Quito. 3 feb 2001. El 12 de enero se inició el XX Sudamericano Sub 20, en
el que Ecuador ha sido el protagonista. Y no por sus goles o por ser
anfitrión, sino por lo ocurrido fuera de la cancha.
Un minuto y medio apenas faltaba para que concluya, tal vez, el mejor
partido jugado por Ecuador en el Campeonato Sudamericano Sub 20
Juventudes de América. Al borde de la cancha, Abdalá Bucaram Pulley
calentaba y luego ingresaba, en el último minuto, simplemente para cerrar
el cotejo y permitir que el público ovacione a Xavier Intriago, jugador
al que remplazó, cuando la suerte ya estaba echada.
Era el epílogo de un episodio entre cómico y serio, entre grotesco y
simbólico: la polémica inclusión del hijo del derrocado mandatario Abdalá
Bucaram Ortiz en el equipo ecuatoriano. Difícil saber qué provocó mayor
alharaca, si la inclusión misma y su fracaso, o la angustiosa guerra
verbal lanzada desde Panamá por un padre orgulloso de las menospreciadas
habilidades de su hijo, según el ex presidente, por razones políticas.
Sin embargo, ¿no son razones políticas las que decidieron la presencia de
Dalo Bucaram en el equipo?
Las vinculaciones del fútbol y la política tienen más de un rostro: del
que hace referencia a un deporte visto como el opio del pueblo, hasta
episodios pintorescos como el vivido en la actual Sub 20.
En este caso, hay como preguntarse ¿por qué se puso en riesgo la
estabilidad al interior del equipo con esa inclusión? ¿Qué tiene que ver
aquello con la perpetuación en la dirección de la Federación Ecuatoriana
de Fútbol (FEF) de personajes con aspiraciones políticas? ¿Qué relación
existe entre una próxima elección del presidente de la FEF, en el marco
de un conjunto de federaciones provinciales mayormente dominadas por
personajes vinculados al roldosismo?
En el desarrollo de la etapa final del Campeonato Sudamericano, Machala y
Portoviejo, las dos capitales provinciales con marcada presencia
roldosista, fueron escenarios en los que la Selección Nacional Sub 20
debió soportar presiones políticas al momento de definir la alineación
del conjunto.
Especialmente su técnico, Fabián Vicente Burbano, quien además fue
amenazado de muerte. En Machala, incluso, se ha denunciado que, detrás de
las manifestaciones exigiendo la presencia de Dalo Bucaram en el equipo
titular, estaba el propio alcalde de la ciudad, el roldosista Mario
Minuche. Aquello explicaría que, desde el primer partido contra
Venezuela, cuando el amigo de Abdalá Bucaram, José María Andrade era el
director técnico del combinado ecuatoriano, Dalo no haya aparecido en la
cancha hasta el partido en Machala, enfrentando a Argentina.
En Guayaquil, Bucaram Pulley ingresó en el último minuto del encuentro y
es de suponer que no formará parte del equipo titular en el partido
decisivo contra Brasil, mañana domingo, con lo que quedará saldado un
viejo tema que nos deja, nuevamente, el mal sabor de boca de una afición
deportiva convertida una vez más en escenario de aspiraciones y pugnas
políticas. (JP)
Una polémica que vale más de $300 mil
Siete meses se preparó la Selección Sub 20, que podría, por primera vez ,
clasificar al Campeonato. Pero las críticas siguen y la FEF les resta
importancia.
Por primera vez en la historia del fútbol ecuatoriano, una Selección
Nacional Sub 20 se encuentra en el umbral de la clasificación al
Campeonato Mundial de la categoría. Mañana, a Ecuador le basta con perder
por menos de siete goles de diferencia frente a Brasil para obtener un
cupo en el Mundial de Mar del Plata, Argentina.
Aunque siete meses de preparación previo a un torneo son muy poco para
las selecciones de alto nivel competitivo como Argentina o Brasil, lo que
se refleja dentro de la cancha, la selección nacional en muchas ocasiones
ha tenido, en las categorías inferiores, un entrenamiento extenso y el
apoyo de la hinchada y dirigencia deportiva.
Mas una serie de hechos extrafutbolísticos le robaron el protagonismo a
la selección y provocaron que la atención en el Campeonato Sudamericano
Sub 20 Juventudes de América se centre fuera de la cancha de juego. La
realización de este torneo internacional ha marcado un hecho inédito en
la historia deportiva ecuatoriana: aquella condición de buenos
anfitriones que ostentábamos gracias a la buena organización de torneos
como la Copa América de 1993 o el Campeonato Mundial de Fútbol Sub 17 de
1995, se ha perdido.
La prensa deportiva internacional ha destacado aquellos sucesos y los
problemas que ha soportado la selección nacional, a pesar de ser el
equipo local. Son noticias que han dado la vuelta al mundo. Grandes
titulares y negativos comentarios ha dedicado la prensa extranjera a este
asunto, al que se suman los inconvenientes que algunas delegaciones
tuvieron con el hospedaje en Portoviejo, y la deficiente alimentación en
los hoteles de esta ciudad y Machala.
La sede de Machala se constituyó en la ciudad más problemática para el
desarrollo del torneo: allí comenzaron las presiones y amenazas en contra
del cuerpo técnico tricolor. Además, los problemas de iluminación de su
estadio, el Nueve de Mayo, por poco no permiten que el campeonato se
dispute en esta ciudad.
Al final, la virtual clasificación nacional al mundial justifica los
aproximadamente $300 mil que invirtió la Federación Ecuatoriana de Fútbol
en la Sub 20, pero la imagen del Ecuador como eficiente organizador de
campeonatos queda comprometida. (EJC)
Regionalismo
- El proceso para el Sudamericano Sub 20 empezó el 8 de mayo con la etapa
preselectiva, en la que estuvieron 80 jugadores provenientes de todo el
país. Tres meses después, sin embargo, esa cifra se redujo a 60 y así,
paulatinamente, hasta llegar a 24. Al final quedaron 20.
- El regionalismo es uno de los problemas que también se han comentado en
esta selección. Al renunciar, el ex técnico José María Andrade expresó
que "varios dirigentes de equipos quiteños le sugerían alineaciones".
Mencionó, por ejemplo, a Patricio Torres y a Hugo Mantilla, de Liga
Deportiva Universitaria de Quito, y a Vinicio Luna, ex dirigente de
Nacional y actual coordinador de la Selección Ecuatoriana de Fútbol de
mayores.
- Este problema se evidencia en los medios de comunicación: unos cuantos
de Guayaquil defienden a Andrade, mientras que algunos de Quito lo
refutan.
