Quito. 31 oct 95. Las autoridades monetarias, a raíz de la
adopción de las últimas medidas, han presentado su Plan
Macroeconómico para 1996. Con ello pretenden asegurar la
estabilidad en un período de transición y de crisis
coyuntural, que permita que los logros macroeconómicos y el
avance realizado sirva de base a los siguientes gobiernos.

Sólidos fundamentos económicos

En el sector fiscal -señalan las autoridades económicas- la
disciplina continúa siendo el pilar de la estabilidad
económica. Para 1995, el déficit del sector público se estima
en alrededor del 1% del PIB. En el sector monetario, señalan,
que la mayor disciplina ha generado mayor estabilidad. En el
sector externo, la estabilidad macroeconómica asociada a un
tipo de cambio real más estable y la apertura comercial ha
propiciado un crecimiento inusitado de las exportaciones. Las
importaciones han recuperado niveles comparables al pico de
1979-81.

El crecimiento económico se estima entre el 3 y 3.5%, a pesar
de los efectos adversos del conflicto bélico, del difícil
clima político y de la crisis energética. Se espera lograr,
además, para 1996, un crecimiento de entre el 3 y 4%.

Problemas de última hora

Pese a los avances la situación actual enfrenta complejos
desafíos coyunturales. La inestabilidad política reciente,
unido a la crisis energética y a movimientos especulativos en
el mercado cambiario, en un momento de transición política,
han obligado a diseñar un programa macroeconómico que
contribuya a mantener los logros alcanzados y a sortear los
desafíos presentado.


Se busca un equilibrio en
las cuentas del sector público

El Programa Macroeconómico 1996 prevé lograr un equilibrio en
las cuentas del sector público consolidado por medio de una
mejor administración tributaria y aduanera, el control del
gasto corriente y proyectos de inversión pública.

Para controlar el gasto público, las autoridades monetarias,
han considerado necesario mantener una prudente política
salarial, compatible con el objetivo de inflación del 17 al
19% (menor que la estimada para fines de 1995: entre el 19 y
21%). El mantenimiento

del mecanismo de determinación de los precios de los
combustibles ayudará a estabilizar los ingresos fiscales. El
equilibrio fiscal, a su vez, permitirá una disminución de la
deuda pública respecto del PIB al 0%, que (unido a la
captación del financiamiento en los mercados nacionales por
parte del sector privado) contribuirá a reducir las presiones
sobre las tasas de interés. El gobierno se compromete a dejar
suficientes recursos fiscales para que el gobierno continúe la
obra pública en un marco de equilibrio fiscal.

Política cambiaria y monetaria

El Frente Económico ha introducido una calibración técnica a
la banda de flotación cambiaria que, confían, permitirá
eliminar las infundadas expectativas de devaluación y bajar
las tasas de interés reales.

La nueva banda de flotación mantiene un piso de 2.584 sucres
por dólar y un techo de 2.856, con una paridad central de
2.720 sucres por dólar; es decir, se establece una amplitud
del 5% por encima de la paridad central y otra del 5% por
debajo de ella. Amplitud que otorgará mayor libertad a la
política monetaria y eliminará la incertidumbre en los
actuales momentos de transición. Al ampliar el techo y el piso
de la paridad central, la amplia banda cambiaria permitirá
intervenciones intra-banda para evitar saltos bruscos en el
tipo de cambio. Técnicamente se estima que, cualquier
depreciación de la banda no traerá ningún beneficio económico,
pero sí graves costos sociales.

Fondo Monetario respalda el programa

La propuesta para 1996 cuenta, según el Frente Económico, con
la aprobación del Fondo Monetario Internacional, del cual no
se requerirán nuevos desembolsos debido a la saludable reserva
internacional.

El Banco Mundial continuará apoyando la modernización del
Estado a través del Préstamo de Ajuste Sectorial; mientras el
BID emprenderá en reformas estructurales por medio de
préstamos al sector agrícola, financiero y de transportes:
proyectos de inversión pública y privada.

Tipo de cambio, no es todo: agentes económicos

Exportadores y banqueros coincidieron en precisar que la
última modificación de la banda de flotación cambiaria, si
bien será un factor que influirá en la baja de las tasas de
interés, no es la única medida que el Gobierno debe adoptar
para garantizar una tranquilidad económica.

Juan José Pons, representante del sector exportador, manifestó
que la modificación de tipo de cambio, decretada el viernes
pasado en un promedio del 6%, fue una medida oportuna, pero
aclaró que no se puede anclar el modelo económico en el tipo
de cambio.

"Si no se soluciona el problema energético, de tasas de
interés y de la economía en general, es difícil que
encontremos tranquilidad. Es evidente que no puede haber
actividad económica si no hay energía eléctrica, si hay tasas
de interés que superan el 60% y si la economía no puede
absorber todos estos problemas", dijo Pons.

La modificación de la banda cambiaria, manifestó el
exportador, le da más competitividad al sector exportador,
pero no solo el tipo de cambio es la posibilidad de producir
en una forma competitiva.

Para el ex presidente de la Asociación de Bancos Privados del
Ecuador, Raúl Guerrero, el ajuste en el tipo de cambio tenía
que hacerse porque las bandas de flotación jamás tienen que
ser rígidas sino estar sujetas a todos los cambios que se
presentan la economía.

Es un buen camino para bajar las tasas de interés haber
revisado las bandas de flotación, pero también es necesario
tener tranquilidad política, caso contrario las cosas
económicas no caminan.

Guerrero advirtió que las autoridades económicas son las que
tienen que dictar las políticas que propendan a conseguir una
disminución de las tasas de interés. "Nosotros estamos para
escuchar", puntualizó.

Según el vicepresidente de la Asociación de Bancos Privados
del Ecuador, Antonio Acosta, el ajuste cambiario fue positivo
y oportuno. "No veíamos otra alternativa y creemos que
permitirá una inmediata baja de las tasas de interés, no en
las proporciones, ni con la velocidad que se desearía, pero sí
ayudará a aflojar mucho la necesidad de una disminución
inmediata en las tasas de interés", puntualizó el banquero.

Existe desconfianza

El presidente de la Cámara de Comercio de Quito, Andrés Pérez,
expresó que la modificación del tipo de cambio no es de su
agrado, ya que bajo el mismo objetivo, de conseguir una
disminución en las tasas de interés, se devaluó la moneda en
febrero pasado y poco se consiguió.

Añadió que con la devaluación de la moneda el Banco Central
tiene otros propósitos, como encarecer las importaciones,
disminuir el endeudamiento en dólares, atraer las inversiones,
y motivar a los sectores exportadores, que además presionaron
para que se modifique el tipo de cambio.

Si se quiere propender hacia una verdadera baja de las tasas
de interés, lo que se debería hacer, dijo Pérez, es controlar
la proliferación de los agentes económicos en el mercado;
efectuar un efectivo control de las entidades financieras con
problemas; disminuir la competencia entre las entidades
financieras por pagar altas tasas altas a los inversionistas y
de ahorros.

Añadió que el control no se lo debe realizar vía regulación de
las tasas, pero sí exigiendo un mejor trabajo a la
Superintendencia de Bancos. (Economía)(Diario Hoy)(5A)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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