El 10 de abril pasado el general Édgar Vaca denunció un supuesto plan para asesinar al Presidente de la República. Lo hizo ante el Congreso cuando fue llamado para explicar la presencia de supuestos grupos extremistas.
El complot para asesinar al presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, que debía ejecutarse el 16 de abril pasado según una carta anónima entregada en la Embajada de Ecuador en Bogotá no se concretó a pesar de que la Comandancia General de Policía dijo que el 11 de marzo se tuvo la certeza de esa información.
Desde el 10 de abril pasado cuando el comandante general de Policía, Édgar Vaca, denunció el hecho ante el pleno del Congreso, han surgido varias interrogantes sobre el supuesto plan que hasta el momento nadie ha podido aclarar. Vaca compareció por segunda vez al Parlamento, este jueves, para responder a las preguntas de los diputados pero algunas de sus respuestas contradijeron las primeras versiones emitidas por la Comandancia.
Las contradicciones están relacionadas con la fecha de entrega de la carta anónima desde la Embajada del Ecuador en Colombia a la Comandancia de Policía; la lentitud en la entrega de la información a la Fiscalía General; la inexistencia de documentos colombianos que confirmen el supuesto complot; la falta de técnicos, peritos y grafólogos en Colombia para que analicen el documento.
Además del desmentido de la Cancillería de que el supuesto informante haya acudido a esas instalaciones a denunciar el hecho; el anuncio de que los interesados en asesinar al Presidente son políticos ecuatorianos; la fecha en que los organismos de investigación colombiana fueron informados sobre el presunto complot y la confirmación de la certeza del delito sin que existan las evidencias suficientes.
El Congreso y la Fiscalía continúan investigando para tratar de descubrir la verdad del supuesto complot para asesinar a Gutiérrez.
Fecha en que llegó la carta
Según el general Édgar Vaca, comandante de la Policía, recibió la carta anónima que denunciaba el complot para asesinar al presidente Gutiérrez el 7 de marzo pasado; sin embargo, la embajada de Ecuador en Bogotá indicó que se la envió el 28 de febrero. Existe un documento oficial remitido por la Embajada que reitera esa información, pues se supone que un asunto de seguridad nacional no podía tardar siete días en ser entregada a la Policía para que investigue. A pesar de los documentos existentes, Vaca reiteró su versión en la segunda comparecencia ante el Congreso el pasado jueves.
Información a Fiscalía
El 11 de marzo, el Comandante General de Policía recibió el primer informe de su equipo de investigación que se trasladó a Bogotá para comprobar el complot. Un mes más tarde, el 10 de abril, entregó la información recopilada a la Fiscalía aduciendo que hizo público el hecho para que pudiera judicializarse, cuando lo legal era que apenas enterado del caso Vaca informe a la Fiscalía para las investigaciones. El teniente coronel Juan Carlos Barragán y su grupo de investigación se trasladaron a Bogotá el 10 de marzo, el informe se emitió al día siguiente, supuestamente cuando tenían una entrevista con Karen Sherlock, funcionaria de ONU, quien tomó contacto con el informante.
Sin informes colombianos
Cuando el Congreso consultó al general Vaca sobre la existencia de informes de los organismos de investigación colombiana que sustenten la veracidad del complot, el oficial solo pudo contestar que han recibido respuesta a los requerimientos que ha hecho la Policía Nacional. Pero en Bogotá, los organismos oficiales se negaron a dar una versión a este Diario sobre el supuesto complot. Sostuvieron que ellos solo hablan de hechos concretos y comprobados, que este no era el caso y que por lo tanto no se pronunciarían. El Comandante tampoco dio los nombres de las personas con las que se contactaron sus agentes de inteligencia de policía en Colombia y aseguró que los resultados de las investigaciones ya las tiene el Ministerio Fiscal.
Contradicciones entre las pruebas
El 11 de marzo la Comandancia de Policía indica que ante la certeza de la información, la situación fue puesta a conocimiento del Comandante de Policía para que tome las medidas de seguridad del caso. Esa versión se contrapone a la de Vaca, quien aseguró en el Congreso que desde la noche del 7 de marzo en que recibió la copia de la carta anónima, él dispuso el aumento de seguridad para resguardar al presidente, coronel Lucio Gutiérrez. El general tampoco tenía las pruebas necesarias para indicar que la información era cierta, pues incluso Karen Sherlock, de las Naciones Unidas, notificó a los investigadores ecuatorianos que cuando quiso volver a ubicar al supuesto informante, confirmó personalmente que la dirección que le había dado era imprecisa y que no podía hacer más al respecto. La Policía indica en ese informe que luego de las verificaciones hechas en Bogotá y Cali concluye que no existen resultados positivos.
