Guayaquil. 20. jun 96. A las cinco y treinta de la tarde,
de un día común de campaña, a Jaime Nebot Saadi le resta
una larga agenda que terminará con una entrevista en
televisión al filo de la media noche. Acaba de llegar de
Quito tras reunirse con el presidente Durán-Ballén y
antes de comenzar el diálogo con Vistazo, pide unos
minutos para organizar en una sala continua a su despacho,
al equipo que trabaja en su campaña, que entre otros
miembros cuenta con: Heinz Moeller, Charlie Pareja,
Esteban Amador, y Julio Feo, el español responsable de la
imagen de Felipe González, que casualmente salió al
corredor cuando Vistazo esperaba la llegada de Nebot.

Viste un impecable traje azul marino, camisa blanca con
mancuernas de oro y una corbata de seda amarilla, con
pintas azules. El medio siglo de vida no le ha dejado
surcos profundos de expresión, salvo en la frente que
arruga con frecuencia. En el cabello negro oscuro y en el
tupido bigote, las canas se podrían contar con los dedos
de la mano. Su voz, en otras ocasiones tan intensa como el
talán de una campana de iglesia mayor, suena con varios
decibelios menos. "Es la misma voz de siempre", dice con
una sonrisa, "no la puedo cambiar".

Ese timbre intenso lo heredó de su padre Jaime Nebot
Velasco, una de las figuras más conspicuas de la política
ecuatoriana durante la era velasquista. Tres veces ministro
de Estado, embajador ante las Naciones Unidas, y otros
cargos más, Nebot Velasco acunó a su hijo "en los algodones
de la política, pero de pequeño y joven no se inclinó por
ella". Lo haría en 1984 como gobernador en Guayas durante
la presidencia de León Febres-Cordero. "Acepté por la
precaria situación de la provincia. No tengo aspiraciones
políticas" diría a Vistazo en 1986. De ahí que, es
imposible entender la personalidad política del primer
finalista de las elecciones presidenciales, sin analizar
la huella que en su formación dejaron estos dos hombres.

DE CATALANES Y SIRIOS

Su abuelo paterno nació en Tarragona, Cataluña y vino a
América a fundar en Panamá la sucursal de una empresa de
tejidos. Eran los tiempos de la Primera Guerra Mundial y
de un bloqueo marítimo. Los barcos para llegar a Panamá
debían dar la vuelta por el Cabo de Hornos y recorrer la
costa del Pacífico. Cuando el barco hizo escala en
Guayaquil, debido a una epidemia de fiebre amarilla fue
declarado en cuarentena. Entonces, se enamoró de la mujer
que sería su esposa. Se casó y fundó en Guayaquil los
almacenes Begue, donde se vendían artículos finos para
damas y caballeros. El matrimonio tuvo un solo hijo,
Jaime, que por sus ojos rasgados fue bautizado como "el
Chino Nebot".

El abuelo materno José Saadi llegó en la década de los
veinte para ser gerente apoderado de los Almacenes
Teófilo Bucaram, de propiedad de su cuñado. Ecuador era
la última escala de un largo viaje, que lo llevó primero
a Brasil y luego a la Argentina, donde nació su hija
Zulema, madre del actual candidato. Los Saadi provienen
de la región libanesa de Amiun, célebre por los cultivos
de aceite de oliva. Hostilizados por los turcos que
invadieron Líbano en 1860, los Saadi como muchos
libaneses emigraron a América.

Cuando Nebot Velasco conoció a Zulema "una de las mujeres
más bonitas que había en Guayaquil y sigue siendo bella,
aún después de 50 años de matrimonio", todavía no era un
militante activo del velasquismo. Narró a Vistazo que se
hizo velasquista tras leer el libro Conciencia y Barbarie,
escrito por Velasco Ibarra y que había "impresionado
hondamente a mi padre". No obstante, es el doctor Carlos
Julio Arosemena Monroy, quien en 1952 lo presenta a
Velasco y "lo hice nombrar gobernador del Guayas".

El matrimonio Nebot Saadi tuvo tres hijos: Jaime, Jorge y
José. Jorge murió en 1968, en un accidente automovilístico,
fecha que para Nebot Saadi es "el día más triste de mi
vida". La actividad política del padre llevó a la familia
a vivir en Quito varias veces y también en Nueva York,
cuando Nebot Velasco fue embajador ante las Naciones
Unidas.

