Quito. 18 ago 96. Las tres campañas electorales apoyando al
PRE de María Bedoya, mujer humilde del sur de Quito, no fueron
en vano. Ahora, que la fuerza de los pobres es una realidad
física en el Palacio de Gobierno, ella fue una de las 200
personas que diariamente se agolparon desde el lunes 12 de
agosto en la entrada del histórico edificio con carpetas y
esperanzas de conseguir una "pega" en la nueva administración.
Ya lo dijo el secretario de la Administración, Miguel (Micki,
para los amigos) Salem: este gobierno es de extracción popular
y son los pobres quienes más derecho tienen a estar en este
lugar.
María Bedoya lo cree así. Sobre todo luego de obtener, con la
firma del Primer Mandatario, una recomendación directa
dirigida al ministro de Bienestar Social, Adolfo Bucaram,
donde pide que se le de el puesto de promotora social para el
trabajo de las mujeres en los barrios del sur de la capital
ecuatoriana. María, que es de ese populoso sector, pegaba los
afiches del PRE en la campaña. No escatima palabras de
agradecimiento para la que en este momento se su vida
considera su benefactora: la abogada Elsa Bucaram. La flamante
promotora no esperaba tanta deferencia de quien se ha
convertido en nada menos que el brazo derecho del jefe de
Estado. Desde el momento en que la vio la reconoció: "Ñañita,
le habría dicho, cómo te voy a negar nada a ti". "Es muy
humana con los humildes y quienes le han acompañado en estos
años", dice al respecto una funcionaria de la casa de Gobierno
que tampoco oculta su admiración.
Es que Elsa Bucaram, en la primera semana de la nueva
administración convirtió en la "reina del Palacio", como la
calificó la prensa. No e ra para menos: "Abdalá muere por su
hermana", dice una fuente allegada a la familia.
Es la más querida del Primer Mandatario y una de la pocas
personas en las que cree ciegamente. Su oficina se ubicó al
lado del despacho presidencial y su papel, según las mismas
fuentes, fue desde ese momento, el de organizar todos los
nombramientos del nuevo gobierno.
La gente lo supo desde el principio. Sacaron cita previa con
la abogada y, desde las rejas de la entrada del palacio
presidencial, seis secretarias recibieron los nombres y las
carpetas de los aspirantes a cargos públicos.
Llegaron desde todo el país a reclamar su cuota por el
sacrificio de campaña. Desde los más humildes hasta los
prepotentes, que, con ternos de corte e insignias en sus
solapas, encaraban a los también humildes guardias militares
de Palacio para que les dejen entrar a hablar con la abogada
Elsa Bucaram.
Los que lograron ingresar a la sala de espera dejaron su
cédula y esperaron, unos, que se les llame; y otros, los de
más suerte o influencia, subían directamente hasta el segundo
piso donde hicieron columna para apuntarse a la cita con la
abogada. Ella preguntaba a quienes aún no tenían idea del
lugar a dónde ir: "¿Qué sabes hacer?". Si, por ejemplo, el
hombre sabía algo de carreteras o de construcción, su destino
fue el ministerio de Obras Públicas.
Allá debería averiguar, con la recomendación en la mano, qué
partida presupuestaria está libre.
Los que sí supieron cuál era su nueva función simplemente
esperaron la firma correspondiente: un militante roldosista
aseguró que tenía ya en el bolsillo el nombramiento de gerente
del Banco de Fomento de Daule. "Todos tienen su puestito,
salen con algo, ellos no son ingratos", dijo la misma
funcionaria.
Es que Elsa sabe el manejo del Palacio, como dice Miguel
Salem. Su experiencia se remonta al gobierno de Roldós, cuando
la joven cuñada, daba sus primeros pininos en la
administración.
Hasta el jueves 15 se sentía a sus anchas. Incluso bromeaba
con sus amigas más íntimas sobre los halagos que se soltaban a
su paso. Uno de ellos señalaba que "tiene los mismo ojos que
Elizabeth Taylor". Las risas no se hacían esperar, no porque
no sea cierto, sino porque, como habría dicho Elsa, "yo no
tengo la misma edad de ella".
Ese destino de "reina del panal presidencial" cambió cuando se
hicieron públicas las montoneras en las puertas del palacio de
Carondelet. Un batallón de militares sacó a empujones a los
palanqueadores. Elsa se trasladó con su tropa de desempleados
hasta el ministerio de Bienestar Social, para seguirlos
atendiendo. Se espera que luego de despachar todas las
solicitudes vuelva al palacio para, con más tranquilidad, siga
ayudando a su hermano.
SALUDE A LA BANDERA
En el otro lado de la cuadra, donde se ubica la
Vicepresidencia de la República, los policías militares de la
recepción no sabe cómo tratar una con un militante costeño del
MIRA, movimiento de Rosalía Arteaga. El exige entrar y, aunque
no tiene los carnets del movimiento, espera que pronto lleguen
los mismos para poder también exigir los puestos. En este otro
lado de la luna la decepción cunde. Y se compara con lo que
pasa al otro lado: "Ahí sí les están dando lo que piden",
reclama un ex brigadista de la campaña en Quito, quien recibió
como respuesta a sus pedidos de empleo: "Yo nunca esperé que
me apoyasen a cambio de un cargo público". Eso no lo entiende
la gente que mantiene irritado al guardia de seguridad. El
hombre se exaspera, se toma el casco blanco con negro, está a
punto de alzar la voz, pero se controla: al fin y al cabo esto
pasará. La entrada a la Vice es más restringida. Dos
uniformados de plomo pasan un detector de metales por el
cuerpo de todo aquel que logra ingresar al ex bunker de
Alberto Dahik: "Siga por esas gradas, no ocupe el ascensor,
ah, y salude a la bandera".
FRESCO Y SIN GUARDAESPALDAS
Delegaciones de la Costa, Sierra, Oriente y Galápagos
deambulan por el lobby del hotel Colón. Con trajes
multicolores, chaqueta negra, pantalón café, camisa negra,
corbata roja, un 'compañerito" de Machala espera la salida
del presidente. Todos, hombres y mujeres, portan carpetas con
su aspiración laboral y están pendientes del ascensor.
Este se abre y aparece el compañerito 'Acdalá'. Las quejas y
pedidos son múltiples. El presidente saluda con todos, pues a
todos reconoce como sus amigos, compañeros de partido y fieles
activistas en la campaña electoral. Sin seguridad personal, el
mandatario saluda con todos.
En medio de gritos, abrazos y pedidos, el presidente trata de
abrirse paso: se atrasa a una reunión en Palacio. "Mira anda
a Guayaquil el sábado y habla con Mikey Salem; el sabe todo",
recomienda el presidente Bucaram a uno de sus seguidores.
"Presta la lista de estos cien me encargo yo", manifiesta el
mandatario a uno de sus seguidores que le entrega un hoja de
cuaderno en la que consta una lista de los aspirantes a cargos
públicos.
Otro replica de inmediato: "Y que pasa conmigo, preshidente".
"Mira patucho, no te puedo dar lo de portuaria. Tú eres mi
amigo pero recién apareces. Yo tengo ahora que ver por mi
gente, la que luchó conmigo en la campaña.
Búscate otro cargo y yo te recomiendo para que te lo den",
sentencia Bucaram, al recordar que "Patucho" ya estuvo antes
en Autoridad Portuaria de Guayaquil y vendió la renuncia.
"Pero me pueden hacer un contrato", señala Patucho, como
última esperanza para alcanzar empleo.
Otro, el representante de Chimborazo, a grito pelado denuncia
al jefe de Estado que en Riobamba están nombrando como jefe
provincial de Salud a un socialcristiano. "A Lobato, que
estuvo de candidato a Prefecto". No puede ser, señala Bucaram
llevándose la mano a la frente. Es que Salud y Educación está
en manos de Rosalía, justifica ante sus seguidores de
Chimborazo, que de inmediato le recuerdan que en dicha
provincia el MIRA no tiene representatividad. "Entonces anda
tú este momento donde Rosalía y dile que te nombre a tí como
Jefe de Salud; al fin y al cabo, ¿tú eres médico o no?"
