Guayaquil. 11 mar 99.
"Guayasamín es uno
de los últimos cruzados
del imaginismo".

Pablo Neruda

Ayer el pueblo ecuatoriano tenía planeado levantarse por la
mañana y salir a las calles a protestar por la crítica
situación económica que vive el país.

Pero los paros, desmanes y revueltas quedaron opacados por una
noticia que sacudió al Ecuador: Oswaldo Guayasamín, el más
célebre pintor nacional del siglo XX, falleció a los 79 años
víctima de un infarto.

Lo paradójico es que el artista, conocido por su apego al
comunismo, murió precisamente en los Estados Unidos, país con
el que tuvo problemas por ser amigo del presidente cubano
Fidel Castro y por haber elaborado un mural para el Congreso
ecuatoriano, durante el régimen de Rodrigo Borja, en el que
mostraba una calavera con un casco que tenía impreso la
hesvástica y las siglas de la CIA (Agencia de Inteligencia
norteamericana).

Guayasamín murió en Baltimore, en el estado de Maryland, luego
de haber sido intervenido quirúrgicamente para aliviar una
dolencia en sus ojos.

Los familiares del pintor gestionaban ayer el traslado de su
cuerpo a Quito, que debía llegar a más tardar mañana, mientras
las autoridades gubernamentales confirmaron que el maestro
recibirá los más altos honores.

Casado tres veces, el artista deja 7 hijos, varios nietos y
bienietos.

Sus inicios

Oswaldo Guayasamín Calero nació en Quito el 6 de julio de
1919, en el hogar de José Miguel Guayasamín y Dolores Calero.
Realizó estudios de pintura, arquitectura, decoración y
folclor.

Su primera exposición individual la realizó en 1942 y generó
un verdadero escándalo por la denuncia social de sus obras.
Desde entonces su nombre se hizo muy conocido.

Con su serie pictórica Haycañán (Camino del llanto) acrecentó
mucho más su prestigio y se convirtió en una de las primeras
figuras del arte pictórico nacional.

En 1956 ganó la III Bienal Hispanoamericana de Barcelona, con
el tríptico El ataúd blanco. También se adjudicó la Bienal de
Sao Paulo en su cuarta edición. Luego fue invitado a exponer
en los más afamados centros culturales americanos y europeos.

Pintor de famosos

En la larga trayectoria del maestro Guayasamín fueron
muchísimos los artistas, políticos, gobernantes, escritores y
diversas personalidades que quedaron perennizados por su
genial pincel, de un particularísimo estilo para el retrato.

Entre esos destacan los reyes Juan Carlos y Sofía de España,
la princesa Carolina de Mónaco, el cantante Raphael y Fidel
Castro.

El artista tampoco estuvo exento de la polémica, pues cuando
pintó el mural de la sala de sesiones del Congreso nacional,
su actitud originó aplausos y llamó también a la condena.
En Guayaquil realizó el monumento del Centro Cívico y en otras
ciudades también hay testimonio de su talento artístico.

Entre las numerosas distinciones que le fueron conferidas
constan la condecoración de la Orden de las Letras y Artes en
Francia y la Legión de Honor del mismo país.

Recibió el doctorado honoris causa de la Universidad Central
del Ecuador y de las universidades de Mérida y Santo Domingo.
En 1971 presidió la Casa de la Cultura Ecuatoriana y creó la
fundación Guayasamón en 1976.

El nombre de Oswaldo Guayasamín consta en un gran número de
enciclopedias, diccionarios bibliográficos y ediciones
especializadas de arte universal. Sin duda alguna, es uno de
los mayores pintores que dio el Ecuador en el siglo XX, tanto
por su obra como por su sentido artístico universal.

¿A dónde irá a parar la Capilla del Hombre?

La obra capital de Oswaldo Guayasamín es la Capilla del
Hombre, un monumento que aspiraba a inaugurar hacia el 2001 y
con el que el pintor pretendía "contar desde el nacimiento de
nuestras culturas hace 8 o 10 mil años hasta lo que está
sucediendo ahora mismo", según declaró en enero a la agencia
Efe.