Tanto el padre, como la madre describen al pequeño Jaime
como un niño muy dócil. Sin embargo, doña Zoila Yánez de
Carrillo, maestra quiteña que organizaba las barras o
chusma de Velasco Ibarra, comentó en una entrevista con
Vistazo que era bastante inquieto y que, inclusive,
alguna vez haló los bigotes al mandatario por lo que
ella lo amonestó. En todo caso, Velasco tenía especial
cariño por los niños Nebot Saadi. En una carta, que Nebot
Velasco conserva en marco, dice: "que sus hijos sean su
corona y hereden ellos el esfuerzo creador de su padre".

ESTUDIANTE EXCEPCIONAL

La dedicación a los estudios y las buenas notas fue una
regla de oro en la familia Nebot Saadi. "Eso se lo deben
a su madre, quien fue muy exigente con ellos", comentó el
padre. En efecto, cuando Vistazo entrevistó a varios ex
profesores y compañeros de secundaria del actual
candidato presidencial, todos coincidieron en que "Nebot
fue un gran estudiante".

Dos fueron los alumnos más destacados de esa promoción
del 64 del Colegio Javier, de Guayaquil: Fernando
Barredo, quien ganó el anillo de oro y Nebot. Según Nebot
Velasco su hijo perdió el anillo porque no estuvo los
seis años en el plantel. Nebot hijo, en cambio, sostuvo
que "la conducta contaba y a mí me votaron algunas veces
de la clase, mientras Fernando era tan bueno que se hizo
sacerdote". Para Barredo: "Si se hubieran tomado en
cuenta los años, ganaba por centésimas él. A Jaime le
disgustaba mucho perder, incluso, en el monopolio".

Ya en el colegio, Nebot destacaba como un buen orador.
Un compañero suyo, Víctor Hernández recuerda que los
lunes, en el balcón del plantel se escogía a un alumno
para disertar sobre un tema específico. "Todos sufríamos
por completar los diez minutos de discurso, pero Jaime
llegó sin problema a 25".

De los 17 compañeros de una promoción de 36, que contactó
Vistazo, todos coincidieron en que Nebot tenía un gran
sentido del humor. Si hubo momentos ingratos, ninguno se
atrevió a relatarlos y simplemente fueron "cosas de
muchachos".

De sus profesores universitarios, también, solo hay
elogios. Nicolás Parducci lo definió como un estudiante
con "gran capacidad de análisis" y Miguel Macías Hurtado
como "un talento superior".

Sus compañeros universitarios apuntan a lo mismo. María
Gloria Cornejo dijo: "Siempre brilló con luz propia. Dueño
de una extraordinaria memoria, recuerda con precisión los
nombres de quien conoce. Tiene un excelente sentido del
humor y en su juventud fue un gran puñete".

La decisión de hacerse abogado sorprendió a sus padres.
"Ya tenía matrícula separada en un instituto politécnico
superior en Estados Unidos, pero estaba muy enamorado y
resolvió no irse", comentó el padre. A los 24 años,
contrajo matrimonio con Cynthia Bohrer Pons, hija de un
norteamericano radicado en Ecuador y nieta de Antonio
Pons, quien fuera presidente encargado del poder en 1935.

EL ABOGADO NEBOT

Nebot Saadi inicia sus prácticas legales en el estudio
de Miguel Macías Hurtado. "Más tarde mantuvimos juntos
un estudio sin relación de dependencia laboral ni de
casos. Lo hice hasta comienzos de la década de los 80,
en que me trasladé al edificio Valra". Es a mediados de
los años 60, en que se vincula con León Febres-Cordero,
entonces dirigente empresarial. "Hay una amistad de
familia que viene desde los abuelos. Luchamos contra la
dictadura de Castro Jijón: Febres-Cordero como dirigente
empresarial, yo como dirigente estudiantil". ¿Era
presidente de la Asociación de Estudiantes de Derecho?
"No. Era una época en que todos estábamos en posición
activa contra la Junta". En todo caso, terminada la
dictadura, Febres-Cordero fue senador funcional y Nebot
su asesor. Nebot, además, actuaría de abogado
empresarial en algunos conflictos laborales de empresas
del grupo Noboa, cuyo gerente general era Febres-Cordero.
Uno de los más largos, el de la Cartonera, ocurrió a
finales del 79.

