Mexico. 24 dic 2001. Los proveedores de droga a Estados Unidos, en
especial los mexicanos y colombianos, fueron severamente golpeados este
año por las fuerzas de seguridad y el mayor control fronterizo tras los
atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington. No obstante,
los narcotraficantes asimilan los golpes y se mantienen activos, animados
por la demanda.
Los traficantes colombianos rompieron con varios de sus socios de México
y ahora intentan vender cocaÃna de forma directa en Estados Unidos,
aunque con muchas dificultades a causa de los férreos controles en la
frontera dispuestos por Washington, según expertos.
Mientras, las organizaciones criminales mexicanas comenzaron a limitar el
comercio de cocaÃna y prefirieron apuntar sus baterÃas hacia la
producción y venta de drogas sintéticas y de heroÃna, de la cual
Afganistán era lÃder en producción y comercio. Los carteles de la droga
de Colombia y de México son los más poderosos de América Latina y los
principales abastecedores de la región a Estados Unidos, lÃder mundial en
consumo.
"Los gobiernos de Colombia y de México mejoraron en 2001 su lucha contra
los grupos de narcotraficantes, pero lo realmente duro para las mafias
vino con los atentados de septiembre" en Nueva York y Washington, dijo
Jorge Chabat, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económica
de México.
Sin embargo, esos grupos están asimilando los golpes, para responder a la
demanda en Estados Unidos, apuntó.
Luego de los ataques terroristas contra Estados Unidos, cuya
responsabilidad es atribuida a la red Al Qaida que operaba en Afganistán,
Washington redobló los controles en las lÃneas aéreas y en la frontera
con México, por donde ingresa gran parte de la droga.
La jefatura de policÃa del aeropuerto internacional El Dorado, de Bogotá,
uno de los principales puntos de embarque de drogas de Colombia a Estados
Unidos, reportó que entre el 11 y el 18 de agosto fueron decomisados 122
kilogramos de cocaÃna, mientras que del 11 al 18 de septiembre solo se
incautaron 17 kilogramos.
En tanto, el Servicio Federal de Aduanas de Estados Unidos indicó que los
decomisos de droga en la frontera con México disminuyeron más de 50%
entre el 11 y el 25 de septiembre de 2000, respecto a igual lapso de
este año.
Pero la caÃda de las ventas es sólo coyuntural, pues no hay motivos para
pensar que la demanda de drogas bajará, sostuvo Jorge Fernández, experto
mexicano y autor de varios libros sobre cuestiones de narcotráfico.
"La experiencia indica que durante cada uno de los conflictos en el que
ha participado Estados Unidos, desde la segunda guerra mundial, siempre
se ha incrementado el consumo de drogas entre su población", señaló.
Fernández explicó que eso "sucedió durante la guerra de Corea, con el
consumo de heroÃna y de opiáceos, en la de Vietnam, con la marihuana y
los alucinógenos, y en la guerra del Golfo, cuando hubo una verdadera
explosión en la demanda de cocaÃna".
Por su parte, Cass Ballenger, presidente del subcomité para el Hemisferio
Occidental del Congreso de Estados Unidos, apuntó que "el terrorismo y
las drogas no se pueden manejar como dos cosas separadas".
Con esa lógica, el gobierno y los congresistas estadounidenses preparan
un plan para los paÃses andinos de América del Sur que permita combatir
por igual a las guerrillas izquierdistas y a los narcotraficantes, como
complemento del Plan Colombia.
El modelo de combate al narcotráfico que aplican los gobiernos, con el
apoyo de Estados Unidos, quizá también cambie el año próximo, pero los
carteles se adaptarán y el consumo seguirá, sentenció Chabat. (IPS)
(Diario Hoy)