Quito (Ecuador). 08 oct 95. La abstención de la Democracia
Popular en la votación dentro del juicio a Dahik ha
desconcertado a un buen sector de la opinión nacional. La
entrevista al ex presidente Osvaldo Hurtado, que nos recibe en
su oficina de CORDES, comienza pues planteando el polémico
asunto: ¿cuál es la justificación de aquella postura de la
Democracia Popular en el Congreso? Hurtado responde:

-El juicio contra el Vicepresidente Dahik terminó siendo un
juicio contra el gobierno del Ing. Febres Cordero y el Partido
Social Cristiano. El vicepresidente Dahik logró que se
produjera esta transformación y lo que él dijo es mucho de lo
que a lo largo de 20 años algunos ecuatorianos hemos venido
diciendo y probando.

Nosotros no podíamos votar por la absolución del Ingeniero
Febres Cordero y del Partido Social Cristiano. Votar por la
censura a Dahik era votar por esa absolución.

-Sin embargo las acusaciones contra Febres Cordero comprometen
al propio Dahik, colaborador de aquel gobierno...

-Yo traería a cuento lo que sucede en el sistema jurídico
norteamericano donde aquellos que contribuyen a que un delito
sea descubierto y juzgado merecen un reconocimiento en el
proceso.

El dicho popular ecuatoriano recoge esta filosofía de las
prácticas jurídicas americanas: más vale tarde que nunca.

-¿Aún a costa de que se olviden las propias faltas del
vicepresidente?

-Yo pienso que el vicepresidente Dahik no es un pícaro. Quiero
declararlo de manera muy enfática. Creo que ha incurrido en
ciertas indelicadezas y que, como consecuencia de ellas, no ha
tenido el buen cuidado que debe tener todo funcionario del
Estado y, particularmente, el vicepresidente de la República.
Pero hay una distancia abismal al comparar estos errores y
estas equivocaciones con lo que han hecho el Partido Social
Cristiano y el Ing. Febres Cordero a lo largo de 20 años.

-¿Hubo alguna otra razón para la abstención?

-El voto dado por la Democracia Popular tiene que ver con el
hecho de que se tramita en la Corte Suprema de Justicia un
juicio penal para descubrir y sancionar un delito posible,
delito por el que no fue llamado el vicepresidente al Congreso
Nacional, que es el referido al uso indebido de los gastos
reservados. El vicepresidente fue llamado al Congreso por el
delito de cohecho que, sin duda, no fue demostrado durante la
interpelación. Pero no solo este motivo influyó en la decisión
de la Democracia Popular, sino también la circunstancia de que
quien preside la Corte Suprema de Justicia sea un afiliado a
la Democracia Popular, y nosotros no queríamos ni remotamente,
a través de un pronunciamiento formal de los diputados de la
Democracia Popular en favor o en contra del Vicepresidente de
la República, enviar un mensaje a quien tiene que, con la más
absoluta independencia, juzgar al vicepresidente de la
República.

Ganó el sistema democrático

"La democracia es una institución ética que se sustenta en la
verdad, que se sustenta e la ley. Entonces, pienso yo, que el
gran ganador de esta interpelación es el país y el sistema
democrático", expresó Osvaldo Hurtado.

¿Quién ganó finalmente con el juicio al vicepresidente?

-El país, sin duda, la democracia, la moral pública.

-¿No ganó, además, el candidato Rodrigo Paz?

Pienso que fundamentalmente ganó el país. La democracia,
entre sus muchas virtudes, tiene la de abrir la posibilidad
para el debate público, pluralista, amplio y libre. Y permite
que a través de ese debate se encuentre la verdad. Porque la
democracia es una institución ética que se sustenta en la
verdad, que se sustenta e la ley. Entonces, pienso yo, que el
gran ganador de esta interpelación es el país y el sistema
democrático. Los ciudadanos se han ilustrado, se han
informado, han cambiado de opinión. Todo el Ecuador estaba en
contra del vicepresidente de la República o casi todo... por
algo habrán cambiado los ecuatorianos. A ellos se les dio la
oportunidad para que se formen su propio juicio, gracias a
este servicio invalorable prestado por los medios de
comunicación y fundamentalmente de la televisión.

-Pero ¿no se trata más bien de un golpe duro para la clase
política? El ciudadano común tiende a medir con la misma vara
a todos los políticos. La corrupción de uno y de otro lado es
de todos, piensa. Esa generalización es absolutamente
peligrosa...

