El presidente de la Federación Nacional de Empleados Judiciales (Fenaje). Luis Muñoz Pasquel, participa en toda negociación que implique designación de cargos en la Corte Suprema de Justicia y en el Consejo Nacional de la Judicatura. De hecho, esta semana "obtuvo" la mayorÃa en este último organismo. Sus detractores señalan que, a partir de ahora, su poder es omnÃmodo y manejará a su antojo los hilos de la Función Judicial.
¿Quién controla a judiciales?
El presidente de la FENAJE es cuestionado por el manejo de fondos de sus agremiados, en particular por la venta de computadoras. Hay un informe grafológico donde se observan firmas falsificadas
La auditorÃa de gestión a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y al Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) señala que la Función Judicial no cuenta con un sistema de evaluación del desempeño de sus empleados y la capacitación no se realiza con base en una planificación. A la vez, destaca que el ingreso de personal "no siempre es designado mediante concursos de merecimientos y oposición".
Asimismo, el documento, que hace un corte al 31 de agosto de 2003 (el de 2004 está en proceso), subraya que a los servidores judiciales, cuyas conductas han sido reincidentes en varias infracciones, "no se les ha impuesto la sanción de suspensión sin derecho a remuneración" y que en su lugar "la sanción en contra de los reincidentes es menor".
En el capÃtulo sobre la gestión administrativa, la auditorÃa de la ContralorÃa apunta que existe personal que desempeña funciones que no corresponden a su denominación, existe duplicación de funciones, un deficiente control de asistencia y permanencia de los servidores judiciales, extemporánea emisión de acciones de personal para la concesión de vacaciones y licencias, demora en el pago de subsidios y expedientes de empleados activos incompletos y los de ex empleados no tienen una ubicación funcional.
Aunque el documento no registra las responsabilidades directas y personales, para varios funcionarios y magistrados uno de los señalados es el presidente de la Federación Nacional de Empleados Judiciales (Fenaje), Luis Muñoz Pasquel, y también su manejo "arbitrario, autoritario y personalÃsmo" de ese gremio.
A eso se añaden reiteradas denuncias sobre el uso irregular de los fondos de la Fenaje.
Una es la de Beatriz Suárez, jueza octava de lo Civil hasta el 18 de junio de 2003, destituida del cargo mediante oficio y restituida el jueves pasado tras presentar un amparo. Ella señala que "bajo el amparo y el auspicio de Muñoz se han perdonado verdaderos actos de corrupción, como mutilaciones de sentencias (caso "Barros" del juzgado 23 de lo Civil), se han cambiado sanciones, como la del juez Grijalva, quien fue destituido por haberse demostrado que cuando estaba prohibido, firmó un contrato de honorarios con una cooperativa".
Otra denuncia señala que existe falsificación de firmas en los comprobantes de los pagos de la adquisición de computadoras para los empleados judiciales a escala nacional, que se realizó con dinero otorgado por el CNJ. La suma llega a $810 mil y, con los intereses del banco, según la denuncia, llegarÃa a $860 mil.
Un estudio grafológico en manos de este Diario indica en las conclusiones: "Que la firma y rúbrica cuestionada del señor Galo Hinojosa (quien vendió las computadoras), impresa en fojas 23 y 25 de Cuadernos Judiciales, de la Federación Nacional de Judiciales del Ecuador, beneficiario, en el cotejamiento con la firma y rúbrica indubitada auténtica, no guarda similitud gráfica ni morfológica". (OP)
LAS PREGUNTAS PENDIENTES
A Luis Muñoz, BLANCO Y NEGRO solicitó desde el lunes 10 de enero de este año una entrevista para abordar varios temas relacionados con la Función Judicial, la elección de los miembros del Consejo Nacional de la Judicatura y del gremio de los empleados judiciales. Ãl no la concedió.
Entre las preguntas previstas para la entrevista estaban las que siguen: ¿Por qué los empleados judiciales no fueron consultados para proponer los candidatos a la CNJ por parte de la Fenaje? ¿Explique por qué varios colegas le endilgan manejos irregulares con los fondos de la Fenaje?
Además, se le consultaba sobre los viajes al exterior, en particular, a Panamá y Colombia, en aviones privados; si esos viajes se hacÃan con dinero de la Fenaje; y si en uno de esos viajes mantuvo reuniones con Abdalá Bucaram, el máximo dirigente del PRE.
