Los balnearios ubicados en el valle de Los Chillos estuvieron saturados de visitantes quienes el último feriado prefirieron permanecer los tres días en la ciudad.

La Merced fue uno de los más concurridos. El sábado ingresaron un promedio de 1 000 personas desde las primeras horas de la mañana.

Incluso se pudo observar largas colas de personas en el sector de La Marín que pugnaban por conseguir un bus que los lleve hasta esa parroquia.

Estos días de descanso son un buen momento para pasar en compañía de la familia. Así pensaba Ernesto Villacís, quien no pudo viajar a para visitar a sus parientes en Riobamba.

El feriado de Carnaval es la mejor temporada para este balneario, pero en la Semana Santa nos ha ido muy bien. Ese ese el testimonio de Colón Galárraga, gerente-administrador de las termas La Merced.

Incluso para estos días de descanso se habilitó la segunda piscina, construida en la parte baja del balneario.

Según las estadísticas de esa empresa, el flujo de turistas se incrementó considerablemente con respecto al último año. El costo del ingreso es de 2,50 dólares para los adultos y 1,5 para los niños.

Las piscinas municipales de El Tingo y Cununyacu también estuvieron repletas de bañistas, entre el sábado y ayer.

Aunque en el primero no hay un registro de los usuarios, sus administradores consideran que se incrementó, por lo menos en un 50 por ciento. Lo mismo ocurrió con las piscinas de Cununyacu, ubicadas en la vía Intervalles.

Los complejos turísticos privados también tuvieron una buena temporada. Hasta el compleo turístico Angamarca llegaron un promedio de 200 personas por día.

Conjuntamente con el feriado de carnaval, es una de las mejores temporadas, aseguró uno de los empleados.

Ell testimonio de María Jijón, propietaria de complejo Ushimana, fue el mismo. Incluso, el sábado al mediodía, la administración tuvo que restringir el ingreso del público.

La razón: la piscina y canchas deportivas y espacios recreacionales solo tienen una capacidad para 500 personas. Los costos en este sitio fluctúan entre 2,50 y cinco dólares.

Otros prefirieron pasar los tres días de descanso en casa. Después de la preparación de la fanesca, los juegos infantiles de los parques y centros comerciales fueron las principales actividades.

LOS PROBLEMAS

En San Rafael • En el sector de El Triángulo se volvieron a repetir las congestiones vehiculares, tampoco hubo control. Los 11,8 km de la autopista General Rumiñahui estuvieron transitados.

La Panamericana Norte • Guayllabamba y otras parroquias del norte también fueron un destino turístico. Sin embargo, la vía tiene problemas. El control policial fue mínimo en este sector.

Las ventas • Los balnearios municipales estuvieron llenos de ventas ambulantes. Los administradores fallaron en sus intentos de restringir el ingreso de comidas y animales domésticos.

La afluencia en el Austro, poca

La presencia de turistas nacionales y extranjeros fue mínima en Cuenca. En las tres hosterías de Baños, ubicadas a diez minutos del centro de la ciudad, no se registró aglomeración ni de visitantes ni de cuencanos.

La mayoría de estos últimos, se desplazó a las playas o a los valles de Paute, Gualaceo y Yunguilla. Su objetivo fue descansar en las propiedades particulares o en las hosterías de estos lugares durante los tres días del feriado de Semana Santa.

La Asociación de Hoteleros de Azuay ya preveía que la llegada de turistas no se igualaría a la registrada en otros feriados como Carnaval o fin de año. Estas son las temporadas más altas para este sector de la economía.

Estas estimaciones se realizaron de acuerdo al comportamiento de ocasiones anteriores. Los visitantes que arribaron a la ciudad llegaron de la Costa, principalmente.

Salinas vivió el feriado más intenso

A las 10:00 la brisa golpeaba los rostros y el mar apacible mojaba los pies descalzos de los caminantes mañaneros. A esa hora el sol ya estaba en todo su esplendor, pero eran pocos los visitantes que acudieran, el sábado por la mañana, al balneario de Salinas.

