El grupo afín al Partido Social Cristiano apostó a la sorpresa y ganó. Sin consenso, pero con una mayoría de 17 votos, Hugo Quintana fue elegido, ayer, presidente de la Corte Suprema de Justicia.

Quintana, ex ministro de la Primera Sala de lo Laboral, tuvo el apoyo del sector de derecha y socialcristianos de la Corte. Su nominación no era esperada: la víspera, los 16 ministros jueces de esa tendencia se reunieron en Quito para elegir a un candidato. Esa sesión fue tan reservada que los magistrados fueron en taxi al sitio de encuentro, para que no sean vistos en sus autos, contó uno de los participantes.

Sin embargo, el nombre de Quintana apenas se oficializó en las primeras horas de la mañana de ayer. Incluso, a los jueces de ese sector se les comunicó la decisión de postular a Quintana en la sesión.

Quintana, junto con su inseparable amigo de Sala, Miguel Villacís, llegó a las 09:20 al Pleno. Ese instante en el salón solo se encontraba Eduardo Brito Mieles, quien estaba sentando en su sillón.

Los dos saludaron de lejos a su compañero de tendencia. 15 minutos más tarde, los 28 jueces restantes llegaron a la sala de sesiones. El temor del sector socialcristiano de no contar con el quórum (21 jueces) para la sesión se esfumó.

A las 09:40, el secretario de la Corte, Fernando Ortiz, leyó el orden del día y comenzó la sesión. Luego la lectura de comunicaciones y la intervención de los jueces Santiago Andrade y Eduardo Brito, se inició la votación, a las 10:40.

Ese momento, el centro-izquierda intentó frenar la elección: el ex presidente, Armando Bermeo, pidió un receso para dialogar. Propuesta que fue ágilmente negada por los jueces socialcristianos: Nicolás Castro, Hernán Quevedo y Julio Jaramillo. A las 10:50 la votación comenzó.

Diez minutos más tarde, el ministro Carlos Riofrío leyó los resultados: 17 votos a favor del Hugo Quintana y 12 por Jaime Velasco, el representante del centro-izquierda. En la elección no participó Jorge Ramírez, quien salió de la Sala; Bolívar Vergara anuló su voto.

El primero en felicitar a Quintana fue Villacís; luego, uno por uno, llegaron los abrazos del resto de magistrados, ganadores y perdedores.

Quintana caminó al otro extremo del salón y fue posesionado por Armando Bermeo. De inmediato, Quintana presidió su primera sesión.

Su discurso de agradecimiento se centró en fortalecer a la Función Judicial. “En circunstancias como estas son muy frecuentes las frases: acepto el honor y la responsabilidad grave que tengo que asumir, que de tanto repetir parecen huecas... Esas frases las digo hoy pero impregnadas con sinceridad...”.

Luego sostuvo que no desconoce el momento crítico de la Función Judicial, “que es el reflejo del país”. Y llamó a la unión entre los magistrados.

Minutos después uno por uno salieron los ministros del centro-izquierda. Jaime Velasco aseguró que en democracia hay que saber ganar y perder. Al mismo tiempo elogió la carrera judicial de su ex compañero y actual Presidente de la Corte Suprema de Justicia.

Al finalizar la sesión, a las 11:20, Quintana habló con la prensa. Casi cubierto por micrófonos y grabadoras, el flamante Presidente negó la sombra socialcristiana que pesa en su designación.

“Yo soy un amigo social de León Febres Cordero, como de muchos otros políticos (...) me he reunido en actos sociales y familiares”. Añadió que su cargo no tiene que ver con los partidos políticos. “Si es por orientación política yo sería socialista, porque implica cambio, evolución”.

El centro-izquierda perdió votos

Jaime Velasco contaba con 14 votos seguros, los cuales no le servían para ser presidente de la Suprema. Sin embargo, solo obtuvo 12 votos.

Según el recuento que realizó el magistrado encargado del escrutinio Carlos Riofrío, 10 jueces firmaron su apoyo a Velasco. Ellos son: Armando Bermeo, Teodoro Coello, Rodrigo Varea, Estuardo Hurtado, José Benítez, Arturo Donoso, Jorge Andrade, Galo Galarza, Santiago Andrade y Ernesto Albán. Para completar sus 12 votos faltan: José Vicente Troya, quien fue el que propuso como candidato, y el propio Velasco.

Jorge Ramírez, el voto 13 salió de la sala de sesiones a los pocos minutos. El 14, sería Clotario Salinas, el actual conjuez de la Sala de lo Contencioso fue quien al parecer votó por Hugo Quintana. Salinas pretende ser el juez titular de esa Sala y está en el proceso de cooptación.

