Los pobladores del Mirador de Chillogallo que habitan en las cercanías de la quebrada que atraviesa ese sector, en el suroeste de Quito, vivieron la madrugada de ayer momentos de angustia y pánico.
Un fuerte olor a combustible y una estruendosa explosión los despertó cerca de las 03:00. En ese lugar, a 3 000 metros de altura, se desencadenó un incendio originado en el derrame de 6 000 litros de gasolina transportados por el poliducto Esmeraldas-Quito.
Según los moradores, pasada la medianoche varios malhechores perforaron la tubería, enterrada a dos metros de profundidad.Al percatarse de lo que estaba ocurriendo, uno de los vecinos disparó para ahuyentar a los ladrones.
El tiro aparentemente provocó una chispa que inflamó el combustible que salía a chorros por la manguera usada por los delincuentes. La gasolina que se había mezclado con el agua que cruza la quebrada se convirtió en un río de fuego que consumió toda la vegetación a su paso.
Unos 800 metros más abajo de la rotura de la tubería, se produjo un "fogonazo que hizo temblar la tierra", expresó Jorge León, un mecánico del sector de La Estancia de Chillogallo. Eso provocó el derrumbe de una casa de adobe de dos pisos, ubicada al borde del desfiladero. Allí vivían unas 16 personas, entre las cuales se hallan algunas de las víctimas.
De la perforación en el poliducto salían lenguas de fuego que se elevaban a unos 50 metros. La magnitud del incendio hacía temer una tragedia de mayores proporciones. Cerca de las 04:00 a la zona llegaron unos 30 bomberos.
Para sofocar el incendio, los miembros de la casaca roja utilizaron espumógeno, un material antiinflamante. Afortunadamente, las casas más cercanas se hallaban a unos 100 metros, en una planicie cubierta de pasto, y no fueron alcanzadas por el fuego que llegó a los 1 500 grados de temperatura.
La acción bomberil fue intensa y arriesgada durante tres horas. A las 07:00 los socorristas comenzaron a controlar el siniestro y a las 08:00 el incendio fue totalmente apagado.
Aunque todas las versiones coinciden en que el combustible se derramó por el horamen en la tubería, hay discrepancias sobre la forma en que empezó el fuego.
El comandante del Cuerpo de Bomberos, Jorge Benalcázar, sostuvo que las llamas no se originaron por el disparo. "El incendio empezó en una de las viviendas de abajo, donde se produjo el fogonazo, que prendió toda la gasolina que se encontraba en las aguas de la quebrada y regresó hasta el punto de origen".
El alcalde Paco Moncayo, quien llegó a las 05:00 al lugar, recogió las versiones de los habitantes de la zona: "parece que el disparo de un arma de fuego provocó el incendio´´.
En la zona también estuvo el ministro de Energía, Carlos Arboleda, quien informó que desde las 04:00 fueron cerradas las válvulas del poliducto, por lo que se cortó el flujo de gasolina. Agregó que la Policía, el Cuerpo de Bomberos y Petrocomercial, que opera el poliducto, deben determinar las causas del siniestro.
Sin embargo, el funcionario no ocultó su sorpresa por lo ocurrido. "Me parece sospechoso que en menos de ocho días se hayan producido dos rupturas del poliducto en esta misma zona".
600 km de poliducto
La seguridad . El ministro de Energía, Carlos Arboleda, nformó ayer que el poliducto tiene 600 km de extensión y que funciona siempre bajo medidas de seguridad. Sin embargo, aclaró que no es posible poner un policía a cada kilómetro para evitar el robo de combustible.
Un delito especializado . Según el Ministerio de Energía, las personas que roban combustible del poliducto usan tecnología avanzada que les permite hacer una perforación sin riesgo. Luego, colocan una válvula para tapar el orificio.
Los grupos de socorro . A la zona del siniestro llegaron, desde las 04:00, decenas de policías, militares, bomberos, miembros del 911 y de la Cruz Roja. Esta última entidad movilizó tres ambulancias, una unidad de rescate, un carro logístico y 20 especialistas de socorro.
La versión de un testigo. Un vecino del Mirador de Chillogallo sostuvo ayer que las personas que rompieron el poliducto vivían en el centro de Quito. "Eran siete. Llegaron en un camión 350 con tanques vacíos para llenarlos de gasolina. Varios tanques quedaron abandonados en el lugar". Algunos de los delincuentes escaparon, se presume que tres están heridos.
En 3 hospitales . Los heridos fueron trasladados a los hospitales Baca Ortiz, Eugenio Espejo y Enrique Garcés.
3 familias no tienen dónde vivir
La vivienda de Rosario Lema se derrumbó tras la explosión que se produjo por el derrame de combustible en el barrio El Tránsito, al sur. En esa vivienda vivían tres familias y todas quedaron en la indigencia, luego de que se desplomó la vieja estructura de barro y tejas que estaba junto a la quebrada por donde fluyó la gasolina, en la madrugada.
En la planta baja vivía Rosario Lema, su hija y dos nietos. Todos sufrieron golpes y quemaduras de segundo grado, por lo cual fueron llevados hasta la Unidad de Quemados del Hospital Eugenio Espejo.
