Quito. 11 abr 2001. El Segundo Mandatario dijo que los indígenas invaden
campos que no les competen y pretenden influir en las decisiones del
Gobierno.

"La continuación del diálogo entre las organizaciones indígenas y el
Gobierno pende de un hilo". De esa forma el vicepresidente Pedro Pinto
describió ayer la situación actual de las negociaciones con el sector
indígena.

Una diferencia en la percepción que ambas partes tienen sobre los
objetivos de las mesas de diálogo explica el estancamiento y la tensión,
así lo reconocen delegados de los dos sectores.

Para el Gobierno el objetivo de las mesas de trabajo es escuchar los
puntos de vista de los dirigentes indígenas, sin que eso implique que el
régimen adopte esas propuestas. Mientras para los indígenas, el diálogo
significa que sus opiniones serán tomadas en cuenta en las decisiones
gubernamentales.

Un ejemplo de esta óptica sucedió el lunes pasado, cuando el Ejecutivo
envió el veto parcial a la reforma tributaria horas antes de iniciar la
tercera reunión de la mesa de trabajo con los indígenas sobre ese mismo
asunto.

Los dirigentes se sintieron "ofendidos y burlados", según Marco Murillo,
presidente de la Feine, ya que sus posturas no formaron parte del
proyecto.Entonces, el ministro de Gobierno, Juan Manrique, aclaró que las
mesas de diálogo se establecieron para estudiar y analizar los problemas
y que el Mandatario está en todo el derecho de tomar sus decisiones.

El conflicto de percepciones sobre el propósito del diálogo quedó
ratificado ayer. El vicepresidente Pinto dijo que "las negociaciones no
están avanzando porque la posición de los indígenas es tan dura, que es
más, quieren invadir campos que no les corresponden; quieren incluso
cogobernar, lo cual no es aceptable porque el Presidente tiene las
facultades para tomar decisiones".

Las declaraciones de Pinto provocaron la reacción de la dirigencia
indígena. La Fenocin anunció la suspensión de los diálogos hasta reunirse
con el presidente Noboa. Igual posición adoptó Marco Murillo, de la
Feine.Pasadas las 17h00, Marcelo Santos, secretario de la Administración,
informó que el Mandatario aceptó reunirse con la comisión de los
indígenas, luego del feriado de Semana Santa.

A las 20h00 finalizó el encuentro que Gobierno e indígenas mantuvieron
para avanzar en la discusión de las indemnizaciones para los heridos y
familiares de los fallecidos durante el último levantamiento indígena.
Las partes acordaron manejar tres conceptos para la discusión de los
montos con los que se indemnizará a los heridos: daño emergente, daño
moral y lucro cesante.

REACCIONES

Malentendido del Gobierno

El analista político Adrián Bonilla explicó el malestar que existe en la
dirigencia indígena como una consecuencia de lo que calificó "como un
cambio de escenario" de las conversaciones, de parte del Gobierno.

Según Bonilla, el Ejecutivo ha olvidado que las mesas de diálogo "no eran
para renegociar las condiciones del acuerdo firmado en febrero, sino para
ejecutar los compromisos adquiridos en él". De ahí que -dijo- la falta de
acuerdos concretos obligue a los indígenas a presionar la ejecución de lo
prometido por el Gobierno, entre lo que se incluye la discusión de la
reforma tributaria.

Diálogo entrampado

Fernando García, experto en temas indígenas, dijo que existe un
entrampamiento en el diálogo del Régimen con el movimiento indígena.
"El planteamiento no es para un cogobierno indígena, porque no se los ha
convocado para eso. Me parece que los tres puntos que se han tratado (las
indemnizaciones a las víctimas del último levantamiento, los pasajes de
transporte terrestre y la reforma tributaria) son los más difíciles. Hay
20 puntos más y entiendo que los indígenas no ven resultados, eso es
preocupante porque el diálogo se desgasta como mecanismo. Discrepo con la
percepción de que los indígenas pretenden un cogobierno", dijo.

Falta apertura

Nina Pacari, diputada de Pachakutik, dijo que mientras no haya una
apertura se verá una debilidad en el diálogo, cuya solución depende más
del Gobierno. Agregó que falta voluntad política en el Gobierno y, frente
a eso, dijo, las organizaciones indígenas se sienten excluidas y sin
mecanismos viables para discutir y discrepar.

"Han habido enfoques que pretenden considerar la pretensión de un
cogobierno indígena, la idea es buscar objetivos nacionales", puntualizó.
Chancoso: Son declaraciones prepotentes y racistas
QUITO.- Las profundas discrepancias entre el Gobierno y el movimiento
indígena también se evidenciaron en la primera reunión de la mesa de
trabajo que aborda el Plan Colombia.

Tras la cita inaugural desarrollada ayer en la sede de la Naciones Unidas
en Quito, Blanca Chancoso, líder de la Confederación de Nacionalidades
Indígenas del Ecuador (Conaie), reaccionó en duros términos a las
declaraciones del vicepresidente de la República, Pedro Pinto, quien dijo
que los indios pretenden desconocer el espíritu de los diálogos y
cogobernar el país.

"Son unas declaraciones prepotentes y racistas. A nosotros no nos
interesa cogobernar con los socialcristianos como lo hacen. Además, los
términos del acuerdo no implican ninguna repartición de troncha o de
involucrarnos en algún ministerio", aseveró.

La líder indígena añadió que el régimen no tiene por qué molestarse
cuando un sector expresa su desacuerdo con las políticas económicas y
sociales que se aplican en la sociedad.

"¿Solo nos toman en cuenta cuando hay que pedir el voto? Los gobernantes
deben velar por todos. Las cámaras de la producción no son las únicas que
pueden pedir cambios", dijo.

Entretanto, en la mesa de diálogo sobre el Plan Colombia, los puntos de
divergencia entre los indígenas y el régimen parten de la permanencia
estadounidense en la Base de Manta, la adhesión a la Iniciativa Andina y
la regionalización del conflicto colombiano. (Texto tomado de El
Universo)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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