No todos los ecuatorianos somos buenos ni todos los
ecuatorianos somos malos, ni todos los políticos son malos ni
todos los políticos son buenos. Este juicio, por ejemplo, ha
demostrado que hay un grupo político intrínsecamente no
democrático que no respeta el derecho a la vida, que confunde
los intereses privados con los públicos, que se vale del poder
para enriquecerse... Distingamos políticos que, en este mismo
juicio, han sido presentados como personas honorables que han
prestado servicios a la Patria. No podemos caer en ese absurdo
de que el lodo tiene que necesariamente llegar a todos
aquellos que nos interesamos por los problemas del Ecuador.

-La abstención de los diputados de la DP ¿favorece finalmente
a candidatos como Paz?.

Si nosotros hubiéramos tomado esta decisión por
consideraciones estrictamente electorales, habríamos procedido
como procedieron durante mi gobierno los partidos que se
sumaron al enjuiciamiento y destitución del ministro de
Gobierno Carlos Feraud y del ministro de Recursos Naturales,
Eduardo Ortega. Hubo organizaciones políticas que dieron el
voto por la destitución para que no les creyeran gobiernistas
y pensando que un voto distinto causaría perjuicios
electorales. Nosotros habríamos podido formularnos la misma
reflexión y pienso que es un mérito que debería reconocerse
haber tomado una decisión por razones de principio y no por
conveniencias electorales. Yo espero que los ciudadanos
aprecien este comportamiento ético de la Democracia Popular.

-La gente esta harta del espectáculo político. ¿Cómo ve el
futuro inmediato del Ecuador?

Otra lección que deberíamos sacar de este conflicto es la
necesidad de extinguir el canibalismo político en el Ecuador,
que hace daño a la democracia y sobre todo que perjudica a la
economía nacional. ¿Cuál es la razón por la cual el Ecuador en
este período democrático de 16 años no ha logrado superar la
crisis económica? Una causa es la inestabilidad política. A
pesar de que en 1984, cuando terminó mi gobierno, se
reestablecieron los llamados equilibrios económicos, luego de
10 años el presidente Durán Ballén tuvo que tomar medidas para
de nuevo reestablecer los equilibrios económicos sin los
cuales no es posible el desarrollo económico ni el progreso
social. Mientras no terminemos con esta violencia política y
no demos estabilidad a la vida pública y no hagamos gobernable
la democracia ecuatoriana, vamos a seguir con tasas económicas
de crecimiento inferiores al crecimiento de la población, con
todas las consecuencias y el deterioro del nivel de vida de
los ecuatorianos. Ojalá este trauma por el que acaba de pasar
la sociedad ecuatoriana -y del que creo yo que todavía no
hemos salido- nos permita en el futuro llevar adelante una
política más constructiva.

Presiones indebidas en pedido de renuncia

No convenía al Partido Socialcristiano y al ingeniero León
Febres Cordero que el vicepresidente Dahik fuera al Congreso
Nacional, señaló Hurtado al señalar las supuestas presiones
ejercidas contra el vicepresidente de la República.

-¿Se presionó al presidente Durán Ballén para que pidiera la
renuncia al vicepresidente?

-De lo que se conoce y han recogido los diarios, esas
presiones existieron y, aparentemente, habrían provenido de
la Iglesia Católica, de las Fuerzas Armadas y del Partido
Social Cristiano. A mí me parecen las tres presiones
indebidas. No son campos en los que les corresponde actuar ni
a la Iglesia Católica, ni a las Fuerzas Armadas. En cuanto a
la tercera, esa sí me explico porque al Partido Social
Cristiano y al Ing. Febres Cordero no le convenían que el
vicepresidente Dahik fuera al Congreso Nacional. Tenían miedo
y había razón para su temor.

-¿Debería renunciar el vicepresidente Dahik atendido al pedido
del presidente?

-En el ejercicio del poder existe lo que suele llamarse la
razón de Estado y ella lleva a los gobernantes a tomar
decisiones en contra de vinculaciones o en contra de
relaciones dentro del Estado, de relaciones familiares y de
intereses partidistas porque la decisión conviene a los
intereses del bien común. Yo no pienso que la decisión del
presidente de la República de pedir la renuncia al
vicepresidente se justifica ni siquiera a través de esta
reflexión. Porque esa solicitud solo hizo daño al gobierno y
peor después de la decisión que acaba de tomar el Congreso
Nacional de no destituirlo. En esa perspectiva, pienso que el
vicepresidente debe tomar la decisión que considere
conveniente al interés del país en primer lugar; y en segundo
lugar al interés del gobierno, sin estar sujeto ni al pedido
que le formuló el presidente ni a influencias indebidas que
pudieran volver a presentarse. (Política) (Diario HOY) (3A)
EXPLORED
en Autor: Diego Araujo - [email protected] Ciudad Quito (Ecuador)

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