Quito. 9 abr 2001. Con un cigarrillo en la mano, el nuevo Superintendente
comenta sus desafíos frente al organismo regulador del sistema
financiero. Dávila revela una personalidad tranquila, cuya mayor
fortaleza es haber trabajado 20 años en el Banco Central, y otros tantos
en diferentes entidades.

Por eso, cree que tiene las herramientas para devolverle a la banca su
mayor activo: la confianza. Sin embargo, aún no delinea bien su
estrategia. Para él, lo prioritario son muchas cosas. Empezando por
readecuar el tamaño de la banca, hasta finiquitar la venta de los bancos
en manos del Estado.

Dávila reconoce que hay varios problemas que se arrastran de la crisis
anterior y que no hay vuelta de hoja; pero está dispuesto a dialogar para
encausarlos a una pronta solución. Eso sí, su corta experiencia como
político le ha enseñado que antes de ir al Congreso, hay que negociar las
leyes, para que no las destruyan.

Dávila se propone realizar una labor más bien discreta, el funcionario
considera que la Superintendencia de Bancos no debe aparecer todos los
días enla crónica roja de los periódicos, eso resta la credibilidad de la
gente , dice.

Es así como desde hoy, Dávila inicia su trabajo en las oficinas de la
matriz principal de la Superintendencia. Lo básico ahora será que coloque
e en el papel sus planes e ideas sobre la banca ecuatoriana. Para
culminar este trabajo, se dará tres semanas.

Por Yessenia Barreno
Redacción Quito

¿Cuál es el principal reto al asumir la Superintendencia de Bancos?

Retomar la confianza del sistema financiero. Están los recientes
problemas, y eso tiene varias aristas, una de ellas implica una
supervisión muy equitativa y discreta. Desgraciadamente, por los
problemas de los últimos años, la Superintendencia ha estado todos los
días en la crónica roja, y eso ha restado la confianza.

¿Cómo está estructurado su esquema de trabajo?

Tengo algunas líneas de acción. Saldré con un plan concreto del trabajo y
en 3 ó 4 semanas. Después pienso hacer una evaluación de cómo estamos y
qué nos falta. La rendición de cuentas es fundamental en la supervisión
bancaria.

De los últimos reportes, se observa que mientras la situación de la banca
privada es positiva, los bancos en manos del Estado, como Filanbanco y
Pacífico tienen fuertes pérdidas, ¿cómo afecta esto a la imagen de la
banca nacional?

Los resultados de los bancos estatales como Filanbanco y Pacífico es
evidente que no son buenos, han sido muy malos, pero también es cierto
que en los últimos tiempos se han dado esfuerzos para cambiar eso.
Entiendo que se trabaja para sacar adelante a Filanbanco.

Además de los resultados ¿cuál es el mayor problema con los bancos de la
AGD?

Hay problemas serios, como el pago de créditos de líneas del exterior de
estos bancos. Eso nos seguirá molestando.

En el caso de Filanbanco y de las otras instituciones, el proceso de
venta se ha dilatado, ¿por qué?

Hay que vestirle bonito a la novia, hay que salir a buscar novio para
esos bancos, el Estado no puede quedarse administrándolos. Hay que
fortalecerlos, con costos bajos y cuentas transparentes

Entonces, Filanbanco y Pacífico, ¿son el Talón de Aquiles de sistema?
No le pondría yo como Talón de Aquiles, pero si diría que deben ser los
motivos principales de preocupación.

Dentro de la administración de la AGD a los bancos privados, ¿cuáles son
las principales dificultades?

Uno va a un banco donde las lealtades cruzadas, que es muy grave, otro
tema es que la gente está acostumbrada a hacer negocios muy rápido, todo
es por teléfono, sin documentos que soporten las cosas. Es una dinámica
diferente, uno entra a esas instituciones y no sabe en quién confiar, ni
por dónde están los problemas. A más de ello, la administración debe
entender que ahora se están manejando son fondos públicos, por lo que hay
que tener muchísimo más cuidado.

