Quito. 19 jun 96. Cada pelÃcula de Camilo Luzuriaga se espera
con ansia. Uno se pasa años enterándose de vez en cuando de la
marcha del proyecto, de las dificultades que se le presentan.
Hacer cine en este paÃs, donde el verbo no se conjuga casi
nunca, debe ser una tarea bastante titánica.
El dÃa ha llegado, hoy se estrena "Entre Marx y una mujer
desnuda", "una pelÃcula de Camilo Luzuriaga basada en el libro
de Jorge Enrique Adoum", como se lee en los carteles que
llenan la ciudad.
La historia va más o menos asÃ: Galo Gálvez es un inteligente
intelectual de izquierda. El es paralÃtico, pero eso no le
impide ser un hombre de acción dentro del partido comunista.
Lo ayuda su sirviente, Falcón, que siempre está dispuesto a
cargarlo en hombros si es necesario. MargaramarÃa es su novia.
Aunque se aman, la relación entre los dos no es fácil: por un
lado está la disciplina partidaria y, por otro, la
discapacidad de Gálvez. Además está el Autor, platónicamente
enamorado de la mujer de un rico hacendado. Este hombre se
empeña en escribir la historia de sus vidas, pero tiene un
gran conflicto entre su necesidad creativa y su misión
polÃtica. Todos ellos son miembros del partido.
En la pelÃcula se encuentran también muchos otros personajes,
cada uno con su historia personal. Pero, además, el filme
permite adentrarse en una época. La historia transcurre en
Quito, en los mÃticos años 60, cuando los jóvenes creÃan que
podÃan cambiar el mundo, cuando el desencanto aún no habÃa
truncado sus sueños.
Camilo Luzuriaga y su equipo del Grupo Cine han cuidado mucho
la producción. Se podrÃan mencionar muchos aspectos, pero hay
algunos que realmente se destacan. La actuación rompe con el
esquema de "no hay buenos actores en nuestro paÃs"; los
personajes realmente están encarnados en ArÃstides Vargas
(Gálvez), Felipe Terán (el Autor) o Lissette Cabrera
(MargaramarÃa). La ambientación ha sido muy bien lograda, a
momentos nos resulta casi imposible tomar conciencia de que
las tomas se han hecho hoy en dÃa, pues tienen el sabor de un
documental. La fotografÃa nos regala imágenes de gran
plasticidad, profundidad y que enriquecen la función expresiva
del filme.
La palabra la tendrá el público con su asistencia a las salas.
Los productores esperan alcanzar el mismo éxito que tuvo "La
Tigra" hace seis años y lograr que su pelÃcula sea la "más
taquillera del año" en el paÃs.
La realidad supera las expectativas
Por Rafael Barriga
Especial para HOY
Luego de varios meses de retraso, se estrena al fin el nuevo
filme ecuatoriano "Entre Marx y una mujer desnuda", y vaya que
la espera valió la pena. El largometraje, dirigido por Camilo
Luzuriaga y producido por el Grupo Cine, ha superado todas las
expectativas crÃticas. Este es, sin caer en falsos
nacionalismos ni en tradicionales compadrazgos, un filme
auténtico, que se deja ver por los cuatro costados, que no
oculta su rotunda gana de elaborar, cuestionar y retratar el
modo de ser de una generación.
Dos textos paralelos
En casi todas las cuestiones cinematográficas, "Entre Marx..."
cumple con el difÃcil reto de adaptar un texto complejo, como
el publicado por Jorge Enrique Adoum hace dos décadas. Antes
de ver el filme, la duda estaba en la capacidad de Luzuriaga
para asimilar el ensayo original (porque lo más importante del
texto de Adoum es su poder ensayÃstico, sus comentarios sobre
el arte y la cultura, que se imponen frente a la trama, los
personajes y las situaciones). Pero el filme -obra distinta e
irrepetible- se convierte también en un texto de prodigioso
comentario, de válido análisis, de celebrada naturaleza
ensayÃstica. AquÃ, también, las situaciones de la trama, las
cosas de la narrativa, son meros referentes, apenas cuestiones
accesorias al análisis sintético de Luzuriaga. Texto literario
y texto cinematográfico, entonces, cumplen con un mismo fin,
son variaciones sobre un mismo tema.
Las secuencias subjetivas (sueños, recuerdos -o
mortificaciones- de la infancia, imágenes de recreación
literaria), por estar tratadas con una apropiada gramática,
proporcionan al filme sus momentos más felices en la imagen,
son las que le dan una razón de ser y le adornan con una
extraña y turbadora belleza.
