Quito. 4. sept. 97
(1831-1910)
Autodidacta, de espÃritu inquieto, se entregó con fervor a la
educación de la niñez y de la juventud de su tiempo.
Jipijapa, Yaguachi, Guayaquil, se beneficiaron con su esmerado
magisterio.
Nació el 14 de noviembre de 1831 en Guayaquil. Fue hija del
coronel Ignacio Lecumberri, francés, quien habÃa servido con
lealtad a Ecuador desde 1821; y, de doña Rita Robles, hermana
del general Francisco Robles, quien fue presidente de la
República de 1856 a 1859.
En Guayaquil dirigió la Escuela San Alejo, de 1880 a 1882; y
la Nueve de Octubre, de 1882 a 1895.
La revolución liberal sacudÃa la superestructura ideológica
del Ecuador. Libertad de expresión y de cultos, laicismo como
pauta de acción estatal, democratización de la cultura.
Estos fueron los grandes principios institucionalizados por el
liberalismo que le tocó vivir a Rita Lecumberri.
La Municipalidad de Guayaquil le entregó medalla de oro y
diploma el 9 de Octubre de 1894 por "su constancia en los
muchos años que desempeñó con lucidez el cargo de directora de
un establecimiento de enseñanza primaria y por sus virtudes y
reconocido talento e ilustración".
La Convención Nacional reunida en Guayaquil en 1896 expidió el
derecho jubilatorio de doña Rita Lecumberri Robles. Pero no
quiso descansar, pues siguió trabajando por la educación de la
mujer guayaquileña.
El periódico "el grito del pueblo" le rindió honores. El
periodista Fernando GarcÃa Drouet escribió el artÃculo
"Silueta" en el que elogiaba a Rita Lecumberri por su labor de
educadora y poetisa.
Jubilada en 1903, a los 72 años de edad, fundó la Academia
Nocturna de Señoritas. Por no haber un local disponible,
brindó su casa de la calle Sucre 917 para que funcionara ahÃ.
Era de aquellas maestra que visitaban los domicilios de sus
alumnas que habÃan terminado la primaria para hablarles de
imperiosa necesidad de que continuaran los estudios.
Colaboraron con la Academia maestros de la categorÃa de Adolfo
Fassio, Gumersindo Yépez, Aurelio FalconÃ, Gustavo Lemos,
Alfredo Sanz, Francisco Campos Rivadeneira en el artÃculo
"Tiempos que fueron" que escribió para "El Telégrafo", e 29 de
julio de 1958, dijo: "Terminadas las horas de clase, era
frecuente que prolongara mi estadÃa, retenido para tratar
algún punto sobre práctica de enseñanzas o problemas
pedagógicos con la docta amiga, quien me mostraba su obra
literaria y sus artÃculos de Ãndole educacional, patriótica o
filosófica, y también colaboraciones de oportunidad,
observando muchos de sus trabajos salidos a la luz en las
columnas de honor del gran diario La estrella de Panamá".
Asegura la investigadora MarÃa Luisa Mariscal de Guevara que
con la fundación de la citada Academia, se habÃa dado un paso
trascendental en las costumbres y perjuicios de ese entonces,
pues la mujer se limitaba a su vida de hogar, sin importarle
su preparación intelectual. Rita Lecumberri fue el sÃmbolo de
la mujer luchadora, estudiosa, instruida.
El laicismo
Concibió la gran idea de fundar un Colegio Normal de
Señoritas, donde se formaran las maestras que educasen a las
futuras generaciones. Sus sueños y aspiraciones se
cumplieron.
La escuela primaria Rita Lecumberri fue elevada a la categorÃa
de Colegio Nacional Rita Lecumberri, el 7 de mayo de 196. fue
l primer colegio fiscal de señoritas que tuvo Guayaquil.
Comenzaron 200 alumnas. Hoy es el más antiguo. Tiene 91
años. Ofrece el bachillerato en humanidades modernas y en
informática. Es Experimental.
La primera rectora fue doña Inés mercedes Balda, nacida en
Montecristi, ManabÃ. El cuerpo de profesores lo integraron
Mercedes Granda Guarnizo, Gertrudis Balda, Ignacia Béjar
Sánchez, Joaquina Gavilanes, Margarita LadÃnez, Aura
Santibáñez, Julia reyes, Rosario Echanique, Teresa Ala-Vedra y
Tama, Segundo Guzmán, Piedad Castillo de LevÃ, Rafael Rivas,
Manuel Gómez Abad, Luis Wanderberg, Adolfo Fassio, FermÃn Vera
Rojas y Alfredo Sanz.
En 1911 el mismo general Eloy Alfaro comprendió que era
necesaria la preparación del profesorado y creó la Escuela
Normal Elemental Rita Lecumberri.