- La intervención del PRE empezó con una declaración radial de Abdalá
Bucaram Ortiz, desde Panamá, en una emisora guayaquileña. Indicó lo mismo
que había dicho Andrade sobre los dirigentes quiteños.
- El técnico Fabián Vicente Burbano, quien remplaza a Andrade, no tuvo
problemas con el público ni dentro ni fuera de los estadios mientras se
jugó la primera etapa del Sudamericano en Riobamba y Ambato. Pero cuando
la delegación ecuatoriana llegó a Machala, fue recibido por varias
personas que querían agredirlo.
Un juego desde Panamá
El Sudamericano Sub 20 concluye mañana en Guayaquil. El trabajo de la
Selección Nacional evidenció más de una vinculación política, que
degeneraron en pugnas, insultos y hasta amenazas de muerte.
Todo comenzó mucho tiempo atrás, con una guitarra. Hace más de 20 años,
la amistad entre José María Andrade y Abdalá Bucaram Ortiz se
incrementaba en las constantes serenatas que el ex presidente ofrecía a
su entonces enamorada María Rosa Pulley, en las que Josimar tocaba la
guitarra junto a Miguel Baduy y Alfredo Adum, que cantaban con Abdalá.
Una amistad que se profundizó en ciudad de Panamá, cuando Josimar huyó
con el amparo de Bucaram, en 1993, por una orden de prisión dictada en su
contra luego que, como Director Financiero del Municipio de Guayaquil,
fue involucrado en el denominado Caso Chatarra. El viaje a Panamá no solo
le permitió evadir la orden de prisión, en aquel país Andrade aprendió lo
que se constituyó en su nuevo oficio: la dirección técnica de fútbol.
Mas, Josimar nunca imaginó que, ocho años después de aquel viaje, su
vieja amistad con Bucaram llegaría a causar serios problemas al fútbol
ecuatoriano.
La renuncia de Josimar incrementó la polémica
Nada más al comenzar el Campeonato Sudamericano Sub 20, José María
Andrade renunció a la dirección técnica de la Selección Nacional, acosado
por gran parte de la hinchada, dirigencia y prensa, por la inclusión en
el equipo tricolor de Abdalá Bucaram Pulley, hijo de su entrañable amigo.
La polémica surge cuando este salta de titular en el primer partido ante
Venezuela mientras en el ámbito futbolístico, la presencia de Líder Mejía
y Xavier Intriago, en similares posiciones que el joven Bucaram, se
consideran más valiosas para el equipo. Fue entonces cuando se interpretó
que la amistad se había trasladado a la cancha y las supuestas
sugerencias de Bucaram Ortiz desde Panamá serían las que le costaron el
puesto a Josimar.
"Me voy con la frente en alto porque sé que hice lo correcto; lo más
importante para un hombre es mantener la dignidad y a mí nadie me impone
nada", argumentó al presentar su dimisión, sin aclarar si las presiones
provenían de parte de los directivos de la Federación Ecuatoriana de
Fútbol (FEF) o de Hernán Darío Gómez, técnico de la selección de mayores,
quien le habría recomendado algunos cambios en el manejo y alineación de
la Selección Sub 20.
Por pedido expreso de los jugadores y directivos de la FEF, el hasta
entonces asistente técnico Fabián Vicente Burbano se hizo cargo del
equipo y, bajo su dirección, Ecuador consiguió, sin convencer, su primera
victoria del torneo frente a Perú, encuentro en el que Dalo Bucaram ya no
apareció en la alineación titular.
Los siguientes encuentros no fueron de lo mejor para Ecuador que, más por
garra que por técnica, consiguió los resultados para clasificar al
hexagonal final y disputar un cupo para el Mundial de Mar del Plata,
Argentina. Y mientras Dalo Bucaram continuaba en la banca, la normalidad
parecía que retornaba a la tienda tricolor. No obstante, la primera
jornada de la fase final, disputada en Machala, se encargó de revelar que
el capítulo Bucaram no estaba olvidado.
En esta ciudad, se formó un ambiente hostil en contra de la selección y
especialmente de su técnico. "Estamos molestos por lo que acontece con
Dalo Bucaram, no es justo que se lo trate de esta forma, se mezcle el
deporte y la política y se margine de la selección a un muchacho de sus
condiciones; Machala lo respalda completamente", manifestaba el
roldosista Mario Minuche, alcalde de esta ciudad, antes de la realización
de los cotejos en El Oro.
Violencia y amenazas
Y aquel respaldo se transformó en violencia. A su llegada a Machala, el
cuerpo técnico tricolor fue agredido verbalmente por un grupo de
aficionados en las afueras del hotel e, incluso, Fabián Burbano fue
amenazado de muerte vía telefónica y, en una ocasión, personalmente por
un individuo que portaba un arma de fuego. Y la escena se repitió varias
veces durante la estadía del equipo en aquella ciudad. En el estadio, la
tricolor no solo fue despedida con rechiflas: insultos, nuevas amenazas y
una lluvia de botellas acompañaron al cuerpo técnico de la selección en
su camino al camerino.
En Guayaquil y Portoviejo, la situación no fue distinta. Un grupo de
aproximadamente 30 personas, identificadas con el partido roldosista,
acompañaron a la Sub 20 en sus siguientes encuentros y nuevos insultos y
amenazas se sumaron a las anteriores, dentro y fuera del estadio y
lugares de concentración, provocando gran malestar al grupo de jugadores.
Aunque Dalo Bucaram nunca más volvió a aparecer en la alineación titular
de la Selección Nacional Sub 20, jugó al menos en dos partidos más, uno
de ellos el de Machala, donde las presiones para su inclusión fueron más
violentas. (EJC)
Mi gran apellido divide al país
Fue la gota que derramó el cántaro. Su presencia en la Selección Nacional
Sub 20 incomodó a más de uno, y su mal desempeño con el equipo que debutó
frente a Venezuela, propició las adversidades que ha tenido que afrontar
el equipo.
Y aunque en un principio pensó, entre lágrimas, abandonar la
concentración, Abdalá Bucaram Pulley no lo hizo, argumentando que de los
600 jugadores Sub 20 que hay en el país, solo 20 están en la selección y
si está en ella, "es por méritos propios".
Dalo Bucaram se inició en el fútbol en el Salesianos Club, de donde pasó
a Emelec, equipo al que pertenece en la actualidad. Pese a ser uno de los
pocos seleccionados que no ha debutado aún en primera categoría, la
actual Sub 20 es su segunda selección, pues también formó parte de la
última Sub 17 y Alfredo Encalada, técnico de aquella selección, lo
considera un jugador talentoso.
