
ronda de licitaciones internacionales.

Desde que se publicó la convocatoria de la licitación
internacional en marzo último, el Gobierno ha prorrogado por dos
veces la fecha de entrega de las ofertas, que inicialmente la
fijó para hoy 27 de junio.

EL EMPEDRADO CAMINO DEL OLEODUCTO

Pese a que existe la decisión política de construir la ampliación
del oleoducto transecuatoriano (SOTE), el proyecto no avanza y
hay dilatorias en el asunto.

Desde que se publicó la convocatoria de la licitación
internacional en marzo último, el Gobierno ha prorrogado por dos
veces la fecha de entrega de las ofertas, que inicialmente la
fijó para el 27 de junio.

En mayo las autoridades dispusieron que se aplace el proceso
hasta el 27 de julio por las siguientes razones de diseño: que la
carretera de Lumbaqui a Baeza se construya por la misma vía; que
la carretera Villano-Baeza comience a 31 kilómetros del punto
inicial (desde Triunfo Nuevo) para atender requerimientos de la
compañía Arco adjudicataria del bloque 10; y que en mediano y
largo plazo, el oleoducto opere mediante el sistema de "bacheo",
es decir transportar primero un volumen de crudos medianos y
luego los pesados.

Pero el "bacheo" dependerá de las condiciones del mercado
internacional del petróleo sobre ambos crudos y la seguridad de
que tengan un comprador.

Una tercera fecha será decidida mañana por el Comité Especial de
Licitaciones (CEL). Sin embargo, fuentes oficiales estiman que
podría ser a finales de septiembre próximo.

Las fuentes explicaron a HOY que este último aplazamiento se debe
a las determinaciones del presidente de la República, Sixto Durán
Ballén, de cambiar una de las rutas de la proyectada ampliación
en el tramo comprendido entre Santa Rosa de Quijos y el recinto
Simón Bolívar, cerca a Lumbaqui en la región Amazónica.

La nueva variante tiene una extensión de 77 kilómetros y su
trazado irá por el lado sur del río Coca, donde se localizan los
bloques 11 que inicialmente ofertó la compañía Tripetrol y que al
ser descalificada se transfirió al consorcio de compañías
liderada por Santa Fe; y el 18 del consorcio Amoco-Mobil, de la
séptima ronda de licitaciones internacionales.

La decisión presidencial

Luis Bacigalupo, coordinador general de la ampliación del
oleoducto, dijo que la decisión presidencial hay que respetarla,
más aún cuando ha sido ya confirmada por el Consejo de
Administración y el Directorio de Petroecuador.

"El presidente es un convencido de que deben evitarse problemas
geológicos predominantes en esa zona", añadió.

Pero los técnicos opinan que ante cualquier eventualidad las dos
líneas se afectarían por igual.

El gerente del Oleoducto, Pedro Merizalde, explicó que la
postergación implica el cambio en la ingeniería básica del diseño
y el reanálisis por parte de los cinco consorcios inscritos en la
licitación: Norberto Odebrecht, Occidental Engineering Services
Company, Tripetrol I.C.A.; Techint Enrond, e Interrastra.

Los estudios de ingeniería están a cargo de la compañía
Beicip-Franlab de Francia, que se ha comprometido a enviar a
Quito los documentos en la primera quincena de julio próximo.

LOS DATOS DEL PROYECTO

El proyecto contempla ampliar a 450 mil barriles diarios el
bombeo del crudo, de los 325 mil barriles que es la capacidad
actual.

Consiste en el tendido de un oleoducto paralelo al existente, de
463 kilómetros de extensión y el trazado de una nueva línea, el
Villano-Baeza, de 172 kilómetros de extensión y capacidad de
transporte de hasta 80 mil barriles por día, que evacuará la
producción de los nuevos descubrimientos de la región centro-sur
de la Amazonia.

Incluye también la ampliación y adecuación de la capacidad de
almacenamiento de crudo instalada en Lago Agrio y Balao, así como
de las estaciones de bombeo y reducción y del sistema de carga a
los buses-tanque, de acuerdo con los volúmenes y características
del crudo Oriente que se recuperará.

Se construirán las siguientes obras de infraestructura:

- La carretera Simón Bolívar (cerca de Lumbaqui) y Santa Rosa de
Quijos, de 77 kilómetros de extensión.

- La nueva carretera Triunfo Nuevo-Santa Clara de 38 kilómetros.

- Se rectificará y asfaltará la carretera Santa Clara-Baeza de
126 kilómetros.

UNA OPOSICION CASI UNANIME AL PROYECTO

El debate sobre la ampliación del oleoducto transecuatoriano
continúa entre los más grandes cuestionamientos que se haya hecho
a un proyecto hidrocarburífero.

Se puede decir que la oposición ha sido casi unánime. Solo dos ex
ministros del Gobierno de León Febres Cordero están de acuerdo.

Las opiniones técnicas apuntan a lo siguiente:

- Las autoridades deben analizar seriamente si es necesario o no
ejecutar el proyecto.

- Las cifras que ha esgrimido el Gobierno sobre producción para
justificar la construcción, se basan únicamente en conjeturas
porque no se han incrementado las labores de exploración.

- El oleoducto debe ampliarse únicamente ante la posibilidad de
que se incremente la producción nacional de crudo. Las cifras
oficiales sobre producción han variado constantemente.

- Debería construirse solo una variante para cubrir el déficit de
bombeo porque en el año 2004 la producción volverá a los niveles
de 390 mil barriles diarios y en el 2012 a 160 mil barriles.

- Después de ese lapso, el oleoducto y su ampliación quedará como
un elefante blanco.

- Las compañías petroleras extranjeras que producen en la región
Amazónica deberían ser las que construyan la nueva línea y las
carreteras y no Petroecuador por la vía de la concesión.

- Petroecuador no ha tenido ningún problema en manejar el
sistema. La utilidad para el Estado es de 72 millones de dólares.

- Para la avaluación de la concesión de la operación, el
oleoducto ha sido evaluado en 225 millones de dólares.

- La compañía que gane el concurso le reconocerá únicamente al
Estado el 15 por ciento de los 72 millones, es decir 34 millones
de dólares, lo que significa una pérdida de 38 millones.

- El proyecto no implica ningún riesgo en la inversión por ser un
monopolio natural y de acuerdo a la ley de hidrocarburos y su
reglamento, se garantiza el pago de la inversión, gastos y
costos, más una utilidad razonable.

- Como es un proyecto rentable, cualquier banco financiará la
ejecución de la obra, como es el caso de la compañía William
Brothers que está buscando una financista.

- Con estos cálculos simples, el Estado perderá al menos mil
millones de dólares por concepto de utilidad en el transporte de
crudo durante los 15 años de operación del sistema a cargo de la
compañía extranjera.

- Informes de Petroecuador señalan que si no se amplía el
oleoducto habrá un déficit de ingresos de 5 mil 500 millones de
dólares porque se dejaría de transportar 791 millones 739 mil 750
barriles.

- Esto contraría la afirmación de Petroecuador de que es
imposible financiar la obra porque no hay recursos económicos.

- El Comité Especial de Licitaciones (CEL) de Petroecuador,
dispuso que la compañía adjudicataria de la ampliación del
oleoducto, trabaje con todo el personal que hasta el 31 de enero
de 1994 venía laborando en la gerencia de ese sistema del
transporte del crudo. (2A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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