Quito. 24 jun 96. Están desde hace un mes en el hogar San Vicente
de Paúl. No tienen tratamiento médico. La ayuda noruega fue
suspendida por el Ministerio de Bienestar.
Martha Isabel, MarÃa José y Carlitos están en uno de los cuartos,
en medio de una alfombra de figura de corazón, tratando de jugar
como los demás niños. Ellos tienen serias lesiones fÃsicas que
les prohÃbe desarrollarse con normalidad.
Ya llevan más de un mes internos en el orfanato San Vicente de
Paúl, desde que el pasado 13 de mayo fueron trasladados de su
hogar sustituto de la familia Albán, ubicado en Guajaló, al sur
de Quito.
En este hogar recibÃan el calor de una familia y tratamiento
médico para su recuperación paulatina.
Los gastos estaban a cargo de la fundación Adopsjonsforum, de
Noruega, quien pagaba a la familia Albán 600 mil sucres para la
alimentación. La rehabilitación y tratamiento médico recibÃan de
un especialista del hospital Metropolitano, como una obra social.
¿Pero por qué salieron? El ministro de Bienestar Social, Alberto
Cárdenas, en compañÃa de miembros del Grupo de Operaciones
Espaciales (GOE) y del programa de televisión Dentro y Fuera
irrumpieron en el hogar bajo el argumento de que presuntamente se
trataba de un caso de tráfico de niños y que estaban a apunto de
salir a Noruega.
Ahora que ha pasado un mes y medio desde esa amarga experiencia,
los tres menores llevan en el rostro y en sus ojos el dolor al
estar abandonados: no tienen el calor de una familia. Están
solos, a pesar de su corta edad.
Hay momentos que entregan leves sonrisas, sobre todo, cuando
alguna persona desconocida demuestra interés de jugar con ellos.
Por ahora están en uno de los pabellones del orfanato.
De la historia de los tres menores se conoce muy poco. Lo único
cierto es que no tienen familiares: Martha Isabel fue encontrada
en la ciudad de Cuenca; Carlitos y MarÃa José en Guayaquil.
Por esta razón fueron declarados, por las autoridades
competentes, como menores legalmente abandonados e inmediatamente
internados en orfanatorios, para que tengan la posibilidad de ser
adoptados.
En el orfanatorio San Vicente de Paúl no solo que no han recibido
ayuda para su rehabilitación fÃsica, Tampoco se les ha dado las
facilidades para que sean colocados en hogares nacionales. Ellos,
por sus discapacidades motrices son de muy difÃcil adopción.
Según una de las religiosas de este centro, que prefirió mantener
el anonimato, el destino de los tres menores es dramático. "No
hay parejas que se interesen en ellos. Los prejuicios que acarrea
ser niños con deficiencias fÃsicas, sus edades e inclusive por su
color de piel".
"El futuro es incierto porque al cumplir 18 años tendrán que
salir de este centro y se dedicarán, seguramente, a mendigar en
las calles con el rechazo de la sociedad", afirma con tristeza.
Los tres casos tienen historias parecidas. Por ejemplo, de Martha
Isabel no se sabe cuantos años tiene(se cree que posiblemente
cuatro o cinco). Fue encontrada en Cuenca, el 11 de enero del año
pasado, en el mercado 9 de Octubre. Inmediatamente la internaron
en el orfelinato Tadeo Torres, de esa ciudad.
El Comité de Asignaciones del Austro, resolvió pedir ayuda médica
para los tres menores, de conformidad con el convenio suscrito
con la fundación de Noruega. Luego, el 5 de junio del 95, el
Tribunal de Menores del Azuay la declaró en abandono definitivo,
y ordenó que se tramite la inscripción de nacimiento con fecha 10
de mayo de 1990.
Posteriormente, el 27 de junio, la misma entidad autorizó que
MarÃa Isabel sea trasladada a Quito para que reciba atención
psiquiátrica, bajo la responsabilidad de Adopsjonsforum.
Según el médico tratante de los tres niños, Mario Almeida, la
niña tiene problemas de lenguaje, retraso sicomotriz e hipotonÃa
de su pierna izquierda, que no le permiten caminar con
normalidad, por lo que aconsejó que permanezca en el hogar
sustituto de la familia Albán.
Mientras tanto, MarÃa José y Carlitos fueron encontrados en
Guayaquil. Ella tiene aproximadamente cuatro años de edad y su
diagnóstico asegura que tiene un alto grado de desnutrición,
problemas en la columna vertebral, entre otros. Puede articular
ciertas palabras pero, según una de las religiosas que la cuida
en el centro, durante las noches grita desesperadamente. "Suele
tener reacciones de autodestrucción porque se golpea
constantemente la cara y su cuerpo".
Carlitos tiene unos siete años. Permaneció en el hogar de niños
Guayaquil porque su madre lo abandonó el 14 de enero de 1993.
Luego de varias investigaciones se lo declaró en abandono.
El tiene un problema en el párpado derecho -necesita una
operación- no habla y no puede mantenerse en pie. Solamente mueve
las manos, pero con dificultad.
El médico le diagnosticó retraso sicomotriz, entre otras lesiones
de consideración. Aconseja que debe ser sometido a una terapia
fÃsica integral.
La suspensión afecta a 20 niños abandonados
Luego de aclararse de que no se trató de un caso de tráfico de
niños que iban a salir del paÃs, nació otro problema: la ayuda
económica para el tratamiento médico de 20 menores más fue
suspendida.
La fundación noruega Adopsjonsforum que hasta el mes pasado
cumplÃa con un convenio firmado hace seis años con el Ministerio
de Bienestar fue suspendido. El acuerdo es de ayuda a niños; la
resolución fue del ministro, Alberto Cárdenas.
El convenio tenÃa como objetivo la colaboración especialmente en
programas de ayuda técnica y médica y buscar parejas en Noruega
que deseen adoptar a niños con deficiencias fÃsicas.
Germán Peñaherrera, subsecretario de Bienestar, aseguró que hubo
una mala coordinación entre las instancias de del ministerio para
verificar si el traslado de los menores era legal. Sin embargo,
dijo que hay la posibilidad de que el convenio vuelva a entrar en
vigencia.
Julio Prado Vallejo, presidente nacional de la Comisión de
Derechos Humanos asegura que la actitud del Ministro es
irracional "porque deja sin la posibilidad que se pueda ayudar a
los menores con asistencia médica y que no hay justificación para
que haya tomado esta medida. Cualquiera que sea el próximo
Gobierno buscaré la forma de que el convenio con Noruega sea
nuevamente reactivado".
Por su parte, Jessi Terán de Almeida, representante legal de la
fundación noruega, manifestó que es penoso que en el último mes
de vida que le resta al ministro se le ocurra dejar a los niños
sin la posibilidad de recibir ayuda humanitaria.
Por su parte, Odd Hanssen, cónsul de Noruega, se mostró muy
apenado ante la noticia de que la ayuda de noruega se suspenda de
la noche a la mañana. "Es lamentable por que la ayuda
desinteresada de mi paÃs se ve truncada por una decisión de un
funcionario. Noruega se mantiene en espera que sea revocada esa
resolución para bien de los menores que son los únicos
beneficiarios de los programas", dijo. (FUENTE: EL COMERCIO,
P. A-7)
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Publicado el 24/Junio/1996 | 00:00