Montrouis. 10.06.95. La Organización de Estados Americanos
(OEA) reforzó su poder de acción polÃtica en sus reuniones
ministeriales de Haità y dejó a sus 34 paÃses miembros la
tarea de avanzar en temas tan puntuales como el
narcoterrorismo y la corrupción, reforzando la democracia y el
respeto de los derechos humanos sin dejar de reflexionar sobre
el caso cubano.
La Asamblea General de la OEA-1995 se realizó desde el lunes
pasado hasta este viernes en HaitÃ, último paÃs en recuperar
la democracia, en un continente plagado de dictaduras durante
los años 70 y 80, exceptuando el singular caso cubano que
mereció un imprecedente análisis por separado.
Curiosamente, fue la dictadura duvalierista que por presiones
de Estados Unidos dio en 1962 en Montevideo el voto decisivo
que suspendió a Cuba de la OEA por haberse alejado de la
democracia.
En pocas pero sólidas palabras, el nuevo Secretario General de
la OEA, el ex-presidente colombiano César Gaviria, quebró la
monotonÃa de la cancina diplomacia hemisférica al plantear la
urgencia de dar a Cuba "una oportunidad" para su retorno al
Sistema Interamericano.
Estima que como Cuba está avanzando en sus reformas económicas
ya es tiempo de ofrecerle esta oportunidad.
También pidió acciones rápidas y efectivas, dejando a los
gobiernos la tarea de demostrar con hechos concretos y menos
palabras los avances en la gama de temas de interés común que
se produzcan en el año que separa la cita de Montrouis con la
cita de Panamá, sede de las reuniones ministeriales de 1996.
Gaviria estremeció a la diplomacia regional con su propuesta
sobre Cuba, además de dar ritmo de gacela al cancino andar de
oso polar que ha frenado durante decenios las acciones de la
OEA en el campo polÃtico.
Sorprendió gratamente a algunos Cancilleres, como los de
Brasil, México, Colombia, Bolivia y Chile, que nunca ocultaron
sus planteamientos sobre el caso cubano, aunque estos
gobiernos prefieran un "gesto sin condiciones".
Entusiasmó a Canadá, que reclama un diálogo abierto y
permanente para ayudar a los cubanos a avanzar en sus
reformas, pero enfrió o entibió a ciertos ministros
retiscentes a la idea de acercar al "Club OEA de la
Democracia" a un gobierno de tinte marxista-leninista como el
cubano.
Gaviria planteó la modernización de la OEA y automáticamente
otorgó al organismo un dinamismo que todos sus miembros
esperaban pero que nadie se atrevÃa a plantear públicamente.
Durante su gobierno (1990-94), Gaviria logró conseguir
realizar en Colombia una profunda transformación
institucional, polÃtica-económica-social, además de
incrementar la lucha contra el narcotráfico, al que enfrentó
sin temores.
Al asumir el pasado 9 de septiembre como Secretario General de
la OEA también se fijó dinámicos objetivos regionales y
decidió enfrentarse a la tradicional diplomacia con
proposiciones que salen del marco tradicional, como este
revolucionario planteamiento sobre Cuba.
De entrada, creó o reactivó la Unidad para la Democracia, la
Unidad para el Comercio y la Unidad para el Desarrollo
Sostenible. Estos son los tres pilares, los parámetros de la "nueva OEA".
La OEA asumió en diciembre pasado responsabilidades
adicionales en la Cumbre de Presidentes de Miami y hoy, seis
meses después, el organismo está enfrentado a los principales
desafÃos de la nueva era.
El dinamismo de Gaviria se palpó fácilmente en las reuniones
de Montrouis.
De aquà a la cita de Panamá, habrá una serie de reuniones
regionales a nivel de expertos y ministros en las diversas
áreas de responsabilidad de la OEA, y de ellas deben salir
decisiones concretas que serán puestas luego a disposición del
plenario de Cancilleres-1996.
La cadena de reuniones se iniciará la próxima semana con una
cita de los miembros de la Unidad de Comercio en Montevideo,
Uruguay.
Luego, la serie continuará:
- el 30 de junio con la Cumbre Ministerial de Comercio, en
Denver, Colorado
- el 23 de julio con la Cumbre de Ministros de Defensa, en
Williamburg, Virginia
- en Santiago de Chile con una reunión de Seguridad
Hemisférica
- en La Paz, Bolivia, con una cita hemisférica sobre
Desarrollo Sostenible
- en Lima, Perú, con una conferencia interamericana sobre
Terrorismo.