Ante la insistencia de este medio, la secretaria de Luis Muñoz indicó que él se encontraba enfermo y suspendió varias reuniones y por ello no darÃa entrevistas. No obstante, estuvo toda la semana en la negociación del CNJ. (OP)
Luis Muñoz, ¿juez de jueces?
El enorme poder de la burocracia, como dicen sus detractores, se ha ido construyendo en los últimos 20 años. Ãl es auxiliar del Juzgado Primero de Trabajo. Todo su tiempo lo ocupa la labor sindical y polÃtica
En el Juzgado Primero del Trabajo no lo conocen: "¿Quién también será?", pregunta medio en broma y medio en serio uno de los empleados cuando se le pregunta por Luis Muñoz Pasquel, auxiliar número uno de ese juzgado.
Ãl lo ha dicho: está dedicado por entero a la labor gremial y polÃtica. En casi todas las negociaciones para elegir magistrados, su figura está presente.
El miércoles pasado, por ejemplo, pasó toda la mañana en el edificio de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), en la elección de los miembros del Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ). La razón, según varias fuentes, pelear porque sus dos amigos José Robayo y Felipe Granda fueran designados.
El segundo, hasta esta semana juez décimo primero de lo Civil de Pichincha, militante del Partido Socialista, acompañó a Muñoz a la Comisión de Control Contra la Corrupción cuando él, junto con otros funcionarios judiciales, eran investigados por esta entidad.
Sus detractores le achacan un doble discurso cuando públicamente respaldó a Hugo Quintanta luego que el Congreso, vÃa resolución, eligió una Corte de facto, y a las pocas horas saludaba y "legitimaba" a varios magistrados recién "electos". Al otro dÃa de la posesión, el viernes 10 de diciembre, convocó a una Asamblea General en el auditorio de la Corte Superior de Justicia. En la mesa directiva estuvo junto a tres de los magistrados elegidos: Ãngela Albán, Rossy Nevarez y Tito Libio Mendoza.
En 2004, hizo nueve viajes al exterior: dos a Perú y a Panamá y uno a Colombia, España y Argentina. A los tres dÃas de llegar de Panamá, el 29 de septiembre, recibió al presidente Lucio Gutiérrez en la Corte.
La pregunta que todos se hacen es: ¿por qué Muñoz concentra tanto poder? Quienes laboran en la Función Judicial le temen y por eso no quieren dar sus nombres para contar varias cosas que explicarÃan la razón de ese poder.
Una, quizá la más recurrente en los diálogos con los empleados, es que conoce de qué "pata cojea" cada miembro de la Función Judicial. Incluso, se comenta que tiene en su poder, fotos, facturas, copias de cheques de varios jueces, con lo que los tiene amenazados. "Si ha estado 20 años en el cargo, se las sabe todas. No tengo cómo probar todas las maniobras que ha hecho en la CSJ, pero es conocido por todos que se reúne, ofrece, negocia, amenaza, chantajea y hasta pone plata para garantizar sus intereses", dice un alto magistrado de la Corte Suprema.
"Nada se mueve en la Función Judicial sin que "Luchito" apruebe o desapruebe", explica una jueza que dice haber sido su amiga hasta que cayó en desgracia por cuestionar su falta de ética, tras ser un luchador social y ahora "solo pensar en su propio poder, bolsillo y futuro polÃtico".
Para sus colegas hay un elemento que sà desdice de la labor de Muñoz en las cortes: "¿Cómo es posible que sepa de leyes y administración de justicia si se ha pasado los últimos años en la actividad gremial? Si se le acaba la Fenaje, no tiene más que hacer acá", dice un auxiliar de un juzgado de lo Civil, que mantuvo una buena relación con él.
Muñoz, en la edición de BLANCO Y NEGRO del 25 de octubre de 2003, explicó que su poder se debÃa a su capacidad de diálogo. Para otros se traduce en la capacidad de levantar a los judiciales para bloquear la Corte mientras no se dé paso a sus demandas. (OP)
LA PROLONGADA VIDA GREMIAL
Varias cuentas por explicar tiene Luis Muñoz
En su trayectoria, no dejan de reconocer varios colegas, el presidente de la Fenaje, Luis Muñoz, elevó los salarios de empleados y magistrados. Incluso, en la historia de huelgas judiciales, hay verdaderas marcas como la de junio de 1995, cuando la Función Judicial se paralizó durante tres semanas.
