Quito. 15 dic 99. El convertir una alternativa de salud urgente
en una acción electiva es cuestionado. Las tasas de esta cirugÃa
son elevadas, sobre todo a nivel privado.
Los avances médicos en obstetricia permiten diagnosticar
complicaciones en forma oportuna, e intervenir quirúrgicamente
en los alumbramientos para salvar vidas. Además, rompen con la
sentencia bÃblica: "Parirás con dolor".
Sin embargo, todo tiene un lÃmite y los objetivos nobles se
pierden cuando se abusa de ciertas prácticas.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela
que "se está exponiendo a las mujeres y bebés de Latinoamérica
a riesgos innecesarios por el abuso de la cesárea".
Después de un estudio realizado en 19 paÃses de la región, la OMS
constató que las tasas de operaciones de cesárea oscilaban entre
el 16,8 y el 40 por ciento, cuando no deberÃan superar el 15 por
ciento, establecido en función de los parámetros investigados y
planteados por la organización a nivel mundial.
Según el informe, anualmente se estarÃan realizando cerca de 850
000 cesáreas innecesarias en América Latina.
"Al ser esta práctica una intervención quirúrgica, conlleva
peligros para la madre y para el bebé que no deben correrse a
menos que se ameriten, es decir, cuando el parto natural no sea
posible. Una cesárea, de por sÃ, supone 3,5 más riesgos que un
parto por vÃa vaginal", comenta Rolando Montesinos, director de
la Maternidad Isidro Ayora.
En el paÃs, de acuerdo con las cifras del Ministerio de Salud
Pública (MSP), el 17,1 por ciento de los partos en los hospitales
públicos del paÃs se realizan por medio de cesáreas.
Pero los niveles son más altos en el sector el privado, donde se
registran tasas de entre el 40 y el 50 por ciento. ¿Cuántas
intervenciones de este tipo son necesarias?
"Llegar a la conclusión de que un parto por cesárea podÃa haber
sido vaginal es discutible -dice Carlos Cepeda, ginecólogo
privado y ex presidente del Colegio Medico de Pichincha-, porque
todo depende de la valoración del médico; además, en medicina hay
que juzgar con un criterio muy técnico y a veces demasiado
amplio. Asà las cosas, es difÃcil concluir y decir que sà se
abusó".
Cepeda aclaró también que el tema se circunscribe más en la ética
profesional pero que, no obstante, el exceso es real y se
necesita control para poderlo corregir, básicamente a nivel
privado donde se presentan las tasas más altas.
Precisamente, respecto a la marcada diferencia entre las tasas
a nivel privado y público, el director de la Maternidad Isidro
Ayora sostiene que esta se debe a que las normas internas de las
casas de salud del Estado y, en particular de la Maternidad, son
claras.
"Nosotros tenemos en promedio un 20 por ciento de cesáreas
tomando en cuenta que nuestras pacientes, por lo general, llegan
en la última etapa del parto, lo que nos obliga a tomar
decisiones urgentes, sin embargo, no abusamos de esta práctica
porque nos regimos a normas de procedimientos puntuales.
Aquà se practican cesáreas cuando verdaderamente se necesitan,
quien no cumpla con esta regla básica estarÃa sujeto a una
auditorÃa médica".
Carlos Cepeda, reconoce la ventaja de una normatividad en las
instituciones pública y asegura que esto es lo que permitirÃa
reducir las tasas de cesáreas en los centros privados de atención
médica.
"El Ministerio de Salud debe elaborar normas y procedimientos
para estandarizar la práctica a nivel de todo el ejercicio
profesional. Además de efectuar una investigación que le permita
tener una idea de qué está sucediendo a nivel privado con el
tema".
Dentro del Ministerio, se asume que no existen regulaciones
especÃficas desde la entidad hacia el sector privado para este
tema. "Pero contamos con normas de salud reproductiva -comenta
Patricio Jácome, jefe de salud reproductiva del MSP- que están
en manos de todas las instituciones de salud públicas y que
pueden servir para las particulares".
Entonces, ¿qué respuesta ha dado el Ministerio al alto Ãndice de
cesáreas en las instituciones privadas?
"Es difÃcil determinar que se abusó de la práctica. Los niveles
son altos, es cierto, al igual que es real el riesgo que tiene
una intervención quirúrgica como la cesárea, pero personalmente
puedo decir que estoy seguro que a todo nivel solo se practican
las cesáreas que son necesarias, me baso en el principio de que
ningún médico interviene para dañar a sus pacientes", afirma
Armando Chávez, del Programa de Maternidad Saludable.
Casa adentro, los funcionarios afirman que para mantener estable
el número de cesáreas de los hospitales públicos, en la
aplicación de la Ley de Maternidad Gratuita se dispuso que se
reconozca a estos centros el mismo valor por la práctica de un
parto natural como de una cesárea.
Actualmente, por cualquiera de los dos eventos se está
devolviendo 250 mil sucres a la casa de salud para cubrir insumos
y medicamentos; esta cantidad fue determinada en un estudio de
costos que realizó el Ministerio.
En cuanto a las causas del exceso, los profesionales opinan que
la actitud del sistema de salud, el médico y la paciente son
determinantes y que entre los detonantes se encuentran: la falta
de control y de una reglamentación que estandarice el
procedimiento; el temor a las demandas y el ganar tiempo
reduciendo la labor de parto; y el miedo al dolor y la estética.
Para Cepeda, el que el control y el diagnóstico prenatal sean más
efectivos y permitan detectar más temprano una posible
complicación, hacen que el médico se incline a terminar el parto
por cesárea y, asÃ, no exponerse a riesgos imprevistos durante
un parto por vÃa vaginal que, posteriormente, los conviertan en
sujetos de una demanda.
Otra de las causas está relacionada con el derecho individual de
la mujer a decidir sobre su maternidad y su cuerpo.
"Evidentemente, además de practicarse por necesidades médica, la
cesárea es una opción -sostiene Ximena Abarca, especialista en
jefe del área de salud del Consejo Nacional de las Mujeres
(Conamu)- sin embargo, la mujer no recibe información suficiente
en las clÃnicas y hospitales sobre los riesgos o las ventajas de
esta práctica. Si las instituciones brindaran una guÃa real,
fuera de sus intereses económicos o los de tiempo del médico, las
tasas de cesárea electiva podrÃan disminuir en un buen
porcentaje". (Texto tomado de El Comercio)