Quito. 17 jun 96. La pobreza ha sido el tema más explotado en
la segunda vuelta electoral desde el advenimiento del régimen
democrático.
La investigación realizada por el SECAP y procesada por el
Banco Mundial sobre las condiciones de vida en el Ecuador,
demuestra que en 1994 un 15 por ciento de los ecuatorianos se
hallaba bajo la lÃnea de extrema pobreza, es decir, sin
posibilidades de consumir una canasta de productos
alimenticios que cumpla con los requisitos mÃnimos de calorÃas
para reponer el desgaste diario, esto es: 2 mil 900 calorÃas
para nutrir a una persona de 65 kilos.
El 35 por ciento de la población se encontraba en la lÃnea de
pobreza total, que incluye la canasta básica de alimentos y
productos no alimenticios absolutamente esenciales. Por
ultimo, hay una lÃnea de vulnerabilidad, integrada por un
grupo que alcanzaba el 17 por ciento.
Es decir, un 35 por ciento de la población se hallaba en
estado de pobreza (dentro del cual se incluye el 15 por ciento
de pobreza extrema) y un 17 por ciento adicional era
vulnerable a la misma.
Decrecimiento global
El problema de la pobreza podrÃa ser atribuido a una
combinación de elementos que van desde la mala distribución de
la riqueza hasta un bajo nivel de desarrollo del paÃs, que se
traduce en un decrecimiento real de la economÃa a lo largo de
los años.
El ingreso per cápita de los ecuatorianos -medido en dólares-
se ha deteriorado gravemente desde 1982, en que bordeaba los
mil 650 dólares, y 1996, en que alcanza alrededor de mil 500
dólares. Estos tienen además un poder adquisitivo muy inferior
al de esa época. El paÃs se ha venido empobreciendo en su
globalidad.
Problemas con la distribución de la riqueza
Existen tres fuentes de interpretación de la distribución de
la riqueza.
En el sector formal, la remuneración de los trabajadores se ha
elevado, mientras la renta de capital ha ido perdiendo su
participación. Esto es fácil apreciar en el sinnúmero de
empresas que -si bien tienen presencia importante en el paÃs-
sus empleados y ejecutivos están en mejor posición que los
accionistas.
Una segunda interpretación, igualmente aplicable al sector
formal de la economÃa, demostrarÃa que los salarios reales en
el Ecuador, medidos en dólares en 1996, son muy superiores a
los de comienzo de la década. La propia Organización
Internacional del Trabajo OIT ha señalado que con esos
salarios mÃnimos reales el poder adquisitivo de una canasta
básica en función de los precios internos de los alimentos es
más alta en Ecuador que en todos los demás paÃses Andinos
incluyendo Chile.
Una tercera forma de mirar la distribución del ingreso es la
que emana de las Cuentas Nacionales que elabora el Banco
Central del Ecuador, según las cuales la remuneración de los
trabajadores con relación al PIB sufre un descenso progresivo,
mientras los ingresos correspondientes a la remuneración del
capital estarÃan creciendo, agudizando una distribución
regresiva del ingreso.
Sin embargo esta interpretación adolece de problemas
conceptuales. Según las Cuentas Nacionales, la renta de
capital incluye por un lado valores que no benefician a las
empresas (impuestos, intereses, alquileres, depreciaciones y
utilidades para los trabajadores), y por otro, las
remuneraciones de los trabajadores por cuenta propia.
POBREZA TIENE SUS PROPIOS RASGOS
Las investigaciones del Banco Mundial en 1994 reflejan que la
pobreza es mucho mayor en las áreas rurales que en las
urbanas. En las primeras, una de cada dos personas vive en
pobreza, mientras en las ciudades es una de cada cuatro.
Los gastos de alimentación y salud en los hogares pobres del
paÃs absorben el 66 por ciento de su presupuesto, mientras el
resto de la población gasta el 56 por ciento. Los años de
escolaridad en la población pobre alcanzan a 4 mientras que en
el resto del paÃs a casi 8. Por último, en cuanto a los
servicios básicos, la cobertura de servicios básicos es
bastante inferior en la población pobre.
Existen además claras diferencias entre los hogares pobres y
no pobres respecto a la composición del hogar. En los
primeros, las familias son más numerosas, no solo por la falta
de conocimientos en torno a la planificación familiar, sino
por una suerte de machismo que ha generado la paternidad
irresponsable.
Un 60 por ciento de la población vive en hogares nucleares
que recogen exclusivamente a los cónyuges y a sus hijos; en el
40 por ciento restante los hogares se "extienden" a parientes
que pueden ser abuelos e hijos recién casados. Existe un grave
problema cuando en los hogares "extendidos" hay un solo
generador de ingresos. Dentro de los hogares "fuertemente"
extendidos, la mitad de la población es pobre, mientras que en
los hogares nucleares solo un tercio son pobres.
Es grave advertir que los que más padecen la pobreza son los
niños y los ancianos. Actualmente en el paÃs un 40 por ciento
de menores de 14 años son pobres, es decir más de 1 millón 600
mil ecuatorianos menores de 14 años. El fenómeno se reproduce
en los ancianos, en donde también el 40% son pobres.
PRIORIZACION Y POLITICA GLOBAL
QUITO. 17 jun 96. Es necesario una depuración de conceptos en
las Cuentas Nacionales para evitar diagnósticos e
interpretaciones inconvenientes a la urgente necesidad de
emprender en una seria polÃtica para combatir la pobreza.
Hace falta una inmediata coordinación en esta materia con las
Superintendencias de CompañÃas y de Bancos, el INEC, y los
Institutos de Investigación Universitaria.
La pobreza en el Ecuador y en América Latina constituyen el
problema más acuciante que debe ser enfrentado con polÃticas
idóneas que ataquen por varios frentes las causas y
consecuencias de tal fenómeno económico y social. El no
hacerlo implica una irresponsabilidad que se revierte contra
todos los ecuatorianos porque la pobreza estructural se
convierte en un cÃrculo vicioso que genera mayor ineficiencia
social y más pobreza, con una proyección peligrosa hacia la
violencia y el enfrentamiento de clases que a su vez marcan
inseguridad colectiva.
Es preocupante que los niveles de pobreza en la zona rural y
en los hogares "extendidos" gracia a la solidaridad de los más
pobres comience a focalizar la lÃnea de extrema pobreza en
determinados lugares del territorio ecuatoriano, mayormente
ubicados en el área rural pero también extendidos en los
suburbios de las urbes, porque si bien la focalización hace
posible la adopción de polÃticas más definidas para combatirla
también pueden ser aprovechadas demagógicamente por lÃderes
polÃticos, locales o nacionales, que trafican con el dolor
humano para exaltar y promover sus figuras, afectándose al
ejercicio de la democracia.
Dadas las caracterÃsticas de pobreza en el Ecuador es
fundamental definir una polÃtica de Estado en torno al
Desarrollo Nacional que priorice el combate a la pobreza, la
nutrición, salud y educación; la creación de fuentes de
trabajo, el aumento de las exportaciones para poder realmente
crecer económicamente y el fortalecimiento de la
infraestructura fÃsica (agua, luz, alcantarillado, teléfonos y
vialidad) no sólo para ayudar a los grupos más pobres sino
también para que las inversiones con capitales locales o
foráneos puedan realizarse en forma competitiva. (DIARIO HOY)
(P. 5-A)
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Publicado el 17/Junio/1996 | 00:00