LIMA. 22 ene 97. Unidades de tropas especiales peruanas
lanzaron piedras este martes hacia la casa donde guerrilleros
de izquierda mantienen 73 cautivos desde hace 36 días y
realizaron simulacros de despliegues ofensivos, comprobó la
AFP, pero la policía negó la existencia de incidentes.
Entretanto, el representante de la Cruz Roja, Michel Minnig,
quien durante semanas actuó como un intermediario entre los
rebeldes y el gobierno, sumó a sus actividades la de "agente
de bienes raíces", al dedicar la mañana a buscar una sede para
eventuales negociaciones.
Los rehenes, que esta noche iniciaban su sexta semana de
cautiverio, recibieron 30 colchones -en un indicio de que la
crisis podría prolongarse- al tiempo que se autorizaba el
ingreso por primera vez de periódicos, aunque se limitó al
deportivo limeño "El Bocón", informó la Cruz Roja.
La mañana estuvo marcada por los incidentes protagonizados por
las fuerzas policiales peruanas, que arrojaron piedras y palos
hacia la residencia tomada por guerrilleros del Movimiento
Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), al tiempo que efectuaban
simulacros de acciones ofensivas.
La semana pasada los guerrilleros del MRTA, que tomaron por
asalto la casa del embajador de Japón en Lima el 17 de
diciembre, dispararon al aire tres ráfagas de armas
automáticas y luego indicaron que así habían respondido a las
provocaciones de policías y militares que rodean la mansión.
El presidente Alberto Fujimori dijo desde el inicio de la
crisis que el gobierno peruano busca una salida pacífica para
esta crisis. Pero el jefe de Estado también advirtió que el
escenario podría cambiar si se pone en riesgo la integridad de
los rehenes.
Un coronel de policía consultado por la AFP calificó los
despliegues de las tropas de élite como "normales", e
interrogado acerca de si la "normalidad" incluía arrojar
piedras, puso expresión de sorpresa, interrogó de donde
procedía la información, y la negó.
Un coronel, de apellido Muzuriaga, dijo acerca de esos
incidentes que "eso no puede ocurrir de ninguna manera".
Afirmando que "es improbable y lo niego totalmente", incluso
ante la posibilidad que se tratase de una falta de disciplina
de algún subordinado.
Oficiales de las tropas de operaciones especiales, varios de
cuyos hombres se acercaron hasta la puerta misma de la
residencia, se negaron en cambio a toda declaración. Los
hombres de las fuerzas de élite, reconocibles por sus boinas
negras, lucían tensos.
El incidente ocurrió 72 horas después que la policía terminó
el desalojo de la prensa que trabajaba apostada en techos de
viviendas cercanas a la residencia tomada y desde las cuales
podía transmitir información imparcial de primera mano acerca
de los sucesos.
El desalojo "inmediato", justificado en "estrictas razones de
seguridad" no especificadas, se produjo bajo órdenes por
escrito enviadas a las agencias France-Presse, Reuters y
Associated Press por el general Fernando Gamero Febres, jefe
de la Séptima Región de Policía, que incluye a Lima.
La situación está bloqueada por la intransigencia de los
rebeldes, que exigen la liberación de 440 de sus compañeros
encarcelados, y la inflexibilidad del gobierno, que rechaza
cualquier liberación de los presos y sólo ofrece a los
insurgentes la posibilidad del exilio, previa liberación de
los cautivos.
Rebeldes y gobierno avanzaron en tratativas para formar una
comisión de garantes, que por incluir a un representante de la
guerrilla y otro del gobierno peruano, sería en realidad
negociadora, definición esta tabú para la administración
Fujimori, que dijo que no negociará "con un fusil en la nuca".
Ambas partes estan de acuerdo en cuanto a los miembros
neutrales de la comisión (el embajador de Canadá, Anthony
Vicent, el obispo Juan Luis Cipriani por la Iglesia y un
representante de la Cruz Roja) y a los detalles operativos,
pero susbsisten las diferencias de fondo en cuanto a qué es lo
que se discutirá.
Un portavoz de la Cruz Roja, consultado la tarde del martes
por la AFP, confirmó que Minnig había visitado varias
viviendas y oficinas en la zona en busqueda de un escenario
para las negociaciones.
