Washington. 27.05.95. El endurecimiento de la ONU frente a los
serbios de Bosnia responde a las pretensiones de Estados Unidos,
para quien esa conducta es indispensable para preservar la
credibilidad de la comunidad internacional, presionando en ese
sentido y aparentemente a favor de proseguir la pulseada con los
serbios.
El presidente norteamericano Bill Clinton reiteró este viernes
que la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)
respondÃa a un pedido de la ONU, confrontada a los bombardeos de
las poblaciones civiles por parte de las fuerzas serbias de
Bosnia "en clara violación" de las resoluciones de las Naciones
Unidas.
La Alianza Atlántica, dijo, reaccionó de "manera apropiada"
atacando blancos militares. En consecuencia las represalias de
los serbios --al utilizar a los observadores de la ONU como
escudos humanos y bombardear civiles en Tuzla-- son "totalmente
injustas e inadecuadas".
Ya el miércoles, Clinton dio a conocer su posición al acusar a
las instancias polÃticas de la ONU de haber "cometido un error"
al no seguir la recomendación de sus comandantes militares en el
terreno que habÃan solicitado a la OTAN que interviniera contra
los serbios.
El presidente norteamericano aludÃa a los episodios acaecidos
después de la muerte de 11 civiles el 7 de mayo pasado por un
obus serbio caÃdo sobre Sarajevo. El comandante de la Fuerza de
Protección de las Naciones Unidas (FUPRONU) en Bosnia, general
británico Rupert Smith efectuó un llamado a la OTAN, pero fue
desacreditado por el representante especial del secretario
general de la ONU en la ex Yugoslavia, Yasushi Akashi.
La Casa Blanca no ocultó nunca su disgusto ante la negativa de
las Naciones Unidas de recurrir a la fuerza contra los agresores,
en tanto la ONU buscaba por sobre todo no poner en peligro la
vida de sus "Cascos azules" brindando la impresión que toma
posición en contra de los serbios.
La tensión entre Washington y la ONU fue sumamente percibida a
fines del año pasado cuando los serbios sitiaron el enclave
musulmano de Bihac, una de las zonas de seguridad decretada en
1993 por la ONU.
La reticencia de la ONU para hacer respetar sus propias
resoluciones y hacer pagar a los serbios sus transgresiones,
comprometÃa, ante los ojos del presidente Clinton, la
credibilidad de la comunidad internacional.
El incidente del 7 de mayo parece haber convencido a la Casa
Blanca que era crucial restablecer esta credibilidad.
Clinton y los otros responsables de su administración fueron
discretos en público, pero en cambio, en estas dos últimas
semanas, fueron sumamente activos en privado.
El consejero del presidente para la Seguridad Nacional, Anthony
Lake, hizo alusión el jueves a tal proceder ante un pequeño grupo
de periodistas. Tras confirmar, tal como lo habÃa hecho Clinton,
que Washington se congratulaba de la decisión de la ONU de
convocar finalmente a la OTAN, Lake comentó:"hemos empujado a la
ONU durante semanas".
La administración Clinton es consciente de que su actitud
provocará crÃticas por parte de quienes le reprochan poner en
peligro la vida de los "Cascos azules", dado que al mismo tiempo
Estados Unidos siempre se ha negado a enviar efectivos sobre el
terreno en el seno de la FUPRONU. El miércoles Clinton reiteró
esa posición categórica.
El endurecimiento de la actitud norteamericana se produjo en
momentos en que el eventual retiro de la FUPRONU no ha sido
todavÃa descartado debido a la impotencia de esta fuerza frente a
las transgresiones de los serbios.
Una hipótesis semejante obligarÃa a Clinton a enviar tropas a
Bosnia en el marco de la OTAN para proteger ese retiro, tal como
se comprometió el año pasado. Esta es una opción que
representarÃa para Clinton un gran riesgo polÃtico.
Restablecer la credibilidad de la FUPRONU al obligar a los
serbios a permitir que los Cascos azules cumplan con su misión,
contribuirÃa sin duda alguna, al mantenimiento de la fuerza de la
ONU, cuyo mandato está en vÃas de restructuración. Pero también
significa para Washington una apuesta arriesgada, puesto que se
apoya sobre la convicción de que los serbios terminarán cediendo,
como en febrero de 1994 cuando se creó la zona de exclusión
alrededor de Sarajevo.
La paradoja es que si los serbios no ceden, la táctica
norteamericana podrÃa terminar en un resultado opuesto al
buscado, haciendo insostenible el mantenimiento de la presencia
de la FUPRONU.
REHENES HUMANOS PARA FRENAR A LA OTAN
Los serbios de Bosnia han bloqueado en las cercanÃas de Sarajevo
9 puntos de recogida de armamentos custodiados cada uno por 20 ó
30 "cascos azules" de la ONU, después de que la OTAN bombardeara
ayer sus posiciones cerca de Pale, informo a EFE en Zagreb la
portavoz Leah Melnick de la ONU.
"TodavÃa no los consideramos rehenes, pero el hecho es que esos
puestos están rodeados por fuerzas serbobosnias y que los
soldados de la ONU no pueden salir ni entrar allÃ", explicó
Melnick.
El lÃder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, habÃa
amenazado con anterioridad de que sus fuerzas atacarÃan a
UNPROFOR (Fuerzas de protección de la ONU) si la OTAN bombardeaba
sus posiciones.
La portavoz confirmo de que sigue en vigor el ultimátum dado por
UNPROFOR a los serbobosnios de que volverÃan a ser bombardeados
si no retiran sus armamentos pesados de la "zona de exclusión" de
20 kms en torno a Sarajevo para hoy a mediodÃa.
Confirmó asimismo de que no hay indicio alguno de que los serbios
acatarÃan el ultimátum y de que hayan empezado a retirar sus
armamentos de la "zona de exclusión".
Aviones de la OTAN bombardearon en la tarde de ayer jueves un
arsenal de los serbios de Bosnia cercano a Sarajevo y a su sede
de Pale después de que a mediodÃa expiro el primer ultimátum de
UNPROFOR, sin que cumplieran la demanda de devolver el armamento
pesado que habÃan arrebatado de los arsenales custodiados por los
"cascos azules".
El ultimátum siguió tras una escalada de conflictos en y fuertes
bombardeos de la capital bosnia, que causaron numerosas victimas
civiles.
Los serbios respondieron ayer al bombardeo de los aviones de la
OTAN con ataques de artillerÃa contra 5 de las 6 "zonas de
seguridad de la ONU" en Bosnia, causando sólo en la ciudad de
Tuzla 65 muertos y 200 heridos. (EFE) (12A)
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Publicado el 05/Agosto/1995 | 00:00