Muñoz llegó "al poder" en 1988, como presidente de la Federación de Empleados Judiciales de Pichincha. En esa época, la Fenaje tenÃa filiales solo en seis provincias, y la máxima representación estaba asignada únicamente a jueces de cortes superiores y de la Corte Suprema.
Tal como lo detalla el informe de BLANCO Y NEGRO de 25 de octubre de 2003, "de inmediato convocó a los empleados de todo el paÃs y logró tener 25 filiales, incluida Galápagos". Sin embargo, la Fenaje fue reconocida como institución jurÃdica apenas en 1996. Ahora cuenta con alrededor de 4 000 afiliados.
Luis Muñoz Pasquel nació en Panamá el 26 de septiembre de 1960. Sus padres son ecuatorianos y él se ampara en el artÃculo 6 de la Constitución que establece que serán ecuatorianos los hijos de ecuatorianos nacidos en el exterior.
Sus detractores insisten en que explique por qué maneja cuatro tarjetas de crédito y sus egresos sobrepasan los $10 mil mensuales, cuando sus ingresos como auxiliar de un juzgado de lo laboral no superan los $700.
El dirigente sindical explicó, en una edición anterior, que gran parte de lo que tiene es heredado: un terreno en San Rafael, una casa en Atacames, una acción en el Castillo de Amaguaña, un automóvil Corsa y un jeep Toyota. (OP)
"Luchito" regala muchas agendas a sus colegas
En el Guayas, el Frente de Defensa Judicial señala al dirigente sindical como un miembro antidemocrático porque negocia y dispone a espaldas de ellos
El presidente de la Fenaje, Luis Muñoz, a más de promover reuniones nacionales en Quito, recorre el paÃs para "rendir un informe anual de actividades". Adicionalmente, regala dos calendarios -uno de pared y otro de escritorio- y una agenda en donde está estampado el nombre del trabajador judicial.
Los beneficiados no se sorprenden. En Guayas, para el Frente de Defensa Judicial es la única forma de congraciarse para tapar todas sus acciones "personalÃsimas" que lo mantienen por 20 años en el liderato sindical. El titular de esta organización, Clay Cabrera, señala que, con ello, Muñoz reafirma la práctica antidemocrática de ejercer la Presidencia de la Fenaje a espaldas de los empleados judiciales. De hecho, dice Cabrera, su palabra se ha devaluado con tanto arreglo con todos los sectores polÃticos que se instalan en la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Muñoz estuvo en Chimborazo el 12 de enero a las 08:30 y fue recibido por los 156 funcionarios de la Corte Superior de Justicia, encabezados por el presidente del gremio local, Miguel Guambo. "Vino a dar un informe y a analizar la época traumática que vive la institución desde el 8 y 9 diciembre de 2004", indica Guambo.
La gira de dos dÃas incluyó las provincias de BolÃvar, Chimborazo, Tungurahua y Cotopaxi. En estos cuatro lugares, habló sobre la estabilidad laboral de los trabajadores judiciales y el apoyo al trabajo unificado de la Fenaje.
En Guaranda estuvo el jueves. "Dijo que tenemos el derecho a la estabilidad y al ascenso dentro de la carrera judicial", explica MarÃa Velasco presidenta de la Asociación de Judiciales en esa provincia.
A Latacunga fue el miércoles. "Tratamos la estabilidad del servidor judicial y el nombramiento de los vocales del Consejo de la Judicatura", cuenta Fernando Tinajero, presidente del gremio.
En Tungurahua estuvo el mismo dÃa que en Latacunga. David Ãlvarez, dirigente judicial de esa provincia, señala que Muñoz "vino a entregar agendas y a informar del trabajo realizado". Luego, debÃa viajar a Ibarra y Tulcán, aunque en estos lugares se informó que no llegó.