En la segunda planta dormían los ocho miembros de la familia Barba-Suárez. Paúl Barba Suárez fue uno de los últimos en abandonar la casa, pero la pared de adobe lo aplastó. Los vecinos nada pudieron hacer para salvarle la vida.
En una construcción aledaña vivían ocho miembros de la familia Cortez Mina, oriundos de San Lorenzo (Esmeraldas). Cristian Mina sufrió quemaduras de segundo grado, cuando regresó para abrir la puerta y liberar a los dos perros que se quedaron encerrados. Los damnificados fueron trasladados por el Municipio al coliseo del barrio y hasta la Escuela Julio Tobar Donoso.
Los daños se cubrirán
Los gastos de atención médica y la reconstrucción de las viviendas afectadas por el incendio en el kilómetro 244 +300 del poliducto Esmeraldas-Quito serán asumidos por la filial Petrocomercial.
Ayer se habilitó un fondo de emergencia por 250 000 dólares para cubrir los gastos provocados por la quemazón causada por el robo de gasolina super, explicó el presidente ejecutivo de Petroecuador, Guillermo Rosero.
Esto se da con base al instructivo de Fondos para siniestros aprobado en junio del 2002.Rosero agregó que los funcionarios de Petrocomercial atienden los requerimientos de los familiares de las víctimas que se encuentran asiladas en diferentes casas de salud.
Según el reporte de la estatal de petróleos se iniciaron los trabajos de evaluación de los daños en la zona del incendio para determinar la valoración exacta.
El objetivo es estructurar el informe técnico que servirá de sustento para aplicar el seguro contrato por Petroecuador con la firma Colonial, en el aspecto de daños contra terceros. Aunque éste entrará a responsabilidad de la aseguradora si el daño supera 2,5 millones de dólares.
Mientras tanto, se dispondrá del fondo emergente habilitado en la mañana de ayer. También el Departamento de Bienestar Social de Petroecuador participa en la asistencia de los afectados y sus familiares.
En tanto, personal de seguridad industrial y de protección ambiental de la filial también cumplen los trabajos de recoger el hidrocarburo que se derramó en un área de 300 metros alrededor del poliducto, informó Petrocomercial.
Las autoridades de Petroecuador y el Ministerio de Energía instaurarán una denuncia por robo agravado. La Policía Judicial iniciará las investigaciones para detectar a los responsables del robo de gasolina que ocasionó la fuga y combustionó con el fuego de la cocina de una casa aledaña.
7 personas fueron hospitalizadas ayer
Tendido sobre una camilla, inmóvil, con el rostro hinchado y ennegrecido, Víctor Hugo Pilataxi Suárez esperaba el cambio de piso. De la Unidad de Críticos debía pasar a la de Quemados, después de que los médicos de Emergencia del Hospital Eugenio Espejo habían hecho lo suyo: limpieza de sus quemaduras y vendaje.
Víctor Hugo Pilataxi tiene 52 años y el 60 por ciento de su cuerpo quemado por el incendio de ayer en Chillogallo. El doctor Víctor García González, jefe de Emergencias del Eugenio Espejo, dice que es el herido más grave porque las quemaduras son profundas y porque su edad le convierte en un paciente más vulnerable.
Sin embargo, Pilataxi recuerda claramente lo que pasó ayer en la madrugada. Un fuerte olor a combustible lo despertó; salió de su casa, cercana a la quebrada, se detuvo en el borde para mirar lo que ocurría y el fuego le sorprendió.
Según la Cruz Roja, el hombre es uno de los 15 heridos por el incendio. Siete están hospitalizados, los cuatro más graves son atendidos en el Hospital Eugenio Espejo.
Víctor Hugo Barba Suárez, de 22 años, tiene quemaduras de tipo superficial y de segundo grado en el 60 por ciento de su cuerpo; Geovanna Gabriela Barba Suárez, de 15, padece por el 40 por ciento de quemaduras superficial y de segundo grado; María Manuela Lema Suárez, de 41, con el 35 por ciento de su cuerpo quemado, con lesiones superficial y de segundo grado. La cuarta víctima es Víctor Hugo Pilataxi.
En total, cinco personas ingresaron al Eugenio Espejo, después de que el Hospital del Sur advirtiera que no tiene una unidad de quemados para atenderlos. De los cinco, solo Luis Fernando Chicaiza Coyago fue dado de alta casi de inmediato.
Otros dos heridos son Ana María Lema y Cristian Mina Bonilla. Ambos están en el Hospital Enrique Garcés, al sur de Quito. Se presume que Mina puede ser una de las personas, presuntamente, involucradas en el robo del combustible. Jimy Barba Suárez, de ocho años, está internado en el Hospital Baca Ortiz. Tiene heridas de segundo grado.
La familia Barba Suárez fue la mayor damnificada de esta tragedia. Según Geovana Gabriela, cuando percibieron el olor de la gasolina salieron de su casa para saber qué ocurría. Se asombraron al ver una luz intensa iluminando los alrededores de Girón. Con temor volvieron a la vivienda para socorrerse de las llamas, pero allí el fuego sorprendió a las diez personas que la habitaban, entre ellas, Paúl Barba de 18 años, el primer fallecido.