LO QUE LE FALTO A LA PROPUESTA LABORAL. Por Diego Torres
Hadathy
Quito. 05.05.91. No hubo y quizás nunca exista un acuerdo en
el tema laboral. Cada sector, el privado y el de los
trabajadores, presentaron un informe diferente al presidente
de la República, con las posibles modificaciones a la
legislación laboral.
Los pedidos de los trabajadores y los empresarios ya fueron
dados a conocer y las posiciones son absolutamente
contrapuestas.
El por qué del eterno desacuerdo.
Ninguno de los dos sectores quiere ceder, ni está dispuesto a
sacrificar lo que ha conseguido. Prueba de ello es que no hubo
consenso.
Sin embargo, según lo que se ha podido conocer, la propuesta
empresarial es bastante más clara y puntual que la de los
trabajadores. Estos últimos asumieron una actitud inflexible y
endurecieron la posición, al punto que no quedó casi nada que
discutir. Esa posición y esa actitud la han mantenido por
varios años y esa es una de las principales causas para que el
movimiento sindical haya perdido su fuerza y la
representatividad que un sector asà deberÃa tener.
Parece que la iniciativa y el uso de la imaginación está entre
las cosas olvidadas, de quienes están involucrados con el
sector laboral.
Lo que podÃan haber incluido
El tono y los planteamientos tienen que cambiar. Los
trabajadores podÃan haber incluido en su propuesta, por
ejemplo, un pedido para que se exija que las empresas sean
gerenciadas profesionalmente.
Un alto porcentaje de los dueños y gerentes de las empresas
ecuatorianas, sobre todo del sector de la pequeña industria,
no es gente preparada en administración de empresas, lo cual
es también una causa para que existan conflictos laborales.
En estos tiempos, la empresa no puede manejarse como un
negocio familiar. La administración de recursos humanos tiene
que ser técnica, el presupuesto se maneja de manera técnica,
al igual que las ventas, las adquisiciones y demás
funciones. Con un mejor manejo, la relación entre el patrono y
el empleado cambia.
Otra de las cosas que podrÃan incluirse en la propuesta
laboral, es la exigencia de que se realicen auditorÃas
externas en las industrias y que se publiquen los balances
anuales. De igual manera, los trabajadores pueden exigir que
un miembro de la organización sindical tenga un puesto en el
directorio de la empresa. De esa manera, los trabajadores
podrÃan conocer de manera más cercana como se maneja la
empresa y la posición de los sindicatos serÃa mucho más
flexible y menos conflictiva.
Las utilidades
Todo esto, tal vez ya pudo haber sido planteado en casos
aislados de empresas, pero en esta ocasión la propuesta tenÃa
un nivel nacional e iba a ser estudiada por todos los sectores
del paÃs, como se hizo con la que presentó la dirigencia
obrera. Por lo tanto, el peso y las posibilidades de que una
gran parte de los pedidos se aprueben, eran bastante buenas.
El aumento en el reparto de utilidades (del 15 al 25%)
planteada por los trabajadores, fue uno de los puntos que
mayor reacción produjo entre los industriales. Un aumento de
ese tamaño es poco probable. Pero por qué no plantear, por
ejemplo, que un porcentaje de las utilidades de la empresa y
de los trabajadores se destine a capacitación.
A simple vista ninguno de los dos sectores podrÃa negarse a
realizar una inversión que, sin duda alguna, redunda en su
beneficio.
Un tira y afloja
Como se ve, estos posibles pedidos significan un
renunciamiento y algo de sacrificio para ambas partes. La
posible supresión o flexibilización del sindicato, a cambio de
una mayor apertura en la información acerca del manejo de la
empresa. Menos utilidades, pero más conocimientos para los
trabajadores. Obreros mejor preparados y por lo tanto mayor
productividad para la empresa. Una administración técnica que
redunda en una mejor relación con los trabajadores.
No se trata de volver a inventar lo que ya está inventado,
porque algo de lo señalado antes ya existe en algunas
empresas. Simplemente de contribuir en un tema que es debate
nacional y que parece que tardará mucho o quizás nunca llegue
a tener un final feliz.
La propuesta de los trabajadores
Estabilidad permanente, es decir, que el empleador no pueda
dar por terminada la relación laboral a través del despido
intempestivo, sino solo a través del visto bueno del
Ministerio del Trabajo.
Eliminar el paralelismo sindical, es decir, un solo sindicato
por institución en el sector público y la constitución de
sindicatos sectoriales en el sector privado.
Controlar que las liquidaciones de las empresas no se realicen
de manera fraudulenta, sino que se hagan con la participación
de los trabajadores.
Realizar la contratación colectiva por rama de trabajo.
Respecto de los conflictos colectivos, impedir que los pliegos
de peticiones se archiven de manera ilegal y que el Tribunal
de Conciliación y Arbitraje sea presidido por un doctor en
jurisprudencia.
La huelga podrá ser declarada por ramas de trabajo y las
centrales sindicales tendrán facultad para huelgas en caso de
cierres de empresas, despidos intempestivos o movimientos de
maquinaria y bienes de la empresa.
Sobre la jubilación, el planteamiento de los trabajadores
señala que si el obrero se retira antes de los 25 años, deberá
recibir lo que tenga acumulado por sus años de servicio.
Por último, los trabajadores plantearon que el reparto de
utilidades aumente del 15 al 25%. Se propone que el aumento
porcentual sea en acciones a favor de los trabajadores. Lo que
piden los empresarios
En la propuesta del sector privado se mantiene el despido
intempestivo, pero se establece que la indemnización se pagará
de acuerdo con los años de trabajo, estableciendo un valor
igual por cada año.
La contratación colectiva debe ser una decisión de consenso
entre las partes. Se facultarÃa para dirimir a un tribunal
tripartito, para evitar la excesiva concentración de poder en
las autoridades laborales.
Propone que la facultad para fijar el salario mÃnimo sea
devuelta al Consejo Nacional de Salarios.
Señala que es necesario regular ciertas formas de trabajo
tales como los contratos temporales, ocasionales y de
naturaleza precaria.
Para los empresarios, es necesario revisar las disposiciones
que fijan el número mÃnimo de integrantes de una organización
sindical, con el fin de elevarlo.
Se proponen también modificaciones de carácter procesal, con
el fin de asegurar un trámite expedito a los conflictos
colectivos.
Respecto de la huelga señala que es un derecho de los
trabajadores, pero que se deben evitar los excesos, tales como
la huelga solidaria.(A-2).
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Publicado el 05/Mayo/1991 | 00:00