Otro, uno que parece más amigo del presidente, con celular en
mano, muestra al mandatario la credencial que fue otorgada a
los periodistas por la Cancillería para la transmisión de
mando. "Mire abogado, ni con esta credencial me paran bola',
le reclama. "No te preocupes, anda donde Alfredo (Adum) y dile
que te nombre jefe de Relaciones Públicas de Petroecuador; ahí
el sueldo es bueno y luego que te hagan una comisión de
servicios para la radio", le soluciona el líder.
La alegría se refleja de inmediato en el rostro del futuro
burócrata de Petroecuador, que se confunde en abrazos con su
esposa y allegados. "Ahora es todo, tu adentro ya puedes
colocar al resto de gente", le señala con una amplia sonrisa
la guapa mujer machaleña.
El presidente logra alcanzar la puerta de salida del hotel
Colón y aborda un vehículo Volvo color azul, que arranca raudo
sin destino público, sin motocicletas ni escándalos.
El jefe de Estado va solo, sin poses, no tiene seguridad (su
gente mismo le cuida) y saluda con todos los curiosos que se
detienen para mirar de cerca al presidente y desearle éxitos
en sus funciones.
LA FAMILIA, LOS AMIGOS
"Primero Dios, después la familia...", fue la primera parte de
la última frase del discurso de Abdalá Bucaram en la posesión
del mando el 10 de agosto de 1996. La familia se ha venido,
pues, tomando el lugar que le corresponde después del Padre.
Una familia muy unida, según amigos consultados y cuya
parentela, como dijo el propio Abdalá, suman más de 500, "y
todos son políticos".
Elsa Bucaram, la hermana consentida, la que nunca le falló,
está al lado de Abdalá. No se sabe hasta cuando, pero hoy por
hoy dirige a las masas trigueñas hacia la toma de los cargos
públicos como premio por la lealtad al partido y a la familia.
Santiago Bucaram, el más cercano al líder después de Elsa, hoy
se le ha entregado el comando político de la provincia de
Pichincha a través de la cuestionada Gobernación. Su
contundente elección como diputado de la misma le ganó sus
bonos. Desde el puesto clave en la Comisión de Presupuesto
(por segunda ocasión) dirigirá la entrega de partidas para
obras roldosistas. Así hizo su campaña para la reelección por
Pichincha, y gracias a la presencia de su hermano en el poder,
"prácticamente toma al decisiones en el Congreso", según
fuentes parlamentarias. Habría sido quien buscó la
ratificación del ex ministro de Finanzas Iván Andrade: su
"sociedad" en la entrega de las partidas lo convirtió en un
hombre de confianza.
Adolfo Bucaram, ministro de Bienestar Social, hasta hoy
director del PRE. Es ingeniero industrial y ex diputado. Su
mayor lustre público: la paliza a los entonces diputados
demopopulares Jamil Mahuad y Alvares Grau en el Congreso
Nacional. Un empresario citado por la agencia española EFE
asegura que se lo puso en ese puesto "porque a ese Ministerio
llegan las donaciones internacionales".
Jacobo Bucaram, el hermano mayor, diputado; "el más sensato",
según diversas fuentes -a pesar de haber participado en la
paliza mencionada-, y a quien más se respeta en la familia.
Estaría resentido porque no se le dio el Ministerio de
Agricultura.
Averroes Bucaram, primo hermano, asesor político. Su
nombramiento obedecería, además de una cuestión familiar, a un
llamado a las viejas bases del viejo CFP para cerrar filas en
torno al nuevo Gobierno.
Pablo Concha, cuñado, casado con Rina Bucaram, ministro de
Finanzas. Aunque sus relaciones al parecer no eran buenas, su
nombramiento tiene connotaciones familiares y el que mejores
relaciones tiene con la banca.
Jorge Bucaram, primo de Abdalá, es ahora director regional del
IESS, en Guayas.
Olfa Bucaram, tía; según ecuatorianos residentes en Miami,
iría de vicecónsul general del Ecuador en esa ciudad
norteamericana. Ella reside ahí.
LA GALLADA
"A mis amigos les adeudo la ternura", dijo el cantautor
argentino Alberto Cortez. Abdalá no se quedó atrás y nombró en
varios puestos a gente que siempre estuvo a su lado.
Miguel Salem Kronfle, secretario de la Administración, amigo
desde la juventud. "El verdadero hombre fuerte del régimen,
después de Abdalá, claro", dice un fuente de Palacio. Por el
pasan las consultas y decisiones más importantes. Gerente
general de un canal de TV en Guayaquil (Expovisión) fue, junto
a Bucaram, el creativo de su campaña televisiva que, alejada
de una propuesta estética, tuvo un evidente impacto en la
gente. Es sereno, calculador y quien pone organización en la
nueva administración. Fue socio en el negocio de la TV (canal
4) con León Febres Cordero, Roberto Isaías y Luis Noboa. Es
dueño de la fábrica Inca Kola y construyó el problemático
edificio "El Forum".
Alvaro Noboa siempre estuvo con Abdalá, aunque otras versiones
sostienen que llegó al círculo íntimo escoltado por Omar
Quintana, su cuñado. Noboa, sin embargo, fue siempre
financista de Bucaram, en las buenas y en las malas. Un
diputado interpreta esta unión como la "del hijo rebelde del
potentado Luis Noboa con el sobrino de Assad Bucaram, quien lo
combatió siempre. Es cuñado de Omar Quintana, Isidro Romero y
Oswaldo Molestina, casados con las hijas de Luis Noboa.
Oscar Celleri, el hombre del aparato y amigo personal de
Bucaram a través del atletismo y la abogacía. Es una de las
personas de su mayor confianza y ahora es su secretario
particular.
Lo mismo se puede decir de Fernando Rosero, ahora pugnando por
la Contraloría General. El es de los que se jugó por Elsa
Bucaram y Abdalá en sus momentos más duros. Rosero y Celleri
son de los leales de Bucaram, y que ponen el cuerpo por el
"líder" en toda circunstancia y territorio.
Eduardo Azar llegó al circulo íntimo de Bucaram desde hace
apenas seis años,según diversas fuentes. Se decía que la casa
donde vive la familia Bucaram en Guayaquil era en parte del
él.
Efrén Baquerizo, padre el famoso Polo Baquerizo, es un hombre
de extrema confianza de Abdalá. Calificado como un hombre
recto está con Abdalá desde en rompimiento con su tío Assad.
Carlos Hidalgo Villacís, quien fuera gobernador del Guayas y
prefecto de la misma provincia llegó a las aduanas, según
fuentes guayaquileñas "porque había que ayudar al pana".
Hombres de extrema confianza y amigos personales, aunque no
del círculo íntimo, son Jorge "Chino" Bustamante y Harry
Alvarez. El primero está en el FISE y el segundo es diputado
en el Congreso.
Suso Salem, primo de Miguel, es amigo de Bucaram está
vinculado a través de la colonia libanesa.
Roberto Isaías, calificado como "el verdadero cerebro
económico" del régimen. Un hombre apasionado por las
telecomunicaciones y la tecnología de punta en este campo.
Cabeza del grupo Isaías, que controla cerca de 77 empresas,
sobre todo en el área textil, inmobiliaria y de medios de
información. Financista de Bucaram y su amigo personal, ahora
es asesor económico del nuevo Gobierno.
ABDALA O EL DELIRIO DE LA NOCHE
"Acá, presta acá. Ponla aquí, hazme caso...suelta". Con esas
palabras, el flamante secretario de la Administración, Miguel
Salem, trata de ubicar la grabadora muy cerca de sí y fuera
del control de la reportera, que se aferra a uno de sus armas
de trabajo.
"Bien, iniciemos entonces", asiente luego y dirige una
nerviosa sonrisa a Roberto Goldbaum, que se hallaba en frente
suyo sirviéndose, al igual que él, un vaso con coca cola.
David Goldbaum, hermano de Roberto, acompañó a Salem hasta su
habitación pero, antes de iniciar la entrevista, Roberto
ingresó preguntando: "¿me llamaste Miky?".
El sueño pesaba a los párpados de Salem quien, al escuchar que
la entrevista iba a tratar sobre su amistad con Abdalá
Bucaram, no pensó dos veces en aceptarla. "Abdalá Bucaram es
un hombre muy amiguero", opina él y empieza a citar algunos
grupos a los que Abdalá califica "mis amigos".
