Las fricciones entre el alcalde de Guayaquil y la Policía Nacional revelan un problema: los uniformados reciben recursos de todos los sectores sociales y no cuentan con presupuesto para sus propias inversiones. Y en esa relación de dependencia, de parte y parte, hay exigencias y malos entendidos. A escala nacional, los sectores privados apoyan cada vez más a la Policía. Solo en Quito, en menos de cuatro años, han recibido alrededor de $5 millones

¿De quién no reciben respaldo los policías?

En la provincia de Chimborazo se pueden observar varios autos en pésimo estado, pero los jefes policiales dicen que no cuentan con el dinero para repararlos

La policía cuencana recibió del Consejo de Seguridad (CSC), hace tres meses, 100 motos, 100 cascos, 100 chubasqueros, en dos fases de equipamiento. Luego, el Concejo Cantonal aprobó una tasa de seguridad que la pagan los ciudadanos (el valor depende del sector en el que viven). Además, se entregaron 50 chalecos antibalas y 100 equipos de radio comunicación.
Según el alcalde Fernando Cordero, el Consejo de Seguridad tuvo la precaución de firmar, un convenio con la Policía, sobre el uso de los equipos, para evitar una posible mala utilización.
Los 37 puestos de Auxilio Inmediato (PAI) de Cuenca recibieron también el apoyo del CSC con equipos de comunicación y motos.
En Chimborazo, la última vez que la Policía recibió una donación de la empresa privada fue en el año 2000, cuando la Cámara de Comercio de Riobamba gestionó la entrega de 14 motos ante el Ministerio de Gobierno y donó dos. También se entregaron 30 equipos de comunicación. Según el Comandante de Policía en esa provincia, Roy Pino, estas unidades están aún en pleno funcionamiento. El jefe policial agrega que, pese a las limitaciones, la Policía obtiene resultados:
"Hemos detenido a dos bandas que asaltaban en carreteras". En los últimos días, a este comando han llegado tres vehículos para el servicio de tránsito y se espera la llegada de otros tres más.
Delfín Córdova, presidente de la Cámara de Comercio, reconoce que ningún otro gremio se ha preocupado por la seguridad: "Colaboramos en combustible para los autos de la Policía y el Ejército, especialmente en las festividades". No han hecho un control de las motos entregadas: "Una de nuestras características es creer en la institución, aunque buscamos que la Policía sea más eficiente", añade. A criterio de este dirigente gremial, los niveles de delincuencia en Riobamba están dentro de los límites "normales": "Porque no pretendemos que se erradique la delincuencia en su totalidad, eso es muy difícil".
Pero el parque automotor de la Policía tiende a desmejorar. En los talleres de la institución, casi una decena de vehículos permanecen parados mientras reciben atención mecánica. Pino dice que sí cuenta con el dinero para repararlos y que algunas de esas unidades están para el remate. Allí se encuentran dos patrulleros inservibles y que seguramente cumplieron con su vida útil.
En Loja, la seguridad no es tema de debate en el Concejo Cantonal. El concejal Paúl Palacios dijo que no ha sido tomado en cuenta, a pesar de que se ha sugerido firmar un convenio entre la Policía y el Municipio para la creación de Brigadas Barriales. Los concejales adujeron este "olvido" a los impases existentes entre la Policía y el alcalde Bolívar Castillo, quien reforzó el control con la Policía Municipal para el centro histórico. (RMT/JP)

Vivir de la "caridad" ajena...

Entre las autoridades policiales existe el recelo de los gobiernos de turno pues, en cada acto castrense, de aniversario de la institución, se ofrece de todo para quedar bien con los uniformados

