La Id Y Socialista Bajan En Imbabura

Quito. 22.03.94. Imbabura ha sido plaza fuerte electoral de la
Izquierda Democrática y del Partido Socialista. En las elecciones
del 86, 88 y 90, la ID obtuvo dos de las tres curules que
corresponden a la provincia en el Congreso. Y los socialistas
obtuvieron el tercero.

En las elecciones del 92, la ID sacó también la mayor votación,
pero consiguió un sólo puesto. El segundo fue del Partido
Roldosista y el tercero de la Unidad Republicana. No obstante,
para Informe Confidencial el voto en Imbabura no es tanto
ideológico, cuanto por las personas: los imbabureños votan por
caudillos locales con prestigio.

Para las elecciones del primero de Mayo, se halla a la cabeza de
las preferencias electorales Marco Proaño Maya, del PRE, a pesar
de la imagen de rechazo que Abadalá Bucaram tiene en la
provincia. Le sigue, Antonio Pozo, del MPD; en tercer lugar se
halla el socialcristiano Fernando Beltrán. La novedad de la
elección es el discreto papel de la ID en una provincia en la que
tenía hegemonía.

El candidato de este partido, Washington Barreno, ocupa el cuarto
lugar en el sondeo de Informe Confidencial.

Imbabura vota por nombres

La provincia de Imbabura elige tres representantes al Congreso
Nacional.

Históricamente esta provincia ha mantenido una gran lealtad hacia
la Izquierda Democrática. El actual prefecto Luis Mejía,
militante de ese partido, ejerce un enorme liderazgo y una gran
influencia en los medios de comunicación colectiva.

En 1986, la Izquierda Democrática obtuvo el primer puesto con el
12.36% de los votos, mientras el Partido Socialista obtenía el
segundo lugar con el 12.02%. La Ley hizo que aunque la diferencia
era tan pequeña la ID llevara al Congreso dos legisladores,
Gonzalo Machado y Germán Herrera, mientras el Socialismo ocupó el
tercer lugar con Enrique Ayala.

En 1988, la Izquierda Democrática mantuvo su primer puesto con el
22.95% de los votos, logrando la elección de Gustavo Medina y
Galo Larrea. El Partido Socialista ocupó nuevamente el segundo
lugar con el 11.52% de las preferencias electorales. De sus filas
fue elegido el diputado Hernán Rivadeneira.

En 1990, la Izquierda Democrática logró su mayor votación. Obtuvo
el primer puesto con el 25.22% de los votos escrutados, y llevó
al parlamento a Luis Mejía Montesdeoca y Jenny Terán. El segundo
lugar ocupó el Partido Socialista Ecuatoriano con el 21.42%
eligiendo a Enrique Ayala Mora.

En 1992, nuevamente la Izquierda Democrática triunfó con el
15.14% de los votos, seguida por el Partido Roldosista
Ecuatoriano con el 12.82% y la Unidad Republicana con el 12%.
Fueron elegidos Mauricio Larrea por la ID, Mario Carrillo por el
PRE y Wilson Dávila por el PUR. El incremento de votos del PRE se
explicó en esta oportunidad porque Marco Proaño Maya ocupaba la
candidatura a la vicepresidencia de la República por ese partido,
lo que dio al PRE mayor presencia en la provincia.

Así como en Cañar y Chimborazo el izquierdismo ha sido
históricamente comprensible, es un poco forzado en Imbabura.
Provincia relativamente desarrollada, con el grupo indígena
económicamente más activo del país, Imbabura vive del turismo.
Hay muchos pequeños productores de nogadas, arrope, de
artesanías; muchos pequeños comerciantes y pequeños propietarios
que son más bien una base social fecunda para la derecha.

Las cifras podrían llevarnos a la conclusión de que esta
provincia es enormemente ideológica: vota siempre al centro
izquierda o a la izquierda, con la sola excepción de la última
elección en la que el PUR desarmó los esquemas políticos en todo
el país y la explicable buena votación del PRE porque su binomio
era de Imbabura.

Sin embargo, esta visión es bastante falsa. Imbabura es una
provincia en la que la gente vota ante todo por personas, por
caudillos con prestigio.

Quienes han jugado las verdaderas cartas han sido,a lo largo de
estos años, Luis Mejía, Enrique Ayala y ahora último, Marco
Proaño.

Cuando no han encabezado personalmente las listas, tanto Mejía
como Ayala han intervenido activamente en favor de sus compañeros
de partido y han sido elementos decisivos para que estos
triunfaran.

LO QUE OCURRIRA

En las elecciones de 1994 no están presentes ni Luis Mejía ni
Enrique Ayala.

Mejía ejerce, con gran éxito, la prefectura de la provincia y
Ayala se encuentra dedicado a labores académicas.

Aparece encabezando las listas del PRE, Marco Proaño Maya,
prestigioso dirigente político local, quien ocupa el primer lugar
en la última encuesta con el 27% de las preferencias electorales.
Hay algo interesante cuando revisamos los indicadores de la
encuesta. Abdalá Bucaram tiene un rechazo masivo de la población
y el PRE es, de lejos, un partido mucho menos preferido que otras
dos fuerzas políticas existentes. Proaño tiene sus votos
exclusivamente por su propio prestigio, sin ninguna ayuda de
otros dirigentes de su partido. Podríamos decir que incluso, a
pesar de la mala imagen de ellos.

