Quito. 1 feb 2001. En vísperas de la temporada de San Valentín, existen
problemas para transportar la flor para su exportación.

Los floricultores viven su propio drama: esperaron tanto que llegase la
temporada de venta y cuando esta se presentó, con ocasión de San
Valentín, tienen problemas para transportar sus productos, debido al
cierre de carreteras propiciado por el levantamiento indígena.

"Hay camiones con flores que se secan en las vías, porque no han podido
llegar al aeropuerto para su envío al exterior", afirman. Y el problema
es que los plazos de entrega son exactos. "No podemos quedar mal porque
perdemos el producto, credibilidad y, lo que es más: nos quedamos sin el
negocio. Si en estos días que son clave para las exportaciones de flores
no se encuentra una solución urgente para abrir las vías, muchas empresas
quebrarán", afirma Hernán Chiriboga, presidente de la Asociación Nacional
de Productores y Exportadores de Flores del Ecuador.

Para superar el conflicto, según Chiriboga, es necesario dialogar. "No
queda otro mecanismo. El Gobierno y los indígenas tienen que llegar a
acuerdos. Las dos semanas más importantes del año para la floricultura de
exportación, que son las anteriores a la fiesta de San Valentín, el 14 de
febrero, no pueden paralizarse las carreteras, ya que eso significaría
incumplir con los más importantes compromisos con los clientes
extranjeros", afirma.

El empresario explica que son dos aspectos fundamentales para el sector
los que están en riesgo con el cierre de las vías. Uno de ellos, señala,
es el económico, ya que son estos días en los que las 300 empresas
floricultoras del Ecuador venden entre $70 y $100 millones, es decir, más
que en las otras temporadas que también son rentables para este campo:
Día de la Madre, Fin de Año, etc.

El segundo aspecto, según Chiriboga, se refiere a la pérdida de confianza
que, finalmente, redunda en la terminación del negocio. "El año anterior
nos pasó lo mismo. Entonces, ahora en el exterior creen que vivimos en un
país de otro mundo en el que se impide el trabajo o que no tenemos
palabra, pues no entregamos nuestros productos justo en los días en que
más se necesitan", manifiesta.

La confiabilidad que han puesto en riesgo los indígenas que cierran las
vías es muy grave, señala, ya que ello significa que los contactos
comerciales se van perdiendo, puesto que se ha quedado mal en los envíos
del producto.

"¿De qué nos sirve que nos esforcemos para tener las mejores flores del
mundo, si no podemos exportar, si se secan en las carreteras, debido a
que no se las puede transportar?. Quienes cierran las carreteras deben
saber que los daños que se hacen al país son irreversibles", afirma.

Chiriboga informó que los floricultores deberán realizar esfuerzos para
contratar vuelos extra para sacar el producto y que esto significa no
solo perjuicio para las empresas, sino también para los 100 mil
trabajadores directos e indirectos y para las 500 mil personas que
dependen de este negocio en el Ecuador.

Chiriboga explica que no es cierto que todos los campesinos estén de
acuerdo con el cierre de carreteras. "Por lo menos las decenas de miles
de personas que viven de esta actividad están desesperadas, ya que son
los miembros de sus propias comunidades los que están impidiendo que
trabajen para ganarse el sustento diario", afirmó.

Por todo ello, Chiriboga demanda del Gobierno el legítimo derecho de la
mayoría de los ecuatorianos al trabajo y a la libre circulación que, como
derechos constitucionales, no pueden ser impedidos por quienes deben
entender que sus derechos terminan donde empiezan los derechos de los
demás". (CPV)

Ganaderos piden a militares cuidar transporte de lácteos

El sector ganadero del país empieza a registrar pérdidas debido al cierre
de las vías, por parte de las comunidades indígenas, especialmente en la
Sierra centro y norte del país.

Según el jefe del Departamento de Cartera de la Asociación de Ganaderos
de la Sierra y Amazonía, Javier Muñoz, la venta de leche se redujo en un
65% durante la última semana y teme que, si el cierre de vías continúa,
ocurra un desabastecimiento principalmente en las capitales de las
provincias de la Sierra norte.

Destacó, además, que en esta zona se produce el 70% de la producción
nacional, por lo que la escasez de leche podría extenderse a otras
ciudades del país.

En algunas haciendas se ha procedido a la elaboración artesanal de quesos
y otros derivados lácteos, pues la mayoría de productores no cuentan con
tanques fríos para almacenar la leche, que a la intemperie caduca en un
día, dijo Muñoz.

Para prevenir más pérdidas y garantizar la distribución de los productos
lácteos, el gerente general de la Asociación, Juan Pablo Grijalva, se
reunió ayer por la mañana con representantes de las Fuerzas Armadas, con
el fin de coordinar la conformación de convoyes con varias empresas, que
serán escoltados por los militares hasta las fábricas procesadoras de
alimentos y pasteurizadoras.

Por otra parte, voceros de la Pasteurizadora Quito descartaron un posible
desabastecimiento de leche en la capital, aunque reconocieron una
disminución en su aprovisionamiento de leche.

Pese a los conflictos en las carreteras y el campo, los ganaderos
mostraron su confianza en que superarán la producción del año anterior (2
176 millones de litros).

Sin embargo, enfatizaron la necesidad de que el Gobierno garantice sus
operaciones hasta que se solucione el levantamiento indígena. (XRV)

Brócoli: preocupación en productores, por plazos

Los exportadores de brócoli también soportan problemas, aunque no de la
magnitud de los que se registran en otros sectores de la economía.
Según informaron representantes de ese sector, una de las dificultades
que experimentan en estos días, es el traslado de los trabajadores,
especialmente de las personas que viven alejadas de las plantas
procesadoras de brócoli, debido a la falta de transporte.

Gonzalo Quispe, jefe de Cámaras y Bodega de Provefrut, empresa que
exporta el brócoli que produce Nintanga, compañía ubicada cerca de
Latacunga, confirmó que ha habido alguna dificultad con la llegada de los
trabajadores, pero se ha superado.

"Para quienes viven en el cantón Pujilí (Cotopaxi), es un problema
trasladarse a Latacunga por la falta de transporte, pero estamos
superando la dificultad con paciencia", afirmó.

Quispe sostuvo que en el momento se trabaja con preocupación, ya que no
se sabe el momento en que se quedarán en media vía con el producto.
"Tenemos plazos que cumplir y no podemos darnos el lujo de fallar porque
las carreteras están obstaculizadas", manifestó.

"En estos días, los enfrentamientos entre militares y campesinos que se
suscitaron en Cotopaxi pusieron en alerta a trabajadores y proveedores
por el clima de violencia", dice.

Consideran que no es justo que además de las dificultades que se enfrenta
en el trabajo mismo de la producción de este alimento (como estar a
expensas del clima, del agua), tengan la preocupación por el cierre de
las vías, que impide la movilización.

"Se debe encontrar una pronta solución al desacuerdo entre el Gobierno y
los indígenas, y permitir el retorno a la normalidad en las actividades
del país", manifestó. (CPV) (Diario Hoy)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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