"Siempre van a hablar mal de mí por mi apellido, que sé que divide al
país, y desde chico aprendí a ser frontal: hay dirigentes fuera de la
FEF, como los señores Torres y Paz, que me persiguen mezclando la
política y el deporte", asegura.
Dalo cree que la persecución en su contra se evidencia en que desde la
salida de Josimar no ha tenido mayores oportunidades de actuar. "Con el
profesor Burbano casi ni hablamos y tenemos una relación muy cortante",
confiesa.
Y a pesar de todos los problemas suscitados por su presencia en la
selección, Bucaram no se inmuta y, al igual que sus 19 compañeros, sueña
con disputar el mundial. (EJC)
La persecución mortal a Burbano
El destino le deparó un protagonismo inesperado. Al renunciar José María
Andrade a la dirección técnica de la Selección Nacional Sub 20, tuvo que
hacerse cargo del equipo. Mas Fabián Vicente Burbano no imaginó que eso
pondría en riesgo su vida.
"Las amenazas de muerte fueron en mi contra, también en contra de los
jugadores que, incluso, en algún momento, se quisieron bajar del bus para
agredir a la persona que me amenazó, lo cual, gracias a Dios, no pasó a
mayores", recuerda el técnico.
Y es que tanto en Machala como en Portoviejo hubo un grupo de personas
que fastidiaron a la selección, especialmente a Burbano, a quien lanzaron
toda clase de objetos e improperios, exigiéndole que coloque a Dalo
Bucaram en la alineación titular. "Quisieron agredirme y hasta me
mostraron un revólver", afirma Burbano.
Hoy, el técnico ecuatoriano afirma que, aunque todo aquel oscuro episodio
ya quedó en el olvido, no comprende la actitud de cierto sector de la
hinchada que lo presionaba para que haga actuar a Bucaram, lo que originó
los problemas.
Burbano reconoce que con Dalo "no estamos conversando a cada momento",
pero él, como un miembro más del grupo, ha recibido las mismas
oportunidades que todos.
"En Machala tuvo la oportunidad de actuar 45 minutos frente a Argentina,
ante Chile esperaba meterlo más tiempo pero no se pudo, por lo tenso que
estaba el partido. Ojalá para el fin de semana se den las condiciones
para ponerlo más tiempo, porque es un jugador muy valioso y es una
lástima que piense que tengo algo en contra de él", asegura. (EJC)
Dirigentes satisfechos
Lo importante acá es que los problemas se pudieron solucionar a tiempo y
las delegaciones visitantes comprobaron que la Federación no ha actuado
de mala fe, dicen los dirigentes ecuatorianos.
Los incidentes ocurridos durante el desarrollo del XX Campeonato
Sudamericano Sub 20 han dado la vuelta al mundo. En el país, la situación
sorprende a muy pocos y solamente se ha conocido la queja de la
dirigencia de Liga Deportiva Universitaria de Quito, que ha pedido una
investigación.
Se suman a la serie de polémicas y contratiempos que ha mantenido la
actual administración de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), que
está a punto de culminar su período.
Luis Chiriboga Acosta, presidente de la FEF, resta importancia a lo
acontecido en el torneo y se muestra orgulloso de la felicitación
recibida por parte de Nicolás Leoz, presidente de la Confederación
Sudamericana de Fútbol y delegados de las selecciones participantes.
"Poseemos una limitada infraestructura hotelera en algunas ciudades y
tenemos que acomodarnos con lo que hay. Tener seis delegaciones en una
ciudad pequeña no permite que todas se hospeden en hotel cinco estrellas,
además que el presupuesto del torneo no permite hacer gastos demasiado
elevados", explicó Chiriboga respecto de lo acontecido en Portoviejo,
donde las delegaciones manifestaron su enojo, especialmente por el
hospedaje: El hotel Concorde no pudo brindar la misma comodidad a todos.
Por su parte, Carlos Villacís Naranjo, vicepresidente de la FEF, indicó
que aquellos "pequeños" y "puntuales" asuntos fueron solucionados
inmediatamente por el Comité Organizador. "Nada pasó a mayores y este
tipo de inconvenientes se presentan con regularidad en estos torneos",
afirma.
Respecto de los mayores problemas del torneo, que se relacionaron con la
selección ecuatoriana, Villacís reconoció que afectaron el accionar
futbolístico del equipo, aunque fueron originados por un asunto sui
géneris: la renuncia de José María Andrade. Josimar manifestó que se iba
por asuntos personales. La FEF realizó todo lo posible para evitar que
abandone el equipo, pero su decisión era irrevocable. Lamentablemente
este hecho afectó a los jugadores en su estado anímico y sicológico".
El malestar surgido en la plantilla no fue originado por la presencia de
Fabián Burbano como nuevo técnico, aclaró Villacís, sino a una reacción
propia de muchachos que se acostumbraron a un proceso, afirman los
máximos dirigentes de la FEF. "Los jóvenes prácticamente convivieron por
seis meses con Josimar y deseaban el regreso de su profesor".
Por su parte, el titular de la FEF lamenta y rechaza las amenazas de
muerte recibidas por Fabián Burbano, pero las atribuye a que la selección
estuvo sujeta a presiones e insultos en algunas ciudades. "Sin embargo,
por 15 ó 20 que gritaron y atentaron contra la selección hay millones de
ecuatorianos que gritaron por su equipo".
"Pero, lo importante acá es que los problemas se pudieron solucionar a
tiempo y las delegaciones visitantes comprobaron que la FEF no ha actuado
de mala fe en ningún momento", concuerdan.
Villacís dice sentir satisfacción por el desarrollo del Campeonato
Sudamericano Sub 20 y minimiza los comentarios negativos. (EJC-JVR)
Violencia en Portoviejo
Cuando se anunció la posibilidad de que Uruguay organice el XX Campeonato
Sudamericano Sub 20, más de uno levantó la voz de protesta. La sede había
sido encargada previamente a Ecuador y jugar como locales era una de las
principales armas ecuatorianas para clasificar al Campeonato Mundial de
Mar del Plata, Argentina, de los próximos meses.
Sin embargo, después de su debut en el torneo, Ecuador se convirtió en un
visitante más. Muchos de los espectadores, especialmente en los partidos
disputados en Machala, Guayaquil y Portoviejo, se sumaron al grupo que
ejercía presión negativa en la selección, profiriendo epítetos y lanzando
objetos a los jugadores y cuerpo técnico, lo que, lejos de motivar a los
jugadores, los desmoralizó aún más y se convirtió en nuevo elemento de
presión.