¿Cree que esta situación afecta a la buena marcha de estas instituciones?
Evidentemente también hay la necesidad de encontrar las causas de los
problemas y ahí se ve nerviosismo, pues todos se preguntan ¿cuál fue mi
participación en lo que van a encontrar?

Hay un fondo de liquidez pendiente para los bancos, ¿cómo evitar que
sirva como colchón de los bancos ineficientes?

El tema más difícil es llegar a determinar cuando un banco tiene
problemas solo de liquidez o solo de solvencia. El fondo de liquidez
viene a subsanar los problemas de liquidez. Antes hay que ver cómo se
estructura ese fondo.

Cree que en el largo plazo, suceda aquí lo que ocurrió en México, cuando
el Gobierno devolvió algunos bancos a sus dueños, porque en realidad no
eran tan insolventes...

No creo que sea el caso ecuatoriano, los dos bancos donde he estado, creo
que de ninguna manera se llega a esta situación, los huecos patrimoniales
eran de tal magnitud que no hay vuelto ahí.

Usted dijo que busca readecuar el sistema, ¿a qué se refiere con eso?
Hay que readecuar no solo el tamaño, sino toda la estructura del sistema
financiero. Es el momento de preguntarnos qué clase de sistema financiero
queremos: uno de muchos bancos grandes o uno de muchos pequeños, con
participación internacional o local. Son temas que hay empezar a
discutir.

En el país aún se ejerce control sobre las tasas de interés, ¿esto es
correcto?

Yo no siento que las tasas de interés estén controladas, estamos en un
sistema bastante libre. Yo quisiera plantear un esquema de provisiones en
función de las tasas de interés, partiendo, de que un crédito se concede
a un interés muy alto con bajas probabilidades de pago. Eso sí,
diferenciando el crédito corporativo y personal.

Pero esta medida, ¿encarecerá el costo del crédito?

No, porque no estamos en un esquema rígido. Aunque ningún sistema es
perfecto. Actualmente la mayor parte de créditos son de consumo, ¿cómo
cambiar esta tendencia?

Lo que sucede es natural en dolarización, pues el crédito de consumo se
dirige a quien tiene un salario. Bajo dolarización, el salario no
registra un deterioro mayor. Claro que la situación óptima son los
créditos productivos y de largo plazo. Pero en plazos si hemos avanzado.
Parecería que la falta de confianza viene de ambas partes: bancos y
clientes...

Es cierto, los bancos deben saber que el fondeo no es volátil, que es de
largo plazo, aunque esté depositado en cuentas a la vista.Es un problema
de ambas partes, los bancos no confían en la gente, por eso no les dan
confianza. Eso debe cambiar, el crédito de consumo se va agotar y se va a
ir poco a poco a lo productivo. La crisis no dejó lecciones a todos.
Otra forma de readecuar el sistema son las alianzas y fusiones, ¿cómo
impulsará ese tema?

Se espera que vengan muchos bancos, de consumo, corporativos, etc. Con
ello, se evitará un monoplio. En la parte financiera, el país es como un
huevo que está a punto de estallar, los que primero llegan se llevarán la
mejor tajada, ya hay señales de eso.

¿Afectará a la banca la dilatación de plazos con el Fondo Monetario?
Hay una matriz financiera con el FMI, tengo entendido que en algunos
rubros estamos con algún retraso, eso es normal, no es incorrecto. Eso
hay que tomar inmediatamente, yo quisiera viajar a conversar con ellos.

La ficha

Miguel Dávila tiene 42 años, está casado y tiene cuatro hijos. Se graduó
de economista en la PUCE. Luego realizó cursos de especialización en el
exterior, sobre todo en inversiones. Trabajó durante 20 años en el Banco
Central hasta ser gerente general, luego ocupó varios cargos públicos,
incluyendo la presidencia ejecutiva del Banco Popular. (Diario Hoy)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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