Funcionarios judiciales dijeron que Muñoz tiene por costumbre recorrer el paÃs cada inicio de año y dejar un obsequio a los socios de la Fenaje. En las provincias centrales Muñoz entregó 533 agendas: en BolÃvar, 110; en Cotopaxi, 114; en Tungurahua, 153 y en Chimborazo, 156. En Azuay, Luis Alberto Guerrero, presidente de los judiciales de esa provincia, manifiesta que Muñoz aún no los visita, pero que todos los dirigentes se reunieron en Quito para analizar los temas concernientes a la Función Judicial y al Consejo de la Judicatura. Se autoconvocaron para realizar marchas "si el caso lo amerita".
Guerrero indica que Muñoz tiene que seguir los lineamientos que las diferentes asociaciones del paÃs vayan concertando y delimitando. En esta provincia, hay 234 servidores judiciales que al momento trabajan sin contratiempos, pues los cambios en la CSJ no han traÃdo problemas. (OP/JP/RC/RMT)
PUNTO DE VISTA
Transparencia, solo transparencia
Se lo llama de muchos modos: "El poder detrás del poder", "El verdadero presidente de la Corte", "El tumba jueces", entre otros. Y todo, como se ve, apunta a una sola dirección: el titular de la Federación Nacional de Empleados Judiciales (Fenaje), Luis Muñoz, ha consolidado una fama que solo es destacada en público y muy criticada en privado.
Su poder -dicen en reserva jueces, funcionarios y dirigentes judiciales- es tal que tiene a todos atemorizados. Y para ello, de muy diversas formas, ha creado una red de apoyo, información reservada y nexos que le facilitan imponer su voluntad.
Por lo que se ve, si un dirigente gremial puede consolidar tanta fortaleza, eso implica una debilidad institucional, la relación laboral dependiende del clientelismo sindical o la ausencia de transparencia, controles y fiscalizaciones periódicas.
Si solo se tratara de un asunto gremial, no importarÃa tanto porque "los trapos sucios se lavan en casa". Ocurre que con esto se afecta a la institución más criticada en los últimos meses: la Función Judicial. Y en ella se encuentran procesos y casos que no pueden seguir dependiendo de los manejos polÃticos o sindicales. No es dable mantener una práctica que genera odios y retaliaciones permanentes.
A eso se añade la negativa de Luis Muñoz para hablar con la prensa, abiertamente, sobre los temas que se abordan en este informe. Si él exige transparencia, ¿por qué no la practica? (OP) (Blanco y Negro)
¿Quién controla a judiciales?
El presidente de la FENAJE es cuestionado por el manejo de fondos de sus agremiados, en particular por la venta de computadoras. Hay un informe grafológico donde se observan firmas falsificadas
La auditorÃa de gestión a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y al Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) señala que la Función Judicial no cuenta con un sistema de evaluación del desempeño de sus empleados y la capacitación no se realiza con base en una planificación. A la vez, destaca que el ingreso de personal "no siempre es designado mediante concursos de merecimientos y oposición".
Asimismo, el documento, que hace un corte al 31 de agosto de 2003 (el de 2004 está en proceso), subraya que a los servidores judiciales, cuyas conductas han sido reincidentes en varias infracciones, "no se les ha impuesto la sanción de suspensión sin derecho a remuneración" y que en su lugar "la sanción en contra de los reincidentes es menor".
En el capÃtulo sobre la gestión administrativa, la auditorÃa de la ContralorÃa apunta que existe personal que desempeña funciones que no corresponden a su denominación, existe duplicación de funciones, un deficiente control de asistencia y permanencia de los servidores judiciales, extemporánea emisión de acciones de personal para la concesión de vacaciones y licencias, demora en el pago de subsidios y expedientes de empleados activos incompletos y los de ex empleados no tienen una ubicación funcional.
Aunque el documento no registra las responsabilidades directas y personales, para varios funcionarios y magistrados uno de los señalados es el presidente de la Federación Nacional de Empleados Judiciales (Fenaje), Luis Muñoz Pasquel, y también su manejo "arbitrario, autoritario y personalÃsmo" de ese gremio.
A eso se añaden reiteradas denuncias sobre el uso irregular de los fondos de la Fenaje.
