Quito. 01.01.94. (N§95) Cuando uno entrevista al gerente
general del diario Hoy es suficiente con decir "hola", y
dejarlo habla. No es necesario hacerle preguntas, él monologa
a la velocidad de una ametralladora sobre tan diversos tópicos
como su pasión por el periodismo, la aplicación de la
informática en su medio o de la predilección que siente por el
pluralismo informativo. Es divertido, amistoso y siempre va
derecho al grano. Pero..... pregúntele sobre su vida personal.
Ahà sà sabrá lo que es contradictorio comportamiento.
diferencia es tan notable que hasta es gracioso observarlo. Su
manera de expresarse es locamente enredada: la gramática, la
sintaxis y el vocabulario están allÃ,pero no siempre en sus
palabras, ahora su elocuencia es a menudo silenciosa: una
palma dada vuelta, un leve movimiento de cabeza, un surco en
las cejas y luego de mucho, una frase.
Pero aunque camaleónico, tiene cosas totales: pertenece desde
siempre con nombre y apellido al mundo de los medios
informativos. Y, fundamentalmente, parece disfrutarlo.
Una vida en las comunicaciones
La oficina de jaime Mantilla, donde nos recibe, sà es
exactamente lo que yo esperaba. Una decoración equilibrada,
muy de alto directivo: madera, acero, cuero negro, valiosos
cuadros y el orgullo personal. En este caso la amplia
colección de voceadores del mundo. "Me los han ido regalando
de uno en uno durante... bueno, durante toda la vida.... sÃ
pues, durante toda la vida", indica con lógica. Y la
vehemencia de su afirmación lo conecta instantáneamente con su
trayectoria. "Yo nacà en el mundo de los medios, dice.
Mi abuelo César mantilla fue el fundador de El Comercio. Y en
1938 con su hermano Carlos se dividieron el negocio. carlos
continúo con El Comercio y mi abuelo con los teatros y
hoteles. Más tarde mi padre Jaime Mantilla continuo con los
teatros, pero yo cuando estaba en quinto curso empecé a sentir
la atracción por lo que tenÃa que ver con la prensa".
Diecisiete años tenÃa cuando solicitó un trabajo a su tÃo
Jorge Mantilla en El Comercio, "y me dio un trabajo indigno de
un hombre... para esa época, aclara. Indigno porque me mandó a
recepción de avisos y allà habÃan trabajado siempre sólo
mujeres".
Un año después ya graduado volvió a El Comercio. "ÂAunque
ahora de tramitador de avisos !, recuerda entusiasmado. Luego
hice de lo que se llama clichetero. ConsistÃa en recibir la
orden del cliente, buscar el cliché y enviarlo a producción.
Pero ascendà a ayudante de publicidad, entonces ya tramitaba
avisos". Cuando siguiendo los que parecÃa ser su destino y
llegó a jefe de publicidad, se le presentó la oportunidad de
ir a Radio Quito o a Editorial Offsetec, (imprenta de El
Comercio) cuenta que atraÃdo por las artes gráficas eligió lo
de la imprenta. "Empecé como ayudante, aprendà a manejar
prensa y terminé como secretario de Offsetec".
De regreso a lo suyo afirma que fue interesante porque además
descubrió que era absurdo importar tintas. "Claro, hasta allÃ
yo pensaba que se necesitaba una tecnologÃa de las grandes". Y
cómodo en su relato, continúa. "Partà a Colombia y les propuse
una sociedad. Yo no tenÃa capital, pero confiaba en Jorge
Mantilla que era el de la plata...Pusimos "Tintesa" y me
dediqué completamente. Ahà estaba yo embalado cuando vino
Jorge Mantilla a decirme: "ÂSabrás guambrito que he decidido
que te vengas de gerente a El Comercio". Hace una pausa y
prosigue. "PartÃ. Después de seis años volvà a las
comunicaciones. Allà estuve desde el 75 al 81 como gerente
general".
La muerte de Jorge Mantilla en 1979, indica, acarreó problemas
familiares. "Desaparecida la cabeza patriarcal vino el desate
de las ambiciones de parte de sus hijas. Y aunque si bien es
cierto esas ambiciones se lograron dominar durante dos años,
la cosa cada vez se fue poniendo peor. Hasta que un dÃa me
retiré. Y partà con todo mi equipo..." E insertándose
bruscamente en el recuerdo, dice con asombro, como si acabara
de descubrirlo. "Una cosa curiosa...fÃjate que Lupe Mantilla,
salió conmigo...Siempre habÃamos sido casi como hermanos, y
ella salió en solidaridad conmigo. Al cabo de seis meses es
cuando ella se da cuenta que debe regresar, ya que El Comercio
en manos de administradores está muy mal".
Opción Informativa
Actualmente, y sin falsa modestia reconoce que está satisfecho
de lo logrado en el periódico de su creación. "El 2 de febrero
del 81 salà y el 15 ya habÃa empezado con los estudios para el
Hoy". Un periódico que define como analÃtico, objetivo con
concepto educativo y pluralista. Pero eso en lo filosófico, en
lo formal, Mantilla afirma que él y los accionistas siempre
creyeron que habÃa espacio más que suficiente para otra opción
informativa. Y seguidamente se concentra en contar cómo desde
aquel momento se sumió en la corriente avasalladora de la
revolución informática, sin dejar de especificar que el Hoy
fue el primer periódico computalizado y a color en una época
que en el paÃs aún se imprimÃa con linotipos, cromo y prensa
tipográfica.