El segundo lugar lo ocupa Antonio Pozo del Movimiento Popular
Democrático, con un 15.7%. Pozo ha sido rector de la Universidad
Técnica del Norte, cargo que le ha permitido hacerse conocer en
la provincia. Desde hace tiempo se ha especulado con la
posibilidad de que Pozo sea legislador y, a lo que parece, esta
vez lo logrará.

En el tercer lugar se ubica Fernando Beltrán del Partido Social
Cristiano con el 9.6% de los votos. Beltrán no es tan conocido
como los otros dos candidatos, pero está impulsado por la fuerza
de los socialcristianos y de Nebot a nivel nacional.

La sorpresa de esta elección es el modesto papel de la Izquierda
Democrática en una provincia en la que siempre tuvo gran
hegemonía. Washington Barreno, candidato de este partido, aparece
en el cuarto lugar con el 8.9% de los votos. Es igualmente
extraño el pobre papel que hace el Partido Socialista. Sin Ayala,
no parece tener ningún gas.

CONCLUSIONES

1. El primer lugar en las elecciones lo tendrá sin duda Marco
Proaño Maya. Su porcentaje es sumamente alto y tiene buenas
posibilidades de obtener también la elección del segundo
candidato de esta lista, Ramiro Aguilar.

2. La elección de Antonio Pozo está también virtualmente
asegurada.

Tiene una estructura sólida de voto y sus competidores se
encuentran a buena distancia.

3. El tercer lugar puede ser ocupado por los socialcristianos o
por la Izquierda Democrática que se encuentran muy próximos en
sus preferencias electorales.

4. En Imbabura es pues segura la elección de Marco Proaño Maya y
Antonio Pozo como diputados, y queda el tercer lugar para
disputarse entre Ramiro Aguilar, Fernando Beltrán o Washington
Barreno, dependiendo de como funcionen los cuocientes electorales
y de cuál sea el partido que ocupe el tercer lugar.

El uso de las encuestas

Por Jaime Durán Barba y Roberto Erazo Andrade
de Informe Confidencial

Cuando hemos descrito los distintos trabajos que hacemos los
consultores políticos, más de un lector se preguntará si tiene
sentido hacer tantas cosas y gastar tanto dinero solamente para
saber con alguna anticipación el resultado de las elecciones. La
respuesta, claramente es no.

Este dato no vale tanto dinero y preocupación. Aunque la mayoría
de políticos y periodistas están inquietos solo por esas cifras,
realmente son poco importantes.

En muchos casos, los datos de la encuesta no hacen más que poner
en número lo que la mayoría de la población ya sabe. Quienes se
sorprenden son, generalmente, candidatos sin posibilidades, que
están rodeados de pequeños círculos de incondicionales que les
mienten acerca de sus perspectivas. Es muy raro que la mayoría de
la población no se percate de cuáles son los partidos que están
ganando y cuáles no. Concretamente en todo este período
democrático, la primera vez en que nos hemos encontrado con dos
provincias en que la población se equivoca, asignando mayores
posibilidades de triunfo a un partido que no esté primero en sus
opciones electorales, es esta. Veremos lo que ocurre el primero
de Mayo.

Por otra parte, varios partidos y entidades hacen encuestas y los
resultados son siempre similares. Preguntar por las opciones
electorales no es algo difícil. Hacer esa parte de la encuesta es
elemental. Muchos saben los resultados de las simulaciones
electorales y el dato, contra lo que se cree, no tiene nada de
secreto en el mundo político. Todos los políticos modernos saben
lo que está ocurriendo, con muy pocas variaciones.

No tiene pues ningún sentido hacer todas estas investigaciones
sólo para saber estos porcentajes. Las encuestas se hacen con
otros fines.

Partidos que quieren actuar racionalmente, tomando en cuenta lo
que piensa y cree el electorado y no con una política de
compadrazgos y jorgas, usan las encuestas como uno de los
elementos centrales para elegir a sus candidatos. Una de las
razones del éxito de los socialcristianos en esta elección es
haber actuado de esa forma y los socialistas estarían en otra
posición si hubiesen hecho caso a las mediciones en provincias
como Imbabura, Carchi, Guayas y Azuay.

Las encuestas sirven, fundamentalmente, para racionalizar la
campaña.

La mayor parte de los recursos que los candidatos gastan es usada
inútilmente o para hundirse a sí mismos. Muchos de nuestros
candidatos pierden las elecciones gracias a su propio dinero:
hacen publicidad equivocada y ahuyentan votos.

Cuando una campaña no está respaldada en una sólida
investigación, gran parte de las frases, las cuñas, los
comerciales, suelen estar dirigidos más a satisfacer los
entusiasmos del propio candidato y a fastidiar al adversario, que
a conseguir votos.