La Policía Nacional tiene un dilema: vivir de la "caridad" ajena o esperar que el Estado satisfaga todas sus necesidades para dar plena seguridad a la ciudadanía.
Hasta ahora le toca lo primero. Y son muchas las entidades que le entregan recursos, en particular los municipios, las organizaciones barriales y las cámaras de la producción. Pero, al mismo tiempo, siente la presión de los donantes: barrios, municipios, empresarios y políticos, entre otros, exigen como "patrones" la atención prioritaria a sus necesidades, como dice una fuente policial.
Es más, esos sectores sociales cuestionan no solo el mal uso, sino la poca preocupación por buscar mecanismos que anulen la necesidad de "pasar el sombrero" por todas partes para solventar las necesidades de infraestructura.
"Es necesario seguir mejorando los niveles de control, porque no siempre se usa adecuadamente lo que se entrega", afirma Lorena Vinueza, directora Metropolitana de Seguridad Ciudadana de Quito.
En el caso de Guayaquil, un alto oficial de la Policía comentó que se llega al extremo de pensar que, porque donan algo, tiene que estar sometido a su mando. Incluso, señala que el disgusto de algunas autoridades es porque nos les "caen bien" los nuevos jefes, pues estuvieron muy contentos con el general Marco Cuvero.
En la Comandancia General de la Policía hay una explicación: los gobiernos ofrecen de todo y los cumplimientos pocas veces ocurren. El 4 de marzo último, el presidente de la República, Lucio Gutiérrez, ofreció 1 000 motos que hasta ahora no llegan. El déficit de vehículos es de 5 400. Hoy posee, a escala nacional, 1 250. Además, en el presupuesto de la Policía no se contemplan gastos de inversión en recursos materiales para la seguridad ciudadana. La mayor parte se ocupa en gasto corriente (ver cuadro).
Por montos, dinero y cursos de capacitación, el Municipio del Distrito Metropolitano y los comités barriales, desde hace ocho años, son quienes más recursos han entregado, en todo el país. Con patrulleros, motos, un helicóptero, cuarteles y cursos de capacitación, entre lo más importante, hay cálculos extraoficiales y por confirmarse que suman más de $5 millones, en lo que va de los últimos cuatro años.
El Cabildo quiteño incluso solicitó a Petroecuador $2 millones para la construcción de tres cuarteles en Quitumbe, Los Chillos y Tumbaco. Estas construcciones también se hicieron y se hacen con el aporte de la Tasa de Seguridad que cobra el Municipio a los habitantes de la capital.
Los moradores de casi todos los barrios han colaborado para la operación de más de 200 unidades de vigilancia y de las 212 unidades de la Policía Comunitaria. Para la capacitación de los elementos de esta última instancia, se destinaron $100 mil durante tres meses para adiestrar a 600 policías.
Un dirigente barrial de la zona La Delicia dijo que se ha facilitado de todo, pero no siempre la respuesta es efectiva: "En muchas ocasiones, los policías usan los carros para hacer gestiones personales y consumen la gasolina que debe servir para las emergencias".
En mayo de 2004, se firmó un convenio de cooperación entre la Policía Nacional y la Federación de Cámaras de Comercio con el objetivo de cooperar en la planificación, ejecución y evaluación de proyectos conjuntos en prevención social, para garantizar una mejor seguridad ciudadana.
La Cámara de Comercio de Quito firmó un convenio específico con la Policía, para pagar los honorarios y estadía de un consultor argentino, para iniciar el proceso que lleve al Plan Estratégico de Modernización de la institución policial. Además, facilitó las instalaciones para la realización de los talleres de diagnóstico.
Con el apoyo de un consultor argentino, se realizaron cuatro talleres de diagnóstico con la asistencia de la sociedad civil (Quito, Guayaquil, Riobamba, Cuenca). Además, el consultor llevó a cabo un diagnóstico intensivo, de 15 días, internamente con la Policía. (OP)

Lo donado por Quito

En la administración municipal de Paco Moncayo, en Quito, la Policía ha tenido mucho trabajo y varios frentes de acción operativa y administrativa.

Los policías forman parte del Consejo Metropolitano de Seguridad Ciudadana y del Sistema Metropolitano de Seguridad Ciudadana.

En ese proceso, la Policía ha recibido la Central de Atención Ciudadana, en el antiguo Regimiento Quito; la Central de Videovigilancia Ojos de Aguila, con 128 cámaras; y tres unidades operativas en Solanda, Tumbaco y Los Chillos.

Desde el inicio de la gestión de Paco Moncayo, se le han entregado 142 motos, un helicóptero, 19 camionetas, 25 caballos, 14 bicicletas y 250 radios troncalizados.

Al mismo tiempo, el Municipio financia el mantenimiento y los seguros de camionetas y motos, sin descontar los 17 mil galones de combustible al mes para la movilización.

Al principio de la gestión de Moncayo, hubo recelos entre Policía Nacional y Policía Metropolitana. Los primeros no aceptaban de buen agrado que los militares designados en los cargos de seguridad del Municipio les impusieran la política y filosofía de seguridad. Luego, al salir los militares, se superaron las dificultades. (OP)

Las fallas están en la vigilancia

La creación de una comisión de verificación busca establecer el número real de vehículos, motos, equipos de comunicación y armamento que la empresa privada donó a la Policía de Guayaquil

