RECUPERACION DEL SECTOR EXTERNO ES UN ESPEJISMO
por Alfredo Crespo Cordero*
Quito. 09.12.90. Desde el inicio de este gobierno las
autoridades monetarias se abocaron a un programa de ajuste
económico, estrategia que propone, entre otros objetivos,
fortalecer el sector externo. Aparentemente, los resultados
obtenidos en estos dos últimos años son halagadores. La
Reserva Monetaria Internacional (RMI) se ha incrementado en
494 millones de dólares, de un saldo negativo de 330, en
agosto de 1988, a uno positivo de 164 millones, en agosto de
1990; el tipo de cambio del mercado libre se ha estabilizado y
el diferencial con el tipo de cambio de intervención del Banco
Central, prácticamente se ha eliminado.
En base a estos indicadores, en los dos primeros años de
gestión, el gobierno ha logrado estabilizar el sector externo,
lo cual sin dudas es positivo para el paÃs como una meta de
corto plazo. Sin embargo, dentro de las perspectivas de largo
plazo, donde el fortalecimiento del sector externo es el
principal requisito para lograr un crecimiento sostenido de la
economÃa, los resultados hasta ahora alcanzados no auguran
optimismo.
RMI creció por atraso en pagos
El aumento de la RMI durante 1989 no indica un fortalecimiento
del sector externo, únicamente obedece al efecto combinado de
continuar acumulando atrasos en el pago de intereses y de que
el pago de amortizaciones en 1989 disminuyó con respeto al año
anterior.
La falta de disponibilidad de divisas, que es la principal
restricción para reactivar la economÃa, continúa. Los flujos
de capital de Organismos Multilaterales, que debÃan financiar
temporalmente el crecimiento hasta que las medidas de ajuste
fortalezcan el sector externo, han disminuido; y, las
exportaciones no petroleras se encuentran estancadas, frente a
una polÃtica cambiaria que sigue castigando a la
exportación.
¿Cómo creció la RMI en 1989?
La RMI es el saldo de las transacciones que el paÃs realiza
con el exterior, las mismas que están definidas en la Balanza
de Pagos. Dicha balanza es la suma del saldo de transacciones
corrientes, que reflejan el intercambio real de bienes y
servicios, y de las financieras, que tienen relación a los
movimientos de capital.
Del análisis del gráfico que acompaña esta nota, se concluye
que la ganancia de Reserva, que en 1989 ascendÃa a 379
millones de dólares, no corresponde al mejoramiento del saldo
de transacciones reales, ya que el resultado en cuenta
corriente en 1989 (-472 millones de dólares) es apenas
superior en 33 millones de dólares al alcanzado el año
antepasado (-505 millones). En cambio, la variación sà es
significativa en la cuenta de capital. Por ejemplo, el
financiamiento neto del sector público aumenta en 331 millones
de dólares, no debido al incremento de desembolsos, sino a la
disminución de amortizaciones; ya que en 1988 se cancelaron
obligaciones a corto plazo, contraÃdas en 1987, que sirvieron
para mitigar el efecto de la crisis. Estas obligaciones son el
préstamo de petróleo de Venezuela (141 millones de dólares) y
los adelantos a la exportación de petróleo financiada por la
banca comercial (200 millones de dólares).
De igual manera, aunque en menor cuantÃa, la cuenta de "Otros
capitales", que corresponde a transacciones de corto plazo del
sector público y privado, asà como discrepancias estadÃsticas,
errores y omisiones, ha contribuido al incremento en la cuenta
de capital.
En lo que respecta al financiamiento neto del sector privado,
la cuenta de inversión directa se mantiene igual a 1988,
mientras que el flujo neto de otros capitales se incrementa en
17 millones de dólares.
Por lo tanto, el resultado del balance global (cuenta
corriente más la de capital) se incrementa en 486 millones de
dólares en 1989 (-46 millones) con respecto a 1988 (-531
millones). Esto se produce en su mayor parte por la
disminución de las amortizaciones, pero continúa siendo
negativa. Consecuentemente, el aumento en la reserva tiene
lugar por el financiamiento extraordinario que principalmente
constituye la mora en el pago de intereses. (A-2).