El 25 de junio de 1911 se levantó el acta de Apertura del
Curso Normal de PedagogÃa, que era de tres años.
En 1915 se incorporaron las primeras normalistas. He aquà sus
nombres: Carmelina Barahona, Angelita Jiménez, Guillermina
Mestanza Alava, Dolores Pacheco Alava, Luz MarÃa Ureta,
Dalinda Balda, Victoria Alemán Peña, Emilia Avilés Morla,
Carmen Navas Bonilla y Carlota Morales.
En 1919 se llamó Instituto Normal Rita Lecumberri. Grandes
educadoras ejercieron el rectorado en diferentes épocas:
Amarilis Fuentes AlcÃvar, Emma Esperanza Ortiz Bermeo,
Esperanza Caputti Olvera, Aurora Vallejo Arrieta, Blanca
Falquez de Véliz, Blanca Arce de Salcedo, Ana RodrÃguez de
Gómez, Amalia Salazar de Maldonado, MarÃa Luisa López de RÃos,
Alicia RiofrÃo Quiroz. Actualmente el cargo lo desempeña
Hortensia Calderón de Tenecela.
El eminente educador ecuatoriano Emilio Uzcátegui GarcÃa
sostenÃa que el laicismo arraigó tan bien, que acaso Ecuador
es el único paÃs sudamericano que mantiene sin interrupción
esa filosofÃa, vigente en sus establecimientos públicos desde
principios de siglo.
Un factor positivo, que no puede desconocerse en cuanto al d
desarrollo educativo durante el liberalismo, es el acierto de
los primeros presidentes en la designación de ministros en tan
importante cartera, ya que la ocuparon personalidades de las
ejecutorias de José de Lapierre, José Peralta, Luis A.
MartÃnez, Luis Napoleón Dillón, Manuel MarÃa Sánchez. En los
normales se formaron los maestros laicos. El laicismo
defendió la libertad de pensamiento, la democratización de la
enseñanza, el estudio experimental, el cuestionamiento
reflexivo, la investigación crÃtica y la profundización
técnica.
Abrió, pues, un nuevo mundo de conocimientos, donde la rigidez
de las dogmas fue reemplazada por la búsqueda de la verdad.
Poetisa
Cultivó con acierto la poesÃa. Triunfó en el concurso
literario que promovió la Municipalidad el 9 de octubre de
1883. Escribió el primer himno del Colegio Normal Rita
Lecumberri.
Las numerosas poesÃas de Rita Lecumberri fueron compiladas en
"Ensayos poéticos de Rita Lecumberri", en 1883.
Escribió, también, el juguete cómico en un acto y en verso
titulado "La embustera arrepentida" para los alumnos de la
escuela 9 de Octubre, cuando ejerció el cargo de directora.
Después publicó más poesÃas en el periódico "Guayaquil
artÃstico", en la revista "El hogar cristiano" y en la revista
"Olmedo".
Dice la Mariscal de Guevara que Rita Lecumberri como poetisa
es exquisita, dulce, tierna, sus poemas revelan un
temperamento tranquilo, bondadoso y desinteresado.
Rita Lecumberri murió en Guayaquil, el 23 de diciembre de
1910. Los diarios porteños "El Telégrafo" y "El grito de
pueblo" publicaron notas necrológicas. su tumba se encuentra
en el Cementerio General de Guayaquil.
El gran mérito de Rita Lecumberri es haberse adelantado a su
época. Haber luchado para que la mujer fuera una activa
participante de la vida pública. Hermosa lección nos dejó.
Opiniones
"Maestra de verdad, amó a los niños sin diferencias de clases,
mentalidades y apellidos; fue ejemplo viviente de amor al
niño, levantando muy en alto la bandera de la justicia, para
que nunca rueden por sus angelicales mejillas lágrimas de
decepción ni de tristeza.
Y es asà como sembró en los niños la semilla del bien y del
saber".
MarÃa Luisa Mariscal de Guevara.
"Fue autodidacta y puede decirse que no conocÃa las corrientes
pedagógicas europeas; pero supo intuirlas con su poderoso
talento y superarlas con su pedagogÃa de exquisitez
espiritual".
Alicia RiofrÃo Quiroz
"LA temática de sus poemas son de contenido religioso y
cÃvico.
En ellos exaltó los valores morales como la virtud y la
amistad.
Fue contemporánea de Juan Montalvo y vivió la etapa histórica
del garcianismo y de las luchas del liberalismo revolucionario
que triunfó el 5 de Junio de 1895. Como educadora y literata
fue una feminista".
Alejandro Guerra Cáceres (Texto tomado de El Expreso)
en
Explored
Publicado el 04/Septiembre/1997 | 00:00