Modernidad, actualización, sin embargo opina que la revolución
de los 80 también llevó al campo de la información hacia un
lado negativo, "la noticia se volvió diversión". Y alega que
la televisión para el concepto tradicional del periodismo ha
sido negativa. "Convirtió a la información en show quitándole
la base de objetividad. Si la noticia no va a ser impacto deja
de serlo, afirma. Si no hay tomas espectaculares no se
difunde. Punto".
No menos interesado cuenta que su vida como gerente general
del Hoy ha tenido momentos de euforia y de depresión. "Una
vida que sólo elegirÃa alguien con vocación". Y entre los
muchos gajes del oficio cuenta del asalto al periódico en el
86 por el grupo Alfaro Vive. "Secuestraron al jefe de prensa y
a su asistente, e hicieron imprimir un periódico con su
manifiesto. A las dos de la mañana cuando me llamaron vine de
Sangolquà hecho un tiro. Aquà la gente estaba completamente
descontrolada. Mandé a regresar los camiones de reparto, llamé
a toda la gente y a las seis de la mañana imprimimos otro
periódico. Lo que determina, advierte, que no siempre una vez
terminada la jornada diaria termina la aventura".
Tal vez por esa vitalidad imposible de reprimir dentro de los
rigurosos lÃmites de la docilidad es que a Mantilla se lo
determina con un genio de cardo, él admite. "Soy un malgenio
del diablo, gritón, mandón. Es conocidÃsimo. Pero me pasa
rápido. No guardo ningún resentimiento" Y sin disimulado
orgullo agrega que si por su arrebato comete alguna injusticia
tampoco demora en pedir disculpas.
Con la misma intensidad provechosa le digo se lo estima
machista. Se rÃe con su risa muy personal que es un
combinación de gargarismo y gorgoritos. Cómica. Y luego
afirma. "Asà dicen, Pero no, no soy machista, fÃjate que la
gran mayorÃa de las gerencias y jefaturas, aquà las
desarrollan mujeres...Claro, si yo sé que la mujer es un
colaboradora diferente", agrega sin especificar la diferencia.
Un optimista realista
Casa desde hace 24 años con MarÃa Dolores Gómez de la Torre,
tiene 2 hijos. Alvaro, 22, estudiante de periodismo y
comunicaciones en Estados Unidos y Manuela, 18, de quien
cuenta también estudiará comunicaciones. "Fieles, señala. Como
ves aquà el olor a tinta se lleva en la sangre". Y desde este
punto de vista extiende su concepto de fidelidad. "Soy
obsesivamente fiel a todo. A mi trabajo...a mi mujer. A todo".
Aunque perseverante y leal en el matrimonio, precisa. "Pero
aquÃ" "entre nous" "te diré que lo lamento... Bien me hubiera
gustado ser más enamorador y coqueto" Y a su lamento
agrega."Lo que pasa es que también tengo poco tiempo para
poder dedicarme a otras cosas...Pero por otro lado, pese a
estos problemas estoy bien enamorado de mi mujer". Y para mi
asombro posterior habla largamente sobre ella. "Mi mujer es
increÃblemente inteligente. Con un formidable sentido social.
Pocas mujeres he conocido asÃ...tal vez única. Ella es
profesora y en su trabajo como en su cotidianeidad primero son
los demás y luego ella" Y conocedor de sus yerros, deduce. "Yo
ha aprendido mucho de ella en materia de paciencia y también
en el interés por lo social".
Divertido dice que en su casa manda El...pero muy por detrás
de su mujer. Y asegura que no le juega en contra de su
carácter ayudar en todo lo de la casa. "Yo cocino de todo.
Ahora he aprendido a lavar los platos, tiendo las camas. Y
generalmente, plancho mi ropa y lustro mis zapatos, asegura.
A estas actividades suma su interés por la música y la
carpinterÃa como forma de relajarse. "Tengo mi tallercito con
todas las herramientas e implementos necesarios". Y aunque
observo El cree haber hablado mucho de sÃ, no deja de señalar
que la pintura es su otro pasatiempo favorito. ¿Y eso?
interrogo. Y se rÃe con su sonrisa tan especial, y dice. "SÃ ,
tomé un curso de pintura el año pasado en Stanford".
Por su lado materno Mantilla tiene ascendentes suecos y
norteamericanos. El sello está en su viva coloración: rubio de
ojos muy azules. Lo que le ha valido comenta siempre lo hayan
llamado "Gringo". Y muchos ni saben cómo me llamo", dice
determinado.
Aparenta unos 40 años pero tiene 48, él dice que se debe a la
práctica de los deportes que realiza. "Golf, motociclismo y
tenis".
Aunque en general Mantilla de la impresión de que las
preguntas no sólo no son bien recibidas sino descartadas de
antemano, y que tal vez por eso prefiere anticiparse es, sin
embargo, un hombre que da detalles de su persona en los
momentos más inesperados. "Soy sociable, dice por su cuenta.
Me gusta la gente. No me gusta la soledad". Y muy a la altura
de su ingenio, nuevamente se anticipa para decir. "Soy
enormemente confiado. Aunque sÃ, ya me he dado un poco con la
piedra en los dientes".
Con todo, cree no pertenecer a la clase de personas
mártires.:"Ay señor que ha sido de mis sueños". El asegura
hacer que sus sueños se conviertan en realidad. "Las cosas
suceden porque uno las hace. Si es que uno no las hace también
suceden otras cosas, pero no las que uno requiere".
Y de hermetismo severo para sin descomprención a definirse.
"Soy tremendamente optimista. Aunque siempre intento ser
realista. PodrÃa decir que siempre trato de ver el lado
positivo...Tal vez esta condición de mi carácter es la que
siempre me ha ayudado a enfrentar mis problemas..."y finaliza
sin soltar más prenda.
* Texto tomado de LA OTRA (PAG. 46 a 48)
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 01/Enero/1994 | 00:00