En el convenio suscrito el lunes 29 de noviembre, entre la Policía Nacional, el Municipio guayaquileño y la empresa privada del cantón, se acordó la conformación de una comisión de verificación que se encargará de vigilar que los bienes donados a la institución policial sean utilizados exclusivamente para los controles de seguridad en Guayaquil.
Franciso Alarcón, presidente de la Corporación de Puestos de Auxilios Inmediato (Corpai) indicó que al momento se está concluyendo el inventario, ya que la Policía entregó un informe parcial y aún falta establecer el estado real de ciertos bienes donados.
Tanto los representantes de las empresas privadas como de la institución policial mantienen en reserva el número, tipo e inversión exacta de los bienes donados para el programa de seguridad.
Pero de las entregas hechas desde el inicio del plan, el 13 de septiembre de 2000, se establece que, en una primera etapa, se habrían donado 40 camionetas doble cabina, equipadas con sirenas, para el uso de un chofer y dos policías metropolitanos armados. También se entregron 33 motos, ocho vehículos Chevrolet Rodeo 4x4 para el GIR y GOE, 800 toletes y 800 uniformes para los agentes de brigadas móviles.
En una segunda etapa se habrían donado 100 motocicletas, 200 cascos, 200 chalecos antibalas y 100 radios de comunicación para conformar un Escuadrón Motorizado, que opera en las zonas de difícil acceso para los vehículos.
Joaquín Zevallos, ex presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, estima que la inversión de la empresa privada, durante cuatro años, asciende a $1 millón.
El director nacional de Logística de la Policía, Wilmón Padilla, constató la semana pasada el estado físico de los bienes y dijo que muchas de las motos y vehículos KIA, dañados y sin reparación en el taller mecánico de la Policía Judicial (PJ), fueron entregados en 1999 y no participan dentro del plan de Más Seguridad.
Además, Padilla dijo que él conoce que fueron entregados al Comando por la Gobernación del Guayas, pero hasta el momento no se ha podido establecer con precisión, ya que no existe un acta de recepción o algún documento que lo compruebe. Indicó que los ocho Chevrolet Rodeo 4x4 se encuentran en buen estado, cuatro están a cargo del GIR y otros cuatro en el GOE. (MAP)

LOS PROTEGIDOS

"Más Seguridad" se inició con un aporte de $75 mil y $25 mil para el mantenimiento y reparación de patrullas.

Ese plan de seguridad contó inicialmente con 276 policías metropolitanos, los que, conjuntamente con miembros de la Policía, tenían por objeto custodiar tres sectores y 38 subsectores de Guayaquil.

Bajo la consigna de "patriotismo y prudencia", tal como lo citó Jaime Nebot durante su primera administración en la Alcaldía de Guayaquil, nació el 13 de septiembre de 2000 el "Plan Más Seguridad" del Municipio de Guayaquil.

La Policía ocupa a diario 240 elementos de tropa para dar seguridad a instituciones públicas (Gobernación, Alcaldía, Prefectura) y a entidades privadas (bancos y consulados).

Otras instituciones que reciben resguardo policial son el Ministerio Fiscal y su titular, la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas. Los policías también resguardan al gobernador, al alcalde, al prefecto y al presidente de la Corte de Justicia de Guayaquil, duante la jornada laboral ininterrumpida.

Un alto oficial indicó que este tipo de protección resta a la Policía personal que bien podría estar destinado a patrullar la urbe o para investigaciones. (BMS/GVL)

PUNTO DE VISTA

"No serás malito, darásme alguito"

La Policía Nacional debe contar con los recursos y personal adecuados para cumplir con su misión social.
Esperar que la empresa privada, la ciudadanía o las autoridades de turno se "congracien" con los policías es como alimentar a un mendigo. Y eso, que lo saben bien los psicológos, no solo crea dependencias y conductas improductivas, sino que la seguridad se deteriora o, por lo menos, se agota en los requerimientos cuando hay otras prioridades para los altos mandos.
Si los municipios y cámaras de la producción quieren una verdadera alianza con la Policía, la primera pelea es porque el Estado le garantice a esa institución los recursos.
La segunda es, como en cualquier empresa, exigir a la Policía el cumplimiento cabal de su deber, ya sin considerar lo que podría ser un pretexto (no contar con plata).
La tercera, establecer con claridad un sistema de relación y apoyo entre la institución y la comunidad.
Lo ocurrido en Guayaquil también muestra cuánto puede pesar el popular refrán: "No morderás la mano del que te da de comer". ¿Cómo la Policía puede reaccionar a una medida radical si mañana se queda sin la colaboración del municipio y las cámaras de la producción?
En la relación institucional de toda sociedad se fijan los límites de cada actor. Obvio. Sin embargo, la Policía, de un tiempo a esta parte, es considerada la Cenicienta y ella también "goza" de esa condición para susbsistir. (OP) (Blanco y Negro)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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