Quito. 11 jul 2000. Un gran arsenal militar ecuatoriano fue
incautado a las FARC, informaron la PolicÃa colombiana y el
Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia (DAS).
Dentro de estas operaciones, en que ha participado directamente el
Ejército colombiano, también fueron decomisados, en los últimos
meses, una serie de embarques provenientes de Ecuador, que
incluyen armas, explosivos, uniformes de camuflaje, equipos de
comunicaciones y pertrechos militares para abastecer a los grupos
subversivos, dice el DAS.
El general Luis Ernesto Gilbert, director nacional de la PolicÃa
de Colombia, le dijo a EL COMERCIO que los operativos se han
focalizado en la región fronteriza, especialmente en Ipiales y en
San Miguel, departamento del Putumayo, por donde circula buena
parte del tráfico de armas proveniente de Ecuador, aproximadamente
desde 1992.
En especial llama la atención a la PolicÃa la captura, en octubre
de 1996, de 18 cohetes M72-A2, de 66 mm, de fabricación
estadounidense, que fueron vendidos a las FF.AA. ecuatorianas a
fines de los 70.
Según informes de la PolicÃa Judicial de Colombia, los cohetes
descubiertos en caletas (cuartos clandestinos) de las FARC, son
parte de un lote de 7 013 rockets que el Ecuador adquirió en 1977
a EE.UU.
En entrevista con este Diario, el capitán Marco Rocha, subjefe de
la PolicÃa Judicial de ese paÃs, informó que se desconoce la forma
en que el armamento del Ejército ecuatoriano fue a parar a manos
de la guerrilla, pero no desestimó que otra parte de ese lote haya
sido vendido por traficantes a las FARC.
"Eso no es extraño, pues en el Ecuador hay redes de traficantes de
armas que abastecen desde hace varios años directamente a las FARC
y a otros grupos insurgentes de Colombia".
En los informes reservados de la PolicÃa Judicial, en Bogotá,
constan los listados de decenas de ecuatorianos vinculados con
bandas internacionales de tráfico de armas, provenientes de Rusia,
Cuba, Norte y Centroamérica, Rumania y Bulgaria. También se
incluye el nombre de una fábrica de explosivos de Ecuador, desde
donde, según la PolicÃa norteña, se envÃa dinamita y explosivos
hacia Colombia.
Las principales redes y eslabones de la cadena están en Tulcán e
Ipiales, donde también han sido descubiertos estopines
ineléctricos, usados para activar cargas detonantes, dijo el
oficial colombiano.
El Director de la PolicÃa comentó que el vÃnculo de las FARC con
antisociales en el Ecuador es permanente, pero "lo importante es
tener la suficiente información para tomar acciones y asà cerrar
el paso de uno u otro lado de la frontera, en cooperación con la
PolicÃa ecuatoriana".
Según un informe del DAS, al que accedió este Diario, el tráfico
de armas en la frontera colombo-ecuatoriana se registra desde
1989."Estas actividades delictivas están bien organizadas, hasta
el punto en que se habló, en su momento, de un cartel de la
dinamita para proveer de material bélico a grupos subversivos,
calculándose que entre 1994 y 1996 ingresaron entre 12 y 15
toneladas de dinamita por año".
La compra de dinamita y armas en el Ecuador es relativamente fácil
y barata, dice el DAS. "Los compradores del armamento son dueños
de canteras, minas, ingenieros y firmas constructoras, que son
utilizados como fachada para el tráfico ilegal de estos elementos
bélicos hacia grupos subversivos".
El 27 de mayo pasado, el DAS impidió que ingresen a Colombia 50
000 fusiles AKM, ametralladoras M60, cohetes antiaéreos,
antitanques, fusiles R 15 y Galil, lanzagranadas, lanzacohetes y
chalecos.El arsenal iba a ser distribuido en Colombia por una
banda de israelitas que, luego de un año de investigaciones, fue
detenida. Se descubrió que tenÃa contactos en Ecuador -seguro paÃs
de ingreso a Colombia- Nicaragua, Venezuela, Panamá y Perú.
Los mejores clientes de los traficantes internacionales de armas
en América Latina son la guerrilla, el narcotráfico y los
paramilitares de Colombia. Para este objetivo han montado una
gigantesca estructura de rutas. Por el lado ecuatoriano, los
mercaderes aprovechan el abandono y extensión de las fronteras por
donde ingresan granadas M-26, pentolita, dinamita y municiones,
que también llegan por Brasil y Perú. El armamento es camuflado
entre insumos perecederos como bultos de papa, verdura, ropa,
repuestos automotrices, cobijas, chatarra, asà como en camiones
con carpa, carrotanques desocupados o en el tanque de gasolina de
los automóviles.
Los últimos ocho años, según cifras oficiales, las autoridades
colombianas incautaron 4 millones de proyectiles, 17 300
revólveres, 15 334 granadas y más de 256 000 kilos de dinamita.
17 ciudades involucradas
De acuerdo a informaciones de Inteligencia del Departamento
Administrativo de Seguridad de Colombia (DAS), los puntos
centrales utilizados por los traficantes, para el ingreso de armas
y explosivos a Colombia, son Guayaquil, por vÃa marina, y Quito,
por tierra. El material bélico, supuestamente procede de Centro
América, Brasil e Israel.
Desde las dos ciudades, el tráfico pasa por
Esmeraldas, Tulcán y Lago Agrio y llega a seis ciudades
colombianas: Tumaco, San Miguel, Orito, Puerto AsÃs, Ipiales y
Trocha.
Inteligencia de Colombia identificó que la ruta marÃtima cruza los
puertos de Guayaquil, Esmeraldas y San Lorenzo en Ecuador, hasta
las costas de Tumaco, Buenaventura y Choco en tierra colombiana.
Desde estos puntos se dirige hacia el interior del paÃs norteño.
Por tierra, el DAS señala que los traficantes de armas cuentan con
un sinnúmero de rutas principales y caminos inhóspitos de difÃcil
acceso y escaso control de las autoridades de ambos paÃses. Esos
senderos, por ejemplo, están entre el municipio de Tulcán y Aldana
o Maldonado y San Juan.
El robo fue paulatino
Al hurto de 48 fusiles del Batallón de Ingeniera No. 67 Montúfar
se suman 68 alimentadoras. Este Diario pudo conocer, que un
informe de Inteligencia Militar establece que los fusiles son de
marca AUG. Las armas supuestamente estaban guardadas en una bodega
del cuartel militar en Esmeraldas.
La fuente explicó que el robo no se produjo en un solo dÃa, a
pesar que el sábado se violaron las seguridades de la puerta de la
bodega. Se estima que para apropiarse de esa cantidad de material
bélico se necesitaba transportarlo en una camioneta, por ello,
posiblemente el robo fue en una o dos semanas.
Sin embargo, lo más grave para las Fuerzas Armadas es que podrÃa
estar involucrado un militar de ese recinto, quien probablemente
está vinculado con personas que se dedican al tráfico de armas.
El Ejército ecuatoriano prefiere no especular sobre el caso. Dice
que no puede asegurar si las armas tenÃan como destino la
guerrilla colombiana.
El hecho está bajo investigación y desde el fin de semana un
helicóptero patrulla la zona para encontrar a los que pueden
cargar con el armamento. (Texto tomado de El Comercio)