Salem cuenta que alrededor de 40 futbolistas profesionales,
como Pepe Gavica o Avilés, varios jugadores de naipes y los
políticos, entre quienes se incluye, son apenas una parte del
círculo amistoso de Abdalá.
En ese momento, lanza una ligera mirada bajo la puerta de la
entrada, por donde ingresan dos sobres blancos. "Oye Roberto,
si tu pasas un día conmigo, tú te mueres hermano. ¡Es
impresionante lo que está pasando!", manifiesta molesto a su
acompañante, en referencia a las nuevas cartas que alguien
envía a su habitación.
Luego de un ingerir un sorbo de su coca cola, que incluso
comparte con la reportera para que constate que no es licor lo
que se sirve, prosigue con su exposición.
"Mi padre también es amigo de Abdalá...y de León Febres
Cordero", informa Salem y confiesa estar seguro de que la
relación que mantiene su padre -actual gobernador del Guayas-
con los dos contrarios, más bien servirá de puente entre el
Ejecutivo y el alcalde de Guayaquil.
Por su parte, afirma que su relación con León Febres Cordero
es inexistente. "Para él, la muerte de un ser humano es igual
a la muerte de un pollo -opina metafóricamente Salem; cavila
un poco más y agrega- tal vez sea menos que un pollo, porque
la carne del pollo al menos se la come y no creo que halla
llegado él a comer carne humana todavía". Aclara que eso es lo
que siente y piensa de León Febres Cordero.
EL TRASNOCHADOR DE ABDALA
"Esta es una anécdota increíble", dice sonriente Miguel Salem,
antes de referir la historia sobre la vida nocturna de su
amigo Abdalá, sobre "los trasnochadores".
"El -Abdalá- es un hombre que se acuesta a dormir siempre a
las tres y media o cuatro de la mañana", afirma Salem e
informa que, entre las 11 de la noche y tres de la mañana,
Abdalá habla por teléfono con algunos amigos, lee, escribe
mucho, estudia o analiza y considera a esas como las "horas
más productivas" de su amigo.
Antes de dormir, según cuenta Salem, Abdalá sale en su carro a
comprar el periódico. Es entonces cuando se encuentra siempre
con las mismas personas que están dando vueltas, comprando el
periódico y sin hacer nada.
"Son los trasnochadores, son sus amigos", con quienes
eventualmente Abdalá se para a conversar porque, aunque no los
conozca, "comparten el mismo delirio de la noche...son amigos
sanos", expresa Salem.
Pero afirma que él no está entre ellos porque, generalmente,
se acuesta a las 11 u 11h30 de la noche, se levanta a las
05h30 de la mañana y desayuna en su cuarto.
Sus repetidos bostezos recuerdan que la hora es ya inoportuna
como para seguir compartiendo de sus anécdotas y los cuentos
de Jalil Gibrán que más gustan a Abdalá Bucaram, entre ellos,
el de "El loco".
"Yo creo que una amistad buena es aquella que perdura pasados
los conflictos. Las amistades débiles fracasan y se hunden;
solo la fortaleza de espíritu y el saberse amigos logran
superar los problemas". Esa es la versión de Miguel Salem o
Miky -como lo denominan sus amigos- sobre el significado de la
amistad.
Su criterio hace suponer que tal vez sea uno de los amigos
"leales" que Abdalá Bucaram aseguró tener aquella ocasión
cuando declaró que creía en la amistad, que quien no confía en
los amigos no confía en uno mismo y que, a su criterio, "un
hombre que no tiene amigos es posiblemente un hombre que no
tiene alma".
HISTORIA DE UNA CANCION
Víctor Miranda sabe hacer canciones. El 1 de agosto de 1987,
Abdalá Bucaram llegó a Guayaquil de su autoexilio en Panamá.
Una semana después, el compositor fue a visitarlo con la
novedad de que tenía una canción para él: "La fuerza de los
pobres". Y se la cantó: "Pero hay una esperanza, Ab-da-lá. La
fuerza de los pobres, Ab-da-la, el grito de la patria,
Ab-da-la, en Sierra, Costa, Oriente y la región Insular..."
Abdalá pegó el brinco del gusto: el también tenía su vena
poética y junto con su nuevo amigo compuso, para esa misma
campaña el tema: "Por eso me llaman loco", que ganó le disco
de platino en récord de ventas.
Ahora, Víctor Miranda, en el Gobierno del hombre que ayudó a
catapultar al firmamento musical ecuatoriano, es administrador
de la Zona Aeroportuaria de Guayaquil.
INTIMOS DE LA VICTORIA
Sobre los amigos más cercanos del actual presidente de la
República, Abdalá Bucaram, mucho se ha dicho. Entre ellos, se
han citado a Miguel Salem Kronfle, José Salem (Suso), Alfredo
Adum, Roberto Isaías, Eduardo Azar, Omar Quintana, a su cuñado
Pablo Concha.
Alfredo Adum, al igual que Abdalá Bucaram, es descendiente de
libaneses. La amistad que los une nació desde que cursaban la
secundaria, en el colegio Cristóbal Colón, de Guayaquil. Esta
fue fomentada, luego, cuando Bucaram lanzó su candidatura para
la alcaldía de Guayaquil y Adum, para la prefectura -mientras
León Febres Cordero lo hizo, para la Presidencia de la
República-.
El "dúo dinámico" o "Batman y Robin", como se los conocía en
ese entonces, llegaron a administrar dichos cargos, pero no
por mucho tiempo; pues, luego de un año, Bucaram renunció y se
autoexilió en Panamá. Pocos meses después, Adum también dejó
la prefectura, pero ello produjo el oficial rompimiento del
"dúo dinámico".
"Los cobardes huyen con las rodillas" o "en momentos de
peligro los cobardes siempre piensan con las piernas", fueron
algunas de las frases utilizadas por Bucaram, en referencia a
la renuncia de Adum. Tras su retorno de Panamá, en 1988, ambos
se reconciliaron.
Sobre este particular, Cecilia Calderón opina: "Bucaram está
acostumbrado a humillar a los demás pero luego los recoge,
regresan a él y, entonces, pasan una serie de cambios
pasionales diría yo, de quererse muchísimo y luego odiarse,
humillarse, insultarse y después estar de a buenas".
Para la última campaña de Abdalá Bucaram, el aporte económico
de Alfredo Adum -quien tendría una fortuna de 150 millones de
dólares- fue de 3 millones de dólares, según él mismo lo ha
dicho.
Otro descendiente de libaneses y amigo muy cercano de Abdalá
Bucaram es Miguel Salem K., hijo del actual gobernador del
Guayas, Miguel Salem Dibo y actual secretario de la
Administración. La relación entre ellos se forja cuando
estudiantes del colegio Cristóbal Colón. Abdalá Bucaram, como
atleta y Miguel Salem, como dirigente de las barras para los
concursos intercolegiales.
Culminados sus estudios secundarios, Salem, de la vigésimo
quinta promoción, y Bucaram, de la vigésimo sexta, se
reencontraron siete años después en una reunión mantenida
entre varios empresarios guayaquileños y el intendente del
Guayas. Para entonces, Abdalá Bucaram era el intendente y
Miguel Salem, el dirigente de la Asociación Ecuatoriana de
Bebidas Gaseosas.
Salem cuenta que, desde entonces, su amistad perduró tanto en
los buenos como en los malos momentos. Apoyaron la creación
del Partido Roldosista Ecuatoriano, PRE, y hasta son
compadres, desde la confirmación de Lindita Bucaram, hija de
Abdalá, que se realizó en Panamá.
A José Salem, más conocido como "Suso" -durante la campaña
electoral de Abdalá Bucaram- también le corresponde un buen
pedazo de pastel, la gerencia general del Banco del Estado.
Para la conformación del nuevo gabinete, él afirmó que iba a
convocarse a "verdaderas figuras del país" y catalogó a
Bucaram como "el único que podría prescindir de su partido
para escoger a ministros, porque no tiene compromisos con
nosotros".
Otro amigo de Bucaram es el principal accionista de Filanbanco
y
propietario de varios medios de información, Roberto Isaías,
cuya función será clave en el sistema económico del actual
Gobierno, pues será el asesor económico del Ejecutivo y de la
Junta Monetaria.