Al abogado Jaime Nebot le viene como anillo al dedo, la
descripción que alguna vez se hizo de Mijail Gorvachov,
en las negociaciones de reducción de armamento nuclear:
el hombre de la hermosa sonrisa pero con dientes de
acero. Walter Haro, abogado de los trabajadores recordó:
"Era un hombre terriblemente duro y firme en su postura.
Su intransigencia llevó a una huelga de casi cuatro
meses, en la que hubo algunas irregularidades en la
subsecretaría del Ministerio del Trabajo. El presidente
Jaime Roldós destituyó a varios inspectores. Finalmente
llegamos a un acuerdo, casi de madrugada. Su dureza,
sin embargo, era en los planteamientos y posturas,
mientras en el trato personal era muy cordial'. Haro
añade: "Su postura fue diferente años más tarde, cuando
como gobernador del Guayas en el caso del Banco de
Descuento, gestionó ante el presidente Febres-Cordero,
para que a los trabajadores no se les descuente de sus
liquidaciones el impuesto a la renta".

EL GOBERNADOR NEBOT

Durante los cuatro años del gobierno del ingeniero León
Febres-Cordero, Jaime Nebot fue gobernador del Guayas.
"El brazo ejecutor de mi obra en esa provincia", diría
el mismo Febres-Cordero. De ahí que, ese lazo se ha
convertido para Jaime Nebot en su gran fuerza y
debilidad. Fuerza, porque el sustento político de la más
numerosa votación del país se respalda en la gestión de
Febres-Cordero como presidente y alcalde. Debilidad,
porque en los otros confines del país, el rechazo a
Nebot proviene de los prejuicios contra Febres-Cordero.
"Me parece terriblemente injusto que a mí se me quiera
juzgar por los supuestos defectos de otra persona,
porque los defectos y virtudes de mis amigos yo no
juzgo. En esta campaña a mí personalmente, no me han
dicho nada con respecto a mi capacidad o mis intenciones
de servir al país. Si quieren juzgarme, a través del
ingeniero Febres-Cordero, están equivocados porque a él
ya le juzgó la historia y el pueblo, que le dio su
respaldo mayoritario".

Las percepciones colectivas, sin embargo, no son producto
del azar o de un evento. Muchos de los hechos más
violentos de la presidencia del ingeniero Febres-Cordero
ocurrieron en Guayas y paradójicamente tuvieron, en la
mayoría de casos, como protagonistas a los dos finalistas
de esta campaña presidencial: el gobernador Nebot y el
alcalde Bucaram. Los dos escribieron un segundo capítulo
de enemistad entre los apellidos Nebot y Bucaram. El
primero correspondió a Jaime Nebot Velasco y Assad
Bucaram. Nebot Velasco, basado en un escrito de Pedro
Saad, una de las más importantes figuras de la izquierda
ecuatoriana, creó la duda sobre la nacionalidad y el
apellido de Bucaram. "No nació en Ambato, sino en Líbano
y su nombre es Fortunato Khouri Bourayé". Ello impidió,
a la postre, que Assad Bucaram llegue algún día a la
presidencia de la República.

Los enfrentamientos entre el gobernador y el alcalde, se
iniciaron a los pocos días de la posesión de Febres-
Cordero. A raíz del primer paquete de medidas económicas,
hubieron manifestaciones estudiantiles. Nebot las
reprimió con dureza: 43 detenidos y un herido. Bucaram
concedió inmediatamente los respectivos hábeas corpus y
madrugó al director de prisiones, para que los deje en
libertad. Nebot destituyó y enjuició penalmente al
director.

