Quito. 12.01.94. El transporte se ha convertido en uno de los
problemas de mayor gravedad en la mayorÃa de ciudades de
América Latina,al extremo que, incluso , está afectando al
propio funcionamiento del conjunto de la sociedad.
Quito no escapa a esta situación, prueba de ello, es que la
tradicional impuntualidad quiteña ha encontrado su excusa o
justificación en el tiempo perdido en el transporte.
El problema
La movilidad de la población de Quito ya superó la barrera
cabalÃstica de millón de viajes diarios. AsÃ, mientras el 80%
de la población de Quito se traslada a través de 39
cooperativas de buses, que controlan 75 lÃneas y 2100 buses,
solo el 20% de los habitantes lo hace a través de más de
120.000 vehÃculos privados.
El inusitado crecimiento del parque automotor que vive la
ciudad -más por la apertura indiscriminada de las
importaciones que por un polÃtica de transporte-, ha terminado
por desnudar los grandes problemas de la transportación en la
ciudad y por evidenciar la crisis por la que atraviesa.
El usuario del transporte público soporta una pésima "calidad
del servicio", porque los tiempos de espera son superiores a
los de movilización, la propia velocidad de transportación es
lenta, los incrementos de los accidentes muestran lo riesgoso
que es viajar en las vetustas unidades, la falta de control
técnico y operatorio del sistema hace incómodo y estresante el
viaje, el incremento de los Ãndices de contaminación son
alarmantes, etc.
La base de la transportación, su "infraestructura", muestra
altos grados de saturación y obsolencia. AsÃ, el diseño de las
lÃneas de buses es auténtico, las vÃas y su estado se
encuentran saturadas, las unidades tienen una edad promedio
superior a los 17 años.
Por otro lado, la propia "organización del sector" es un
sistema anárquico en el que coexisten múltiples instituciones
públicas, privadas y comunales como: el Municipio de Quito, el
Consejo Provincial, varios ministerios, los consejos de
tránsito, la PolicÃa Nacional, las cooperativas de buses,
busetas, taxis, camiones y camionetas. Esta convergencia
multi-institucional hace, en la práctica, que el transporte
sea inmanejable.
De allà que el esquema de operación de todo proceso de
producción sea totalmente inadecuado. Las polIticas estatales
se han dirigido, por un lado, a la discusión exclusiva de una
tarifa general para el paÃs, sea directa o indirecta
(subsidios bajo múltiples formas) y, por otro lado, a afectar
colateralmente con las medidas macroeconómicas al
funcionamiento del sector.
Gran diferenciación
Otro componente fundamental de la problemática es el de la
estructura urbana de la ciudad. Quito es una urbe longitudinal
que cuenta con una centralidad extendida que exige
desplazamientos obligados desde todos sus puntos hacia un
mismo sitio. Pero también sus funciones urbanas muestran una
gran diferenciación entre sÃ: los lugares de residencia,
trabajo, comercio y servicios están dispuestos de tal manera
que exigen movimientos complejos y distantes.
Y, lo más grave, es que la racionalidad seguida para enfrentar
los problemas haya sido la de la tradicional lógica de la
sumatoria: más vÃas, más buses, más lÃneas, más extensión; con
lo cual, en vez de solventar los problemas, se termina por
reproducirlos aun nivel superior. La medicina resultó peor que
la enfermedad.
Definitivamente hoy hay un problema de escala, distinto al que
se tenÃa no hace mucho tiempo. Tal situación exige un salto
hacia una nueva racionalidad del conjunto del sistema que
indudablemente pasa por encontrar una solución a la
masificación del transporte.
La triple propuesta
Con la aprobación de la Ley del Distrito Metropolitano, que
les asignan a los Consejos Metropolitanos de Quito y Guayaquil
la responsabilidad de la planificación y la gestión del
transporte urbano, se abre una enorme posibilidad para
encontrar una solución integral al conjunto del sistema.