En el partido Ecuador-Colombia, Líder Mejía, (gráfica) quien remplazó
desde el segundo partido a Dalo Bucaram, debió salir de la cancha con
protección policial ante el ataque de la barra que seguía al hijo del ex
presidente de la República. (EJC-JVR)
Rodríguez cuestiona los nexos políticos en la FEF
El ex presidente de AFNA dice que el único responsable de la
insubordinación, indisciplina, politiquería...y hasta de las amenazas de
muerte, en torno a la Sub 20, son de exclusiva responsabilidad de Luis
Chiriboga.
"El fracaso de la selección Sub 20 (por la campaña realizada, aunque aún
se mantienen las esperanzas de clasificar) se debe a la arbitraria,
abusiva y equivocada conducción del proceso desde la Federación
Ecuatoriana de Fútbol (FEF), por parte de su presidente, Luis Chiriboga
Acosta", asegura el ex presidente de la Asociación de Fútbol No Amateur
(AFNA) y ex legislador, Antonio Rodríguez.
El combinado habría fracasado en su afán de realizar una gran campaña,
sobre todo, porque se desperdició una serie de condiciones, de acuerdo
con el ex dirigente deportivo.
"¿Cuáles son los antecedentes deportivos del señor José María Andrade,
Josimar? ¿Por qué uno de los dirigentes de la FEF dice que él no debe su
nombramiento a la FEF sino a órdenes de Abdalá Bucaram Ortiz? ¿Es acaso
una razón política la que primó en el presidente de la Federación para
designar a José María Andrade?", se pregunta Antonio Rodríguez.
Además, el ex dirigente plantea otras interrogantes: ¿Por qué se incluyó
a Abdalá Bucaram hijo en el equipo, cuando hay jugadores de mejor
calidad, sobre todo en la delantera en donde el equipo presenta
falencias? ¿Por qué el señor José María Andrade, ex director financiero
del Municipio cuando era alcalde Abdalá Bucaram, mantuvo al joven Dalo
Bucaram en la selección?
El ex presidente de AFNA dice que el único responsable de la
insubordinación, indisciplina, politiquería, permisividad, insultos,
amenazas de muerte que han existido en torno a la Sub 20 son de exclusiva
responsabilidad de Luis Chiriboga. "Por todas las denuncias que hemos
vivido, por la actitud permisiva del presidente de la FEF, es evidente
que está actuando políticamente, porque ha permitido que el fútbol
ecuatoriano sea infectado por la politiquería. Ha permitido que un
partido político comience a manipular el deporte a través de los
dirigentes de la Ecuatoriana de Fútbol".
De acuerdo con Antonio Rodríguez, el presidente de la Federación
Ecuatoriana de Fútbol es títere de sus ambiciones, del permanente acomodo
al que se ve sometido con los dirigentes del fútbol ecuatoriano y ahora
con Abdalá Bucaram para lograr ser reelegido presidente de ese organismo.
Por su parte, Luis Chiriboga Acosta niega tajantemente todas las
acusaciones en su contra y reitera que en la Ecuafútbol se realiza un
"verdadero" trabajo y las órdenes "no vienen desde Panamá. No soy títere
de nadie y hago lo que debo hacer", insiste en su lujosa oficina de la
FEF, ubicada al norte de Guayaquil. (JT)
Una larga espera para comer y la leve colitis
El XX Campeonato Sudamericano Sub 20 Juventudes de América no solo causó
inconvenientes a la selección local. Las delegaciones extranjeras también
tuvieron algunos altercados que, si bien no se volvieron a repetir, sí
causaron gran malestar.
En la primera etapa del Campeonato Sudamericano Sub 20 Juventudes de
América, con la excepción de pequeños inconvenientes solucionados sobre
la marcha, no se registraron mayores hechos que lamentar. La Federación
Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y los Comités Organizadores Locales (COL)
planificaron todo para que nada quede al azar.
El cierre de carreteras en el Austro ecuatoriano fue la primera prueba
para el COL: concluida la primera fase, los clasificados debían
trasladarse a Machala, lo que se solucionó con la contratación de un
vuelo charter.
Mas, cuando todo era normal, llegó el primer inconveniente del torneo: en
Machala, después de la primera jornada de la etapa final, delegados de la
Selección Paraguaya se quejaron de la alimentación del hotel que el COL
les había asignado, alimentación que, según ellos, habría provocado
colitis a varios de sus jugadores.
Y aunque aquello no pasó a mayores, en la jornada disputada en Portoviejo
un hecho sí hizo protestar a los delegados brasileños, chilenos y
colombianos: la incomodidad del hotel en el que se encontraban alojados.
Muchos de los jugadores (que en aquellas selecciones sobrepasan los 1,70
metros de altura) no entraban en los sofás-cama y, además, las
delegaciones tuvieron que turnarse para usar el pequeño comedor, lo que
evidenció la improvisación en la organización del XX Sudamericano. (EJC)
Quejas por las canchas, hoteles, transportes...
Canchas de entrenamiento en mal estado, hoteles sin la infraestructura
indispensable, entre otros, son los problemas de organización que tuvo la
serie A del Sudamericano Sub 20 en sus sedes de Ambato y Riobamba.
A excepción de Paraguay y el anfitrión, las selecciones participantes
tuvieron por lo menos un motivo, aunque fuera mínimo, para quejarse de lo
ocurrido.
Julio César Uribe, técnico del Perú, se encontraba molesto por el estado
de la cancha de Patate, en el que se lesionó uno de los jugadores más
importantes del equipo, Julio Uribe, que actúa en el fútbol mexicano. A
Brasil, la cancha de Salcedo no le servía mucho, también por lo
deficiente de las condiciones, y optó por la de Pujilí.
Venezuela tuvo que viajar por cuatro horas, desde Quito a Riobamba, en un
bus en el que no podían siquiera estirar los pies. Y el hotel Chimborazo,
que les había sido designado, pues es obligación del comité organizador
correr con los gastos de hospedaje y alimentación, apenas tenía una
persona para preparar la comida, con un presupuesto de apenas $2,30 por
plato, irrisorio para un atleta.
"He estado en muchas competencias internacionales de categorías menores y
siempre nos han tratado bien. No sé a qué se debe esto", decía Gerardo
Vielma, presidente de la delegación venezolana.
En cuanto a la labor informativa en los tres estadios en que se jugó la
serie (Latacunga, Ambato y Riobamba), la organización tuvo sus altibajos.
Latacunga desarrolló un esfuerzo monumental, en el que se gastaron cerca
de $64 mil para adecuar el estadio La Cocha. En Ambato, la cosa fue
similar.
Pero no así en Riobamba, donde los comunicadores tuvieron que ir con
horas de anticipación para ganarse el puesto de transmisión e instalar
las líneas telefónicas y eléctricas. (SEG) (Diario Hoy) (Blanco y Negro)
el que Ecuador ha sido el protagonista. Y no por sus goles o por ser
anfitrión, sino por lo ocurrido fuera de la cancha.