También están previstas otras reuniones cumbres sobre
corrupción y narcotráfico y telecomunicaciones.
Asà como ocurrió en HaitÃ, con una nutrida serie de proyectos
adoptados para reactivar estas diferentes áreas, en Panamá se
esperan "hechos concretos", además de la posible inclusión en
la agenda oficial el tema sobre Cuba.
El balón esta ahora en el terreno de los 34 gobiernos miembros
del "Club OEA". La expectación está en Washington y La Habana.
LA NUEVA ERA DE LA OEA
La XXV Asamblea General de la Organización de Estados
Americanos (OEA) fue clausurada por su secretario general
César Gaviria, quien reiteró su convicción de haber iniciado
la transformación de ese organismo para hacer frente a los
desafÃos del nuevo milenio.
"Digo con satisfacción que en esta XXV Asamblea le reiteramos
al mundo, en voz alta, que constituÃmos una organización
nutrida por la fuerza irrefutable de los valores compartidos".
Cancilleres y representantes diplomáticos de 34 naciones del
hemisferio, con la única excepción de Cuba, discutieron
durante cinco dÃas en el lujoso balneario de Montruois, las
nuevas directrices de la organización, contenidas en el
documento "Una nueva visión de la OEA".
Los temas sobre la consolidación de la democracia y la defensa
de los derechos humanos, el combate al narcotráfico y la
preservación del medio ambiente, asà como el desarrollo
sostenible y la lucha contra la pobreza, fueron, entre otros,
los puntos de agenda de la cita de Montruois.
La próxima Asamblea General se realizará en Panamá, en 1997,
según acuerdo de los asambleistas.
Durante la XXV Asamblea General, el ex-presidente Gaviria
machacó durante sus discursos en la necesidad de modernizar la
OEA, para ponerla a la altura de las exigencias de fines de
siglo.
REINGRESO DE CUBA: EL TEMA PENDIENTE
El retorno de Cuba a la Organización de Estados Americanos
(OEA), después de más de tres décadas de separación, está aún
distante, y esa intención se enfrenta a complejidades
diplomáticas, sobre todo al condicionamiento de Estados
Unidos.
A pesar de que Cuba no forma parte del sistema, la presencia
de la cuestión cubana fue palpable en la XXV Asamblea de la
OEA.
Una destacada fuente caribeña declaró que el Grupo CARICOM
-Mercado Común Caribeño- ha hecho saber en privado tanto al
Gobierno de Fidel Castro como al Departamento de Estado de
EEUU que están dispuestos a servir de nexo en caso de que se
tratara de una aproximación en el marco del sistema
interamericano.
Los paÃses del CARICOM están dispuestos a la formación de una
"comisión gestora" si existiera el beneplácito de La Habana y
Washington porque sus 13 naciones miembros tienen vÃnculos
diplomáticos y comerciales con Cuba que facilitarÃan su labor.
La cuestión de Cuba, presente en las Asambleas de la OEA desde
hace al menos dos años, en Montrouis alcanzó su nivel más alto
en más de 30 años por la visible mención del secretario
general de la organización, el colombiano César Gaviria.
En un discurso en el acto inaugural, Gaviria aseguró que el
sistema regional "no puede ser testigo mudo de una situación
inaceptable".
Posiciones diferentes
A excepción de México, Colombia, Brasil, Bolivia y Canadá,
paÃses dispuestos a abrir el diálogo con Cuba sin
condicionamientos, el resto asumió una gama de posiciones que
condicionan el regreso a la OEA a la previa democratización
cubana.
Fuentes diplomáticas canadienses se mostraron cautelosas con
respecto a la posilidad de un próximo retorno a Cuba a la OEA,
porque juzga que dentro de la "nueva visión" que aplicará
Gaviria a partir de la Asamblea de Montrouis, podrÃa presionar
sobre los asuntos de los derechos humanos y la democracia.
La intención serÃa incluir la cuestión en la agenda de la XXVI
Asamblea General que debe celebrarse dentro de un año en
Panamá.
Gaviria lamentó que el tema cubano lo hayan "monopolizado las
posiciones más extremas" y se pronunció claramente por "dar
una oportunidad a Cuba". (EFE) (9A)
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Ciudad N/D
Publicado el 06/Octubre/1995 | 00:00