Cuándo se informó a Bogotá
Una de las preguntas que los legisladores le hicieron al general Édgar Vaca, durante su comparecencia al Congreso, fue que indicara la fecha en que se dio a conocer sobre el complot a la Policía colombiana para que esta colaborara en las investigaciones. El comandante de Policía asegura que fue el 10 de marzo, fecha en la que según la institución los agentes de investigación ecuatorianos viajaron a Bogotá. Pero existen documentos oficiales entregados a este Diario que indican que la Policía colombiana fue informada del caso el 5 de marzo, es decir dos días antes de que, según las mismas declaraciones de Vaca, él haya recibido la carta anónima del supuesto informante. Otro documento reitera que el 5 de marzo pasado se emitió el informe a los organismos colombianos, Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Dirección de la Policía Judicial Nacional (Dijin) y Cancillería de Colombia para que presten colaboración al Ecuador.
Análisis de grafólogos
En un boletín de prensa, Vaca aduce que la carta anónima escrita por un informante denominado Miguel, no pudo ser examinada en Colombia ya que lamentablemente el departamento de Criminalística -de ese país- no tiene esa tecnología. Las declaraciones del general causaron asombro y gracia al ex ministro de Gobierno de Colombia, Fernando Cepeda, quien abrió la guía de páginas amarillas, en Bogotá, para demostrar que los servicios profesionales incluso se ofertan allí. Cepeda sostuvo que los colombianos son expertos en analizar si los documentos son verdaderos o falsos. Él no entiende cómo Vaca no pudo encontrar un perito, ya que los hay en la policía colombiana.
Quiénes son responsables
La Comandancia de Policía informó que en la carta de Miguel se detallaba que el hecho se planificó en Cali, donde se reunieron dos ecuatorianos y nueve colombianos que debían matar al Presidente por encargo de varios políticos ecuatorianos. Pero en la carta, el informante no denuncia quién o quiénes eran los contratantes. Solo da los nombres de los ecuatorianos que llegaron a buscar a los sicarios, el monto a pagarse y las fechas de ejecución del magnicidio. Días más tarde, el presidente Gutiérrez dijo que quienes intentarían matarlo son banqueros corruptos, cierta élite política y deudores de la banca cerrada.
Cancillería desmintió
El 15 de abril la Cancillería de Ecuador emitió un boletín de prensa indicando que las aseveraciones de que el supuesto informante Miguel acudió durante una semana y media a la Embajada de Ecuador en Colombia para denunciar el complot, son falsas. El Ministerio de Relaciones Exteriores indicó que sus funcionarios únicamente recibieron una llamada que anunciaba un supuesto atentado en contra de sus instalaciones, el 27 de marzo, pero nada más. El 16 de abril el presidente Gutiérrez dijo que la ministra Nina Pacari estaba desinformada y se emitió un nuevo boletín conjunto, entre Cancillería y Policía, en el que se aclaraba que la versión de la Policía se basó en la carta del informante y no cuestionaba la labor de los agregados diplomáticos en Colombia.
El complot para asesinar al presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, que debía ejecutarse el 16 de abril pasado según una carta anónima entregada en la Embajada de Ecuador en Bogotá no se concretó a pesar de que la Comandancia General de Policía dijo que el 11 de marzo se tuvo la certeza de esa información.
Desde el 10 de abril pasado cuando el comandante general de Policía, Édgar Vaca, denunció el hecho ante el pleno del Congreso, han surgido varias interrogantes sobre el supuesto plan que hasta el momento nadie ha podido aclarar. Vaca compareció por segunda vez al Parlamento, este jueves, para responder a las preguntas de los diputados pero algunas de sus respuestas contradijeron las primeras versiones emitidas por la Comandancia.
Las contradicciones están relacionadas con la fecha de entrega de la carta anónima desde la Embajada del Ecuador en Colombia a la Comandancia de Policía; la lentitud en la entrega de la información a la Fiscalía General; la inexistencia de documentos colombianos que confirmen el supuesto complot; la falta de técnicos, peritos y grafólogos en Colombia para que analicen el documento.
Además del desmentido de la Cancillería de que el supuesto informante haya acudido a esas instalaciones a denunciar el hecho; el anuncio de que los interesados en asesinar al Presidente son políticos ecuatorianos; la fecha en que los organismos de investigación colombiana fueron informados sobre el presunto complot y la confirmación de la certeza del delito sin que existan las evidencias suficientes.
El Congreso y la Fiscalía continúan investigando para tratar de descubrir la verdad del supuesto complot para asesinar a Gutiérrez.
Fecha en que llegó la carta
Según el general Édgar Vaca, comandante de la Policía, recibió la carta anónima que denunciaba el complot para asesinar al presidente Gutiérrez el 7 de marzo pasado; sin embargo, la embajada de Ecuador en Bogotá indicó que se la envió el 28 de febrero. Existe un documento oficial remitido por la Embajada que reitera esa información, pues se supone que un asunto de seguridad nacional no podía tardar siete días en ser entregada a la Policía para que investigue. A pesar de los documentos existentes, Vaca reiteró su versión en la segunda comparecencia ante el Congreso el pasado jueves.
