EL PROBLEMA OCULTO: LA DISLEXIA

Guayaquil. 22.05.92. Algo anda mal con su niño -algo confuso,
frustrante y temible. Parece más inteligente y creativo que la
mayoría de sus compañeros, pero apenas puede leer.

Cuando hace un problema de aritmética, mezcla los dígitos;
cuando escribe, sus "d" parecen "b" y viceversa.

A veces parece que no le entiende mientras usted habla y
cuando le responde, sus palabras a menudo salen en el orden
inapropiado.

Su hijo podría tener dislexia, un problema del aprendizaje que
afecta entre el 5 y el 15% de los niños en edad escolar. Ya
que es difícil identificar , a menudo se conoce a la dislexia
como la "enfermedad oculta".

En toda la historia, muchos individuos famosos han padecido de
ella, una enfermedad de ocurrencia familiar cuatro veces más
común entre los hombres que entre las mujeres.

Entre los disléxicos más conocidos se encuentran Leonardo da
Vinci, el autor Christian Andersen, el General George Patton,
Albert Einstein, el Presidente Woodrow Wilson, la actriz Cher
y el atleta Bruce Jenner.

Los expertos definen diferentemente a la dislexia, pero muchos
la caracterizan como una enfermedad congénita que evita que
los individuos puedan aprender a leer con la instrucción
convencional.

INTELIGENCIA SUPERIOR

Los disléxicos tienen una inteligencia superior al promedio y
no son víctimas de carencias económicas, culturales o
ambientales, según la Federación Mundial de Neurología, un
grupo profesional basado en Carolina del Norte.

Investigadores de todo el mundo estudian la dislexia para
determinar su causa. Aunque muchos piensan que emana la falta
de capacidad para procesar el lenguaje, algunos la consideran
un problema visual o perceptual.

Los estudios muestran que el cerebro de los disléxicos difiere
del de aquellos que no padecen de la enfermedad.

En la mayoría de las personas, las áreas del lado izquierdo
del cerebro están más desarrolladas que el lado derecho. Sin
embargo, en los disléxicos, las áreas del lenguaje están a
menudo igualmente desarrolladas en ambos hemisferios
cerebrales, según las investigaciones realizadas en el
Hospital Beth Israel de Boston.

Como resultado, teorizan los expertos, ambos lados del cerebro
de un disléxico luchan por el dominio del lenguaje,
distorcionando la habilidad de la persona para leer.

Un desarrollo poco usual en el hemisferio derecho del
disléxico pudiera explicar por qué a menudo los disléxicos
sobresalen en las artes, los deportes, la mecánica y otras
áreas que requieren concepción especial.

Un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de
Miami ha encontrado que cuando los disléxucis leen , tienen
diferentes patrones de actividad cerebral que los de un no
disléxico.

En el hospital Infantil de Boston, un investigador también
observó diferencias en la actividad cerebral de un disléico y
un no disléxico en respuesta a los sonidos, las percepciones
visuales y las palabras.

Adicionalmente, un estudio del Instituto Nacional de Salud
Mental de EE.UU. ha determinado que la sangre fluye en un
cerebro disléxico de manera diferente al flujo en los cerebros
durante las empresas intelectuales.

Algunos investigadores han seguido la pista a los orígenes de
la dislexia al segundo trimestre de embarazo , cuando billones
de células emigran y se interconectan para formar la corteza
cerebral externa del feto, que controla el lenguaje y el
pensamiento.

Los expertos especulan que la tensión materna, pequeñas
embolias, los virus y variaciones hormonales pueden hacer que
las células cerebrales se alinien mal , produciendo la
dislexia y otros problemas.

Un estudio del MIT ha descubierto una diferencia entre la
forma en que los disléxicos y los no disléxicos estudian una
página impresa.

A principios de los 80, la sicóloga educativa de California
Helen Irlen descubrió una forma de dislexia llamada Síndrome
de Sensibilidad Escotópica, que afecta alrededor del 46% de
los individuos con dificultades para leer.

Las víctimas del Síndrome son normalmente sensibles a ciertas
longuitudes de onda en el espectro de la luz blanca. Para
ellos las letras impresas aparenatn estar disttorcionadas,
girando en la página, mezclándose y desapareciendo
periódicamente

Ya que el síndrome es perceptual más que un problema visual ,
no puede coregirse con lentes normales u otros aparatos
optométricos.

Sin embargo, Irlen dice que el 90% de quienes padecen este
síndrome pueden mejorar su lectura dramáticamente con lenets
de colores y personalizados que reduzcan selectivamente
longitudes de onda específicas dejando pasar la luz que ese
ojo puede manejar.

Para satisfacer las necesidades individuales de las victimas,
Irlen ha desarrollado más de 140 variedades de los lentes, que
especialistas capacitados recetan luego de largas pruebas de
diagnóstico.

Aunque puede aparecer desde el priemr grado, cuando la mayoría
de jóvenes aprenden a leer, la dislexia a menudo emerge a la
mitad o finales de la escuela primaria, cuando aumentan las
demandas académicas.

Como niños pequeños, los disléxicos a menudo presentan habla
retardada y tienen dificultades con los nombres de algunas
letras. Más tarde, tiene problemas para aprender y recordar
palabras impresas, comprender el lenguaje hablado y escrito y
a menudo hacer problemas aritméticos.

Muchos disléxicos invierten letras y dígitos numéricos,
escribiendo "12" en vez de "21", por ejemplo. Frecuentemente
tiene una escritura apretada e ininteligible.