Toda campaña empieza con una serie de lugares comunes que inician
el despilfarro de recursos. Normalmente, todos lo amigos y
parientes del candidato se convierten en expertos en cuestiones
electorales. Todos lo saben todo. La hija del candidato que
apenas sabe usar el VHS, se convierte en experta en cuñas
electorales, la esposa en estratega, el abogado en diseñador de
carteles.

Todas las cosas parecen evidentes. Ante todo, se empieza a
actuar bajo una serie de prejuicios que nadie cuestiona. Hay que
hacer cuñas de TV", "hay que pedirle a algún artista que haga una
canción, hay que pintar paredes, hacer calendarios, botones,
dañar la propaganda del opositor y escoger un lema de campaña".
Se hacen una serie de estandartes con los colores del partido
porque hay que promover al partido, se decide atacar al Gobierno
porque "nadie le puede ver". Es el reino de la improvisación y la
charlatanería.

Si se quiere actuar racionalmente, antes de tomar esas
decisiones, hay que averiguar qué es lo más conveniente, tanto en
términos de instrumentos, como de contenidos. Para cada
candidato, para cada partido, en cada oportunidad pueden o no ser
útiles una o varias de las posibilidades.

Según quienes sean los electores que constituyen su grupo objeto
en esa campaña, puede ser útil la radio o el cartel, la visita
puerta a puerta o el banderín. Si sus posibilidades de atraer
jóvenes es alta y dentro de su diseño estratégico ese grupo de la
población es importante, es probable que le sea útil una cuña con
ritmo de rap. Claro que esto depende de cómo es usted visto por
la población. Hay candidatos a los que esto les puede venir bien
y otros que serían percibidos como payasos si lo hacen.

Nada es universal. Ni siquiera la investigación que se ha hecho
sobre el mismo candidato en una anterior campaña sirve demasiado.
Cada candidato, en cada momento de su vida llega con mayor
facilidad a determinado tipo de elector. Si no conoce cómo le
perciben, cómo comunicarse con ellos, cómo hacer que su mensaje
sea comprendido, tendrá graves problemas en su campaña.

QUIEN ES QUIEN

Marco Antonio Proaño Maya (PRE)

Doctor en jurisprudencia, ha tenido una destacada participación
en la política ecuatoriana. Fue candidato a la vicepresidencia de
la República -en binomio con Abdalá Bucaram- en 1992. Ha sido
diputado por la provincia de Imbabura y diputado nacional. Como
legislador ha tenido las siguientes funciones: presidente de la
Comisión de lo Civil y lo Penal, presidente de la Comisión de
Codificación y delegado del Congreso Nacional al CONADE.

En su vida privada es profesor de Derecho en la Universidad
Católica del Ecuador, escritor y consultor como jurista en
derechos de autor y propiedad intelectual para organismos
internacionales no gubernamentales.

Ramiro Aguilar Pozo (PRE)

Se ha desempeñado como asesor Jurídico de la Ilustre
Municipalidad de Ibarra en las dos últimas administraciones (1984
y 1992). Ha sido presidente del Colegio de Abogados de Imbabura y
presidente de la XXIII Asamblea de la Federación Nacional de
Abogados.

Antonio Pozo Delgado (MPD)

Como muchos de los cuadros del MPD, Antonio Pozo es un maestro
ligado a la Unión Nacional de Educadores. Ha sido su presidente
provincial de Imbabura por dos períodos.

Durante sus años de estudio tuvo una amplia actividad en la
política. Fue presidente de la FEUE - filial Quito,
vicepresidente de la Unión Nacional de Estudiantes de Filosofía,
secretario general del Encuentro Latinoamericano de Estudiantes
Universitarios, entre otros.

La actividad política -es director provincial de su partido - no
lo ha inhibido de desempeñar una importante carrera como maestro.
Ha sido profesor de varios colegios secundarios, tanto en Quito
como en Imbabura, profesor universitario y rector de la
Universidad Técnica del Norte.

Washington Barreno Ramos - ID

La dirigencia deportiva y la política a menudo van de la mano.
Este es el caso de Washington Barreno, que ha sido presidente de
la Federación Deportiva de Imbabura, vicepresidente de la
Federación Deportiva de Imbabura y vicepresidente nacional del
Deporte Estudiantil, entre otros.

Este político, fundador y dirigente de la ID, fue concejal del I.
Municipio de Ibarra, Jefe regional de Petroecuador y gobernador
de la Provincia de Imbabura. Ahora aspira, con buenas opciones, a
la diputación provincial.


Población Total: 265.501 hab.

Urbana: 129.176 hab.

Rural: 136.325 hab.

Superficie: 4.986 km2

Cantones: Ibarra, Antonio Ante, Cotacachi, Otavalo, Pimampiro,
San Miguel de Urcuqui.

Número de electores: 187.186 (3.07%)

IMBABURA

1986

ID 12.36%

PSE 12.02%

1988

ID 22.96%

PSE 11.52%

1990

ID 25.22%

PSC 21.42%

1992

ID 15.14%

PRE 12.82%

PUR 12.00% (2A)