Quito. 16.09.94. La posibilidad de que Estados Unidos imponga un
arancel del 50% a las importaciones de rosas ecuatorianas fue
considerada como una "agresión" a la floricultura nacional.
El presidente de los Exportadores de Flores, Jaime Muñoz, precisó
que conjuntamente con las autoridades se encuentran luchando para
impedir que se grave ese excesivo impuesto, que pondría en
peligro a esa naciente industria.
Al momento, se han contratado los mejores abogados para apelar la
denuncia de dumping (competencia desleal) que ha planteado el
departamento de Comercio de los Estados Unidos, dijo Muñoz.
El proceso legal durará no menos de 2 meses, tiempo en el cual
Ecuador expondrá todas las razones para demostrar que no existe
dumping.
Ecuador exportó en 1993, 30 millones de dólares en flores, de los
cuales la rosa representa el 60%; el principal mercado (con 78%
de las exportaciones totales) es Estados Unidos.
Las rosas en un camino espinoso
La exportación de rosas al mercado de los Estados Unidos enfrenta
un camino espinoso, cuando el departamento comercial de ese país
decidió imponerle un arancel del 50%.
Las 100 empresas productoras y exportadoras de flores del país no
se explican el por qué de la medida, que atenta con la
supervivencia de estas florecientes industrias que esperaban
exportar este año 50 millones de dólares, 20 millones de dólares
más que en 1993.
Los floricultores, precisaron, que la medida impuesta por los
Estados Unidos es contradictoria a la tesis de libre mercado,
que todo el tiempo pregona y exige igual comportamiento de los
países subdesarrollados.
Además ese país aprobó en años pasados la ley de Preferencias
Arancelarias para los Países Andinos (Colombia, Ecuador, Perú y
Bolivia), mediante la cual se exoneraba de todo tipo de aranceles
a las exportaciones de productos no tradicionales, entre ellos
están las flores; ante ello, los floricultores nacionales están
sorprendidos, ya que no puede ser que se viole una ley que ellos
impusieron.
¿Acaso Estados Unidos querrá que nos dediquemos a actividades
ilegales? se preguntaron, al recordar que la ley de Preferencias
Andinas, busca terminar con la producción de estupefacientes.
Antes de que se expida la citada ley, los exportadores de flores
pagaban un arancel del 8%, pero nunca del 50%, demasiado elevado
para la comercialización de cualquier producto.
"No sabemos si se trata de alguna retaliación política", dijeron
los exportadores al precisar que en las normas del Tratado de
General de Aranceles y Comercio (GATT), se contempla una máxima
tasa arancelaria del 25%.
La medida es discriminatoria para el Ecuador que se le impone el
exagerado arancel del 50%, mientras que a Colombia, el mayor
exportador de flores, se le anuncia un arancel del 34%, en cambio
a otros países que también exportan rosas en considerable
cantidad (México, Costa Rica, Bolivia, Guatemala) no se le impone
ningún arancel.
Dentro del mercado de los Estados Unidos, la comercialización de
rosas ecuatorianas solo significa un 6.6%, mientras que la de
Colombia es de 36% y la de los productores internos, 50%.
El comportamiento contradictorio de los Estados Unidos en lo que
a política comercial se refiere, lo único que logrará es que la
industria de flores quiebre en el país, dejando en la
desocupación a más de 12 mil personas que colaboran directamente
y a 40 mil que lo hacen de manera indirecta.
La industria de flores utiliza mano de obra joven y que no
necesita mayor especialización, se estima que un 68% de los
trabajadores son mujeres, que se quedarían en el desempleo,
dijeron.
Esta industria además acoge a un gran número de trabajadores que
vienen a la provincia de Pichincha en busca de fuentes de
trabajo, de manera que no brinda empleo únicamente a los
habitantes de la zona en donde se localizan las plantaciones. Por
ejemplo, con el desastre de la Josefina, muchos campesinos se
trasladaron a los pueblos aledaños a las plantaciones de flores.
"No hay dumping en el negocio"
En una forma hasta cierto punto sui generis se pretende
establecer para el Ecuador un arancel del 49% para las
exportaciones de rosas, lo que evidencia es un proteccionismos a
su industria, esa industria que se demuestra incapaz por la
calidad y los precios, precisó el ministro de Industrias José
Vicente Maldonado.
En el mundo hay dos mecanismos para demostrar dumping, uno es que
se puede demostrar si una empresa está vendiendo su producto a un
precio inferior a que vende en el mercado local, ese no es el
caso ecuatoriano.
La otra forma es analizando los cobros de costos de producción,
las rosas ecuatorianas no se comercializan a precios menores que
los norteamericanos, aspecto que es la mayor causal para
comprobar la existencia de dumping.
Otra forma sería si el Ecuador mantuviese subsidios en beneficios
del sector agrícola y en este caso, tampoco existe.