Los disléxicos que padecen del síndrome de sensilbilidad
escotópica a menudo decrecen su ritmo y cometen más errores
mientras avanzan en la lectura. Se brincan líneas, pierden su
lugar y agregan palabras que no paprecen en la página.

uienes padecen del síndrome a menudo entrecierran los ojos
durante la lectura. Podrían sostener la página cerce de sus
caras e insitir en frecuentes descansos. A veces, las víctimas
se quejan de que la lectura les aburre o les da dolores de
cabeza.

Muchos de ellos no se dan cuenta de que ven la página impresa
de manera diferente que la mayoría de individuos.

Los disléxicos a menudo favorecen sus manos izquierdas o
muestran una incierta preferencia, muestra la investigación.
Frecuentemente confunden la terminología de tiempo y espacio,
como "arriba" y "abajo" y "hoy" o "mañana".

Los disléxicos pueden ser torpes o tener problemas para seguir
instrucciones, manejar un horario o sus pertenencias. Algunos
tienen problemas para relacionarse con los demás porque no
pueden interpretar las expresiones faciales o cambios en el
tono de voz.

ACUSADOS

Los padres y maestros a menudo acusan a los disléxicos de no
tener éxito por la flojera, dice ánne Bailar, ex presidente
del capítulo de íllinois de la Sociedad Orton -una
organización basada en Boston que disemina información sobre
la dislexia y promueve la investigación sobre ese mal.

"ya que la gente constatemente se burla de ellos, la
autoestima de los disléxicos es a menudo muy baja", observa
Bailar,"saben que son inteligentes y pueden hacer muchas cosas
pero sienten que tiene algo malo".

Frustrados por su incapacidad de realizar labores que el resto
de la gente considera fáciles, los niños disléxicos ,
especialmente hombres, a menudo tiene problemas de
comportamiento en casa y en la escuela.

Los padres frecuentemente encuentran su conducta sorprendente,
vergonzosa y exasperante. Algunos se culpan a sí mismos por
los problemas que causa el menor; otros se sienten víctimas de
él. Muchos niegan que exista un problema.

"Tener un hijo disléxico es muy amenazador para el ego de un
padre" dice Joan Sharpe, madre de dos adolescentes disléxicos.
" hubo años en los que mesentía ser una fracasada".

Sharpe recomienda a los padres de hijos disléxicos buscar
asesoría de un sicólogo para ellos y sus hijos.
"La terapia significa toda la diferencia del mundo. No hace
desaparecer el problema, pero ayuda a los ninos a tratar mejor
con él", observa.

Tener un hijo disléxico puede abrir viejas heridas para los
padres que padecen también esta enfermedad, dicen los
expertos.

"No quieren que sus hijo sufran como ellos ni que tengan
opciones limitadas en la vida", dice Helen Irlen, observando
que a menudo estos padres se esfuerzan demasiado por obtener
ayuda profesional para sus hijos disléxicos.

LIMITACION DE RECURSOS

La limitación en los recursos a menudo hace que las escuelas
no puedan diagnosticar y colocar apropiadamente a los
disléxicos. Algunas escuelas ofrecen auxilio individualizado,
pero muchas ignoran las necesidades especializadas de las
vícitmas de la dislexia, dejándolos en aulas para niños con
afecciones diversas.

Los frustrados padres a menudo acuden a expertos del exterior
en busca de ayuda realizando con frecuencia grandes gastos
económicos.

"Hay muchas personas que no saben lo que están haciendo. Se
necesita tener expertos en diagnóstico muy astutos y
especializados en afecciones del aprendizaje. Se tiene que
escuchar al instinto. Si alguien dice algo que no tiene
sentido, busque más ayuda", recomienda Sharpe.

El jardín de niños y priemr grado son épocas ideales para
buscar a los niños que muestren síntomas de este mal, según
Sylvia Meyers, una maestra de lectura para niños con
problemas.

Las señales incluyen confusión entre la derecha y la
izquierda, problemas para seguir instrucciones y dificultad
para aprender el alfabeto.

Existen muchas técnicas para enseñar a los disléxicos, la
mayoría se centran en ayuda al estudiante a comprender las
razones para lo que está aprendiendo.

Ya tienen que olvidar las reglas, lasa víctimas de la dislexia
deben aprender a pensar la solución a los problemas del
lenguaje más que a memorizar información.

TECNICAS MULTISENSORIALES

Los disléxicos a menudo responden a técnicas multisensoriales
que incluyen la vista, el oido, el tacto y la sinestesia o
conciencia del movimiento.

Por ejemplo, puede pedirse a un niño que no puede aprender la
letra "b" que la dibuje en la arena mientras repite el sonido.
Los especialistas insisten en que los disléxicos dominen un
sonido, palabra o concepto antes de avanzar a material nuevo.
Cada nuevo talento se apoya en los ya aprendidos.

La mayoría de los niños disléxicos requieren un tutoreo
individualizado patra aprender los talentos básicos y llevar
el ritmo en la escuela, dicen los expertos. Padres bien
intencionados a menudo intentan ayudar ellos mismos a sus
hijos, pero Sharpe dice que con la mayor regularidad los
resultados son desastrosos.

"Las batallas emocionales son horribles", observa. Sharpe
sugiere solicitar ayuda de tutores y amigos que no tengan
participación sicológica en el éxito del niño.

Las ayudas mecánicas como correctores ortográficos
computalizados, calculadoras y grabadoras pueden facilitar el
aprendizaje para los disléxicos, dicen los expertos.

* Tomado de EL UNIVERSO
EXPLORED
en Ciudad N/D

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