Otawa. 15.06.93. Por primera vez en la historia de Canadá, una
mujer, la ex ministra de Defensa Kim Campbell, de 46 años, se
convirtió en primera ministra tras ser elegida el domingo lÃder
del Partido Conservador, en sustitución de Brian Mulroney.
La controvertida Campbell, de quien sus crÃticos dicen que tiene
una lengua excesivamente suelta, ganó el domingo en la convención
del partido celebrada en la capital al más puro estilo de las de
los republicanos y demócratas en Estados Unidos.
Campbell necesitó de la segunda vuelta en las votaciones de los
delegados, que en la primera ronda le dieron el 48 por ciento de
los votos con un total de 1.664, 71 menos de los 1.735 necesarios
para obtener la mayorÃa.
En la segunda vuelta, Campbell obtuvo 1.817 (el 53 por ciento) de
los 3.447 votos emitidos, 93 votos por encima de la mayorÃa.
El gran derrotado fue el ministro del Medio Ambiente y principal
rival de Campbell, Jean Charest, quien a sus 34 años aspiraba a
convertirse en el primer ministro más joven de la historia del
paÃs.
Con el relevo del primer ministro de Canadá, Brian Mulroney, por
Campbell, concluye la tendencia de 23 de los últimos 25 años de
liderazgo de polÃticos procedentes de la provincia francófona de
Quebec.
Se confirma, además, el acceso al poder de una nueva generación
de lÃderes jóvenes en América del Norte, iniciado por el
presidente de EEUU, Bill Clinton, y ahora por Campbell, que tiene
la misma edad que el inquilino de la Casa Blanca.
Sin embargo, el gran triunfador de la convención, a juzgar por
las declaraciones de Campbell, Charest y los otros tres
candidatos, fue el mensaje de unidad para afrontar con éxito las
elecciones que la nueva primera ministra convocará para el mes de
noviembre.
Charest pidió el apoyo de sus partidarios "para la gran lÃder de
este paÃs" en alusión a Campbell, que también hizo un llamamiento
a la unidad para mantener en el poder a los conservadores.
La nueva primera ministra, la decimonovena del paÃs, que asumirá
el cargo el 29 de junio, elogió la figura de Mulroney, de quien
dijo que "hemos aprendido (de él) cómo pensar en el futuro a
largo plazo... y cómo ganar" las elecciones.
La victoria de Campbell resultó hasta cierto punto sorprendente,
dado que una encuesta difundida el sábado indicaba que con ella
los conservadores perderÃan las elecciones generales por un
margen del 9 por ciento frente al opositor liberal Jean Chretien.
Por el contrario, si Charest resultaba elegido, la victoria
estarÃa asegurada con un margen del siete por ciento de los
votos.
Estas voces de alarma no fueron escuchadas, sin embargo, por los
delegados en la convención conservadora, que se inclinaron de
forma mayoritaria por la agresiva y progresista Campbell.
En la campaña para la elección del lÃder del partido, Campbell
partió como la clara favorita, pero Charest no sólo se interpuso
en su camino, sino que logró convertirse en una seria amenaza.
En sus respectivos discursos previos a la votación, Campbell y
Charest prometieron situar en la más alta prioridad de su
gobierno la reducción del déficit y la creación de empleo, asÃ
como mantener la polÃtica aperturista de Mulroney en materia
comercial.
Durante su campaña para suceder a Mulroney, Campbell, considerada
la "Madonna" de la polÃtica canadiense, hizo unos comentarios
ofensivos hacia el Papado que molestaron a numerosos
conservadores católicos.
Además, tildó de "enemigos de Canadá" a quienes se oponen a la
polÃtica económica del Gobierno, y levantó no menos crÃticas
cuando calificó de "complacientes hijos de p..." a los electores
indecisos.
A finales del año pasado, Campbell fue protagonista de un sonado
escándalo cuando apareció en una foto con los hombros desnudos y
una toga tapándole el cuerpo.
Charest, por el contrario, proyectó una imagen de hombre de
familia modelo (está casado y tiene tres hijos; Campbell se
divorció dos veces y no tiene hijos).
El joven ministro ha tratado, además, de demostrar que es una
persona responsable y seria, mientras que los analistas han
resaltado su perfecto bilingüismo franco-anglófono, idóneo en un
paÃs dividido durante décadas por ambas culturas.
Campbell sustituye a Mulroney, quien habÃa anunciado su dimisión
el pasado 24 de febrero como resultado de la crisis económica que
ya en Estados Unidos le costó la Presidencia a George Bush.
El primer ministro también fue vÃctima de una sucesión de
fracasos polÃticos que aniquilaron casi por completo el enorme
respaldo popular de que llegó a gozar en sus casi nueve años al
frente del gobierno conservador progresista.
Mulroney justificó su dimisión en una carta al Parlamento en la
que dijo que "la renovación es algo esencial para la democracia".
En la convención conservadora, Mulroney acudió acompañado de su
mujer a votar, con una camisa hawaiana y una amplia sonrisa de
"alivio", según declaró a los periodistas. (EFE)
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 15/Junio/1993 | 00:00