Solo el sonido falló
Otro aspecto preocupante era la actuación. Siendo un proyecto
que se sustenta en un guión complejo, el trabajo actoral debÃa
ser fuerte, no debÃa caer -como cayó La Tigra (1989)- en
pecaminosas ingenuidades. El diagnóstico, luego de ver la
pelÃcula, es de suceso. La actuación -sobre todo la de
ArÃstides Vargas y Felipe Terán- cumple con corrección y nunca
incomoda. Es, pues, un sonado éxito, si tomamos en cuenta la
escasa tradición dramatúrgica del medio ecuatoriano. Algo deja
que desear Lissette Cabrera, quien en ciertos momentos
sobreactúa, haciendo muy evidente su apego a la actuación
teatral.
La parte visual de la pelÃcula es, sin duda, la más poderosa.
La fotografÃa de Olivier Auverlau se encarga de llenar la
pantalla con la dosis justa de color; el granulado espeso de
la cinta le da ese ambiente de nostalgia que la narrativa
exige. Lo mismo sucede con los decorados diseñados por Pepe
Avilés. El Quito de la pelÃcula se vuelve -gracias a esa buena
dirección de arte- creÃble, y las secuencias subjetivas están
diseñadas con la suficiente imaginación para que resulten
contrapuestas a las secuencias objetivas.
Quizá el único reparo que se le puede hacer a "Entre Marx..."
está en la pobre mezcla de sonido efectuada -que empeora
gracias al pésimo sistema de sonido de la sala de cine de la
Casa de la Cultura (donde el filme fue pre-estrenado para la
prensa). Ciertas escenas pierden su contundencia ante la
escasez de sonidos, algo del extraordinario ambiente visual no
se complementa con juegos de sonido.
Pero son las virtudes bastante más numerosas que las
deficiencias, y la principal virtud está en haber conseguido
estrenar la pelÃcula. Por todos es conocida la falta de apoyo
y de recursos que el cineasta ecuatoriano debe superar. "Entre
Marx..." ha sido completada con coraje y a tenacidad. Este
capÃtulo en la vida cinematográfica del Ecuador debe ser, por
la autenticidad de la propuesta y la efectividad del producto,
motivo de orgullo nacional.
Son estas lides, como dice Camilo Luzuriaga, las que elevan la
autoestima del ecuatoriano y las que, de uno u otro modo, nos
hacen menos pequeños.
Dramas detrás de las cámaras
Como es de suponerse, el principal problema para los
realizadores de "Entre Marx y una mujer desnuda fue el
financiamiento de la producción". El Estado ecuatoriano
financió parte de la pelÃcula por intermedio del Ministerio de
Educación y otros organismos. La empresa privada también
invirtió su dinero en el filme. Aún asÃ, el rodaje de la
pelÃcula debió suspenderse por algunos meses, pues hubo
retrasos en las entregas de los dineros ofrecidos. Grupo Cine
decidió entonces vender acciones de la pelÃcula. 215
participantes apoyaron la iniciativa. AsÃ, el rodaje terminó
y, para las labores de edición y reproducción de la cinta, el
Estado francés facilitó importantes contingentes. Finalmente,
la pelÃcula se estrena hoy, luego de peripecias económicas,
gimnasias bancarias y una enorme dosis de empuje y tenacidad
por parte de los realizadores.
FICHA TECNICA
"Entre Marx y una mujer desnuda" se exhibe desde hoy en los
cines BolÃvar, Colón, Benalcázar, Casa de la Cultura y
Politécnico.
-PRODUCTOR Camilo Luzuriaga
-PRODUCTORA EJECUTIVA Mariana Andrade
-PRODUCTOR ASOCIADO Gonzalo Ponce
-GRUPO PRODUCTOR Grupo Cine
-DIRECTOR Camilo Luzuriaga
-AUTOR DEL LIBRO ORIGINAL Jorge Enrique Adoum
-GUION ArÃstides Vargas
Camilo Luzuriaga
-DIRECTOR DE FOTOGRAFIA Olivier Auverlau
Y OPERADOR
-COMPOSITOR MUSICAL Diego Luzuriaga
-MUSICA DE REPERTORIO Hugo Idrovo
Jaime Guevara
Ataulfo Tobar
-DIRECTOR DE ARTE José Avilés
-EDICION Camilo Luzuriaga
Santiago Parra
Antonio Barahona
-BANDA SONORA Camilo Luzuriaga
Rodolfo Bohmwald
-FORMATO EN CINE 35 mm.
-DURACION 90 minutos
-PROTAGONISTAS
ArÃstides Vargas como Galo Gálvez
Felipe Terán El Autor
Lissette Cabrera MárgaramarÃa
Maia Koulieva Rosana
Carlos Valencia Falcón de Aláquez
Gerson Guerra RÃspido
Ximena FerrÃn Potrilla
Francisco Aguirre El poeta anarquista
Jorge Mateus Braulio
Enrique Males Juanmanuel (DIARIO
HOY) (P. 5-B)
en
Explored
Publicado el 19/Junio/1996 | 00:00