Un minuto y medio apenas faltaba para que concluya, tal vez, el mejor
partido jugado por Ecuador en el Campeonato Sudamericano Sub 20
Juventudes de América. Al borde de la cancha, Abdalá Bucaram Pulley
calentaba y luego ingresaba, en el último minuto, simplemente para cerrar
el cotejo y permitir que el público ovacione a Xavier Intriago, jugador
al que remplazó, cuando la suerte ya estaba echada.
Era el epílogo de un episodio entre cómico y serio, entre grotesco y
simbólico: la polémica inclusión del hijo del derrocado mandatario Abdalá
Bucaram Ortiz en el equipo ecuatoriano. Difícil saber qué provocó mayor
alharaca, si la inclusión misma y su fracaso, o la angustiosa guerra
verbal lanzada desde Panamá por un padre orgulloso de las menospreciadas
habilidades de su hijo, según el ex presidente, por razones políticas.
Sin embargo, ¿no son razones políticas las que decidieron la presencia de
Dalo Bucaram en el equipo?
Las vinculaciones del fútbol y la política tienen más de un rostro: del
que hace referencia a un deporte visto como el opio del pueblo, hasta
episodios pintorescos como el vivido en la actual Sub 20.
En este caso, hay como preguntarse ¿por qué se puso en riesgo la
estabilidad al interior del equipo con esa inclusión? ¿Qué tiene que ver
aquello con la perpetuación en la dirección de la Federación Ecuatoriana
de Fútbol (FEF) de personajes con aspiraciones políticas? ¿Qué relación
existe entre una próxima elección del presidente de la FEF, en el marco
de un conjunto de federaciones provinciales mayormente dominadas por
personajes vinculados al roldosismo?
En el desarrollo de la etapa final del Campeonato Sudamericano, Machala y
Portoviejo, las dos capitales provinciales con marcada presencia
roldosista, fueron escenarios en los que la Selección Nacional Sub 20
debió soportar presiones políticas al momento de definir la alineación
del conjunto.
Especialmente su técnico, Fabián Vicente Burbano, quien además fue
amenazado de muerte. En Machala, incluso, se ha denunciado que, detrás de
las manifestaciones exigiendo la presencia de Dalo Bucaram en el equipo
titular, estaba el propio alcalde de la ciudad, el roldosista Mario
Minuche. Aquello explicaría que, desde el primer partido contra
Venezuela, cuando el amigo de Abdalá Bucaram, José María Andrade era el
director técnico del combinado ecuatoriano, Dalo no haya aparecido en la
cancha hasta el partido en Machala, enfrentando a Argentina.
En Guayaquil, Bucaram Pulley ingresó en el último minuto del encuentro y
es de suponer que no formará parte del equipo titular en el partido
decisivo contra Brasil, mañana domingo, con lo que quedará saldado un
viejo tema que nos deja, nuevamente, el mal sabor de boca de una afición
deportiva convertida una vez más en escenario de aspiraciones y pugnas
políticas. (JP)
Una polémica que vale más de $300 mil
Siete meses se preparó la Selección Sub 20, que podría, por primera vez ,
clasificar al Campeonato. Pero las críticas siguen y la FEF les resta
importancia.
Por primera vez en la historia del fútbol ecuatoriano, una Selección
Nacional Sub 20 se encuentra en el umbral de la clasificación al
Campeonato Mundial de la categoría. Mañana, a Ecuador le basta con perder
por menos de siete goles de diferencia frente a Brasil para obtener un
cupo en el Mundial de Mar del Plata, Argentina.
Aunque siete meses de preparación previo a un torneo son muy poco para
las selecciones de alto nivel competitivo como Argentina o Brasil, lo que
se refleja dentro de la cancha, la selección nacional en muchas ocasiones
ha tenido, en las categorías inferiores, un entrenamiento extenso y el
apoyo de la hinchada y dirigencia deportiva.
Mas una serie de hechos extrafutbolísticos le robaron el protagonismo a
la selección y provocaron que la atención en el Campeonato Sudamericano
Sub 20 Juventudes de América se centre fuera de la cancha de juego. La
realización de este torneo internacional ha marcado un hecho inédito en
la historia deportiva ecuatoriana: aquella condición de buenos
anfitriones que ostentábamos gracias a la buena organización de torneos
como la Copa América de 1993 o el Campeonato Mundial de Fútbol Sub 17 de
1995, se ha perdido.
La prensa deportiva internacional ha destacado aquellos sucesos y los
problemas que ha soportado la selección nacional, a pesar de ser el
equipo local. Son noticias que han dado la vuelta al mundo. Grandes
titulares y negativos comentarios ha dedicado la prensa extranjera a este
asunto, al que se suman los inconvenientes que algunas delegaciones
tuvieron con el hospedaje en Portoviejo, y la deficiente alimentación en
los hoteles de esta ciudad y Machala.
La sede de Machala se constituyó en la ciudad más problemática para el
desarrollo del torneo: allí comenzaron las presiones y amenazas en contra
del cuerpo técnico tricolor. Además, los problemas de iluminación de su
estadio, el Nueve de Mayo, por poco no permiten que el campeonato se
dispute en esta ciudad.
Al final, la virtual clasificación nacional al mundial justifica los
aproximadamente $300 mil que invirtió la Federación Ecuatoriana de Fútbol
en la Sub 20, pero la imagen del Ecuador como eficiente organizador de
campeonatos queda comprometida. (EJC)
Regionalismo
- El proceso para el Sudamericano Sub 20 empezó el 8 de mayo con la etapa
preselectiva, en la que estuvieron 80 jugadores provenientes de todo el
país. Tres meses después, sin embargo, esa cifra se redujo a 60 y así,
paulatinamente, hasta llegar a 24. Al final quedaron 20.
- El regionalismo es uno de los problemas que también se han comentado en
esta selección. Al renunciar, el ex técnico José María Andrade expresó
que "varios dirigentes de equipos quiteños le sugerían alineaciones".
Mencionó, por ejemplo, a Patricio Torres y a Hugo Mantilla, de Liga
Deportiva Universitaria de Quito, y a Vinicio Luna, ex dirigente de
Nacional y actual coordinador de la Selección Ecuatoriana de Fútbol de
mayores.
- Este problema se evidencia en los medios de comunicación: unos cuantos
de Guayaquil defienden a Andrade, mientras que algunos de Quito lo
refutan.