Una es la de Beatriz Suárez, jueza octava de lo Civil hasta el 18 de junio de 2003, destituida del cargo mediante oficio y restituida el jueves pasado tras presentar un amparo. Ella señala que "bajo el amparo y el auspicio de Muñoz se han perdonado verdaderos actos de corrupción, como mutilaciones de sentencias (caso "Barros" del juzgado 23 de lo Civil), se han cambiado sanciones, como la del juez Grijalva, quien fue destituido por haberse demostrado que cuando estaba prohibido, firmó un contrato de honorarios con una cooperativa".
Otra denuncia señala que existe falsificación de firmas en los comprobantes de los pagos de la adquisición de computadoras para los empleados judiciales a escala nacional, que se realizó con dinero otorgado por el CNJ. La suma llega a $810 mil y, con los intereses del banco, según la denuncia, llegarÃa a $860 mil.
Un estudio grafológico en manos de este Diario indica en las conclusiones: "Que la firma y rúbrica cuestionada del señor Galo Hinojosa (quien vendió las computadoras), impresa en fojas 23 y 25 de Cuadernos Judiciales, de la Federación Nacional de Judiciales del Ecuador, beneficiario, en el cotejamiento con la firma y rúbrica indubitada auténtica, no guarda similitud gráfica ni morfológica". (OP)
LAS PREGUNTAS PENDIENTES
A Luis Muñoz, BLANCO Y NEGRO solicitó desde el lunes 10 de enero de este año una entrevista para abordar varios temas relacionados con la Función Judicial, la elección de los miembros del Consejo Nacional de la Judicatura y del gremio de los empleados judiciales. Ãl no la concedió.
Entre las preguntas previstas para la entrevista estaban las que siguen: ¿Por qué los empleados judiciales no fueron consultados para proponer los candidatos a la CNJ por parte de la Fenaje? ¿Explique por qué varios colegas le endilgan manejos irregulares con los fondos de la Fenaje?
Además, se le consultaba sobre los viajes al exterior, en particular, a Panamá y Colombia, en aviones privados; si esos viajes se hacÃan con dinero de la Fenaje; y si en uno de esos viajes mantuvo reuniones con Abdalá Bucaram, el máximo dirigente del PRE.
Ante la insistencia de este medio, la secretaria de Luis Muñoz indicó que él se encontraba enfermo y suspendió varias reuniones y por ello no darÃa entrevistas. No obstante, estuvo toda la semana en la negociación del CNJ. (OP)
Luis Muñoz, ¿juez de jueces?
El enorme poder de la burocracia, como dicen sus detractores, se ha ido construyendo en los últimos 20 años. Ãl es auxiliar del Juzgado Primero de Trabajo. Todo su tiempo lo ocupa la labor sindical y polÃtica
En el Juzgado Primero del Trabajo no lo conocen: "¿Quién también será?", pregunta medio en broma y medio en serio uno de los empleados cuando se le pregunta por Luis Muñoz Pasquel, auxiliar número uno de ese juzgado.
Ãl lo ha dicho: está dedicado por entero a la labor gremial y polÃtica. En casi todas las negociaciones para elegir magistrados, su figura está presente.
El miércoles pasado, por ejemplo, pasó toda la mañana en el edificio de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), en la elección de los miembros del Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ). La razón, según varias fuentes, pelear porque sus dos amigos José Robayo y Felipe Granda fueran designados.
El segundo, hasta esta semana juez décimo primero de lo Civil de Pichincha, militante del Partido Socialista, acompañó a Muñoz a la Comisión de Control Contra la Corrupción cuando él, junto con otros funcionarios judiciales, eran investigados por esta entidad.
Sus detractores le achacan un doble discurso cuando públicamente respaldó a Hugo Quintanta luego que el Congreso, vÃa resolución, eligió una Corte de facto, y a las pocas horas saludaba y "legitimaba" a varios magistrados recién "electos". Al otro dÃa de la posesión, el viernes 10 de diciembre, convocó a una Asamblea General en el auditorio de la Corte Superior de Justicia. En la mesa directiva estuvo junto a tres de los magistrados elegidos: Ãngela Albán, Rossy Nevarez y Tito Libio Mendoza.
En 2004, hizo nueve viajes al exterior: dos a Perú y a Panamá y uno a Colombia, España y Argentina. A los tres dÃas de llegar de Panamá, el 29 de septiembre, recibió al presidente Lucio Gutiérrez en la Corte.
