Quito. 17.05.93. Bueno, y ¿qué mismo es esto de la poesÃa? ¿Cómo
es su lenguaje, cuál es su propósito? Varios problemas surgieron
en torno a este candente tema, hace pocos dÃas, en la mesa
redonda "Tendencias de la poesÃa ecuatoriana", que tuvo lugar en
la Posada de Artes Kigman, a donde se dieron cita poetas y
literatos, que se regocijaron escuchando los mejores versos de
nuestro paÃs.
Los expositores fueron Julio Pazos, Bruno Saenz, Susana Cordero y
Jorge Enrique Adoum. Todos ellos lograron, entre versos, poetas y
poesÃa, tratar diferentes aspectos de esta expresión artÃstica.
EL POETA Y SU FUNCION SOCIAL
Para Bruno Saenz, la poesÃa nace de una necesidad social.
El poeta, por tanto, cumple papeles sociales, con el propósito de
despertar la conciencia de la gente.
A pesar del importante papel que tiene el poeta dentro de la
sociedad, la realidad no lo favorece. Según Saenz, en un paÃs de
poetas, existe una lucha por buscar una ubicación, la misma que
es alcanzada por muy pocos. Por ello, entre todos los poetas que
intentan cumplir su función social, pocos son los leÃdos. Para
éstos "escogidos" poetas, ya no hay retorno; aunque, para cumplir
su propósito, necesitan rodar su poesÃa con el tiempo.
"No deben detener su poesÃa, sino, adaptarla a los cambios
sociales", si es que realmente desean ser despertadores de
conciencia.
UN LENGUAJE CON MUCHOS CAMINOS
Para Susana Cordero, pocos poetas han logrado dar a luz una obra
eminentemente poética. El problema, radica quizás, en la
dificultad que significa manejar el lenguaje, que, "con todo su
lastre de obscuridad, casi tan rico como su peso de luz y
fantasÃa, es para lo poético y filosófico, instrumento único de
expresión".
Pero, cuáles son entonces, las peculiaridades del lenguaje
poético? Susana Cordero asegura que el lenguaje poético es
riguroso y carece de improvisaciones. Además, afirma que no es
verdad que al no tener como referente inmediato a la realidad
real, este lenguaje deba prescindir de su propia dimensión
semántica. "Sus expresiones tiene gran significación, y dicen no
solo una cosa, sino infinidad de cosas. El lenguaje poético es
implÃcito, sugerente, y su lenguaje no se desarrolla sobre una
sola lÃnea semántica, sino que está entrecruzada por infinidad de
lÃneas de significación". Por esto, y solo por esto, la poesÃa
puede convertir lo que toca en sÃmbolo.
A la expresión poética colabora entonces todo: la palabra y su
música, su color y su acento; el verbo, las combinaciones y
permutaciones léxicas; el mundo de la metáfora, y, claro, el
recuerdo.
LA ANTIPOESIA
Pero además de la poesÃa, muchos poetas formaron la antipoesÃa,
que fue un intento por borrar esa solemnidad falsa, superpuesta y
de almidón, que tuvo a veces la poesÃa. No se trataba de
renunciar a los temas eternos como el amor y la muerte. Para
Jorge Enrique Adoum, este intento fue una actitud contra cierta
concepción de la poesÃa. Fue un contrasentido. Una nueva
concepción que rompÃa, sobre todo, con la poesÃa épica y lÃrica.
La antipoesÃa empezó en los años 60, cuando simultáneamente se
decidió introducir el humor, los lenguajes populares y la vida
cotidiana, en una poesÃa a la que los románticos y modernistas le
bajaron del pedestal, y la elevaron al lenguaje popular. Para
Adoum, fue eso, talvez, lo que hizo daño a la poesÃa, volviéndola
trivial, pues, al querer utilizar el lenguaje de todos los dÃas,
se llegó a un desconocimiento, a un desprecio mucho mayor de la
lengua, y por tanto de la poesÃa.
Y AHORA SI, LAS TENDENCIAS
Al Ecuador han llegado todas las corriente y tendencias
-americanas y europeas. El problema, para Jorge Enrique Adoum, es
que nos hemos sentado a esperar que las tendencias lleguen, y no
nos hemos levantado a buscarlas. AsÃ, y a pesar de todo, Julio
Pazos, nombró tres tendencias concretas en nuestra poesÃa:
-La primera, dijo, es la "literal de vanguardia", que se
desarrolla en el Ecuador a partir de los años 20, y está
caracterizada por un surrealismo evidente.
Entre los poetas que se enmarcan en esta primera tendencia están
Miguel Angel Zambrano y Arturo Gangotena, que dejan entrever en
su poesÃa referentes cotidianos, y un vanguardismo moderado.
-La segunda tendencia es la de la "antipoesÃa", que se inicia
desde 1950, y que según Hernán RodrÃguez Castelo, abre el camino
a lo antiépico, lo antipoético y lo antiestético, perturbando la
armonÃa del instrumental analógico.Esta tendencia, en donde está,
entre otros, Jorge Enrique Adoum, se opone a la obscuridad
inútil, y toma, en cambio, intenciones sociales; adoptando un
surrealismo irónico, y un proseÃsmo -no la prosa-.
Al parecer, uno de los objetivos de lo poetas que están dentro de
esta tendencia, era recuperar el humor popular, desmitificando,
al mismo tiempo, la historia.
-La tercera y última tendencia, para Julio Pazos, es la
"conversacional", que al igual que la tendencia anterior es
crÃtica del pasado, pero -a diferencia de la primera, que fue
calificada de negativa- evoca el presente y se abre al porvenir.
En esta tendencia están lo poetas ecuatorianos Euler Granda y
Javier Ponce, entre otros.
Son en estas tres tendencias en las que se han ido ubicando, en
forma alternada, los poetas más conocidos de nuestro paÃs, con el
fin de recuperar la vitalidad creativa del pueblo. Sin embargo,
la lÃrica continúa, y nadie niega que puedan aparecer nuevas
tendencias.
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Publicado el 17/Mayo/1993 | 00:00