En Quito desde hace 4 años se viene estudiando y discutiendo
de manera amplia el tema, habiéndose llegado a la conclusión
de que el trolebús es la alternativa más ventajosa. Es la
modalidad menos contaminante, sus costos son los más bajos -
tanto en producción como en mantenimiento-, se integra más
fácilmente a las condiciones ambientales de la ciudad, permite
una mayor racionalidad en el conjunto del sistema, etc.
Pero si alguna duda queda, no se puede dejar pasar por alto la
aceptación del proyecto por parte de los dos gobiernos
nacionales, dos gobiernos municipales y una campaña electoral,
de tal manera que alrededor del tema trolebús se puede decir
que existe un gran consenso.
Hoy, más bien, el debate debe transladarse a su puesta en
práctica y a buscar que logre la mayor eficiencia.
Eje de la transformación
Por eso es que el trolebús está llamado a ser el gran eje de
la transformación urbana. Ello significa articularse a una
concepción integral del desarrollo urbano, definir la red
general de la transportación y crear su propio marco
institucional de gestión.
En el primer caso, será el apuntalamiento al Plan del Distrito
Metropolitano de Quito que tiende a la constitución de una
ciudad policéntrica para disminuir el número de viajes por
medio de la mejor organización de las actividades urbanas.
En el segundo caso, convertirse en la columna vertebral, en el
eje de la articulación en la totalidad de la red de lÃneas de
buses, busetas y taxis.
Y, en el tercer caso, definir un nuevo esquema institucional
de gestión del servicio que pasa necesariamente por la fórmula
señalada por el alcalde Jamil Mahuad: estructurar la primera
Empresa Municipal de Planificación y Gestión del Transporte en
el Ecuador.
Quito por Guayaquil
En el año de 1990 y cuando el Municipio de Quito habÃa logrado
definir las bases de la propuesta de transporte semimasiva del
trolebús, el alcalde de aquel entonces, Rodrigo Paz, le
propuso al presidente Rodrigo Borja que se utilicen para
Guayaquil -con el fin de que pueda contar también con una
solución a corto plazo- tanto los estudios sobre el transporte
para Quito como el equipo técnico que lo habÃa formulado.
Hoy, con la aprobación de la Ley de Distrito Metropolitano y
con el requerimiento público que ha realizado el alcalde de
Guayaquil, bien podrÃa nuevamente actualizarse este apoyo de
Quito y su Municipio a Guayaquil y sus habitantes. El doctor
Mahuad ha indicado su disposición a continuar con la tradición
de colaboración con Guayaquil.
QUE SON LOS TROLEBUSES
. Son vehÃculos articulados que operan sobre neumáticos con
propulsión eléctrica.
. Se adaptan fácilmente a la topografÃa de la ciudad, pues
vencen pendientes de hasta 18% y a la altitud no afecta al
rendimiento de su motor eléctrico.
. No contaminan la atmósfera con emisiones sólidas o gaseosas.
. No afectan las edificaciones porque producen menos
vibraciones.
. Por su diseño moderno y funcional podrán llevar hasta 180
pasajeros.
. Su mantenimiento es muy fácil pues constan de 300 piezas
frente a las 5.000 que tiene un bus convencional.
. Está diseñado para operar aún en condiciones de emergencia y
racionamiento eléctrico.
. Los trolebuses están diseñados para brindar comodidad y
seguridad al usuario.
. Disminuirá el tiempo de viaje puesto que los trolebuses
circularán por un carril exclusivo sin tráfico que los
interrumpa.
. La ruta contará con 20 paradas y servicios de telefonÃa,
casetas de boletos, revistas y periódicos.
- Se revalorizarán las edificaciones y se descongestionarán
los sitios de las actuales paradas improvisadas, disminuyendo
el peligro de accidentes, rescatando el espacio público de
aceras y permitiendo el embellecimiento de la fachada y el
entorno. (10B)
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Ciudad N/D
Publicado el 12/Enero/1994 | 00:00