Pablo Concha, cuñado de Abdalá Bucaram por su esposa Rina,
apoyó en el Gobierno de Jaime Roldós Aguilera, como presidente
del BEDE. Ahora, es el flamante ministro de Finanzas.
Eduardo Azar tendrá a su cargo la presidencia ejecutiva del
Banco del Estado y Omar Quintana, la presidencia ejecutiva del
CONAM.
EL SEGUNDO CIRCULO
Los amigos de Abdalá que aparecen en la prensa y en el actual
gobierno solo son los que tienen plata, dice un amigo del
presidente desde Guayaquil, y quien sostiene que hay un
segundo círculo íntimo de Bucaram "que está a la espera". Son
los amigos "populacheros" de Bucaram; los que hizo en las
calles, en la lucha política, los que se jugaron todo por él
en el duro bregar de estos diez años antes de alcanzar el
poder. Son los "panas" que el ahora presidente los mide por su
enorme lealtad, a toda prueba.
Entre ellos está William Proaño, a quienes sus amigos llaman
"Tilingo". Es una institución dentro del roldosismo y amigo de
"tú y vos" de Abdalá, dice la fuente.
Otro de ellos es José Luis Orejuela, conocido como
"Pepechupín". El hombre que preparaba la tarima para Bucaram.
Quien se adelantaba en las visitas políticas a los pueblos y
ciudades para preparar la llegada del líder. El que en la
tarima animaba y presentaba a los oradores, y preparaba el
ambiente de las masas para que estén listas y dispuestas a
escuchar al personaje principal. Es fundador del partido y
amigo del presidente, con quien "sudó la gota gorda" en los
mitines, concentraciones y caravanas.
Otro de sus amigos "históricos" se llama Efrén Reyes, muy
cercano a Jaime Roldós, y quien durante el rompimiento de
Abdalá con su tío se alió al sobrino y hasta hoy se mantuvo
consecuente con él, en las buenas y en las malas.
El ingeniero Rigoberto Barreto es otro de los íntimos
populares de Abdalá. Como jefe de las estructuras cantonales
del PRE en Guayaquil forjó los comités del partido en el
suburbio guayaquileño, entró en el lodo y los arrabales para
organizar el partido en los sitios más duros de llegar. Fue
jefe de personal del Municipio porteño y su vocación es la
educador. Dueño de un colegio de gran prestigio en el Puerto
Principal.
"Bucaram es consecuente con sus amigos ciento por ciento",
dice la fuente. Agrega que el actual presidente tiene una
memoria prodigiosa para acordarse de quién estuvo a su lado y
quién lo traicionó. Para los primeros, la recompensa llegará.
Para los segundos puede haber desde la indiferencia hasta la
revancha, "aunque Abdalá no es vengativo, sino que tiene un
carácter explosivo, pero luego reflexiona o siempre hay
alguien que le calma", dice la fuente consultada, que está
dentro del segundo círculo de Bucaram.
AQUI LA VIDA ES MAS SABROSA
Oscar luce bastante elegante esa mañana, lo cual resulta
obvio, si se considera la función que desempeña en el elegante
hotel Crown Plaza, ubicado en la avenida de los Shyris 1757 y
Naciones Unidas. A través de su radio, él se encarga de
organizar al personal de servicio y de atender a los huéspedes
del hotel, que solicitan información.
Meses atrás, líderes del Partido Roldosista Ecuatoriano y del
Mira habían ocupado las habitaciones del tercer piso, para
hospedarse, y las del octavo, como centro de reuniones y
entrevistas. "Fueron días bastante ajetreados", confiesa
Oscar.
Y aún lo son, sobre todo en la mañana o la noche, cuando salen
o ingresan al hotel: Gustavo Bucaram (hermano de Abdalá),
Victor Hugo Sicouret, Miguel Salem, Leonardo Martínez,
Averroes Bucaram, Pablo Concha o Rina Bucaram; pero no porque
sean demasiado exigentes con la servidumbre, sino porque su
salida motiva la presencia de varios guardaespaldas en la
entrada.
Casi todos desayunan en su habitación, salen del hotel entre
las ocho y nueve de la mañana y retornan en la noche, pero no
siempre cenan antes de retirarse a dormir; según personas que
diariamente los atienden.
LLEGADA LA NOCHE
La noche llega y al hotel se acercan jóvenes y adultos, unos
por comer en el restaurante, otros para hospedarse en alguna
habitación y, la mayoría, para jugar en el casino. Este lugar
no solo es frecuentado por hombres, 30 por ciento de quienes
asisten son mujeres mayores de 30 años. No es común divisar en
el lugar algún familiar de Abdalá Bucaram, "solo Jacobito vino
en una ocasión", informa una de las asistentes del casino.
En el pasillo del hotel, cuatro guardaespaldas aguardan a que
el flamante secretario de la Administración, Miguel Salem,
-que permanece hospedado en el hotel desde el primero de
agosto-, se desocupe de una reunión que mantiene con el
presidente de la Corporación Financiera Nacional, David
Goldbaum, para acompañarlo a un compromiso no oficial.
Cuando sale, con un aspecto de cansancio y sueño, despide a
los miembros de seguridad que lo aguardaban. Se acerca a la
recepción, realiza una llamada telefónica y, antes de ingresar
al amplio ascensor, tropieza con una inquisidora y quizá
impertinente reportera que, con uno y otro argumento, solicita
le conceda una entrevista, en ese instante.
Al escucharla Miguel Salem, lanza una estruendosa risotada. Su
amigo David Goldbaum lo acolita también. "¿Una entrevista, a
estas horas? Yo ya deseo ir a dormir", responde algo más serio
Salem, con una voz gruesa. Pero termina cediendo. A la
entrevista acude también Roberto Goldbaum, hermano de David, y
quien estuvo directamente vinculado a la campaña de Jaime
Nebot.
Mientras todo esto sucede, cuatro personas consumen dos
botellas de wisky "Some Times" en la habitación 509. El pedido
lo hizo el ocupante de esa habitación, Averroes Bucaram, a las
21h00. Cuatro horas más tarde, para esa misma habitación suben
una orden de picada mixta y, minutos más tarde, la cuenta: 140
mil sucres.
El actual ministro de Desarrollo Urbano y Vivienda, Víctor
Hugo Sicouret, que ingresó al restaurante a las 23h30,
continúa saboreando su exquisito "fillet miñón" y la helada
Coca Cola Diet hasta las 24h55. Hora en la que, junto a sus
tres acompañantes, cancela la cuenta de 153.120 sucres y se
dirige a reposar en su habitación, la 112.
Algo inquieto se pone en ese momento el joven mesero, por las
constantes campanadas que lo llaman. Al retornar, le señala al
cocinero que se trata de"una orden para la suite 312, desean
mariscos". Era de Miguel Salem, quien antes de la entrevista
con BLANCO Y NEGRO había asegurado que tenía mucho sueño.
SANDRA TAMBIEN
La joven ministra de Educación, Sandra Correa, tampoco se
habría sustraído de la epidemia de nombramientos
interfamiliares. Mujer de absoluta confianza de la
vicepresidenta Rosalía Arteaga, ha colocado en varios puestos
públicos a nada menos que once (11) parientes sanguíneos y
políticos.
Eduardo Correa, uno de sus hermanos, pasa a ocupar un alto
cargo en el Ministerio de Salud Pública. Su hermana, Patricia
Correa, es ahora alta funcionaria del IESS. Su prima, Mónica
Correa es funcionaria de Protocolo de la Presidencia de la
República. Otros parientes políticos como Vinicio Baquero,
Hernán Garcés y Santiago Coello, pasarían a ocupar cargos en
instituciones como la Secretaría Nacional de Ciencia y
Tecnología, SENACYT, el INFA y el Ministerio e Educación,
respectivamente.
Su padre es asesor en el congreso del diputado Eduardo Azar,
del PRE, y muy cercano colaborador del Primer Mandatario.
Otro de sus hermanos, Eduardo Correa, ocupa también un alto
cargo público en una entidad del Estado, según fuentes
consultadas.
Esta situación habría provocado dificultades a la
vicepresidenta, la que se han negado "por delicadeza", hasta
el momento, a colocar parientes en la administración pública.