- La intervención del PRE empezó con una declaración radial de Abdalá
Bucaram Ortiz, desde Panamá, en una emisora guayaquileña. Indicó lo mismo
que había dicho Andrade sobre los dirigentes quiteños.
- El técnico Fabián Vicente Burbano, quien remplaza a Andrade, no tuvo
problemas con el público ni dentro ni fuera de los estadios mientras se
jugó la primera etapa del Sudamericano en Riobamba y Ambato. Pero cuando
la delegación ecuatoriana llegó a Machala, fue recibido por varias
personas que querían agredirlo.
Un juego desde Panamá
El Sudamericano Sub 20 concluye mañana en Guayaquil. El trabajo de la
Selección Nacional evidenció más de una vinculación política, que
degeneraron en pugnas, insultos y hasta amenazas de muerte.
Todo comenzó mucho tiempo atrás, con una guitarra. Hace más de 20 años,
la amistad entre José María Andrade y Abdalá Bucaram Ortiz se
incrementaba en las constantes serenatas que el ex presidente ofrecía a
su entonces enamorada María Rosa Pulley, en las que Josimar tocaba la
guitarra junto a Miguel Baduy y Alfredo Adum, que cantaban con Abdalá.
Una amistad que se profundizó en ciudad de Panamá, cuando Josimar huyó
con el amparo de Bucaram, en 1993, por una orden de prisión dictada en su
contra luego que, como Director Financiero del Municipio de Guayaquil,
fue involucrado en el denominado Caso Chatarra. El viaje a Panamá no solo
le permitió evadir la orden de prisión, en aquel país Andrade aprendió lo
que se constituyó en su nuevo oficio: la dirección técnica de fútbol.
Mas, Josimar nunca imaginó que, ocho años después de aquel viaje, su
vieja amistad con Bucaram llegaría a causar serios problemas al fútbol
ecuatoriano.
La renuncia de Josimar incrementó la polémica
Nada más al comenzar el Campeonato Sudamericano Sub 20, José María
Andrade renunció a la dirección técnica de la Selección Nacional, acosado
por gran parte de la hinchada, dirigencia y prensa, por la inclusión en
el equipo tricolor de Abdalá Bucaram Pulley, hijo de su entrañable amigo.
La polémica surge cuando este salta de titular en el primer partido ante
Venezuela mientras en el ámbito futbolístico, la presencia de Líder Mejía
y Xavier Intriago, en similares posiciones que el joven Bucaram, se
consideran más valiosas para el equipo. Fue entonces cuando se interpretó
que la amistad se había trasladado a la cancha y las supuestas
sugerencias de Bucaram Ortiz desde Panamá serían las que le costaron el
puesto a Josimar.
"Me voy con la frente en alto porque sé que hice lo correcto; lo más
importante para un hombre es mantener la dignidad y a mí nadie me impone
nada", argumentó al presentar su dimisión, sin aclarar si las presiones
provenían de parte de los directivos de la Federación Ecuatoriana de
Fútbol (FEF) o de Hernán Darío Gómez, técnico de la selección de mayores,
quien le habría recomendado algunos cambios en el manejo y alineación de
la Selección Sub 20.
Por pedido expreso de los jugadores y directivos de la FEF, el hasta
entonces asistente técnico Fabián Vicente Burbano se hizo cargo del
equipo y, bajo su dirección, Ecuador consiguió, sin convencer, su primera
victoria del torneo frente a Perú, encuentro en el que Dalo Bucaram ya no
apareció en la alineación titular.
Los siguientes encuentros no fueron de lo mejor para Ecuador que, más por
garra que por técnica, consiguió los resultados para clasificar al
hexagonal final y disputar un cupo para el Mundial de Mar del Plata,
Argentina. Y mientras Dalo Bucaram continuaba en la banca, la normalidad
parecía que retornaba a la tienda tricolor. No obstante, la primera
jornada de la fase final, disputada en Machala, se encargó de revelar que
el capítulo Bucaram no estaba olvidado.
En esta ciudad, se formó un ambiente hostil en contra de la selección y
especialmente de su técnico. "Estamos molestos por lo que acontece con
Dalo Bucaram, no es justo que se lo trate de esta forma, se mezcle el
deporte y la política y se margine de la selección a un muchacho de sus
condiciones; Machala lo respalda completamente", manifestaba el
roldosista Mario Minuche, alcalde de esta ciudad, antes de la realización
de los cotejos en El Oro.
Violencia y amenazas
Y aquel respaldo se transformó en violencia. A su llegada a Machala, el
cuerpo técnico tricolor fue agredido verbalmente por un grupo de
aficionados en las afueras del hotel e, incluso, Fabián Burbano fue
amenazado de muerte vía telefónica y, en una ocasión, personalmente por
un individuo que portaba un arma de fuego. Y la escena se repitió varias
veces durante la estadía del equipo en aquella ciudad. En el estadio, la
tricolor no solo fue despedida con rechiflas: insultos, nuevas amenazas y
una lluvia de botellas acompañaron al cuerpo técnico de la selección en
su camino al camerino.
En Guayaquil y Portoviejo, la situación no fue distinta. Un grupo de
aproximadamente 30 personas, identificadas con el partido roldosista,
acompañaron a la Sub 20 en sus siguientes encuentros y nuevos insultos y
amenazas se sumaron a las anteriores, dentro y fuera del estadio y
lugares de concentración, provocando gran malestar al grupo de jugadores.
Aunque Dalo Bucaram nunca más volvió a aparecer en la alineación titular
de la Selección Nacional Sub 20, jugó al menos en dos partidos más, uno
de ellos el de Machala, donde las presiones para su inclusión fueron más
violentas. (EJC)
Mi gran apellido divide al país
Fue la gota que derramó el cántaro. Su presencia en la Selección Nacional
Sub 20 incomodó a más de uno, y su mal desempeño con el equipo que debutó
frente a Venezuela, propició las adversidades que ha tenido que afrontar
el equipo.
Y aunque en un principio pensó, entre lágrimas, abandonar la
concentración, Abdalá Bucaram Pulley no lo hizo, argumentando que de los
600 jugadores Sub 20 que hay en el país, solo 20 están en la selección y
si está en ella, "es por méritos propios".
Dalo Bucaram se inició en el fútbol en el Salesianos Club, de donde pasó
a Emelec, equipo al que pertenece en la actualidad. Pese a ser uno de los
pocos seleccionados que no ha debutado aún en primera categoría, la
actual Sub 20 es su segunda selección, pues también formó parte de la
última Sub 17 y Alfredo Encalada, técnico de aquella selección, lo
considera un jugador talentoso.