Perfil de Hugo Quintana Coello
Presidente de la CSJ


A Hugo Quintana lo pueden considerar un hombre con suerte. Ganó la lotería de la Junta de Beneficencia de Guayaquil y fue nombrado sin contratiempos Presidente de la Corte Suprema de Justicia.

Quintana nació en esa ciudad en 1935. En mayo de 1968 consiguió su doctorado en Jurisprudencia en la Universidad de Guayaquil.

Él es un judicial de carrera: empezó su trabajo en el juzgado de Balzar, luego fue Fiscal Primero de Tránsito de Guayas, Juez de Tránsito. Después llegó a la Corte de Guayaquil; sus 17 años en esa dependencia es recordado por su compañero Miguel Villacís . “Fue dos veces Presidente , en una yo le apoyé, como siempre”.

La amistad de ambos se inició en la universidad, tiempo en el cual Quintana consiguió su sobrenombre ‘el viejo’, que hasta ahora es su mote.

A la Suprema ingresó en 1997, con la nueva Constitución. Según Quintana, eso refleja su origen ajeno a los partidos políticos. Sin embargo, está identificado con el sector socialcristiano y es considerado un hombre firme y leal en las decisiones de grupo.

En la Sala de lo Laboral compartió su labor con Villacís y su contrincante Jaime Velasco. A Quintana le gusta lucir joyas: tiene gruesos anillos de oro, cadenas y esclavas. En las sesiones es conocido su buen humor, junto con Villacís y Velasco casi siempre bromean. Es famosa su frase “esperemos a Navidad donde todo es armonía para solucionar el problema”.

Fiscalizar la Corte, un objetivo con adherentes

El roldosismo y el partido de Gobierno coinciden en que es necesario reestructurar la Corte Suprema de Justicia mediante la fiscalización del Congreso. Abdalá Bucaram lo confirma.

Cuando el río suena, piedras trae. Este dicho fue parafraseado ayer por diputados del PRE y del gobiernista PSP que confirmaron que entre las dos organizaciones políticas hay conversaciones de cara a varios propósitos. Uno es la reestructuración de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a través de la acción fiscalizadora del Congreso.

Fue incluso el propio Abdalá Bucaram quien en una llamada a este Diario reconoció que si el Gobierno decide
“constitucionalizar” la Corte y otros organismos, su partido se convertiría “en el mayor soporte de este Gobierno”. Bucaram sostuvo que el Congreso jamás ha perdido su capacidad fiscalizadora y que si actualmente no la ejerce es porque durante la Asamblea Constituyente de manera “ilegal y mañosa” los asambleístas Osvaldo Hurtado, Héctor Romero Parducci y Orlando Alcívar publicaron un artículo que jamás fue aprobado. Por ello, dijo, estos tres políticos deberán ser enjuiciados y encarcelados.

Los diputados del PRE Mario Touma y Ernesto Valle, insisten en que la Asamblea Nacional aprobó, en 1998, la facultad del Congreso para fiscalizar los actos de la Función Judicial, pero que en la redacción de la nueva Constitución se omitió esa norma. La tesis del PRE si bien no es compartida por otras bancadas legislativas no es rechazada totalmente, especialmente por el Partido Social Cristiano (PSC), que dice defender la independencia de la CSJ de la influencia política del Parlamento. El diputado socialcristiano Xavier Sandoval dijo que el argumento del roldosismo hay que constatarlo en las actas de la Asamblea. “Pero lo real es el texto vigente, en donde no consta que el Congreso tiene facultad para fiscalizar a los magistrados”.

El partido de gobierno apoya la tesis roldosista. El diputado Renán Borbúa dice que la despolitización de la Corte Suprema es un planteamiento de campaña del presidente Lucio Gutiérrez. “De acuerdo a lo que hemos conversado con el PRE es una alternativa que estamos analizando y la apoyaremos en su momento”.

En cambio, para el titular del Legislativo Guillermo Landázuri, la fiscalización a los jueces “es una vieja aspiración del roldosismo que no cuenta con el respaldo de la mayoría de bancadas”.

El primer vicepresidente Ramiro Rivera (DP) también rechaza la posibilidad de la reestructuración de la Corte, vía juicio político. El demopopular desecha el argumento del PRE, al señalar que “uno de los pasos importantes que dio la Asamblea es que el Congreso saque sus manos de la Función Judicial”.

Lo que no admite el roldosismo es que exista un acuerdo a cambio de cargos burocráticos. Ayer lo negó enérgicamente Bucaram quien dijo que esa información proviene de “alguien que se hace pasar por diputado” y que lo único que busca es conseguir un cargo público. Bucaram negó también que haya nombramientos de roldosistas como embajadores como parte del acuerdo.
EXPLORED
en Ciudad Quito

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