Pero la fuente aseguró que aún no había decisión al respecto y
desmintió las versiones que daban como seguro la selección de
las oficinas de una empresa de radiocomunicaciones ubicada
frente a la mansión. (AFP) (DIARIO HOY) (P. 11-A)
lanzaron piedras este martes hacia la casa donde guerrilleros
de izquierda mantienen 73 cautivos desde hace 36 días y
realizaron simulacros de despliegues ofensivos, comprobó la
AFP, pero la policía negó la existencia de incidentes.
Entretanto, el representante de la Cruz Roja, Michel Minnig,
quien durante semanas actuó como un intermediario entre los
rebeldes y el gobierno, sumó a sus actividades la de "agente
de bienes raíces", al dedicar la mañana a buscar una sede para
eventuales negociaciones.
Los rehenes, que esta noche iniciaban su sexta semana de
cautiverio, recibieron 30 colchones -en un indicio de que la
crisis podría prolongarse- al tiempo que se autorizaba el
ingreso por primera vez de periódicos, aunque se limitó al
deportivo limeño "El Bocón", informó la Cruz Roja.
La mañana estuvo marcada por los incidentes protagonizados por
las fuerzas policiales peruanas, que arrojaron piedras y palos
hacia la residencia tomada por guerrilleros del Movimiento
Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), al tiempo que efectuaban
simulacros de acciones ofensivas.
La semana pasada los guerrilleros del MRTA, que tomaron por
asalto la casa del embajador de Japón en Lima el 17 de
diciembre, dispararon al aire tres ráfagas de armas
automáticas y luego indicaron que así habían respondido a las
provocaciones de policías y militares que rodean la mansión.
El presidente Alberto Fujimori dijo desde el inicio de la
crisis que el gobierno peruano busca una salida pacífica para
esta crisis. Pero el jefe de Estado también advirtió que el
escenario podría cambiar si se pone en riesgo la integridad de
los rehenes.
Un coronel de policía consultado por la AFP calificó los
despliegues de las tropas de élite como "normales", e
interrogado acerca de si la "normalidad" incluía arrojar
piedras, puso expresión de sorpresa, interrogó de donde
procedía la información, y la negó.
Un coronel, de apellido Muzuriaga, dijo acerca de esos
incidentes que "eso no puede ocurrir de ninguna manera".
Afirmando que "es improbable y lo niego totalmente", incluso
ante la posibilidad que se tratase de una falta de disciplina
de algún subordinado.
Oficiales de las tropas de operaciones especiales, varios de
cuyos hombres se acercaron hasta la puerta misma de la
residencia, se negaron en cambio a toda declaración. Los
hombres de las fuerzas de élite, reconocibles por sus boinas
negras, lucían tensos.
El incidente ocurrió 72 horas después que la policía terminó
el desalojo de la prensa que trabajaba apostada en techos de
viviendas cercanas a la residencia tomada y desde las cuales
podía transmitir información imparcial de primera mano acerca
de los sucesos.
El desalojo "inmediato", justificado en "estrictas razones de
seguridad" no especificadas, se produjo bajo órdenes por
escrito enviadas a las agencias France-Presse, Reuters y
Associated Press por el general Fernando Gamero Febres, jefe
de la Séptima Región de Policía, que incluye a Lima.
La situación está bloqueada por la intransigencia de los
rebeldes, que exigen la liberación de 440 de sus compañeros
encarcelados, y la inflexibilidad del gobierno, que rechaza
cualquier liberación de los presos y sólo ofrece a los
insurgentes la posibilidad del exilio, previa liberación de
los cautivos.
Rebeldes y gobierno avanzaron en tratativas para formar una
comisión de garantes, que por incluir a un representante de la
guerrilla y otro del gobierno peruano, sería en realidad
negociadora, definición esta tabú para la administración
Fujimori, que dijo que no negociará "con un fusil en la nuca".
Ambas partes estan de acuerdo en cuanto a los miembros
neutrales de la comisión (el embajador de Canadá, Anthony
Vicent, el obispo Juan Luis Cipriani por la Iglesia y un
representante de la Cruz Roja) y a los detalles operativos,
pero susbsisten las diferencias de fondo en cuanto a qué es lo
que se discutirá.
Un portavoz de la Cruz Roja, consultado la tarde del martes
por la AFP, confirmó que Minnig había visitado varias
viviendas y oficinas en la zona en busqueda de un escenario
para las negociaciones.
Pero la fuente aseguró que aún no había decisión al respecto y
desmintió las versiones que daban como seguro la selección de
las oficinas de una empresa de radiocomunicaciones ubicada
frente a la mansión. (AFP) (DIARIO HOY) (P. 11-A)
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