"Siempre van a hablar mal de mí por mi apellido, que sé que divide al
país, y desde chico aprendí a ser frontal: hay dirigentes fuera de la
FEF, como los señores Torres y Paz, que me persiguen mezclando la
política y el deporte", asegura.
Dalo cree que la persecución en su contra se evidencia en que desde la
salida de Josimar no ha tenido mayores oportunidades de actuar. "Con el
profesor Burbano casi ni hablamos y tenemos una relación muy cortante",
confiesa.
Y a pesar de todos los problemas suscitados por su presencia en la
selección, Bucaram no se inmuta y, al igual que sus 19 compañeros, sueña
con disputar el mundial. (EJC)
La persecución mortal a Burbano
El destino le deparó un protagonismo inesperado. Al renunciar José María
Andrade a la dirección técnica de la Selección Nacional Sub 20, tuvo que
hacerse cargo del equipo. Mas Fabián Vicente Burbano no imaginó que eso
pondría en riesgo su vida.
"Las amenazas de muerte fueron en mi contra, también en contra de los
jugadores que, incluso, en algún momento, se quisieron bajar del bus para
agredir a la persona que me amenazó, lo cual, gracias a Dios, no pasó a
mayores", recuerda el técnico.
Y es que tanto en Machala como en Portoviejo hubo un grupo de personas
que fastidiaron a la selección, especialmente a Burbano, a quien lanzaron
toda clase de objetos e improperios, exigiéndole que coloque a Dalo
Bucaram en la alineación titular. "Quisieron agredirme y hasta me
mostraron un revólver", afirma Burbano.
Hoy, el técnico ecuatoriano afirma que, aunque todo aquel oscuro episodio
ya quedó en el olvido, no comprende la actitud de cierto sector de la
hinchada que lo presionaba para que haga actuar a Bucaram, lo que originó
los problemas.
Burbano reconoce que con Dalo "no estamos conversando a cada momento",
pero él, como un miembro más del grupo, ha recibido las mismas
oportunidades que todos.
"En Machala tuvo la oportunidad de actuar 45 minutos frente a Argentina,
ante Chile esperaba meterlo más tiempo pero no se pudo, por lo tenso que
estaba el partido. Ojalá para el fin de semana se den las condiciones
para ponerlo más tiempo, porque es un jugador muy valioso y es una
lástima que piense que tengo algo en contra de él", asegura. (EJC)
Dirigentes satisfechos
Lo importante acá es que los problemas se pudieron solucionar a tiempo y
las delegaciones visitantes comprobaron que la Federación no ha actuado
de mala fe, dicen los dirigentes ecuatorianos.
Los incidentes ocurridos durante el desarrollo del XX Campeonato
Sudamericano Sub 20 han dado la vuelta al mundo. En el país, la situación
sorprende a muy pocos y solamente se ha conocido la queja de la
dirigencia de Liga Deportiva Universitaria de Quito, que ha pedido una
investigación.
Se suman a la serie de polémicas y contratiempos que ha mantenido la
actual administración de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), que
está a punto de culminar su período.
Luis Chiriboga Acosta, presidente de la FEF, resta importancia a lo
acontecido en el torneo y se muestra orgulloso de la felicitación
recibida por parte de Nicolás Leoz, presidente de la Confederación
Sudamericana de Fútbol y delegados de las selecciones participantes.
"Poseemos una limitada infraestructura hotelera en algunas ciudades y
tenemos que acomodarnos con lo que hay. Tener seis delegaciones en una
ciudad pequeña no permite que todas se hospeden en hotel cinco estrellas,
además que el presupuesto del torneo no permite hacer gastos demasiado
elevados", explicó Chiriboga respecto de lo acontecido en Portoviejo,
donde las delegaciones manifestaron su enojo, especialmente por el
hospedaje: El hotel Concorde no pudo brindar la misma comodidad a todos.
Por su parte, Carlos Villacís Naranjo, vicepresidente de la FEF, indicó
que aquellos "pequeños" y "puntuales" asuntos fueron solucionados
inmediatamente por el Comité Organizador. "Nada pasó a mayores y este
tipo de inconvenientes se presentan con regularidad en estos torneos",
afirma.
Respecto de los mayores problemas del torneo, que se relacionaron con la
selección ecuatoriana, Villacís reconoció que afectaron el accionar
futbolístico del equipo, aunque fueron originados por un asunto sui
géneris: la renuncia de José María Andrade. Josimar manifestó que se iba
por asuntos personales. La FEF realizó todo lo posible para evitar que
abandone el equipo, pero su decisión era irrevocable. Lamentablemente
este hecho afectó a los jugadores en su estado anímico y sicológico".
El malestar surgido en la plantilla no fue originado por la presencia de
Fabián Burbano como nuevo técnico, aclaró Villacís, sino a una reacción
propia de muchachos que se acostumbraron a un proceso, afirman los
máximos dirigentes de la FEF. "Los jóvenes prácticamente convivieron por
seis meses con Josimar y deseaban el regreso de su profesor".
Por su parte, el titular de la FEF lamenta y rechaza las amenazas de
muerte recibidas por Fabián Burbano, pero las atribuye a que la selección
estuvo sujeta a presiones e insultos en algunas ciudades. "Sin embargo,
por 15 ó 20 que gritaron y atentaron contra la selección hay millones de
ecuatorianos que gritaron por su equipo".
"Pero, lo importante acá es que los problemas se pudieron solucionar a
tiempo y las delegaciones visitantes comprobaron que la FEF no ha actuado
de mala fe en ningún momento", concuerdan.
Villacís dice sentir satisfacción por el desarrollo del Campeonato
Sudamericano Sub 20 y minimiza los comentarios negativos. (EJC-JVR)
Violencia en Portoviejo
Cuando se anunció la posibilidad de que Uruguay organice el XX Campeonato
Sudamericano Sub 20, más de uno levantó la voz de protesta. La sede había
sido encargada previamente a Ecuador y jugar como locales era una de las
principales armas ecuatorianas para clasificar al Campeonato Mundial de
Mar del Plata, Argentina, de los próximos meses.
Sin embargo, después de su debut en el torneo, Ecuador se convirtió en un
visitante más. Muchos de los espectadores, especialmente en los partidos
disputados en Machala, Guayaquil y Portoviejo, se sumaron al grupo que
ejercía presión negativa en la selección, profiriendo epítetos y lanzando
objetos a los jugadores y cuerpo técnico, lo que, lejos de motivar a los
jugadores, los desmoralizó aún más y se convirtió en nuevo elemento de
presión.
