Quito. 07.05.95. Cuando los europeos se plantearon el tema de la
democracia, crearon complejas teorÃas acerca del "buen salvaje" y
el contrato social. Cuando inventaron la filosofÃa comunista,
recurrieron a la AntropologÃa de Morgan e inventaron una serie de
elucubraciones acerca del origen de la humanidad y el comunismo
primitivo. Para ellos, los datos concretos tienen sentido sólo
cuando se enmarcan en grandes teorÃas. El liberalismo, el
marxismo, la socialdemocracia, la democracia cristiana, son
conjuntos de ideas en nombre de los cuales los europeos han hecho
polÃtica durante décadas.
Los norteamericanos en cambio controlan la realidad fÃsica con
eficiencia y no se marean demasiado con conceptos. Van al dato
concreto, al resultado práctico y si eso no sirve para comprender
el origen del universo no se angustian demasiado.
Los Estados Unidos no han sido la cuna de ninguna gran teorÃa
polÃtica, pero tienen la democracia más solida y antigua del
mundo. Su sistema electoral ha vivido el secular enfrentamiento
entre un partido Demócrata y un partido Republicano demasiado
ocupados en ganar las elecciones como para gastar el tiempo
elaborando complejas ideologÃas.
Aunque el Partido Demócrata ha tenido nexos con el movimiento
sindical norteamericano, esto no ha significado una definición
ideológica. Ha sido tradicional que los "demócratas de derecha"
del Sur tengan posiciones mucho más extremistas y radicales que
los republicanos. El enfrentamiento de los dos grandes partidos
ha tenido más de rivalidad deportiva que de debate ideológico.
Los norteamericanos son Demócratas o Republicanos como usted es
hincha de Barcelona o de la Liga: alienta a su equipo, paga
cuotas, celebra con gritos los triunfos y las derrotas, pero
nunca se pregunta cuáles son las concepciones que sus jugadores
tienen acerca de la vida, del hombre y del fin de la historia.
Las elites latinoamericanas quisieron siempre hacer una polÃtica
como la europea, basada en declaraciones ideológicas y posiciones
teóricas. En casi todos nuestros paÃses hemos tenido partidos
conservadores, liberales, comunistas, socialistas,
socialdemócratas y demócratacristianos. siempre hemos tratado de
entender nuestro Macondo con las categorÃas polÃticas de Europa.
Hemos caricaturizado a los norteamericanos como pragmáticos y
simplones. Nos fastidia que dominen el mundo sin tener el "nivel
teórico" adecuado. La desconfianza en las encuestas, hijas del
sistema polÃtico norteamericano, tiene aquà una raÃz profunda. A
muchos de nuestros intelectuales les fastidia que se puedan
cuantificar las actitudes, que se pueda tener una información
concreta acerca de la realidad. Quisieran que la polÃtica se
defina por lo que dice ellos y su cÃrculo de amigos, que la
reedición de un texto de Gramsci tenga más impacto en el
electorado que el alza de la gasolina.
Pero en la realidad del Ecuador, las ideologÃas han ido perdiendo
fuerza. Fenecida la oposición entre la izquierda y la derecha, el
centro paso a ser algo equidistante de la nada. En toda América
Latina los partidos polÃticos ideológicos se han sumergido en una
crisis aguda.
Cuando revisamos las investigaciones, vemos que hay un solo paÃs
del continente en el que las preguntas acerca de "si usted es de
izquierda, derecha o centro" sigue dando información: Chile. A
los chilenos les gusta definirse en estos términos, aunque
después terminan votando moros y cristianos por el mismo
candidato.
En casi todos los demás paÃses, las encuestas ya no preguntan de
definiciones ideológicas. Su objetivo nada tiene que ver con el
deber ser y los fines últimos. No orientan ni tratan de orientar
a nada ni a nadie. Describen el dato, tratan de comprender lo que
existe, aunque esto no calce con teorÃas. Son instrumentos que
estudian lo que es importante para los electores y perecerÃa que
las ideologÃas han dejado de serlo.
QUITO
Es Importante Importan los
la ideologÃa resultados
prácticos
þ
IZQUIERDA 28 69
DERECHA 27 63
CENTRO 21 63
NINGUNA 15 74
GUAYAQUIL
Es Importante Importan los
la ideologÃa resultados
prácticos
þ
IZQUIERDA 50 37
DERECHA 36 52
CENTRO 26 68
NINGUNA 13 74
¿NOS UBICAMOS EN UNA TENDENCIA?
En la encuesta aplicada el 22 de abril de 1995 por Informe Confidencial,
empezamos por preguntar a los encuestados como se catalogan a si mismos:
"Usted se considera de izquierda, de derecha, de centro o no tiene ningún
tipo de definición ideológica?".
En Quito se ubicó en la derecha un 22 por ciento de los encuestados, en la
izquierda un 21 por ciento, un cinco por ciento en el centro y un 52 por
ciento dijo que no tiene ningún tipo de definición ideológica.
En Guayaquil dijeron ser de derecha un 22 por ciento, un 11 por ciento de
izquierda y un 8 por ciento de centro. Un 59 por ciento evitó toda
identificación.
Llama la atención que en ambas ciudades son clara mayorÃa los que dicen
que no tienen ninguna definición ideológica y el predominio de quienes se
declara de derecha en el conjunto. Es curioso también constar como han
decrecido quienes se dicen de centro, si comparamos estos datos con los de
encuestas de hace años.
¿LE IMPORTA LA IDEOLOGIA DEL NUEVO PRESIDENTE?
Preguntamos después a los encuestados, si al momento de votar les
parece muy importante la ideologÃa del nuevo Presidente o si solo
importan los resultados prácticos. En este punto, la mayorÃa fue
abrumadora. Solamente a un 20 por ciento de quiteños y un 24 por
ciento de guayaquileños le es importante la ideologÃa del nuevo
Presidente.
Pero fue más interesante saber como se comportan ante esta
pregunta los simpatizantes de las distintas corrientes
ideológicas.
En Guayaquil las diferencias no fueron mayores: entre el sesenta
y el setenta por ciento de los encuestados se interesan por los
resultados prácticos, cualquiera que sea su ideologÃa.
En Quito en cambio, las diferencias fueron importantes: la
ideologÃa del nuevo presidente es importante para un 50 por
ciento de izquierdistas, un 36 por ciento de derechistas, y un 26
por ciento de centristas. Entre quienes dicen no tener ideologÃa,
el porcentaje baja a un 13 por ciento. (6A)
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 05/Julio/1995 | 00:00