Quito (Ecuador). 26 oct 95. Está en Ecuador como parte del
jurado del III Concurso Nacional de Periodismo "SÃmbolos de
Libertad". Es director de la Revista Búsqueda de Uruguay (una
publicación de gran trascendencia no solo en su paÃs sino en
todo el RÃo de la Plata) y presidente de la Comisión de
Libertad de Expresión de la Sociedad Interamericana de Prensa
(SIP). Su nombre es Danilo Arbilla, quien en la siguiente
entrevista analiza el papel de la prensa en los procesos de
corrupción que se han dado en América Latina, el temor de los
gobernantes a la información y otros interesantes temas. "Los
medios no desestabilizan, y cuando no dan a conocer la
podredumbre que hay, ésta va comiendo todo hasta que en un
momento se da un estallido violento", dice.
ENTREVISTA
-¿El hecho de que en los últimos tiempos, en América Latina se
halla juzgado a importantes personajes de la polÃtica por
corrupción se debe a un nuevo protagonismo de la prensa?
La prensa ha tenido un protagonismo muy especial en el tema de
la corrupción. No dirÃa tanto como fiscal, que no tiene porque
serlo, pero sà ha tocado el tema sin muchas ataduras, de
acuerdo a su obligación de dar a conocer como ocurren asuntos
turbios que involucran a sus representantes, o aunque no sean
representantes detentan el poder. El caso de Collor tal vez
sea el más notorio, pues allà los medios de comunicación
fueron fundamentales porque no dejaron morir el caso y, lo
mismo ocurrió con otros casos. La corrupción no es de ahora y,
es verdad que antes también se vieron casos escandalosos que
salÃan en algún medio y los demás lo ocultaban, por lo que al
final terminaban muriendo. Pero creo que en los últimos
tiempos eso ha cambiado, porque los medios de comunicación han
tomado conciencia de su tarea de efectivizar la libertad de
expresión y el derecho de la gente a recibir información. En
ese sentido se ha avanzado y creo que eso se debe a que hay un
mayor profesionalismo y eso significa que está tratando mejor
las cosas. Todo eso ha contribuido para la aclaración de
varios hechos y, para que quienes están en el poder no se
sientan tan omnipotentes.
- Si bien no estamos en la época de las dictaduras, sigue
siendo difÃcil para la prensa investigar y dar a conocer los
hechos de corrupción...
Hay dificultades porque determinados paÃses que tienen el
rótulo de democracia, utilizan mecanismos coercitivos
terribles. Aquella actuación tan ordinaria y grosera de las
dictaduras servÃa para desnudarlas más fácilmente, ahora hay
gobernantes más sutiles pero actúan igual. Y hay paÃses donde
se utiliza directamente el asesinato del periodista que
"molesta". En los últimos cinco años se han asesinado 153
periodistas. Eso es gravÃsimo y más grave es que no se
encontró ningún responsable. En determinados paÃses se mata y
no se investiga nada. En México, por ejemplo, he ido a
misiones en las que estaba hablando con determinada autoridad,
reclamándole que investigue y, tenÃa la sensación de que si no
estaba conversando con el que apretó el gatillo lo estaba
haciendo con el que mandó apretarlo, por la cantidad de
contradicciones que tenÃa.
- Parece que hoy la prensa es como una piedra en el zapato de
los gobernantes latinoamericanos...
Cada vez que los polÃticos tienen problemas le hechan la culpa
a la prensa, es como los economistas que cuando no saben que
pasa dicen que es un problema de expectativas. En todo caso,
eso se puede dejar pasar, lo que no se puede aceptar es que
abusen del poder en contra de los periodistas. A las medidas
coercitivas que enunciábamos hoy se pueden sumar las de tipo
legislativo (que restringen la libertad de prensa) o los actos
de corrupción, como utilización de dineros públicos para
castigar o premiar a los medios de comunicación, ya sea a
través de la distribución del publicidad oficial o créditos
especiales. Esos actos de corrupción hay que denunciarlos
porque ese dinero no es de los gobernantes sino de los
ciudadanos y, la obligación es manejarlos con transparencia.