En el partido Ecuador-Colombia, Líder Mejía, (gráfica) quien remplazó
desde el segundo partido a Dalo Bucaram, debió salir de la cancha con
protección policial ante el ataque de la barra que seguía al hijo del ex
presidente de la República. (EJC-JVR)
Rodríguez cuestiona los nexos políticos en la FEF
El ex presidente de AFNA dice que el único responsable de la
insubordinación, indisciplina, politiquería...y hasta de las amenazas de
muerte, en torno a la Sub 20, son de exclusiva responsabilidad de Luis
Chiriboga.
"El fracaso de la selección Sub 20 (por la campaña realizada, aunque aún
se mantienen las esperanzas de clasificar) se debe a la arbitraria,
abusiva y equivocada conducción del proceso desde la Federación
Ecuatoriana de Fútbol (FEF), por parte de su presidente, Luis Chiriboga
Acosta", asegura el ex presidente de la Asociación de Fútbol No Amateur
(AFNA) y ex legislador, Antonio Rodríguez.
El combinado habría fracasado en su afán de realizar una gran campaña,
sobre todo, porque se desperdició una serie de condiciones, de acuerdo
con el ex dirigente deportivo.
"¿Cuáles son los antecedentes deportivos del señor José María Andrade,
Josimar? ¿Por qué uno de los dirigentes de la FEF dice que él no debe su
nombramiento a la FEF sino a órdenes de Abdalá Bucaram Ortiz? ¿Es acaso
una razón política la que primó en el presidente de la Federación para
designar a José María Andrade?", se pregunta Antonio Rodríguez.
Además, el ex dirigente plantea otras interrogantes: ¿Por qué se incluyó
a Abdalá Bucaram hijo en el equipo, cuando hay jugadores de mejor
calidad, sobre todo en la delantera en donde el equipo presenta
falencias? ¿Por qué el señor José María Andrade, ex director financiero
del Municipio cuando era alcalde Abdalá Bucaram, mantuvo al joven Dalo
Bucaram en la selección?
El ex presidente de AFNA dice que el único responsable de la
insubordinación, indisciplina, politiquería, permisividad, insultos,
amenazas de muerte que han existido en torno a la Sub 20 son de exclusiva
responsabilidad de Luis Chiriboga. "Por todas las denuncias que hemos
vivido, por la actitud permisiva del presidente de la FEF, es evidente
que está actuando políticamente, porque ha permitido que el fútbol
ecuatoriano sea infectado por la politiquería. Ha permitido que un
partido político comience a manipular el deporte a través de los
dirigentes de la Ecuatoriana de Fútbol".
De acuerdo con Antonio Rodríguez, el presidente de la Federación
Ecuatoriana de Fútbol es títere de sus ambiciones, del permanente acomodo
al que se ve sometido con los dirigentes del fútbol ecuatoriano y ahora
con Abdalá Bucaram para lograr ser reelegido presidente de ese organismo.
Por su parte, Luis Chiriboga Acosta niega tajantemente todas las
acusaciones en su contra y reitera que en la Ecuafútbol se realiza un
"verdadero" trabajo y las órdenes "no vienen desde Panamá. No soy títere
de nadie y hago lo que debo hacer", insiste en su lujosa oficina de la
FEF, ubicada al norte de Guayaquil. (JT)
Una larga espera para comer y la leve colitis
El XX Campeonato Sudamericano Sub 20 Juventudes de América no solo causó
inconvenientes a la selección local. Las delegaciones extranjeras también
tuvieron algunos altercados que, si bien no se volvieron a repetir, sí
causaron gran malestar.
En la primera etapa del Campeonato Sudamericano Sub 20 Juventudes de
América, con la excepción de pequeños inconvenientes solucionados sobre
la marcha, no se registraron mayores hechos que lamentar. La Federación
Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y los Comités Organizadores Locales (COL)
planificaron todo para que nada quede al azar.
El cierre de carreteras en el Austro ecuatoriano fue la primera prueba
para el COL: concluida la primera fase, los clasificados debían
trasladarse a Machala, lo que se solucionó con la contratación de un
vuelo charter.
Mas, cuando todo era normal, llegó el primer inconveniente del torneo: en
Machala, después de la primera jornada de la etapa final, delegados de la
Selección Paraguaya se quejaron de la alimentación del hotel que el COL
les había asignado, alimentación que, según ellos, habría provocado
colitis a varios de sus jugadores.
Y aunque aquello no pasó a mayores, en la jornada disputada en Portoviejo
un hecho sí hizo protestar a los delegados brasileños, chilenos y
colombianos: la incomodidad del hotel en el que se encontraban alojados.
Muchos de los jugadores (que en aquellas selecciones sobrepasan los 1,70
metros de altura) no entraban en los sofás-cama y, además, las
delegaciones tuvieron que turnarse para usar el pequeño comedor, lo que
evidenció la improvisación en la organización del XX Sudamericano. (EJC)
Quejas por las canchas, hoteles, transportes...
Canchas de entrenamiento en mal estado, hoteles sin la infraestructura
indispensable, entre otros, son los problemas de organización que tuvo la
serie A del Sudamericano Sub 20 en sus sedes de Ambato y Riobamba.
A excepción de Paraguay y el anfitrión, las selecciones participantes
tuvieron por lo menos un motivo, aunque fuera mínimo, para quejarse de lo
ocurrido.
Julio César Uribe, técnico del Perú, se encontraba molesto por el estado
de la cancha de Patate, en el que se lesionó uno de los jugadores más
importantes del equipo, Julio Uribe, que actúa en el fútbol mexicano. A
Brasil, la cancha de Salcedo no le servía mucho, también por lo
deficiente de las condiciones, y optó por la de Pujilí.
Venezuela tuvo que viajar por cuatro horas, desde Quito a Riobamba, en un
bus en el que no podían siquiera estirar los pies. Y el hotel Chimborazo,
que les había sido designado, pues es obligación del comité organizador
correr con los gastos de hospedaje y alimentación, apenas tenía una
persona para preparar la comida, con un presupuesto de apenas $2,30 por
plato, irrisorio para un atleta.
"He estado en muchas competencias internacionales de categorías menores y
siempre nos han tratado bien. No sé a qué se debe esto", decía Gerardo
Vielma, presidente de la delegación venezolana.
En cuanto a la labor informativa en los tres estadios en que se jugó la
serie (Latacunga, Ambato y Riobamba), la organización tuvo sus altibajos.
Latacunga desarrolló un esfuerzo monumental, en el que se gastaron cerca
de $64 mil para adecuar el estadio La Cocha. En Ambato, la cosa fue
similar.
Pero no así en Riobamba, donde los comunicadores tuvieron que ir con
horas de anticipación para ganarse el puesto de transmisión e instalar
las líneas telefónicas y eléctricas. (SEG) (Diario Hoy) (Blanco y Negro)
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