(DIARIO HOY) (R. BLANCO Y NEGRO)
PRE de María Bedoya, mujer humilde del sur de Quito, no fueron
en vano. Ahora, que la fuerza de los pobres es una realidad
física en el Palacio de Gobierno, ella fue una de las 200
personas que diariamente se agolparon desde el lunes 12 de
agosto en la entrada del histórico edificio con carpetas y
esperanzas de conseguir una "pega" en la nueva administración.
Ya lo dijo el secretario de la Administración, Miguel (Micki,
para los amigos) Salem: este gobierno es de extracción popular
y son los pobres quienes más derecho tienen a estar en este
lugar.
María Bedoya lo cree así. Sobre todo luego de obtener, con la
firma del Primer Mandatario, una recomendación directa
dirigida al ministro de Bienestar Social, Adolfo Bucaram,
donde pide que se le de el puesto de promotora social para el
trabajo de las mujeres en los barrios del sur de la capital
ecuatoriana. María, que es de ese populoso sector, pegaba los
afiches del PRE en la campaña. No escatima palabras de
agradecimiento para la que en este momento se su vida
considera su benefactora: la abogada Elsa Bucaram. La flamante
promotora no esperaba tanta deferencia de quien se ha
convertido en nada menos que el brazo derecho del jefe de
Estado. Desde el momento en que la vio la reconoció: "Ñañita,
le habría dicho, cómo te voy a negar nada a ti". "Es muy
humana con los humildes y quienes le han acompañado en estos
años", dice al respecto una funcionaria de la casa de Gobierno
que tampoco oculta su admiración.
Es que Elsa Bucaram, en la primera semana de la nueva
administración convirtió en la "reina del Palacio", como la
calificó la prensa. No e ra para menos: "Abdalá muere por su
hermana", dice una fuente allegada a la familia.
Es la más querida del Primer Mandatario y una de la pocas
personas en las que cree ciegamente. Su oficina se ubicó al
lado del despacho presidencial y su papel, según las mismas
fuentes, fue desde ese momento, el de organizar todos los
nombramientos del nuevo gobierno.
La gente lo supo desde el principio. Sacaron cita previa con
la abogada y, desde las rejas de la entrada del palacio
presidencial, seis secretarias recibieron los nombres y las
carpetas de los aspirantes a cargos públicos.
Llegaron desde todo el país a reclamar su cuota por el
sacrificio de campaña. Desde los más humildes hasta los
prepotentes, que, con ternos de corte e insignias en sus
solapas, encaraban a los también humildes guardias militares
de Palacio para que les dejen entrar a hablar con la abogada
Elsa Bucaram.
Los que lograron ingresar a la sala de espera dejaron su
cédula y esperaron, unos, que se les llame; y otros, los de
más suerte o influencia, subían directamente hasta el segundo
piso donde hicieron columna para apuntarse a la cita con la
abogada. Ella preguntaba a quienes aún no tenían idea del
lugar a dónde ir: "¿Qué sabes hacer?". Si, por ejemplo, el
hombre sabía algo de carreteras o de construcción, su destino
fue el ministerio de Obras Públicas.
Allá debería averiguar, con la recomendación en la mano, qué
partida presupuestaria está libre.
Los que sí supieron cuál era su nueva función simplemente
esperaron la firma correspondiente: un militante roldosista
aseguró que tenía ya en el bolsillo el nombramiento de gerente
del Banco de Fomento de Daule. "Todos tienen su puestito,
salen con algo, ellos no son ingratos", dijo la misma
funcionaria.
Es que Elsa sabe el manejo del Palacio, como dice Miguel
Salem. Su experiencia se remonta al gobierno de Roldós, cuando
la joven cuñada, daba sus primeros pininos en la
administración.
Hasta el jueves 15 se sentía a sus anchas. Incluso bromeaba
con sus amigas más íntimas sobre los halagos que se soltaban a
su paso. Uno de ellos señalaba que "tiene los mismo ojos que
Elizabeth Taylor". Las risas no se hacían esperar, no porque
no sea cierto, sino porque, como habría dicho Elsa, "yo no
tengo la misma edad de ella".
Ese destino de "reina del panal presidencial" cambió cuando se
hicieron públicas las montoneras en las puertas del palacio de
Carondelet. Un batallón de militares sacó a empujones a los
palanqueadores. Elsa se trasladó con su tropa de desempleados
hasta el ministerio de Bienestar Social, para seguirlos
atendiendo. Se espera que luego de despachar todas las
solicitudes vuelva al palacio para, con más tranquilidad, siga
ayudando a su hermano.
SALUDE A LA BANDERA
En el otro lado de la cuadra, donde se ubica la
Vicepresidencia de la República, los policías militares de la
recepción no sabe cómo tratar una con un militante costeño del
MIRA, movimiento de Rosalía Arteaga. El exige entrar y, aunque
no tiene los carnets del movimiento, espera que pronto lleguen
los mismos para poder también exigir los puestos. En este otro
lado de la luna la decepción cunde. Y se compara con lo que
pasa al otro lado: "Ahí sí les están dando lo que piden",
reclama un ex brigadista de la campaña en Quito, quien recibió
como respuesta a sus pedidos de empleo: "Yo nunca esperé que
me apoyasen a cambio de un cargo público". Eso no lo entiende
la gente que mantiene irritado al guardia de seguridad. El
hombre se exaspera, se toma el casco blanco con negro, está a
punto de alzar la voz, pero se controla: al fin y al cabo esto
pasará. La entrada a la Vice es más restringida. Dos
uniformados de plomo pasan un detector de metales por el
cuerpo de todo aquel que logra ingresar al ex bunker de
Alberto Dahik: "Siga por esas gradas, no ocupe el ascensor,
ah, y salude a la bandera".
FRESCO Y SIN GUARDAESPALDAS
Delegaciones de la Costa, Sierra, Oriente y Galápagos
deambulan por el lobby del hotel Colón. Con trajes
multicolores, chaqueta negra, pantalón café, camisa negra,
corbata roja, un 'compañerito" de Machala espera la salida
del presidente. Todos, hombres y mujeres, portan carpetas con
su aspiración laboral y están pendientes del ascensor.
Este se abre y aparece el compañerito 'Acdalá'. Las quejas y
pedidos son múltiples. El presidente saluda con todos, pues a
todos reconoce como sus amigos, compañeros de partido y fieles
activistas en la campaña electoral. Sin seguridad personal, el
mandatario saluda con todos.
En medio de gritos, abrazos y pedidos, el presidente trata de
abrirse paso: se atrasa a una reunión en Palacio. "Mira anda
a Guayaquil el sábado y habla con Mikey Salem; el sabe todo",
recomienda el presidente Bucaram a uno de sus seguidores.
"Presta la lista de estos cien me encargo yo", manifiesta el
mandatario a uno de sus seguidores que le entrega un hoja de
cuaderno en la que consta una lista de los aspirantes a cargos
públicos.
Otro replica de inmediato: "Y que pasa conmigo, preshidente".
"Mira patucho, no te puedo dar lo de portuaria. Tú eres mi
amigo pero recién apareces. Yo tengo ahora que ver por mi
gente, la que luchó conmigo en la campaña.
Búscate otro cargo y yo te recomiendo para que te lo den",
sentencia Bucaram, al recordar que "Patucho" ya estuvo antes
en Autoridad Portuaria de Guayaquil y vendió la renuncia.
"Pero me pueden hacer un contrato", señala Patucho, como
última esperanza para alcanzar empleo.
Otro, el representante de Chimborazo, a grito pelado denuncia
al jefe de Estado que en Riobamba están nombrando como jefe
provincial de Salud a un socialcristiano. "A Lobato, que
estuvo de candidato a Prefecto". No puede ser, señala Bucaram
llevándose la mano a la frente. Es que Salud y Educación está
en manos de Rosalía, justifica ante sus seguidores de
Chimborazo, que de inmediato le recuerdan que en dicha
provincia el MIRA no tiene representatividad. "Entonces anda
tú este momento donde Rosalía y dile que te nombre a tí como
Jefe de Salud; al fin y al cabo, ¿tú eres médico o no?"