La pregunta que todos se hacen es: ¿por qué Muñoz concentra tanto poder? Quienes laboran en la Función Judicial le temen y por eso no quieren dar sus nombres para contar varias cosas que explicarÃan la razón de ese poder.
Una, quizá la más recurrente en los diálogos con los empleados, es que conoce de qué "pata cojea" cada miembro de la Función Judicial. Incluso, se comenta que tiene en su poder, fotos, facturas, copias de cheques de varios jueces, con lo que los tiene amenazados. "Si ha estado 20 años en el cargo, se las sabe todas. No tengo cómo probar todas las maniobras que ha hecho en la CSJ, pero es conocido por todos que se reúne, ofrece, negocia, amenaza, chantajea y hasta pone plata para garantizar sus intereses", dice un alto magistrado de la Corte Suprema.
"Nada se mueve en la Función Judicial sin que "Luchito" apruebe o desapruebe", explica una jueza que dice haber sido su amiga hasta que cayó en desgracia por cuestionar su falta de ética, tras ser un luchador social y ahora "solo pensar en su propio poder, bolsillo y futuro polÃtico".
Para sus colegas hay un elemento que sà desdice de la labor de Muñoz en las cortes: "¿Cómo es posible que sepa de leyes y administración de justicia si se ha pasado los últimos años en la actividad gremial? Si se le acaba la Fenaje, no tiene más que hacer acá", dice un auxiliar de un juzgado de lo Civil, que mantuvo una buena relación con él.
Muñoz, en la edición de BLANCO Y NEGRO del 25 de octubre de 2003, explicó que su poder se debÃa a su capacidad de diálogo. Para otros se traduce en la capacidad de levantar a los judiciales para bloquear la Corte mientras no se dé paso a sus demandas. (OP)
LA PROLONGADA VIDA GREMIAL
Varias cuentas por explicar tiene Luis Muñoz
En su trayectoria, no dejan de reconocer varios colegas, el presidente de la Fenaje, Luis Muñoz, elevó los salarios de empleados y magistrados. Incluso, en la historia de huelgas judiciales, hay verdaderas marcas como la de junio de 1995, cuando la Función Judicial se paralizó durante tres semanas.
Muñoz llegó "al poder" en 1988, como presidente de la Federación de Empleados Judiciales de Pichincha. En esa época, la Fenaje tenÃa filiales solo en seis provincias, y la máxima representación estaba asignada únicamente a jueces de cortes superiores y de la Corte Suprema.
Tal como lo detalla el informe de BLANCO Y NEGRO de 25 de octubre de 2003, "de inmediato convocó a los empleados de todo el paÃs y logró tener 25 filiales, incluida Galápagos". Sin embargo, la Fenaje fue reconocida como institución jurÃdica apenas en 1996. Ahora cuenta con alrededor de 4 000 afiliados.
Luis Muñoz Pasquel nació en Panamá el 26 de septiembre de 1960. Sus padres son ecuatorianos y él se ampara en el artÃculo 6 de la Constitución que establece que serán ecuatorianos los hijos de ecuatorianos nacidos en el exterior.
Sus detractores insisten en que explique por qué maneja cuatro tarjetas de crédito y sus egresos sobrepasan los $10 mil mensuales, cuando sus ingresos como auxiliar de un juzgado de lo laboral no superan los $700.
El dirigente sindical explicó, en una edición anterior, que gran parte de lo que tiene es heredado: un terreno en San Rafael, una casa en Atacames, una acción en el Castillo de Amaguaña, un automóvil Corsa y un jeep Toyota. (OP)
"Luchito" regala muchas agendas a sus colegas
En el Guayas, el Frente de Defensa Judicial señala al dirigente sindical como un miembro antidemocrático porque negocia y dispone a espaldas de ellos
El presidente de la Fenaje, Luis Muñoz, a más de promover reuniones nacionales en Quito, recorre el paÃs para "rendir un informe anual de actividades". Adicionalmente, regala dos calendarios -uno de pared y otro de escritorio- y una agenda en donde está estampado el nombre del trabajador judicial.