Información a Fiscalía
El 11 de marzo, el Comandante General de Policía recibió el primer informe de su equipo de investigación que se trasladó a Bogotá para comprobar el complot. Un mes más tarde, el 10 de abril, entregó la información recopilada a la Fiscalía aduciendo que hizo público el hecho para que pudiera judicializarse, cuando lo legal era que apenas enterado del caso Vaca informe a la Fiscalía para las investigaciones. El teniente coronel Juan Carlos Barragán y su grupo de investigación se trasladaron a Bogotá el 10 de marzo, el informe se emitió al día siguiente, supuestamente cuando tenían una entrevista con Karen Sherlock, funcionaria de ONU, quien tomó contacto con el informante.
Sin informes colombianos
Cuando el Congreso consultó al general Vaca sobre la existencia de informes de los organismos de investigación colombiana que sustenten la veracidad del complot, el oficial solo pudo contestar que han recibido respuesta a los requerimientos que ha hecho la Policía Nacional. Pero en Bogotá, los organismos oficiales se negaron a dar una versión a este Diario sobre el supuesto complot. Sostuvieron que ellos solo hablan de hechos concretos y comprobados, que este no era el caso y que por lo tanto no se pronunciarían. El Comandante tampoco dio los nombres de las personas con las que se contactaron sus agentes de inteligencia de policía en Colombia y aseguró que los resultados de las investigaciones ya las tiene el Ministerio Fiscal.
Contradicciones entre las pruebas
El 11 de marzo la Comandancia de Policía indica que ante la certeza de la información, la situación fue puesta a conocimiento del Comandante de Policía para que tome las medidas de seguridad del caso. Esa versión se contrapone a la de Vaca, quien aseguró en el Congreso que desde la noche del 7 de marzo en que recibió la copia de la carta anónima, él dispuso el aumento de seguridad para resguardar al presidente, coronel Lucio Gutiérrez. El general tampoco tenía las pruebas necesarias para indicar que la información era cierta, pues incluso Karen Sherlock, de las Naciones Unidas, notificó a los investigadores ecuatorianos que cuando quiso volver a ubicar al supuesto informante, confirmó personalmente que la dirección que le había dado era imprecisa y que no podía hacer más al respecto. La Policía indica en ese informe que luego de las verificaciones hechas en Bogotá y Cali concluye que no existen resultados positivos.
Cuándo se informó a Bogotá
Una de las preguntas que los legisladores le hicieron al general Édgar Vaca, durante su comparecencia al Congreso, fue que indicara la fecha en que se dio a conocer sobre el complot a la Policía colombiana para que esta colaborara en las investigaciones. El comandante de Policía asegura que fue el 10 de marzo, fecha en la que según la institución los agentes de investigación ecuatorianos viajaron a Bogotá. Pero existen documentos oficiales entregados a este Diario que indican que la Policía colombiana fue informada del caso el 5 de marzo, es decir dos días antes de que, según las mismas declaraciones de Vaca, él haya recibido la carta anónima del supuesto informante. Otro documento reitera que el 5 de marzo pasado se emitió el informe a los organismos colombianos, Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Dirección de la Policía Judicial Nacional (Dijin) y Cancillería de Colombia para que presten colaboración al Ecuador.
Análisis de grafólogos
En un boletín de prensa, Vaca aduce que la carta anónima escrita por un informante denominado Miguel, no pudo ser examinada en Colombia ya que lamentablemente el departamento de Criminalística -de ese país- no tiene esa tecnología. Las declaraciones del general causaron asombro y gracia al ex ministro de Gobierno de Colombia, Fernando Cepeda, quien abrió la guía de páginas amarillas, en Bogotá, para demostrar que los servicios profesionales incluso se ofertan allí. Cepeda sostuvo que los colombianos son expertos en analizar si los documentos son verdaderos o falsos. Él no entiende cómo Vaca no pudo encontrar un perito, ya que los hay en la policía colombiana.
Quiénes son responsables
La Comandancia de Policía informó que en la carta de Miguel se detallaba que el hecho se planificó en Cali, donde se reunieron dos ecuatorianos y nueve colombianos que debían matar al Presidente por encargo de varios políticos ecuatorianos. Pero en la carta, el informante no denuncia quién o quiénes eran los contratantes. Solo da los nombres de los ecuatorianos que llegaron a buscar a los sicarios, el monto a pagarse y las fechas de ejecución del magnicidio. Días más tarde, el presidente Gutiérrez dijo que quienes intentarían matarlo son banqueros corruptos, cierta élite política y deudores de la banca cerrada.
Cancillería desmintió
El 15 de abril la Cancillería de Ecuador emitió un boletín de prensa indicando que las aseveraciones de que el supuesto informante Miguel acudió durante una semana y media a la Embajada de Ecuador en Colombia para denunciar el complot, son falsas. El Ministerio de Relaciones Exteriores indicó que sus funcionarios únicamente recibieron una llamada que anunciaba un supuesto atentado en contra de sus instalaciones, el 27 de marzo, pero nada más. El 16 de abril el presidente Gutiérrez dijo que la ministra Nina Pacari estaba desinformada y se emitió un nuevo boletín conjunto, entre Cancillería y Policía, en el que se aclaraba que la versión de la Policía se basó en la carta del informante y no cuestionaba la labor de los agregados diplomáticos en Colombia.
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