Otro, uno que parece más amigo del presidente, con celular en
mano, muestra al mandatario la credencial que fue otorgada a
los periodistas por la Cancillería para la transmisión de
mando. "Mire abogado, ni con esta credencial me paran bola',
le reclama. "No te preocupes, anda donde Alfredo (Adum) y dile
que te nombre jefe de Relaciones Públicas de Petroecuador; ahí
el sueldo es bueno y luego que te hagan una comisión de
servicios para la radio", le soluciona el líder.
La alegría se refleja de inmediato en el rostro del futuro
burócrata de Petroecuador, que se confunde en abrazos con su
esposa y allegados. "Ahora es todo, tu adentro ya puedes
colocar al resto de gente", le señala con una amplia sonrisa
la guapa mujer machaleña.
El presidente logra alcanzar la puerta de salida del hotel
Colón y aborda un vehículo Volvo color azul, que arranca raudo
sin destino público, sin motocicletas ni escándalos.
El jefe de Estado va solo, sin poses, no tiene seguridad (su
gente mismo le cuida) y saluda con todos los curiosos que se
detienen para mirar de cerca al presidente y desearle éxitos
en sus funciones.
LA FAMILIA, LOS AMIGOS
"Primero Dios, después la familia...", fue la primera parte de
la última frase del discurso de Abdalá Bucaram en la posesión
del mando el 10 de agosto de 1996. La familia se ha venido,
pues, tomando el lugar que le corresponde después del Padre.
Una familia muy unida, según amigos consultados y cuya
parentela, como dijo el propio Abdalá, suman más de 500, "y
todos son políticos".
Elsa Bucaram, la hermana consentida, la que nunca le falló,
está al lado de Abdalá. No se sabe hasta cuando, pero hoy por
hoy dirige a las masas trigueñas hacia la toma de los cargos
públicos como premio por la lealtad al partido y a la familia.
Santiago Bucaram, el más cercano al líder después de Elsa, hoy
se le ha entregado el comando político de la provincia de
Pichincha a través de la cuestionada Gobernación. Su
contundente elección como diputado de la misma le ganó sus
bonos. Desde el puesto clave en la Comisión de Presupuesto
(por segunda ocasión) dirigirá la entrega de partidas para
obras roldosistas. Así hizo su campaña para la reelección por
Pichincha, y gracias a la presencia de su hermano en el poder,
"prácticamente toma al decisiones en el Congreso", según
fuentes parlamentarias. Habría sido quien buscó la
ratificación del ex ministro de Finanzas Iván Andrade: su
"sociedad" en la entrega de las partidas lo convirtió en un
hombre de confianza.
Adolfo Bucaram, ministro de Bienestar Social, hasta hoy
director del PRE. Es ingeniero industrial y ex diputado. Su
mayor lustre público: la paliza a los entonces diputados
demopopulares Jamil Mahuad y Alvares Grau en el Congreso
Nacional. Un empresario citado por la agencia española EFE
asegura que se lo puso en ese puesto "porque a ese Ministerio
llegan las donaciones internacionales".
Jacobo Bucaram, el hermano mayor, diputado; "el más sensato",
según diversas fuentes -a pesar de haber participado en la
paliza mencionada-, y a quien más se respeta en la familia.
Estaría resentido porque no se le dio el Ministerio de
Agricultura.
Averroes Bucaram, primo hermano, asesor político. Su
nombramiento obedecería, además de una cuestión familiar, a un
llamado a las viejas bases del viejo CFP para cerrar filas en
torno al nuevo Gobierno.
Pablo Concha, cuñado, casado con Rina Bucaram, ministro de
Finanzas. Aunque sus relaciones al parecer no eran buenas, su
nombramiento tiene connotaciones familiares y el que mejores
relaciones tiene con la banca.
Jorge Bucaram, primo de Abdalá, es ahora director regional del
IESS, en Guayas.
Olfa Bucaram, tía; según ecuatorianos residentes en Miami,
iría de vicecónsul general del Ecuador en esa ciudad
norteamericana. Ella reside ahí.
LA GALLADA
"A mis amigos les adeudo la ternura", dijo el cantautor
argentino Alberto Cortez. Abdalá no se quedó atrás y nombró en
varios puestos a gente que siempre estuvo a su lado.
Miguel Salem Kronfle, secretario de la Administración, amigo
desde la juventud. "El verdadero hombre fuerte del régimen,
después de Abdalá, claro", dice un fuente de Palacio. Por el
pasan las consultas y decisiones más importantes. Gerente
general de un canal de TV en Guayaquil (Expovisión) fue, junto
a Bucaram, el creativo de su campaña televisiva que, alejada
de una propuesta estética, tuvo un evidente impacto en la
gente. Es sereno, calculador y quien pone organización en la
nueva administración. Fue socio en el negocio de la TV (canal
4) con León Febres Cordero, Roberto Isaías y Luis Noboa. Es
dueño de la fábrica Inca Kola y construyó el problemático
edificio "El Forum".
Alvaro Noboa siempre estuvo con Abdalá, aunque otras versiones
sostienen que llegó al círculo íntimo escoltado por Omar
Quintana, su cuñado. Noboa, sin embargo, fue siempre
financista de Bucaram, en las buenas y en las malas. Un
diputado interpreta esta unión como la "del hijo rebelde del
potentado Luis Noboa con el sobrino de Assad Bucaram, quien lo
combatió siempre. Es cuñado de Omar Quintana, Isidro Romero y
Oswaldo Molestina, casados con las hijas de Luis Noboa.
Oscar Celleri, el hombre del aparato y amigo personal de
Bucaram a través del atletismo y la abogacía. Es una de las
personas de su mayor confianza y ahora es su secretario
particular.
Lo mismo se puede decir de Fernando Rosero, ahora pugnando por
la Contraloría General. El es de los que se jugó por Elsa
Bucaram y Abdalá en sus momentos más duros. Rosero y Celleri
son de los leales de Bucaram, y que ponen el cuerpo por el
"líder" en toda circunstancia y territorio.
Eduardo Azar llegó al circulo íntimo de Bucaram desde hace
apenas seis años,según diversas fuentes. Se decía que la casa
donde vive la familia Bucaram en Guayaquil era en parte del
él.
Efrén Baquerizo, padre el famoso Polo Baquerizo, es un hombre
de extrema confianza de Abdalá. Calificado como un hombre
recto está con Abdalá desde en rompimiento con su tío Assad.
Carlos Hidalgo Villacís, quien fuera gobernador del Guayas y
prefecto de la misma provincia llegó a las aduanas, según
fuentes guayaquileñas "porque había que ayudar al pana".
Hombres de extrema confianza y amigos personales, aunque no
del círculo íntimo, son Jorge "Chino" Bustamante y Harry
Alvarez. El primero está en el FISE y el segundo es diputado
en el Congreso.
Suso Salem, primo de Miguel, es amigo de Bucaram está
vinculado a través de la colonia libanesa.
Roberto Isaías, calificado como "el verdadero cerebro
económico" del régimen. Un hombre apasionado por las
telecomunicaciones y la tecnología de punta en este campo.
Cabeza del grupo Isaías, que controla cerca de 77 empresas,
sobre todo en el área textil, inmobiliaria y de medios de
información. Financista de Bucaram y su amigo personal, ahora
es asesor económico del nuevo Gobierno.
ABDALA O EL DELIRIO DE LA NOCHE
"Acá, presta acá. Ponla aquí, hazme caso...suelta". Con esas
palabras, el flamante secretario de la Administración, Miguel
Salem, trata de ubicar la grabadora muy cerca de sí y fuera
del control de la reportera, que se aferra a uno de sus armas
de trabajo.
"Bien, iniciemos entonces", asiente luego y dirige una
nerviosa sonrisa a Roberto Goldbaum, que se hallaba en frente
suyo sirviéndose, al igual que él, un vaso con coca cola.
David Goldbaum, hermano de Roberto, acompañó a Salem hasta su
habitación pero, antes de iniciar la entrevista, Roberto
ingresó preguntando: "¿me llamaste Miky?".
El sueño pesaba a los párpados de Salem quien, al escuchar que
la entrevista iba a tratar sobre su amistad con Abdalá
Bucaram, no pensó dos veces en aceptarla. "Abdalá Bucaram es
un hombre muy amiguero", opina él y empieza a citar algunos
grupos a los que Abdalá califica "mis amigos".
