Quito. 19.06.93. Una verdadera guerra contra el tiempo libran los
bloques legislativos que se han colocado a favor y en contra del
proyecto de Ley de Modernización auspiciado por el Gobierno y el
partido Social Cristiano.
Ayer el diputado socialcristiano Marcelo Pallares acusó al
presidente del Congreso Carlos Vallejo de pretender, con
triquiñuelas, demorar el tratamiento de este proyecto de ley para
que llegue el 10 de agosto sin que se lo haya aprobado. "Si para
cada artÃculo el presidente concede la palabra a todos los
diputados" es clara su intención, dijo Pallares, quien recordó
que esta materia ha despertado tal interés que inclusive
diputados que no pertenecen al Plenario asisten a sus sesiones
para debatir, lo cual se ajusta a las normas de la Ley Orgánica
de la Función Legislativa.
Los que se oponen
Parece evidente que la estrategia de quienes se oponen al
proyecto, los partidos de centro izquierda e izquierda, es que el
tema sea tratado en el pleno (que no hay que confundir con el
Plenario) del nuevo perÃodo ordinario de sesiones que se iniciará
el próximo diez de agosto. Por el contrario la táctica del
Gobierno y del socialcristianismo es la de apurar, mientras se
juega la Copa América, el tratamiento de esta ley, de modo que se
la apruebe antes del 10 de agosto.
Por un lado los socialcristianos temen que el 10 de agosto el
Congreso entre en una actividad fiscalizadora que está pendiente,
y por otro, no tienen la seguridad de que puedan conseguir una
mayorÃa que ya la tienen segura en el Plenario. Y aunque la
consiguiese, que es muy probable, siempre la discusión entre 77
diputados se complica más que en el reducido grupo del Plenario.
Y esta es precisamente otra de las crÃticas de forma al trámite
del proyecto. Se aduce que una ley de tanta importancia no debe
ser aprobada por tan pocas personas, tan pocas que, se ha dicho,
ocho diputados podrÃan resolver el asunto.
El mecanismo de por medio
De por medio está el mecanismo de aprobación de la ley, que según
la oposición deberÃa ser mediante las dos terceras partes de los
votos (puesto que el informe para segundo debate contiene
artÃculos que no fueron discutidos en el primero). Pero los
socialcristianos lograron aprobar ya en el Plenario que baste una
mayorÃa simple.
Sobre este punto el dirigente Mauricio Gándara se pregunta si
"las modificaciones introducidas en la Ley de Mercado de Valores,
a última hora, en el segundo debate", ¿fueron aprobadas por el
voto de las dos terceras partes? Según Gándara eso deberá
resolverlo el Tribunal de GarantÃas Constitucionales, a donde
apelarÃan quienes se oponen al procedimiento que se quiere
utilizar para aprobar la ley.
Los socialcristianos por su parte aducen que el texto del
artÃculo 68 de la Constitución, que regula esta materia, es
oscuro y "puede interpretarse de cuatro maneras".
También el contenido
Pero no todo el conflicto radica en el procedimiento. Los
diputados de la ID y la DP han criticado también el contenido,
especialmente en lo que se refiere al canje de deuda por capital
y a la "delegación" al sector privado de áreas estratégicas
reservadas constitucionalmente para el Estado. En este punto, el
diputado Ramiro Rivera critica también el procedimiento: "se
pretende ahora que la delegación a los grupos privados de los
servicios públicos del Estado se realice a través de un decreto
del Ejecutivo", dice Rivera. "De aprobare esta barbaridad el
presidente Durán Ballén podrá, a través de decretos ejecutivos,
modificar, reformar, derogar e interpretar las leyes de
hidrocarburos, especial de Petroecuador, especial de
telecomunicaciones, de régimen municipal, de aguas, etc.", añadió
Rivera.
En ese tira y afloja táctico y jurÃdico se encuentra el Congreso.
El próximo martes, por la mañana para dejar tiempo para el
fútbol, será la próxima sesión. (5A)
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Ciudad N/D
Publicado el 19/Junio/1993 | 00:00