Una hilera de parasoles rodeaba la playa a esa hora del sábado. Esa atmósfera solo se veía perturbada por el leve repicar de las olas. Adentro, en el agua, eran pocas las cabezas que se contaban, la mayoría niños.

Entre las 11:00 y 12:00 fue consideradas como las más propicias para la familia Cuchipart, oriunda de Ambato.

Poco a poco el escenario fue cambiando. A las 13:30 eran más los turistas agolpados en el balneario. A esa hora el sol pegaba con mayor intensidad, tanto que los granos de arena se asemejaban a pequeños trozos de vidrio molido.

“Decidimos venir en la tarde ya almorzando, decía Teresa Briones. Ella acudió con su esposo y sus hijos.

Adentro en el agua una marea de cabezas negras, entre adultos y niños, disfrutaban del mar, a esa hora un poco más agresivo.

Y hasta en los restaurantes, ubicados alrededor del mercado, aprovecharon para atraer a los turistas. La oferta de todos los platos hechos con mariscos, cautivó a los clientes.

A pocos pasos en “Cevichelandia”, la escena era parecida. “Los precios están iguales que el feriado de Carnaval”, decía Marcelo Hidrovo, quien degustaba de uno de camarones.

En la playa también mejoró el negocio de Natividad Pluás. Ella alquilaba parasoles en la playa de Chipipe.

Esmeraldas: la afluencia a las playas fue mínima

En este feriado la afluencia de turistas nacionales y extranjeros a las playas esmeraldeñas fue menor. Los hoteles y playas de Atacames, Tonsupa, Súa y Same estuvieron a medio llenar, por lo que no cubrió las expectativas de los empresarios turísticos de la zona.

Ellos preveían la llegada de 15 000 turistas pero de acuerdo con estimaciones solo ingresaron alrededor de 8 000.

A pesar de ello no faltaron los problemas que se repiten en cada temporada vacacional: los racionamientos de agua, ineficiente recolección de basura en las playas, ventas ambulantes, incremento de precios en cientos restaurantes.

Por ejemplo, en Castelnuovo, una de las playas de Atacames más visitadas por los quiteños, el pasado sábado se le suspendió el agua en dos ocasiones.

Esa situación genero malestar en los visitantes hospedados en el sector, confirmo el propietario del hotel Azul Pacífico.

"Los turistas vienen a vacacionar, no ha pasar dolores de cabeza por falta de servicios básicos", insistió.

La falta de una adecuada y permanente recolección de basura en las playas atacameñas fue otro inconveniente que no fue superado por el Municipio.

Esa tarea se hacía solo en las noches; hasta el mediodía, las papeleras estaban llenas.

Tampoco los vendedores ambulantes abandonaron las playas, mientras los encargados de controlar aquello brillaron por la ausencia.

Todo ello conlleva a que cada vez menos turistas visiten las acogedoras playas de la provincia verde.

Poca gente llegó hasta las aguas termales de Papallacta

En los complejos turísticos se registró un tercio de los ingresos. Los administradores señalan que el derrame de petróleo en la laguna los perjudicó.

“No queremos salir. Pero verás que regresamos luego del almuerzo”. Con los dedos de las manos y los pies completamente arrugados, Daniela y Gabriela Camacho se negaban a salir de las piscinas termales de Papallacta.

Las dos hermanas, de tres y cinco años, permanecieron en el agua hasta las 12:00. Su familia llegó, desde Quito, a las 09:00 junto con un grupo, de amigos y familiares, que sumaba 13 personas.

"Apenas entramos, saltaron al agua. Siempre son así, no hay forma de sacarles una vez que entran a una piscina", explicaba su padre, Ángel, mientras recogía las boyas fosforescentes de las menores junto con su ropa de baño.

El resto del grupo esperaba, en la entrada del complejo termal, para la foto familiar. Una vez que las niñas fueron "convencidas" la cámara disparó y se inició una corta, pero alegre, caminata hasta los tres autos que disponían.