Los enfrentamientos más violentos, sin embargo, girarían
en torno a la figura de Jaime Toral Zalamea, a quien se
lo acusó de la muerte de personal de seguridad cercano a
Bucaram, como el director de la Policía Metropolitana
Merlín Arce y el diputado alterno del PRE Germán
Zambrano. La Policía no lograba detener a Toral. "Si él
no hubiera contado con la indolencia, y en ciertos casos,
con el amparo de las autoridades gubernamentales
radicadas en la provincia del Guayas, no hubiera
alcanzado la escalada delictiva que le llevó a desafiar
a la sociedad a tales extremos de hacer del asesinato un
recurso común, para satisfacer sus diferencias políticas
y sus venganzas personales", dice un informe
parlamentario sobre el caso, firmado por el doctor Jorge
Zavala Baquerizo.

Desde la clandestinidad, en 1984 el propio Toral manifestó
a esta revista: "Estoy vinculado políticamente al
gobierno". Al respecto, Nebot manifiesta hoy: "A mí nunca
estuvo asociado. Yo encabecé el operativo para capturarlo
en las Malvinas y Bucaram que estaba allí también, cuando
fue de entrar se fue, porque sintió lo que los demás
sentíamos, el temor. Solo los locos no tienen temor, la
diferencia es que los hombres valientes lo vencen". Pero
él lo capturó. "No, lo hice yo". Técnicamente, así fue.
Nebot dirigió a la policía para capturarlo, pero los
relatos periodísticos de ese día señalan que Bucaram
localizó a Toral y llamó a la policía para su captura.

Pero no solo los enfrentamientos con Bucaram contribuyeron
para la percepción de violencia en torno a la figura de
Nebot. El local de la Democracia Popular sufrió un
atentado, cuando la dirigencia mayor se encontraba en
Guayaquil. El ex presidente Osvaldo Hurtado ha repetido en
más de una ocasión que se intentó atentar contra su vida y
refiriéndose a Nebot ha dicho: "las personas no cambian".
Otros hechos incluyen: la destrucción de la Radio CRE,
tras el secuestro de Taura y el segundo, la virulenta
campaña contra periodistas, legisladores y medios de
comunicación que consideraron desproporcionada e
inconveniente la construcción de la vía Perimetral.
Inclusive, se llegó a poner una placa con los nombres de
quienes se opusieron como si fueran traidores. Nebot negó
siempre que su fuerza de seguridad hubiera destruido la
radio y la placa, ante la presiónde la prensa, fue
retirada.

EL POLITICO NEBOT

Terminado el período como gobernador, Nebot se dedicó a
la política activa. Participó en tres elecciones. En 1990
ganó la diputación por la provincia del Guayas. En 1992 y
1996 fue finalista de las elecciones presidenciales. De
su período como diputado queda lo que él califica como su
más grave error: un bochornoso incidente con legisladores
socialistas, a quienes insultó en términos procaces: "No
volvería a protagonizar ningún incidente como el que
protagonicé en el Congreso, aunque se repitieran las
circunstancias que me llevaron a eso", dice en el libro
Primero la gente. En todo caso, ese incidente fue
determinante en la campaña electoral frente al
arquitecto Sixto Durán-Ballén.

A raíz de la derrota presidencial, Nebot inició la última
campaña electoral y lo hizo con un cambio de imagen:
sereno y conciliador. Durante cuatro años fue el
indiscutible primero en las preferencias electorales,
pero el estrecho margen de victoria frente a Abdalá
Bucaram, obligó a un cambio de estrategia. "No. La
estrategia es la misma. Tiene otros matices. No es una
campaña sucia. Hay dos candidaturas: la una es el caos y
cuando no se sabe administrar un país, quienes más sufren
son los pobres y sería una irresponsabilidad no recordar
cómo administraron la ciudad y la provincia. Eso no es
injuria. Es recordar la verdad".

Hay asesoría extranjera en su campaña. "No". ¿Elgarresta?
"No lo he visto desde 1992, en que dejó mi campaña". ¿Y
Julio Feo, el ex asesor de Felipe González? "Julio es mi
amigo, no mi asesor". Pero, está aquí. "A veces está, a
veces no está. Además no es malo tener asesores". Lo malo
es negarlos. "Yo no los niego, describo en la medida y en
la intensidad que tienen relación conmigo".

¿Qué pasa si pierde en esta elección? "A mí nada. Al país
mucho". (FUENTE: REVISTA VISTAZO N. 692, PP. 6-11)
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