Quito. 24.09.94. Las especies endémicas de las Islas Galápagos
se encuentran en un lento pero inexorable proceso de
extinción. La excesiva colonización, la explotación agrÃcola y
maderera, son factores que favorecen esta dramática realidad
que podrÃa conducir a que la Comisión de Patrimonio Mundial de
las Naciones Unidas declare a la zona insular como parque en
extinción.
Un estudio de Alfredo Carrasco, secretario general de la
Fundación Charles Darwin, y los geógrafos, Cristophe Grenier y
José RodrÃguez Rojas, nos acerca a la realidad provocada por
las migraciones humanas a Galápagos. Los ambientes ecológicos
han sufrido un irreparable impacto por esta causa.
De acuerdo, al estudio, las actividades agropecuarias,
turÃsticas, el crecimiento de los centros poblados y la
introducción de especies ponen en peligro la conservación en
particular y escasa biodiversidad del archipiélago.
Como consecuencia directa o indirecta, de las actividades
humanas, una raza de tortugas está al borde de la extinción y
al menos tres especies de aves marinas están en peligro. de
las 604 especies reconocidas de plantas endémicas y nativas,
12 están extintas y se estima que 299 están en la categorÃa de
amenazadas. Unicamente sobreviven tres especies de ratas
endémicas de las seis originales. existen 18 especies de
caracoles endémicos y nativos en peligro por la destrucción de
los microclimas.
Asimismo los riesgos potenciales que está sufriendo el Parque
Nacional están agravados con la presencia de una serie de
organismos introducidos. se conoce que existen 321 especies de
plantas exóticas, de las cuales al menos 100 fueron
introducidas en la última década. debido a ala capacidad de
germinación, muchas de las especies introducidas invaden con
relativa rapidez extensos sectores del Parque Nacional
compitiendo con las plantas nativas y endémicas a las cuales
desplazan.
Factores climáticos como El Niño son potencialmente favorables
para acelerar los procesos de germinación y dispersión, pero
también, el incremento de la navegación a través de todo el
archipiélago aumenta el riesgo de nuevas introducciones a las
islas no habitadas, en especial debido a la práctica de botar
los desechos orgánicos al mar, los que transportan semillas y
frutos.
De otra parte, la presencia de mamÃferos introducidos en la
región insular han puesto en riesgo a las especies endémicas y
nativas. A pesar de eso se continua introduciendo voluntaria e
involuntariamente, más animales. Una nueva especie de ratas se
introdujo en la década pasada. Se ha incrementado el número de
animales domésticos como perros y gatos en las áreas
residenciales aumentando el riesgo para las comunidades de
animales nativos que habitan en las cercanÃas o en las zonas
habitadas. No se tiene un inventario completo de las nuevas
especies de organismos invertebrados que están invadiendo
acaloradamente los nichos ecológicos de las especies propias
de la región y se tienen evidencias de la presencia de
hormigas, arañas y coleópteros.
Como si fuera poco, dos especies de avispa fueron introducidas
en los últimos cuatro años; una de ellas, la "Polistes
versicol", se encuentra en todas las islas pobladas y en
algunas de visita turÃstica. esta avispa, en extremo agresiva,
desplaza a las abejas carpinteras "Xilocopa darwinii" provoca
problemas entre la comunidad humana.
UNA CONVIVENCIA SIN RESPETO
El alto crecimiento de la población en los últimos 10 años,
estimado en el 8.5% anual, asociado con el incremento sucesivo
de número de visitantes, han aumentado de manera alarmante las
especies exóticas en la región, dice el estudio.
Este efecto, añade, está asociado con la necesidad de importar
alimentos y bienes desde el continente para atender a la
población residente como a la turÃstica, debido a la limitada
productividad agrÃcola.
"Se suma a lo anterior, la falta de controles de cuarentena
animal y vegetal en los puertos y aeropuertos del continente,
pese a que existe el reglamento respectivo".
Cabe resaltar que el 32% de la población insular residente
recibe alimentos desde el continente. Estos alimentos son
principalmente verduras y frutas frescos. De igual manera, la
gran mayorÃa de compañÃas de turismo se abastecen de alimentos
en el continente para atender las necesidades de los
visitantes", enfatiza. Indica además que la industria de la
construcción en permanente crecimiento requiere de áridos y
madera para atender sus necesidades de desarrollo, situación
que obliga a que se incremente la extracción de los recursos
naturales de la región, y ante la escasez en las cercanÃas a
los centros poblados se construÃan vÃas de acceso en áreas del
Parque para extraer con más facilidad tales insumos. Esta
situación se ha agravado en los últimos 10 años.
Dice el estudio que se está utilizando arenas de playa para
las edificaciones, ya han desaparecido aquellas cercanas a los
sitios poblados, muchas de las que eran sitio de anidación de
tortugas marinas.
El matazarno, madera nativa muy apreciada en las islas, en las
zonas de uso especial casi ha desaparecido. Algunos
importantes rasgos geomorfológicos de alto valor paisajistico
han sido drásticamente alterados debido a las necesidades de
material para las bases de caminos carrozables, aeropuertos y
viviendas.
Estudios realizados destacan que en Galápagos, el 48% de la
población opina que las autoridades no deberÃan oponerse a la
extracción de recursos naturales en áreas en Parque. Este
porcentaje es más elevado en las zonas e islas que no sacan
ventaja del turismo. asÃ: 58% en Puerto Baquerizo Moreno, el
63% de quienes habitan la parte alta de la Isla San Cristóbal;
mientras que en Isabela corresponde al 80% y en Floreana al
100%.
" La integración del Parque está amenazada debido a las
presiones, actualmente planteadas por grupos minoritarios,
para que se otorguen zonas del área protegida con fines
agropecuariso", subraya.
El Puerto Ayora una cooperativa de artesanos está solicitando
terrenos para construir viviendas y un parque artesanal fuera
del radio urbano. se suma la parcelación de tierras de los
centros poblados que limitan con el Parque, la que sin duda
incentiva y promueve la expansión de dichos núcleos que, a
falta de espacio, presionarán para que se adjudiquen áreas del
Parque o finalmente las invadirán. este fenómeno se va
agravando con el permanente y sostenido crecimiento
poblacional.
de acuerdo a un estudio de ORSTOM de 1994, el 53% de la
población opina que el Parque Nacional ocupa demasiado
espacio y que va a tener que entregar terrenos a los
residentes. esta proporción es más elevada en las zonas
agrÃcolas; 60% en la parte alta de Santa Cruz, el 63% en el
sector agrÃcola de Cristóbal, el 80% en Isabela y el 100% en
Floreana. (8A)
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 24/Septiembre/1994 | 00:00