En ninguna forma se comprueba de que existe dumping y más bien se
comprueba que se esta manejando un doble discurso, mientras por
un lado nos sentamos a negociar condiciones de acceso al GATT en
la que Estados Unidos impulsa una apertura comercial, por el otro
mantienen una actitud proteccionista, poniendo trabas al comercio
en este caso de las rosas.
La estrategia del país tiene 2 objetivos, por un lado lograr
interrumpir cualquier medida arancelaria mientras se completa el
proceso de investigación antidumping, de tal manera que estamos
exigiendo a través de los canales diplomáticas interrumpan toda
las medidas arancelarias mientras concluyan las investigaciones.
Hay un plazo de 45 días en los que se deberán discutir con mayor
información.
El Estado se ha comprometido ayudar con fondos para asesoría
jurídica, por otra parte el Micip coordinará junto con
Cancillería una comisión permanente para monitoriar y buscar el
éxito de interrumpir el establecimiento de arancel y 45 días para
plantear argumentos e información más apropiada al departamento
de los Estados Unidos, precisó José Vicente Maldonado.
La quiebra les espera a muchos
El que Estados Unidos imponga el 50% de arancel a las
importaciones de rosas ecuatorinas, tendrá consecuncias nefastas
para las empresas productoras y exportadoras de flores, para
ejemplificar un caso, HOY, consultó con el propietario del
consorcio Quitoflores, Bolívar Cevalos.
La citada empresa exporta alrededor de 1 millón de dólares al
año, las rosas son el principal producto, tienen 52 colores
diferentes, le siguen los claves en una proporción mínima, dijo
Cevallos, al precisar que casi toda su producción tiene como
destino el mercado de Los Estados Unidos.
Si Estados Unidos impone la medida, Quitoflores perderá 350 mil
dólares al año, cantidad que le significa una inminente quiebra y
el despido inmediato de 130 trabajadores.
De esa manera desapercerá una empresa que en 1990 ganó en el
Japón el premio Best Price.
CORTOS
El pasado 14 de febrero -día de San Valentín- el Floral Trade
Council, que agrupa a los floricultores norteamericanos tuvo un
gesto poco amistoso frente a sus homólogos de los dos países
latinoamericanos: planteó ante la Internacional Trade Comission
(ITC), con el respaldo de Roses Incorporated, una investigación
sobre una presunta práctica de dumping en el que estarían
incurriendo los exportadores de rosas de Ecuador y Colombia, en
su afán de ganarse el mercado norteamericano. Luego, la ITC pide
información a los acusados -en este caso, ecuatorianos y
colombianos-, quienes, ya cumplieron con este paso
a principios de este mes de marzo.
Acto seguido, el pasado siete de marzo, en Washington, se realizó
la audiencia pública en la que denunciantes y denunciados
expusieron sus puntos de vista, instancia a la que concurrió por
el lado ecuatoriano el presidente de los productores y
exportadores, Mauricio Dávalos.
El 28 de marzo último, la ITC votó el caso y encontró que
efectivamente, la presencia de las flores importadas de Colombia
y Ecuador ha causado daño a la industria de producción de rosas
de Estados Unidos.
Una vez que se ha producido este fallo, la demanda entra en una
segunda fase en la que actúa el Departamento de Comercio de
Estados Unidos con una investigación detallada de una muestra de
los principales productores de rosas de Ecuador y Colombia. Si de
ella se desprende que no hay dumping, no habrá consecuencia
alguna para los exportadores de los dos países latinoamericanos.
Pero si, bajo cualquier consideración, la instancia gubernamental
norteamericana concluye que existe ese delito comercial, se
aplicará un impuesto a las empresas que han incurrido en él, lo
cual los colocaría en una desventajosa posición competitiva.
Las razones de los norteamericanos
Hay tres principios en los que se basa el gobierno de Estados
Unidos para establecer el dumping. El primero es si el producto
se vende en ese país a un precio inferior al del mercado de
Ecuador. En el caso de las rosas, a juicio de los exportadores
ecuatorianos, no se puede aplicar este criterio, porque las
flores que se venden aquí son diferentes.
El segundo principio es que el producto se venda en Estados
Unidos a un precio inferior al de los mercados de tercero países.
Los floricutores nacionales estiman que este criterio es
peligroso si no se analiza detenidamente las particularidades
propias de cada mercado.
Argumentan que no puede compararse el precio de las rosas en
el verano estadounidense con los que rigen en Argentina en los
mismos meses, puesto que en este país es invierno.
Explican que en el verano norteamericano los precios son más
bajos, mientras que, por la circunstancia anotada, suben en el
sur del continente.
Tampoco es comparable con el caso de Europa, donde los
rosicultores ecuatorianos venden apenas cinco meses al año, y por
lo tanto, obtienen precios mayores, mientras en Estados Unidos lo
hacen todo el año y por lo tanto pueden acordar precios que
estimulen negociaciones durante más períodos.
El tercer criterio es el denominado "valor construido", que
consiste en establecer el costo de producción del producto -en
este caso, las flores- mediante cálculos contables. (3A)
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 16/Septiembre/1994 | 00:00