Salem cuenta que alrededor de 40 futbolistas profesionales,
como Pepe Gavica o Avilés, varios jugadores de naipes y los
políticos, entre quienes se incluye, son apenas una parte del
círculo amistoso de Abdalá.
En ese momento, lanza una ligera mirada bajo la puerta de la
entrada, por donde ingresan dos sobres blancos. "Oye Roberto,
si tu pasas un día conmigo, tú te mueres hermano. ¡Es
impresionante lo que está pasando!", manifiesta molesto a su
acompañante, en referencia a las nuevas cartas que alguien
envía a su habitación.
Luego de un ingerir un sorbo de su coca cola, que incluso
comparte con la reportera para que constate que no es licor lo
que se sirve, prosigue con su exposición.
"Mi padre también es amigo de Abdalá...y de León Febres
Cordero", informa Salem y confiesa estar seguro de que la
relación que mantiene su padre -actual gobernador del Guayas-
con los dos contrarios, más bien servirá de puente entre el
Ejecutivo y el alcalde de Guayaquil.
Por su parte, afirma que su relación con León Febres Cordero
es inexistente. "Para él, la muerte de un ser humano es igual
a la muerte de un pollo -opina metafóricamente Salem; cavila
un poco más y agrega- tal vez sea menos que un pollo, porque
la carne del pollo al menos se la come y no creo que halla
llegado él a comer carne humana todavía". Aclara que eso es lo
que siente y piensa de León Febres Cordero.
EL TRASNOCHADOR DE ABDALA
"Esta es una anécdota increíble", dice sonriente Miguel Salem,
antes de referir la historia sobre la vida nocturna de su
amigo Abdalá, sobre "los trasnochadores".
"El -Abdalá- es un hombre que se acuesta a dormir siempre a
las tres y media o cuatro de la mañana", afirma Salem e
informa que, entre las 11 de la noche y tres de la mañana,
Abdalá habla por teléfono con algunos amigos, lee, escribe
mucho, estudia o analiza y considera a esas como las "horas
más productivas" de su amigo.
Antes de dormir, según cuenta Salem, Abdalá sale en su carro a
comprar el periódico. Es entonces cuando se encuentra siempre
con las mismas personas que están dando vueltas, comprando el
periódico y sin hacer nada.
"Son los trasnochadores, son sus amigos", con quienes
eventualmente Abdalá se para a conversar porque, aunque no los
conozca, "comparten el mismo delirio de la noche...son amigos
sanos", expresa Salem.
Pero afirma que él no está entre ellos porque, generalmente,
se acuesta a las 11 u 11h30 de la noche, se levanta a las
05h30 de la mañana y desayuna en su cuarto.
Sus repetidos bostezos recuerdan que la hora es ya inoportuna
como para seguir compartiendo de sus anécdotas y los cuentos
de Jalil Gibrán que más gustan a Abdalá Bucaram, entre ellos,
el de "El loco".
"Yo creo que una amistad buena es aquella que perdura pasados
los conflictos. Las amistades débiles fracasan y se hunden;
solo la fortaleza de espíritu y el saberse amigos logran
superar los problemas". Esa es la versión de Miguel Salem o
Miky -como lo denominan sus amigos- sobre el significado de la
amistad.
Su criterio hace suponer que tal vez sea uno de los amigos
"leales" que Abdalá Bucaram aseguró tener aquella ocasión
cuando declaró que creía en la amistad, que quien no confía en
los amigos no confía en uno mismo y que, a su criterio, "un
hombre que no tiene amigos es posiblemente un hombre que no
tiene alma".
HISTORIA DE UNA CANCION
Víctor Miranda sabe hacer canciones. El 1 de agosto de 1987,
Abdalá Bucaram llegó a Guayaquil de su autoexilio en Panamá.
Una semana después, el compositor fue a visitarlo con la
novedad de que tenía una canción para él: "La fuerza de los
pobres". Y se la cantó: "Pero hay una esperanza, Ab-da-lá. La
fuerza de los pobres, Ab-da-la, el grito de la patria,
Ab-da-la, en Sierra, Costa, Oriente y la región Insular..."
Abdalá pegó el brinco del gusto: el también tenía su vena
poética y junto con su nuevo amigo compuso, para esa misma
campaña el tema: "Por eso me llaman loco", que ganó le disco
de platino en récord de ventas.
Ahora, Víctor Miranda, en el Gobierno del hombre que ayudó a
catapultar al firmamento musical ecuatoriano, es administrador
de la Zona Aeroportuaria de Guayaquil.
INTIMOS DE LA VICTORIA
Sobre los amigos más cercanos del actual presidente de la
República, Abdalá Bucaram, mucho se ha dicho. Entre ellos, se
han citado a Miguel Salem Kronfle, José Salem (Suso), Alfredo
Adum, Roberto Isaías, Eduardo Azar, Omar Quintana, a su cuñado
Pablo Concha.
Alfredo Adum, al igual que Abdalá Bucaram, es descendiente de
libaneses. La amistad que los une nació desde que cursaban la
secundaria, en el colegio Cristóbal Colón, de Guayaquil. Esta
fue fomentada, luego, cuando Bucaram lanzó su candidatura para
la alcaldía de Guayaquil y Adum, para la prefectura -mientras
León Febres Cordero lo hizo, para la Presidencia de la
República-.
El "dúo dinámico" o "Batman y Robin", como se los conocía en
ese entonces, llegaron a administrar dichos cargos, pero no
por mucho tiempo; pues, luego de un año, Bucaram renunció y se
autoexilió en Panamá. Pocos meses después, Adum también dejó
la prefectura, pero ello produjo el oficial rompimiento del
"dúo dinámico".
"Los cobardes huyen con las rodillas" o "en momentos de
peligro los cobardes siempre piensan con las piernas", fueron
algunas de las frases utilizadas por Bucaram, en referencia a
la renuncia de Adum. Tras su retorno de Panamá, en 1988, ambos
se reconciliaron.
Sobre este particular, Cecilia Calderón opina: "Bucaram está
acostumbrado a humillar a los demás pero luego los recoge,
regresan a él y, entonces, pasan una serie de cambios
pasionales diría yo, de quererse muchísimo y luego odiarse,
humillarse, insultarse y después estar de a buenas".
Para la última campaña de Abdalá Bucaram, el aporte económico
de Alfredo Adum -quien tendría una fortuna de 150 millones de
dólares- fue de 3 millones de dólares, según él mismo lo ha
dicho.
Otro descendiente de libaneses y amigo muy cercano de Abdalá
Bucaram es Miguel Salem K., hijo del actual gobernador del
Guayas, Miguel Salem Dibo y actual secretario de la
Administración. La relación entre ellos se forja cuando
estudiantes del colegio Cristóbal Colón. Abdalá Bucaram, como
atleta y Miguel Salem, como dirigente de las barras para los
concursos intercolegiales.
Culminados sus estudios secundarios, Salem, de la vigésimo
quinta promoción, y Bucaram, de la vigésimo sexta, se
reencontraron siete años después en una reunión mantenida
entre varios empresarios guayaquileños y el intendente del
Guayas. Para entonces, Abdalá Bucaram era el intendente y
Miguel Salem, el dirigente de la Asociación Ecuatoriana de
Bebidas Gaseosas.
Salem cuenta que, desde entonces, su amistad perduró tanto en
los buenos como en los malos momentos. Apoyaron la creación
del Partido Roldosista Ecuatoriano, PRE, y hasta son
compadres, desde la confirmación de Lindita Bucaram, hija de
Abdalá, que se realizó en Panamá.
A José Salem, más conocido como "Suso" -durante la campaña
electoral de Abdalá Bucaram- también le corresponde un buen
pedazo de pastel, la gerencia general del Banco del Estado.
Para la conformación del nuevo gabinete, él afirmó que iba a
convocarse a "verdaderas figuras del país" y catalogó a
Bucaram como "el único que podría prescindir de su partido
para escoger a ministros, porque no tiene compromisos con
nosotros".
Otro amigo de Bucaram es el principal accionista de Filanbanco
y
propietario de varios medios de información, Roberto Isaías,
cuya función será clave en el sistema económico del actual
Gobierno, pues será el asesor económico del Ejecutivo y de la
Junta Monetaria.