Los beneficiados no se sorprenden. En Guayas, para el Frente de Defensa Judicial es la única forma de congraciarse para tapar todas sus acciones "personalÃsimas" que lo mantienen por 20 años en el liderato sindical. El titular de esta organización, Clay Cabrera, señala que, con ello, Muñoz reafirma la práctica antidemocrática de ejercer la Presidencia de la Fenaje a espaldas de los empleados judiciales. De hecho, dice Cabrera, su palabra se ha devaluado con tanto arreglo con todos los sectores polÃticos que se instalan en la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Muñoz estuvo en Chimborazo el 12 de enero a las 08:30 y fue recibido por los 156 funcionarios de la Corte Superior de Justicia, encabezados por el presidente del gremio local, Miguel Guambo. "Vino a dar un informe y a analizar la época traumática que vive la institución desde el 8 y 9 diciembre de 2004", indica Guambo.
La gira de dos dÃas incluyó las provincias de BolÃvar, Chimborazo, Tungurahua y Cotopaxi. En estos cuatro lugares, habló sobre la estabilidad laboral de los trabajadores judiciales y el apoyo al trabajo unificado de la Fenaje.
En Guaranda estuvo el jueves. "Dijo que tenemos el derecho a la estabilidad y al ascenso dentro de la carrera judicial", explica MarÃa Velasco presidenta de la Asociación de Judiciales en esa provincia.
A Latacunga fue el miércoles. "Tratamos la estabilidad del servidor judicial y el nombramiento de los vocales del Consejo de la Judicatura", cuenta Fernando Tinajero, presidente del gremio.
En Tungurahua estuvo el mismo dÃa que en Latacunga. David Ãlvarez, dirigente judicial de esa provincia, señala que Muñoz "vino a entregar agendas y a informar del trabajo realizado". Luego, debÃa viajar a Ibarra y Tulcán, aunque en estos lugares se informó que no llegó.
Funcionarios judiciales dijeron que Muñoz tiene por costumbre recorrer el paÃs cada inicio de año y dejar un obsequio a los socios de la Fenaje. En las provincias centrales Muñoz entregó 533 agendas: en BolÃvar, 110; en Cotopaxi, 114; en Tungurahua, 153 y en Chimborazo, 156. En Azuay, Luis Alberto Guerrero, presidente de los judiciales de esa provincia, manifiesta que Muñoz aún no los visita, pero que todos los dirigentes se reunieron en Quito para analizar los temas concernientes a la Función Judicial y al Consejo de la Judicatura. Se autoconvocaron para realizar marchas "si el caso lo amerita".
Guerrero indica que Muñoz tiene que seguir los lineamientos que las diferentes asociaciones del paÃs vayan concertando y delimitando. En esta provincia, hay 234 servidores judiciales que al momento trabajan sin contratiempos, pues los cambios en la CSJ no han traÃdo problemas. (OP/JP/RC/RMT)
PUNTO DE VISTA
Transparencia, solo transparencia
Se lo llama de muchos modos: "El poder detrás del poder", "El verdadero presidente de la Corte", "El tumba jueces", entre otros. Y todo, como se ve, apunta a una sola dirección: el titular de la Federación Nacional de Empleados Judiciales (Fenaje), Luis Muñoz, ha consolidado una fama que solo es destacada en público y muy criticada en privado.
Su poder -dicen en reserva jueces, funcionarios y dirigentes judiciales- es tal que tiene a todos atemorizados. Y para ello, de muy diversas formas, ha creado una red de apoyo, información reservada y nexos que le facilitan imponer su voluntad.
Por lo que se ve, si un dirigente gremial puede consolidar tanta fortaleza, eso implica una debilidad institucional, la relación laboral dependiende del clientelismo sindical o la ausencia de transparencia, controles y fiscalizaciones periódicas.
Si solo se tratara de un asunto gremial, no importarÃa tanto porque "los trapos sucios se lavan en casa". Ocurre que con esto se afecta a la institución más criticada en los últimos meses: la Función Judicial. Y en ella se encuentran procesos y casos que no pueden seguir dependiendo de los manejos polÃticos o sindicales. No es dable mantener una práctica que genera odios y retaliaciones permanentes.
A eso se añade la negativa de Luis Muñoz para hablar con la prensa, abiertamente, sobre los temas que se abordan en este informe. Si él exige transparencia, ¿por qué no la practica? (OP) (Blanco y Negro)
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