La idea del artista era abarcar 2.500 metros cuadrados de
gigantescos murales y rendir con ellos homenaje a "los 70
millones de indios y los 50 millones de negros que murieron
tras la llegada al continente de los europeos".

Ya tenía dibujados 2 mil metros cuadrados y pintado el 30 por
ciento de esa cantidad.
Con su muerte, queda en el aire la incógnita de si habrá
alguien que pueda concluir los trabajos o estos se suspenderán
definitivamente.

Para la escultora Yela Loffredo de Klein, quien fue amiga
personal de Guayasamín y declaró estar "muy apenada" por su
deceso, la Capilla del Hombre debe terminarse de cualquier
modo.

"La fundación Guayasamín debe seguir con la idea que él tuvo
porque no hay cosa más grande para un hombre que llevar a cabo
sus ideas îafirmóî. La obra tiene que continuarse para que
siga existiendo Guayasamín a través de ella".

En cambio, el pintor Enrique Tábara considera que no tendría
ningún sentido que otro artista acabe un proyecto tan personal
como ese.

"Sería absurdo que alguien la continuara, porque no sería la
obra de él îaseveróî. Otros artistas, por más que intenten
comprender su trabajo, no podrán realizarlo. Sencillamente
debería olvidarse el asunto de la Capilla del Hombre".

Asumió retos políticos

QUITO.- Oswaldo Guayasamín, a más de ser un destacado artista
de la plástica, fue un hombre que asumió retos políticos.
Participó en varias reuniones previas a las jornadas de
protesta del 5 de febrero de 1997, cuando el pueblo se lanzó a
las calles a pedir la salida del entonces Presidente Abdalá
Bucaram.

Guayasamín formó parte del grupo al que se denominó de los
intelectuales, que estuvo integrado también por los escritores
Pedro Jorge Vera (fallecido hace pocos días) y Jorge Enrique
Adoum.

Estuvo siempre vinculado a los sectores de izquierda brindando
su apoyo. En la fundación que lleva su apellido logró reunir
por varias ocasiones a los grupos de centro izquierda,
movimientos independientes y de indígenas; a líderes como
Rodrigo Borja, Osvaldo Hurtado y Freddy Ehlers.

Guayasamín también contribuyó con su esfuerzo a la instalación
de la Asamblea Nacional Constituyente y para ello propició la
integración de un frente progresista logrando reunir a las
fuerzas de Pachakutik, Izquierda Democrática y movimiento
Nuevo País.

Fue en su casa donde se firmó un acta compromiso de estos
movimientos de centro izquierda para actuar bajo una misma
línea mientras durase la Asamblea instalada en diciembre de
1997.

Mediante cartas se dirigía a los líderes políticos de
izquierda invitando a reuniones en la Fundación y explicando
la intención. Su visión fue mirar y actuar por el país y
tratar de juntar a los grupos de centro izquierda e izquierda
por un objetivo común, el pueblo.

La tragedia de Alfredo Vera

Con la muerte de Guayasamín, ya son 6 los familiares cercanos
del ex ministro Alfredo Vera que han perecido en menos de un
año.

Vera, casado con Saskia Guayasamín, perdió a su sobrina Maita,
su nieto Emilio y sus sobrinos nietos Alejandra y Mateo, en el
accidente aéreo de Cubana de Aviación ocurrido el 29 de agosto
de 1998.

De igual forma, la semana anterior falleció su tío, Pedro J.
Vera, y ahora su suegro Oswaldo Guayasamín, quien era uno de
sus mejores amigos.

Cabe resaltar que quienes perecieron en el accidente de Cubana
también eran familiares inmediatos de Guayasamín: Maita
Madriñán era su nieta, mientras que Emilio, Alejandra y Mateo
eran sus bisnietos. Su muerte sumergió en un profundo estado
de depresión al pintor. (Texto tomado de El Universo)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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