En el estacionamiento, las cajuelas de los tres Forsa se convirtieron en vitrinas de comida. En cada uno estaba un canasto con viandas suficientes para saciar el hambre que llegaba luego de una mañana agitada.

La temperatura del agua que supera los 55 grados centígrados no fue un obstáculo para los Tandazo, Herrera, Martínez y Camacho, las familias integrantes del grupo, naden y salten a la piscina polar. La otra parte de la mañana se fue en las visitas esporádicas a los baños sauna y turco.

“Nos vamos para ver el partido del ídolo. Hoy juegan Barcelona y Emelec”, comentó Ángel al abandonar las termas. Una jornada similar la vivieron 500 personas, incluidos niños y de la tercera edad, que visitaron, hasta ayer a las 13:00, las Termas de Papallacta.

Personas de toda condición económica disfrutaron del agua ferrosa que alivia varias dolencias de la piel y los huesos.

En las diez piscinas de este complejo turístico, las escenas de niños zambulléndose, parejas abrazadas y madres vigilantes se repetía.

Los rayos solares aparecieron solo en cortos intervalos el último día del feriado. El frío y el cielo nublado no impidieron las sesiones de aplicaciones mutuas de protector solar.

La típica saturación que se apreciaba en períodos similares, cuando llega al extremo de esperar para ingresar, no se repitió.

En esas ocasiones se registraban hasta 1 500 ingresos. “La gente llama preguntando si el derrame de petróleo, del 8 de abril en la laguna, nos afectó o si la carretera está en buen estado", señaló Hernando de la Cadena, funcionario de las Termas de Papallacta.

La última parada de los Camacho, antes de regresar a Quito, fue al filo del lago, contaminado con petróleo, para tomar la última foto.

En otras ciudades

La afluencia • Ayer, al Complejo Turístico Papallacta (Coturpa), que pertenece al Municipio de Quijos, apenas llegaron 200 personas.

Los pedidos • Wilo Pérez, administrador del Coturpa, pidió que se difunda en los medios de comunicación que las vertientes de aguas termales no fueron dañadas por el derrame de petróleo.

En Quito hubo tres fallecidos

Hasta el cierre de esta edición el retorno de los turistas, ayer, no estuvo marcado por la tragedia. Sin embargo, durante los tres días de feriado, se registraron decesos, riñas, escándalos... en el país.

En Quito, la Cruz Roja reportó la muerte de tres personas (dos por un deslizamiento de tierra y uno en un choque). Ese organismo, que trabajó con 120 socorristas, atendió a 20 personas heridas en la procesión del Viernes Santo, dos heridos por violencia civil el sábado, tres caídos, tres atropellamientos, cuatro choques...

En Guayaquil, el 911 registró cuatro conatos de incendio, nueve accidentes de tránsito, cinco robos a domicilio, 34 escándalos en la vía pública, 11 riñas entre pandillas y siete emergencias médicas.

La Policía detuvo a 19 individuos acusadas de delitos contra personas y propiedad privada.

Un niño desapareció en el río Guayas. Vivía en la cooperativa 24 de Mayo del Guasmo Norte. Fue llevado por las aguas cuando jugaba.

En Ambato, otro menor de edad fue apuñalado cuando participaba en la caminata de la fe, desde Ambato hacia Baños de Agua Santa. Lo llevaron al Hospital Docente Ambato.

Ayer, el retorno de 12 000 turistas que llegaron a Baños, principal balneario de Tungurahua, fue sin contratiempos.

La Policía de Cotopaxi informó ayer que, a las 10:40, Carmen Veintimilla, de 49 años, murió apuñalada. A las 00:30 se produjo el asalto a un camión cargado con víveres en la vía Latacunga-La Maná.

En Manta, no hubo contratiempos. Según Marcelo Rocha, subjefe de Tránsito, los controles fueron efectivos. “Se trazó un plan y se controló la llegada de turistas”, dijo.
EXPLORED
en Ciudad Quito

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