Quito. 20 ene 2002. Es larga la lista de errores que cometió Jamil Mahuad
en apenas 17 meses de Gobierno y que llevaron a su derrocamiento.
Dos años después del golpe indÃgena-militar que echó del poder a Jamil
Mahuad, aún resulta imposible entender cómo un presidente, que recibió un
importante apoyo del electorado, y que protagonizó la histórica firma de
la paz entre Ecuador y Perú haya podido encerrarse en una suerte de
burbuja que lo aisló de la gente.
Mahuad llegó a Carondelet con la marca de la eficiencia que habrÃa
mostrado como alcalde de Quito, y hasta con un signo de predestinado para
alguien que pocos meses antes habÃa sufrido un derrame cerebral.
Pero el lÃder de la Democracia Popular no se dio tiempo para impulsar
proyecto de gobierno alguno.
La dolarización, adoptada por él, no fue sino una decisión precipitada,
para un gobernante cuyo vocero oficial dijo un dÃa antes de la toma de la
medida: "que esta serÃa un salto al vacÃo".
Y es que el dÃa que Mahuad dolarizó al paÃs, su gobierno vivÃa los dÃas
más dramáticos y él habÃa alcanzado los niveles más bajos de
popularidad.
No escuchaba el reclamo de indÃgenas; los empresarios le exigÃan acciones
urgentes; y el Alto Mando Militar le pedÃa, entre otras cosas, medidas
sociales para un paÃs empobrecido.
La lista de los errores de Mahuad es inmensa, aunque apenas gobernó 17
meses. El mayor de todos, sin duda, el haberse salpicado por hechos de
corrupción, lo cual exacerbó el ánimo colectivo.
En febrero de 1988, decretó el feriado bancario y la incautación de
depósitos. El paÃs estaba absorto y en algunos cÃrculos se comentaba que
la medida habÃa sido tomada para favorecer a un banquero. Meses antes, ya
habÃa ayudado a otros, cuando lanzó un oneroso salvavidas a Filanbanco,
al que entregó unos $650 millones. El ánimo de los ecuatorianos llegó al
lÃmite cuando se exhibió el cheque de $3 100 000 que el dueño del Banco
del Progreso, Fernando Aspiazu, habÃa dado al candidato Mahuad. Nadie
dudó que el feriado bancario fuera con dedicatoria. Una suerte de odio
colectivo empezó a generarse en lo que parece fue el inicio de su
derrocamiento, que se gestó en la conciencia del paÃs, pero que terminó
siendo aprovechado por militares golpistas y un puñado de indÃgenas que
pretendieron gobernar burlando la Constitución. El 21 de enero de 1999,
Mahuad fue sacado de Palacio. Hay quienes dicen que por su falta de
visión de la realidad, cuando fue llevado al aeropuerto y luego estuvo
refugiado en una misión diplomática, aún no se daba cuenta de que habÃa
perdido el poder.
Dos años después del fallido golpe dos de los protagonistas insisten en
llegar a Carondelet.
- Mahuad y su credibilidad
Cuando Jamil Mahuad inició su perÃodo gubernamental, contaba con un alto
Ãndice de credibilidad, que incluso alcanzó un margen de 69% en
septiembre de 1999. Este porcentaje superó al de Abdalá Bucaram, que como
puntaje máximo alcanzó 65%, y al de Fabián Alarcón, que obtuvo 45% en el
mejor de sus momentos.
Pero esta situación duró poco tiempo, ya que la popularidad de Mahuad fue
descendiendo hasta llegar, en diciembre de 1999, al mÃnimo porcentaje de
6%. Esto contrasta con el margen promedio de 39% que durante los 24 meses
de su gobierno ha obtenidoel presidente, Gustavo Noboa, según la empresa
encuestadora Market. Noboa registró 33% como porcentaje mÃnimo de
credibilidad en diciembre de 2001.
- Gustavo Noboa llegó al poder con el apoyo militar
En julio de 1998, Gustavo Noboa, de la mano de Jamil Mahuad, obtiene para
sà la Vicepresidencia de la República, cargo en el que estuvo por 17
meses al cabo de los cuales, con el respaldo de la cúpula militar, asumió
el poder. El actual mandatario no fue parte del grupo de colaboradores
de Mahuad por lo que fue evidente la falta de apoyo a su ex binomio
durante el 21 de enero de 2000.
- Carlos Mendoza preside el triunvirato que sucedió a Mahuad
Carlos Mendoza, ministro de Defensa (e) cuando se produjeron los hechos
del 21 de enero, también integró el Consejo de Gobierno que
momentáneamente sucedió a Jamil Mahuad. El tenÃa conocimiento que un
grupo de coroneles estaba preparando una revuelta. El 22 de enero entregó
el poder a Gustavo Noboa. Tras salir de las FFAA, Mendoza se dedicó a sus
actividades privadas.
- Antonio Vargas quiere ser presidente de la República
Otro de los actores de los hechos de enero de 2000 fue Antonio Vargas,
entonces presidente de la Conaie, organización indÃgena que ahora analiza
la posibilidad de participar con candidato propio a la Presidencia de la
República. Vargas trabaja de forma intensa para ser postulado como ese
candidato. Formó parte del triunvirato que duró apenas cuatro horas.
- Carlos Solórzano: de la Corte Suprema al triunvirato
El otro integrante del Consejo de Gobierno que se conformó luego de la
caÃda de Mahuad, fue Carlos Solórzano, ex presidente de la Corte Suprema
de Justicia. Junto a Antonio Vargas y Lucio Gutiérrez, integró la Junta
de Gobierno que desconoció la Presidencia de Jamil Mahuad. Hoy es asesor
jurÃdico de varias empresas y de algunas organizaciones sociales y
laborales.
- Lucio Gutiérrez prepara su candidatura presidencial
Lucio Gutiérrez, ex coronel del Ejército, fue uno de los principales
protagonistas de la asonada del 21 de enero. Coordinó con oficiales
compañeros suyos y con dirigentes indÃgenas la toma del Congreso y el
desconocimiento de los tres poderes del Estado.
Hoy, Gutiérrez prepara su campaña para la Presidencia de la República
como lÃder del Movimiento C-21.
- Telmo Sandoval se dedica a la actividad empresarial
Telmo Sandoval, ex comandante del Ejército, fue parte de la cúpula
militar que, con el envÃo de un telegrama a los cuarteles (la tarde del
21 de enero), notificó que las FFAA se habÃan tomado el poder. Más tarde,
se lo señaló como una de las personas que facilitó la movilización de los
indÃgenas hacia Quito. Actualmente se dedica a actividades empresariales,
agrÃcolas y ganaderas. (PACH) (Diario Hoy)