Utilizar el dinero público con fines privados como el interés
de seguir en el cargo es corrupción. Está aquel dicho que dice
"yo no pido que me den sino que me pongan donde haya" y,
premiando un medio complaciente o amigo están premiando a
quienes le ayudan a mantenerse donde hay.
- ¿Tu crees que la prensa al denunciar la corrupción puede
desestabilizar la democracia?
Si se desestabiliza es porque ya está desestabilizada. Es
como aquellos que dicen que cuando la prensa publica que un
tipo robó, eso afecta el honor. O sea que el honor no es
afectado por ser ladrón, sino porque se publica. Si no se
publica el señor es un ladrón honorable.
Si la prensa no informa sobre la corrupción terminan
ocurriendo cosas mucho más graves que cuando informa. Cuando
los medios no dan a conocer la pudrición, ésta va comiendo
todo hasta que en un momento se da un estallido. Se pueden dar
ejemplos de sociedades corruptas como el imperio romano que al
final cayó bruscamente. Y si uno va a ver que pasó en Europa
del Este ve que también jugó su papel la corrupción. La prensa
cuando informa está previniendo, aunque los que están arriba
diga que es desestabilización, ¿qué otra cosa van a decir¿.
- ¿El caso del ex vice presidente ecuatoriano tuvo repercusión
en Uruguay?
- Se le dio cierta importancia dentro de los casos de
corrupción que se vienen dando en América, y como en Uruguay
también se están investigando hechos de corrupción, se informó
bastante. En todo caso, es verdad que muchas veces en América
Latina informamos poco de los otros paÃses del continente.
Siempre hablamos de que los gringos y los europeos nos tratan
muy mal, pero que mal nos tratamos nosotros. Hace un tiempo
participe en un seminario en Brasil sobre la influencia de
Latinoamérica en la prensa norteamericana, empezó con la
comparación entre un diario brasileño y uno norteamericano. El
estadounidense tenÃa más información sobre América Latina que
el brasileño.
- Cambiando un poco de tema, ¿le sirve a la prensa uruguaya el
Mercosur, por ejemplo.
- Yo creo que a la prensa no se le agrandarán los mercados. No
creo que pueda haber un diario o canal del Mercosur. Además
del problema de idioma (portugués y español) esta el de
estilos. El estilo periodÃstico uruguayo no es el argentino, y
son diferentes porque son sociedades distintas, porque lo que
es noticia en un paÃs muchas veces no lo es en el otro. En
Uruguay no se le ocurrirÃa a nadie poner que un polÃtico tiene
una amante porque se considera que eso es parte de su vida
privada. Nadie lo ha reglamentado, pero cuando un medio
informe ese tipo de cosas es seguro que la gente deja de
comprarlo. En Argentina los mismos polÃticos se hacen
fotografiar en una boite acompañados de una vedete. Hay varias
cosas que determinan que a los medios de comunicación el
Mercado Común no los afecta ni para bien ni para mal.
- Hay otro tema que en algunos paÃses ha sido parte de la
polémica entre los periodistas: el de la colegiación
obligatoria ¿Qué piensas de eso?
-Yo soy periodista hace treinta años y si bien soy director de
una revista y dirigente de la SIP que es una sociedad de
empresarios, sigo siendo periodista y aunque creo estar en
falta sigo siendo socio de la Asociación de la Prensa Uruguaya
y pagando puntualmente mi mensualidad. Siempre he sido gran
defensor del sindicato de periodistas para que peleen por sus
reivindicaciones y mejorÃas para los comunicadores, pero no
estoy de acuerdo con quien defiende la colegiación
obligatoria. Parece que quienes defienden eso (muy pocos en la
actualidad), no se dan cuenta que asumen una actitud
discriminatoria, como ocurre en Venezuela, porque están
cortando el derecho de muchos a expresarse. Pero además, lo
pero es que a los dueños de los diarios les permiten no ser
colegiados. Entonces los que tienen plata para poner un
diario, más sus hijos, sus nietos y sus queridas no tienen
problema con la colegiación. No hay ley de colegiación que
impida que los dueños de la pelota dejen de tenerla. Pero la
actitud de los que exigen esta ley se debe a la mediocridad,
al miedo de competir con un trabajo de calidad. Los buenos
periodistas sobresalen, asà vengan de la universidad o de
ningún lado. (Cultura) (Diario HOY) (9A)