Pablo Concha, cuñado de Abdalá Bucaram por su esposa Rina,
apoyó en el Gobierno de Jaime Roldós Aguilera, como presidente
del BEDE. Ahora, es el flamante ministro de Finanzas.
Eduardo Azar tendrá a su cargo la presidencia ejecutiva del
Banco del Estado y Omar Quintana, la presidencia ejecutiva del
CONAM.
EL SEGUNDO CIRCULO
Los amigos de Abdalá que aparecen en la prensa y en el actual
gobierno solo son los que tienen plata, dice un amigo del
presidente desde Guayaquil, y quien sostiene que hay un
segundo círculo íntimo de Bucaram "que está a la espera". Son
los amigos "populacheros" de Bucaram; los que hizo en las
calles, en la lucha política, los que se jugaron todo por él
en el duro bregar de estos diez años antes de alcanzar el
poder. Son los "panas" que el ahora presidente los mide por su
enorme lealtad, a toda prueba.
Entre ellos está William Proaño, a quienes sus amigos llaman
"Tilingo". Es una institución dentro del roldosismo y amigo de
"tú y vos" de Abdalá, dice la fuente.
Otro de ellos es José Luis Orejuela, conocido como
"Pepechupín". El hombre que preparaba la tarima para Bucaram.
Quien se adelantaba en las visitas políticas a los pueblos y
ciudades para preparar la llegada del líder. El que en la
tarima animaba y presentaba a los oradores, y preparaba el
ambiente de las masas para que estén listas y dispuestas a
escuchar al personaje principal. Es fundador del partido y
amigo del presidente, con quien "sudó la gota gorda" en los
mitines, concentraciones y caravanas.
Otro de sus amigos "históricos" se llama Efrén Reyes, muy
cercano a Jaime Roldós, y quien durante el rompimiento de
Abdalá con su tío se alió al sobrino y hasta hoy se mantuvo
consecuente con él, en las buenas y en las malas.
El ingeniero Rigoberto Barreto es otro de los íntimos
populares de Abdalá. Como jefe de las estructuras cantonales
del PRE en Guayaquil forjó los comités del partido en el
suburbio guayaquileño, entró en el lodo y los arrabales para
organizar el partido en los sitios más duros de llegar. Fue
jefe de personal del Municipio porteño y su vocación es la
educador. Dueño de un colegio de gran prestigio en el Puerto
Principal.
"Bucaram es consecuente con sus amigos ciento por ciento",
dice la fuente. Agrega que el actual presidente tiene una
memoria prodigiosa para acordarse de quién estuvo a su lado y
quién lo traicionó. Para los primeros, la recompensa llegará.
Para los segundos puede haber desde la indiferencia hasta la
revancha, "aunque Abdalá no es vengativo, sino que tiene un
carácter explosivo, pero luego reflexiona o siempre hay
alguien que le calma", dice la fuente consultada, que está
dentro del segundo círculo de Bucaram.
AQUI LA VIDA ES MAS SABROSA
Oscar luce bastante elegante esa mañana, lo cual resulta
obvio, si se considera la función que desempeña en el elegante
hotel Crown Plaza, ubicado en la avenida de los Shyris 1757 y
Naciones Unidas. A través de su radio, él se encarga de
organizar al personal de servicio y de atender a los huéspedes
del hotel, que solicitan información.
Meses atrás, líderes del Partido Roldosista Ecuatoriano y del
Mira habían ocupado las habitaciones del tercer piso, para
hospedarse, y las del octavo, como centro de reuniones y
entrevistas. "Fueron días bastante ajetreados", confiesa
Oscar.
Y aún lo son, sobre todo en la mañana o la noche, cuando salen
o ingresan al hotel: Gustavo Bucaram (hermano de Abdalá),
Victor Hugo Sicouret, Miguel Salem, Leonardo Martínez,
Averroes Bucaram, Pablo Concha o Rina Bucaram; pero no porque
sean demasiado exigentes con la servidumbre, sino porque su
salida motiva la presencia de varios guardaespaldas en la
entrada.
Casi todos desayunan en su habitación, salen del hotel entre
las ocho y nueve de la mañana y retornan en la noche, pero no
siempre cenan antes de retirarse a dormir; según personas que
diariamente los atienden.
LLEGADA LA NOCHE
La noche llega y al hotel se acercan jóvenes y adultos, unos
por comer en el restaurante, otros para hospedarse en alguna
habitación y, la mayoría, para jugar en el casino. Este lugar
no solo es frecuentado por hombres, 30 por ciento de quienes
asisten son mujeres mayores de 30 años. No es común divisar en
el lugar algún familiar de Abdalá Bucaram, "solo Jacobito vino
en una ocasión", informa una de las asistentes del casino.
En el pasillo del hotel, cuatro guardaespaldas aguardan a que
el flamante secretario de la Administración, Miguel Salem,
-que permanece hospedado en el hotel desde el primero de
agosto-, se desocupe de una reunión que mantiene con el
presidente de la Corporación Financiera Nacional, David
Goldbaum, para acompañarlo a un compromiso no oficial.
Cuando sale, con un aspecto de cansancio y sueño, despide a
los miembros de seguridad que lo aguardaban. Se acerca a la
recepción, realiza una llamada telefónica y, antes de ingresar
al amplio ascensor, tropieza con una inquisidora y quizá
impertinente reportera que, con uno y otro argumento, solicita
le conceda una entrevista, en ese instante.
Al escucharla Miguel Salem, lanza una estruendosa risotada. Su
amigo David Goldbaum lo acolita también. "¿Una entrevista, a
estas horas? Yo ya deseo ir a dormir", responde algo más serio
Salem, con una voz gruesa. Pero termina cediendo. A la
entrevista acude también Roberto Goldbaum, hermano de David, y
quien estuvo directamente vinculado a la campaña de Jaime
Nebot.
Mientras todo esto sucede, cuatro personas consumen dos
botellas de wisky "Some Times" en la habitación 509. El pedido
lo hizo el ocupante de esa habitación, Averroes Bucaram, a las
21h00. Cuatro horas más tarde, para esa misma habitación suben
una orden de picada mixta y, minutos más tarde, la cuenta: 140
mil sucres.
El actual ministro de Desarrollo Urbano y Vivienda, Víctor
Hugo Sicouret, que ingresó al restaurante a las 23h30,
continúa saboreando su exquisito "fillet miñón" y la helada
Coca Cola Diet hasta las 24h55. Hora en la que, junto a sus
tres acompañantes, cancela la cuenta de 153.120 sucres y se
dirige a reposar en su habitación, la 112.
Algo inquieto se pone en ese momento el joven mesero, por las
constantes campanadas que lo llaman. Al retornar, le señala al
cocinero que se trata de"una orden para la suite 312, desean
mariscos". Era de Miguel Salem, quien antes de la entrevista
con BLANCO Y NEGRO había asegurado que tenía mucho sueño.
SANDRA TAMBIEN
La joven ministra de Educación, Sandra Correa, tampoco se
habría sustraído de la epidemia de nombramientos
interfamiliares. Mujer de absoluta confianza de la
vicepresidenta Rosalía Arteaga, ha colocado en varios puestos
públicos a nada menos que once (11) parientes sanguíneos y
políticos.
Eduardo Correa, uno de sus hermanos, pasa a ocupar un alto
cargo en el Ministerio de Salud Pública. Su hermana, Patricia
Correa, es ahora alta funcionaria del IESS. Su prima, Mónica
Correa es funcionaria de Protocolo de la Presidencia de la
República. Otros parientes políticos como Vinicio Baquero,
Hernán Garcés y Santiago Coello, pasarían a ocupar cargos en
instituciones como la Secretaría Nacional de Ciencia y
Tecnología, SENACYT, el INFA y el Ministerio e Educación,
respectivamente.
Su padre es asesor en el congreso del diputado Eduardo Azar,
del PRE, y muy cercano colaborador del Primer Mandatario.
Otro de sus hermanos, Eduardo Correa, ocupa también un alto
cargo público en una entidad del Estado, según fuentes
consultadas.
Esta situación habría provocado dificultades a la
vicepresidenta, la que se han negado "por delicadeza", hasta
el momento, a colocar parientes en la administración pública.
(DIARIO HOY) (R. BLANCO Y NEGRO)
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